Iberdrola gana

Me hago mayor, cada día que pasa soy más cascarrabias y con cada anuncio de los resultados trimestrales de banca y eléctricas me sorprendo más: “Iberdrola ha cerrado su primer trimestre con un beneficio neto de 1.485 millones de euros a nivel global, un 40% más frente al mismo periodo del año anterior”, leo en El Plural. Y no sé si encogerme de hombros o tirar el monitor. ¿Cuántos desprecios somos capaces de asumir quienes no somos accionistas, ni inversionistas? ¿Por qué nadie se da cuenta del agravio que supone a quienes pagamos sus facturas con un servicio de atención al cliente intencionadamente confuso?

Los defensores de España

A veces es conveniente alejarse un poco para que el ruido no te confunda: en pocos medios he leído una crónica tan clara sobre uno de los aspectos de la ley vasca de Educación como en El Nacional. Pese a que en algunas cabeceras españolas alerten del avance del euskera que propone el anteproyecto del Gobierno, en el digital catalán dejan clara la posición del PSE: la función de este partido es garantizar la españolidad de Euskadi ahora que el PP está al borde de la desaparición y en Podemos hacen hueco para cuando llegue Sumar. La imposición del castellano será defendida por Andueza y su compañía. No podemos perder esto de vista.

Bien hecho

Una o un buen periodista no permite que le coloquen un argumentario sin poner, al menos, contexto. Esto es así aquí y en la China Popular, como dijo Josep Lluis Carod Rovira. Otra cosa es que aquello sea una dictadura y esto, a veces, una piscifactoría de complejos. Así que cuando veo buenas actuaciones en los medios públicos me levanto y aplaudo. Lo ha hecho otra vez Silvia Intxaurrondo, que dejó callado en La1 a Javier Maroto cuando le apuntó que la retirada de los restos de Primo de Rivera no la había decidido el PSOE a las puertas de una campaña sino la familia del falangista en el 120 aniversario de su nacimiento.

No

Leo en The Objective que “la candidata de Vox agredida por el rapero Cecilio G” se pregunta: “¿Esto no es violencia de género?”. La respuesta es tan tonta que abruma: no. Y utilizar algo tan grave para poner en valor tu denuncia es una sinvergonzada. No hay duda de que la agresión es rechazable, tampoco la hay en que ella se presenta por un partido fascista, racista y homófobo al que tenemos la obligación de enfrentarnos. Pero enfrentarnos con todas las herramientas democráticas: victimizar a candidatas de Vox solo sirve para trivializar con cuestiones que deberían de ser indiscutibles, como la violencia de genero.

Pues vale

Cada día más, EE.UU. parece otro planeta. Un planeta en el que la mitad de sus habitantes se dedican a dominar galaxias enteras con expresiones culturales y gastronómicas que atontan y engordan, mientras la otra mitad se dedica a fabricar armas y autodestruirse. Un planeta en el que ahora han decidido que van a gobernar los viejos: de Trump a Biden, y de Biden a un Biden que puede abandonar la Casa Blanca casi como nonagenario ya que, en la época moderna, solo Trump no ha ganado en su reelección. Un planeta irreconocible al que alejar años luz para que no nos arrastre como civilización.

De Sanxenxo, de toca la vida (pero no más de 183 días al año)

“El rey Juan Carlos se plantea comprar una casa en Sanxenxo: el Emérito regresa en verano”. ¡Albricias! Este titular en Vozpópuli pone de buen humor a cualquier juancarlista. ¡Bendito aquel tiempo en que ser “juancarlista” era sinónimo de ser “español de bien”, incluso un poco progre! A este paso, el emérito va a acabar declarándose de Sanxenxo, de toda la vida. Pero no todo el año: vivirá en la localidad costera “no más de 183 días al año para no declarar a Hacienda en España”. Porque lo primero es lo primero. “El comentario más extendido en el municipio es que ‘se va a comprar un pazo’” porque los apartamentos son para pobres.

La España que madruga

Un repaso a los resultados electorales y varias conversaciones con sociólogos me confirmaron que no es cierto que la juventud vota de una manera diferente. Ni en Euskadi votan a Bildu, ni en España votan a Vox: las y los jóvenes votan lo que les da la gana y, en general, lo hacen de un modo bastante parecido a sus mayores. Puede que con alguna desviación para alegría de algún partido, pero esas certezas que nos venden algunos (tirando ya a viejos), simplemente, no son ciertas: si “El CIS sitúa a Vox como favorito entre los jóvenes que van a votar por primera vez” (El Independiente), tenemos que tenerlo en cuenta, pero también relativizarlo.

Qué ambientazo

La pugna entre Podemos y Sumar no nos da tregua, así que el agotamiento en las dos formaciones tiene que ser notable. Es evidente a estas alturas que las y los de Yolanda Díaz quieren debilitar a las y los morados tanto como puedan en este proceso electoral para que Pablo Iglesias llegue sin fuerza al siguiente, el que es para elegir a diputadas, diputados, senadoras y senadores (porque ser concejal o concejala también es de pobres). Sin embargo, en Podemos no se quedan callados: a Díaz no le gustan los partidos, pero era las que negociaba cada puesto y cada euro, y lo quería todo por escrito, según The Objective.

