Y Corinna pió

Tendremos que poner todo lo que diga Corinna zu Sayn-Wittgenstein en cuarentena porque pueden ser solo las acusaciones de una amante despechada. Ese pecado sí se le reconoce y concede a Juan Carlos I: hacer de Sofía de Grecia la cornuda de España. Pero dudo mucho de que la prensa cortesana española vaya con todo, como debería de pasar, y que la justicia española actúe en consecuencia ante las graves acusaciones de “la amiga especial” del rey de España emérito. Negocios, testaferros, capital fuera de España sin declarar, estructuras opacas… Todo lo que necesita un campechano.

Sí, es por hacer política

En anteriores ocasiones he traído a esta columna las reflexiones de Iu Forn en El Nacional por el sentido común del autor, el mismo motivo que me obliga a trasladarles la última: colige Forn que, si Llarena admite que cierra la causa abierta contra los políticos catalanes después de la reunión de Torra con Sánchez para no intervenir en el reinicio del diálogo político, las causas de la suspensión, procesamiento y cárcel de los representantes de la ciudadanía catalana es política. Así de fácil y así de grave. Porque se juzga, no lo olvidemos, un gesto: todos tuvieron cuidado de no independizar Catalunya.

Así es la ley. Que la cambien

Alfonso Jesús Cabezudo, conocido como “el militar de La Manada”, disfruta ya del levantamiento de su suspensión aunque no vayan a asignarle destino. Tanto él como el guardia civil, Antonio Manuel Guerrero, esperan a la sentencia firme para saber si son expulsados. Todo esto es perfectamente legal y tiene que servir para que seamos conscientes de a qué nos exponen algunas leyes o aplicaciones. Al respecto, lean este párrafo en El Confidencial: “Cabezuelo también cuenta con antecedentes por lesiones, riña tumultuaria y desorden público, delitos que se explican en parte porque forma parte de la peña Biris”.

Quítate tú para ponerme yo

Cuando Pedro Sánchez se lanza sin red a la moción de censura y logra asirse al siguiente trapecio empieza a tener que tomar decisiones. Posiblemente la más importante por el tiempo y recursos que ocupa es la de sustituir a todo el personal del gobierno o hacer virtud de la transitoriedad y no enfadar demasiado al PP. Es evidente ya que opta por lo primero y en un tiempo récord está moviendo todas las sillas, algo que en Politikon critican con su habitual rigor pero obviando, creo, un aspecto clave: los años que Rajoy tuvo para generar y ocupar puestos, y que en el caso de Sánchez solo son semanas.

Si lo pago es mío

José Manuel Rodríguez hacía público en Twitter el malestar de los usuarios de Spotify que, habiendo pagado por un servicio Premium, esto es, sin anuncios entre canciones, veían cómo les colaban publicidad del nuevo disco de Drake. Se ve que el “Premium” del rapero es más importante que el de esos millones de usuarios que reclaman, con razón, que les devuelvan el dinero. No es el único caso: las marcas nos cuelan anuncios constantemente aunque hayamos pagado por dispositivos (me ha pasado ya dos veces en mi móvil Samsung en menos de un año) y aplicaciones que, en teoría, son nuestros.

Las excusas de la infanta Cristina

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Prepárense para leer los argumentos más irrisorios que puedan imaginar y que son los que pondrá en juego la defensa de la infanta Cristina, según ‘Vozpópuli’, para evitar su imputación en el caso Noos. Si con ellos, se libra, es que la justicia, definitivamente, no es igual para todos. Allá van: “Era madre de cuatro hijos”, “colaboraba con la Casa Real”, “en La Caixa, sin conocimientos de banca”, “licenciada… pero en Ciencias Políticas”, “le hacían la declaración de la renta”, y “la convivencia cotidiana” como excusa final. En resumen, no le importa pasar por tonta. ¿Mejor eso que culpable?

El PP se beneficia a sí mismo

Vamos a ver: si tenía una caja “B”, su tesorero se hizo millonario en el ejercicio de este cargo, y pagó “en negro” la reforma de su sede central, ¿por qué en el PP iban a ruborizarse por proponer una reforma electoral que les beneficia claramente? Es más: Cospedal ya lo ha hecho en Castilla-La Mancha, reduciendo los escaños justo para minimizar a la oposición. El siguiente asalto, el de los municipios, como denuncian en ‘Público’ y donde, con los números en la mano, al PP le iría mejor nombrando alcalde al cabeza de la lista más votada. Y si para eso hay que cambiar la ley, se cambia, que tienen mayoría absoluta.

Guerra sucia

Por suerte, hacía tiempo que no leían esa expresión pero, por desgracia, han vuelto a hacerlo. La “guerra sucia” vuelve, sí, y viaja en Twitter. Esto es lo que publican en ‘La Marea’: “José Manuel Sánchez Fornet, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP), la central sindical mayoritaria del cuerpo, afirmó ayer en la red social Twitter que el gobierno de José María Aznar vendió armas a ETA en dos ocasiones”. Y dijo más: “[Rafael Vera] apoyó la guerra sucia. Fue muy tolerante con la tortura. Se quedó con el dinero de fondos reservados, como tantos otros. De lo que yo sé, todo lo que ha dicho hasta ahora Vera es cierto”, “que le pregunten si González y al si rey conocían la guerra sucia del GAL”.

Franquismo y Gallardón

¡Menuda familia le ha tocado en suerte a Gallardón! Primero, el hijo que tiene un accidente de tráfico y corre a refugiarse a casa de su padre, el ministro. Y después (pero también antes) su suegro, el franquista, que ahora defiende con exaltaciones de patriotismo rancio el monumento al fundador de La Falange que hay en Granada. Lo denuncian en ‘Andaluces.es’, donde recogen con cierto asombro el artículo de opinión, con loas expresas a Primo de Rivera, que ha publicado José Utrera Molina, ex ministro de Franco, en el ‘Abc’.

Doble moral

A cuenta de la SICAV de los europarlamentarios, me ha parecido magistral el párrafo que, a modo de resumen, hemos encontrado en ‘Politikon’: “La dignificación del ejercicio de la política, y la asignación de recursos suficientes a los que la ejercen, especialmente en el caso de representantes electos, ha sido una aspiración tradicional de la izquierda. (…) No obstante, desde hace unos años, y ante el comprensible cabreo de buena parte de la ciudadanía por la crisis económica, las deficiencias en la gestión pública y la frecuente falta de ejemplaridad, esta aspiración ha dado paso a una frecuente y transversal demagogia antipolítica. Queremos tener a los políticos más formados y honrados, pero pretendemos escatimarles las condiciones que los atraigan a la política y los alejen de otras ocupaciones o tentaciones. Nos escandalizan las ‘puertas giratorias’, pero también las carreras largas y asegurar el futuro de quienes entran en política”.