No menosprecies a Florentino Pérez

No voy a escribir la comparación que me sugiere Florentino Pérez esgrimiendo el contrato con los 300 millones que tiene que abonar cada equipo que abandone la Superliga. Al parecer, los cubes, como cuando compras tu primera vivienda con tu pareja, se habían casado por el banco: Pérez había conseguido una financiación loca pero la viabilidad del negocio aún estaba por ver. El tuitero Sillonbol hacía la pregunta correcta sobre el supernegocio: “¿Todo esto quién lo paga?”. ¿Las televisiones? ¿Y quién paga esas mensualidades si no lo hacen los aficionados de proximidad? Al final, el modelo de negocio es cobrar a los de siempre.

No son los recursos, es el sentido común

La Superliga la habían montado los clubs que tiran con pólvora del rey para no tener que competir con los que disparan con más acierto. Joan Laporta ha llegado a calificarla como “una necesidad” porque sin esos recursos no podían seguir compitiendo entre ellos. La única necesidad que tenemos todos en el fútbol de hoy es que empiece a imponerse el sentido común en el gasto de los clubes. Niporwifi ponía un buen ejemplo: “El principal problema del fútbol de élite es la burbuja de fichajes que han creado los mismos fundadores de la Superliga. Que Morata ha movido 205 millones de euros en fichajes, por Dios”.

Lo que no quieren

Lo que no quieren Florentino Pérez o Joan Laporta (que está en este barco por su voluntad) es que venga el Atalanta y les saque los colores en el campo y en los despachos. Sobre este equipo, el periodista Irati Prat tuiteaba un hilo muy clarificador: el Atalanta cierra el ejercicio con un balance económico favorable, conteniendo el gasto pese a los ingresos de la Champions (un fijo de 15,25 millones a cada equipo, que aumenta a medida que ganan partidos), ampliando el estadio sector a sector, y sin ningún magnate al frente. Un fútbol sostenible que es el que amamos y deseamos.

Hablemos de la tele, venga

Insisto en que el modelo de negocio de la Superliga consistía en cobrar más por los derechos de televisión y repartirlos entre menos. Pero, ¿quién paga a las televisiones? La afición. ¿Y quién paga más, un aficionado al Real Madrid en Madrid o al Liverpool en Liverpool o un aficionado en China, India o EE.UU.? Así que la sangría la iban a sufrir los de siempre, por supuesto. Para colmo de la desfachatez, Pérez o Laporta esgrimían que ya no se ve tanto el fútbol en televisión. ¿Por qué será? El partido con más espectadores de la anterior jornada fue el Betis – Athletic que se emitió en abierto. ¿Les hago un dibujito?

Lo amamos, pero no lo perdonamos

Albert Morén se reflexionaba en Twitter: “Es tremendo lo mucho que nos gusta el fútbol, con lo mucho que hace ‘el fútbol’ para no gustarnos”. Para los que somos del Athletic, su frase duele un poco más este mes. Es cierto: amamos el deporte porque nos emociona, y observamos todo lo que rodea al deporte porque es apasionante. Pero no perdonamos todo: ni al Athletic que nos decepciona, ni a la Eurocopa que abandona Bilbao, ni a la Superliga que nos desprecia, ni a la UEFA que dice hablar en nuestro nombre. Se puede recelar de todo ello, seguir amando el fútbol y ser una persona coherente. El fútbol, sobre todo, nos explica.

Hasta las gallinejas

Empieza a ser agotador lo que Miguel Aizpuru define en Twitter como “Madridcentrismo en prime-time”. Ya sé que entre todos alimentamos al monstruo centralistas, y que yo mismo he contado cosas de la campaña madrileña, ¡cómo no hacerlo si tenemos la campaña más populista a tan pocos kilómetros! Pero hacernos partícipes a todas y todos, con debates en la televisión nacional, es o un exceso o una paletada. Así de claro. Por si fuera poco, Florentino Pérez insiste en aparecer y explicar su idea exclusivista que, pese al desastre, algunos se la siguen comprando haciéndose un autorretrato de los de guardar.

Fascismo o todo lo demás

Vamos por partes. Vi el debate entre las candidatas y candidatos a presidente de la Comunidad de Madrid en LaSexta unos 10 minutos. En la primera ronda completa que pude observar aprecié que nada iba a sorprenderme y ese formato, en Madrid y en Euskadi, es muy poco atractivo para cualquier espectador. Además, opino como Ícaro Moyano: “Monasterio ha sacado el cartel de los menores no acompañados con orgullo desafiante. Con la altanería ofensiva de los fascistas. Estos son los socios del PP. Con estos va a gobernar Ayuso. Y ya está, todo lo demás es humo”. Sí, a veces la política es así de fácil.

Para que quede claro

El cartel al que hace referencia Ícaro Moyano, que evita difundirlo acertadamente, busca señalar a los menores que llegan a Madrid (o a Euskadi) solos, huyendo de la ruina, y quieren integrarse en esta sociedad. Jordi Nieva-Fenoll recuperó en Twitter el mismo miércoles, en medio de la refriega, un cartel de la propaganda nazi que “explicaba que con los 5,50 marcos que costaba diariamente al Estado una persona con una enfermedad hereditaria, podía vivir una familia sana durante un día”. Por si le quedaba alguna duda a alguien de contra quién batallamos políticamente o, peor, está dispuesta a pactar.

Superliga. Escena 5. Toma 2

Hemos asistido al anuncio de la Superliga, a su justificación, a su tambaleo, a su destrucción y, ahora, estamos asistiendo a la quinta escena: su defensa pese a las evidencias. En directo estuvo de nuevo Florentino Pérez, esta vez en un programa de radio que no se llama “El Chiringuito”, para no dar tantas pistas, justificando otra vez lo injustificable: el acceso al olimpo deportivo vía gasto y no vía esfuerzo. “No puede ser lo de la Liga española, que los de equipos arriba perdamos dinero y los demás ganen dinero”, dijo el empresario a Manu Carreño. Lo que no puede ser es que quienes despilfarran señalen a quien ahorra.

El Atlético, como la Infanta Cristina

El Atlético de Madrid ha tenido que elegir y ha optado por la vía que inauguró la infanta Cristina: entre ser responsable y no enterarse de nada, optan por lo segundo. Rubén Uría ha desgranado en Twitter la carta que ha enviado a su afición el club “colchonero” y es una de las mejores colecciones de excusas que he visto esta semana. Solo ha faltado la de que el perro se comió el contrato: les engañaron con los clubes implicados, les engañaron con que se iba a negociar con la UEFA, y ahora los gestores piden perdón y aseguran que no volverá a suceder. Solo les falta posar con unas muletas.

Neville empezó la jugada

Como en aquel Manchester United de finales de los 90 cuyas alineaciones nos sabíamos todos, Gary Neville empezó la jugada en su banda, Sky Sports, que ha acabado con la Superliga: el exjugador y ahora comentarista fue beligerante y claro, la misma noche del domingo, contra la competición que su equipo, junto a otros once, habían anunciado. Neville no se cortó un pelo, habló en caliente y habló bien de la importancia del fútbol y de las competiciones a las que se accede por méritos deportivos y no solo económicos, y lo hizo ante grandes audiencias y en contra del club al que anima cada domingo. Neville, en mi equipo.

El show de Florentino Pérez

Por su parte, el máximo valedor de la Superliga, Florentino Pérez, eligió un show llamado “El Chiringuito” para explicar en qué consistía el negocio. Solo unas horas después, sus afirmaciones empujaron a quien guardaba un mínimo de dignidad a abandonarle. En su “debe” quedará para siempre que su alejamiento de la realidad social y futbolística se cargó en solo unas horas su obra magna. Miguel Quintana resumía las declaraciones del madridista: “¿Por qué no hacer competiciones más igualadas y emocionantes? Si este nivel económico es insostenible, ¿por qué no reducir los sueldos absolutamente disparatados?”.

El mayor negocio del mundo

El fiasco de la Superliga y el modo en el que se precipitó el desastre podía haber servido para parar los pies a esos clubes que, por ricos, se creen los dueños del fútbol. Pero no va a ser así. El Norteño en Twitter, que se declara “madridista irreductible”, hace un interesante resumen de cómo la UEFA ha “solucionado” esta crisis: “Se saca de la manga 7000 kilos. Cómo, no importa”, “un silloncito para Rummenigge”, “vamos a cambiar el modelo del Fair Play Financiero por otro más flexible y comprensivo con las circunstancias de clubes como el PSG y el City” y “para el resto de los ingleses, pasta gansa”.

Pero los mismos gestores

No puedo añadir ni quitar nada a este tuit de Outconsumer: “Que los clubes más grandes del mundo representando al deporte más grande del mundo estén arruinados igual debería dar para una reflexión sobre cómo se sostiene el deporte profesional”. El fútbol, está claro, lo sostiene el aficionado cercano, que es el que se gasta la pasta indecente en una camiseta, el carné de socio y la cuota mensual de televisión para ver los partidos. No lo sostiene la falacia esa del público oriental hambriento de fútbol por el que se modificaron los horarios, ni quienes se compran camisetas falsas a miles de kilómetros.

Spain is different

Esta semana tiene que servirnos para coger la matrícula a esos periodistas que lanzaron las campanas de la Superliga al vuelo, esos contertulios que abrazaron un modelo exclusivista y esos opinadores que pusieron sus voces al servicio de quienes tienen el dinero y el poder. Pero también a los aficionados: en las redes sociales ha quedado claro que mientras en Inglaterra no querían que a ningún club le regalasen estar en la Champions, en España a muchos les parecía bien comprar ese derecho. Por no hablar de esos jugadores que han callado hasta que todo ha estallado. El fútbol nos explica y a algunos la Superliga fallida les he definido.

El fin de la comedia

He estado viendo estos días la serie de Ignatius Farray y he descubierto a un humorista inteligente, un guion atrevido y una ficción muy cuidada. En paralelo, Telecinco ha ido emitiendo una entrevista a Rocío Carrasco, muy troceada y comentada por sus habituales. Ha pretendido generar una catarsis mascando el chicle de siempre: ha sustituido el reinado televisivo de Antonio David Flores por el de su exmujer. Y aunque hablar de malos tratos en público pueda ayudar a mujeres maltratadas, la desvergüenza del canal es mayúscula, porque participó en el maltrato dando voz, cobijo y dinero a quien ahora señala.

España les roba

¿A cuánta gente roba España? La CAV paga más lo que le corresponde en el Cupo tanto por PIB como por población. En Catalunya, la inexistencia de un concierto al estilo vasco fue el desencadenante del movimiento independentista. Y ahora la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP “reclama a Sánchez 1.720 millones de IVA y fondos que corresponderían a Madrid” (Fernando Valls, en Twitter). Ya sé que estamos en campaña y que Díaz Ayuso hace causa de ser el ariete contra el gobierno de España, pero el “España nos roba” en versión castiza y cínica no lo vi venir. Me cuesta creer que alguien tenga tanto morro.

Ahí no va

Ya sé que la milonga dice que “en campaña todo vale”, pero no es cierto: los espacios electorales, los plazos para la publicidad y el límite de gasto están muy medidos. Otra cosa es que te los pases por el forro. En Euskadi lo conocemos bien: algunos creen que la calle es suya, como hizo Fraga. Y en Madrid, Podemos, también: la diputada de IU en la Asamblea, Vanesa Lillo, mostraba con orgullo en Twitter un cartel puesto fuera de los espacios electorales. A eso hay que sumar los posts promocionados en Facebook incumpliendo el calendario de inserciones publicitarias. Es cuestión de estilos y el suyo está muy claro.

¿Y los socios qué opinan?

Aunque creo que los socios del Real Madrid y del FC Barcelona estarán a favor de que sus clubes funden la Superliga y se instalen en ese olimpo industrial, me resulta significativo que los presidentes de ambos clubes (en el caso catalán, dos directivas, además) hayan actuado a espaldas de todos, incluida su masa social. No me he caído de ningún guindo: me parece criticable que una parte del futuro del fútbol la hayan decidido una docena de hombres en grandes hoteles y despachos, alejados de las bases. ¿Cuánto tiempo más van a mentir con que los aficionados chinos e indios mantendrán el valor de sus clubes y sociedades?

Siempre conmigo

Este mes de abril ha sido menos duro que el de 2020. Pero en lo futbolístico ninguno habrá sido peor para el Athletic en toda su historia. Marcelino García resbaló con sus propias excusas después de la segunda final no competida y perdida en 15 días. De él y de los jugadores espero a partir de ahora que hablen solo en el campo. Pero si algo he aprendido estos días es que no hay “beti zurekin”, sino “beti nirekin”. El Athletic es parte de mí y además, lo abrazo, con todo lo que conlleva. Salvo por eso, estoy más de acuerdo con Lander Otaola que con otros derrotistas en Twitter. Hoy toca animar contra el Betis. Aupa Athletic!

El efecto Iglesias

A Podemos se le dan bien las campañas, pero el punto de partida de Pablo Iglesias como candidato en la de Madrid es muy negativo: una precampaña intensa le ha colocado como quinta opción de la ciudadanía en la primera encuesta de la campaña, solo por delante de Ciudadanos que, por supuesto, desaparece. Pero el “efecto Iglesias” no solo confirma el mal resultado de Podemos en su principal feudo, también sirve para explicar que Ayuso esté tan lanzada gracias a la polarización que el líder de los morados le ha ofrecido. Confrontar con Gabilondo era fácil, pero hacerlo con Iglesias ha sido un regalo para el PP.

Hay más

La actualidad política no empieza en Madrid ni acaba en Iglesias, lo sé. Pero es inevitable que hablemos del mayor esperpento electoral cuando lo tenemos tan cerca. Javi Gómez hace en Twitter este estupendo resumen de los primeros sondeos: “Ayuso va en cohete. Si Pablo Iglesias baja del 7% o el PSOE de 30 diputados, consecuencias de órdago. Y ambos van camino. Más Madrid, ante su gran oportunidad. Ciudadanos no existe. Su argumento: ‘O Monasterio o Bal’ es un sofisma. Vox parece haber encontrado su suelo”. Este es el escenario en el que se desarrollará la campaña, que será bronca sin remedio ni pudor.

La pandemia avanza

Comentamos los datos electorales porque la vida sigue pero la que avanza sin piedad es la pandemia, y especialmente en Madrid. Javier Ruiz hace este otro resumen, también en Twitter: “Madrid paga la factura del covid en vidas: la incidencia del virus es 5 puntos superior a su población. Madrid tiene el 14,9% de población y un 19,2% de casos. El 36,6% de nuevos contagios. La mayor saturación de UCI de España (42,5%). Los bares resisten”. Así que, no, no es cierto que Madrid esté logrando resultados parecidos a otras comunidades con todo abierto. Al contrario: las trampas, al solitario, no al mus.

Y la Superliga, claro

El fútbol ha sobrevivido a todo y sobrevivirá a la Superliga. Lo tengo claro. Si los clubes más ricos del mundo han cogido el balón porque es suyo y se largan, allá ellos. Los demás jugaremos con balones más humildes pero seguiremos haciéndolo. No me importa, sinceramente. De hecho, me parece una consecuencia lógica del sistema de mentiras en el que todos hemos participado: clubes, profesionales, periodistas y aficionados. Jon Larrauri resumía el domingo futbolístico así de bien: “Empatas con el Getafe y una hora después ya estás en la Superliga”. La industria es suya, pero el deporte es de todos.

Qué pena lo de Bosé

Soy de los que creen que Jordi Évole hizo lo correcto entrevistando a Miguel Bosé y mostrando que los negacionistas son una banda de locos. El de LaSexta lo llevó a cabo con su habitual metodología: una entrevista editada (nunca ha hecho una en directo) con la que confirma su hipótesis de partida. Pero esta vez el resultado beneficia a la mayoría que cumplimos porque no ponemos en duda lo que está pasando. Y no lo ponemos en duda no porque nos lo digan, sino porque lo vemos, lo vivimos, lo sufrimos y se nos mueren, joder. Qué pena da Miguel Bosé. Pero así lo quiere él.