Pues anda que en Ciudadanos…

Si el ambiente en los grupos de Podemos en Congreso y Senado tiene que ser horroroso, y los consejos de ministros, una fiesta (para cualquier observador y contribuyente), en Ciudadanos tienen que estar pasándolo muy mal. Afrontar una campaña sabiendo que te juegas tu desaparición, aunque alguna fuente consultada por Público sea optimista, tiene que ser duro. No me dan pena: nadie de ese partido se ha ganado mi respeto ni en las formas ni en los fondos. Pero no me gusta ver a otras personas pasándolo mal. Según el digital mencionado, diputados y senadores van buscándose la vida fuera de la política.

Correcto

El melón de las publicaciones científicas hay que abrirlo porque resulta insostenible que mantengamos un sistema de recopago por la difusión de los avances científicos. No discuto que este segmento editorial sea una empresa pero sí lo hago con quien sea por el abuso sistemático y ya sistémico, sufragado con mucho dinero público, que han impuesto. Así que no necesito conocer los detalles para aplaudir a “el equipo editorial de la revista NeuroImage” que “ha dimitido al completo por el abuso que, sostienen, comete la revista con los precios que cobra por publicar artículos” (El Diario).

A qué dedicamos nuestros megas

“Netflix es responsable del 15% del tráfico mundial de internet”, titulan en Statista. Pero no es el único servicio de streaming que se come nuestros megas: “YouTube no se queda atrás, con un 11,6%, y Disney+ es responsable del 4,5%. Además, Amazon Prime Video tiene una cuota del 2,8%. Las redes sociales y los juegos son las otras categorías destacadas, con TikTok, Facebook, Playstation y Xbox”. Es decir: utilizamos la gran herramienta que nos iba a liberar de no sé qué tiranías, básicamente, para entretenernos. Y no me parece mal. Solo hace que eche la vista atrás y me acuerde con cierta melancolía de aquellas y aquellos evangelizadores.

También a las y los gurús

Además de al entretenimiento, en muchas ocasiones chorra (¿cuánto tiempo perdemos con los reels de Instagram, TikTok u opiniones que no nos importan en Twitter?), dedicamos nuestros megas (y nuestras horas) a líderes de opinión que no los merecen. “¿Qué ha hecho vuestro gurú de cabecera por vosotros o por vuestro alumnado?”, propone Jordi Martí que nos preguntemos. De aquellas y aquellos evangelizadores, a las y los empoderadores. Y de estos, a las y los gurús que no ofrecen soluciones prácticas pero sí dan consejos con más atrevimiento (ni siquiera les concedo lo de “las buenas intenciones”) que utilidad.

Ya veo dónde está el negocio

Es difícil de creer pero mentir es un modelo de negocio. No hablo de timadores, ni de personas que con opiniones de mierda se sacan su buen dinero en YouTube o Twitch. Hablo de verdaderas millonadas facturadas por empresas conocidísimas. ¿Cuánto de rentable es mentir como para que Fox haya aceptado que lo hace y pagado 787 millones de dólares a la empresa que fabrica las máquinas que cuentan los votos en EE.UU., y a la que habían señalado como responsable del supuesto amaño que denunció Trump cuando perdió las elecciones? ¿Cuánto dinero factura Fox con sus falacias, sus fake news y sus opinadores?

Este sí necesita un golpe de efecto

A Alberto Núñez Feijóo no le vendría mal una Fox española. Quiero decir: una televisión ultraconservadora con éxito y penetración, no los intentos de chiste que hemos visto (y ya van unos cuantos, por cierto). Lo cierto es que la imagen del líder del PP no atraviesa un buen momento: no solo es lo que percibimos, en el Huffington Post repasan algunos datos y algunos hitos que han perjudicado claramente al que se presenta como alternativa a Pedro Sánchez. Incluso recogen que “hasta él mismo reconoce que los resultados el 28-M no serán los que ellos esperaban”. Lo malo es que lo que el PP pierde puede ganarlo Vox.

Una opinión impopular

Soy perfectamente consciente de que las instituciones son motor económico ni que las buenas condiciones laborales del funcionariado venían sirviendo para generar, a modo de efecto cascada, mejoras en el sector privado. Pero hace tiempo que esta dinámica parece rota: “El teletrabajo de los funcionarios alcanza ya el 41% frente al 12% del sector privado” (The Objective). Este tipo de noticias generan tensión y sensación de agravio. Y ahí el populismo se desenvuelve con mucha soltura. No discuto que haya que mejorar las condiciones de todas y todos, pero creo que debemos asegurar primero que eso pueda ser así.

Se les está haciendo largo

Las y los representantes de Bildu están siendo muy categóricos en su defensa de la ley de vivienda que han aprobado, junto a ERC, al gobierno español, pero se les está haciendo largo el plazo entre el anuncio de su entente (la izquierda abertzale no suele poner dificultades en la negociación en Cortes) y que conozcamos la ley. Así, Esteban duda de la invasión competencial, Arriola cree que la ley vasca es más avanzada y Miquel Roig en El Confidencial avisa de que “la ley de vivienda burla el plan de EH Bildu y ERC y permite cargar gastos al inquilino”, y de “las incógnitas: sin el IPC, ¿cómo se actualizará el alquiler?”.

Primera piedra en el camino

No está claro que topar el precio del alquiler funcione. Tampoco lo está que no funcione. Hay experiencias en varios países y ninguna es concluyente de momento. Sí parece evidente que generar problemas al propietario hará que la oferta se contraiga y que este busque modelos como el del alquiler turístico o la venta (con hipoteca). Para evitarlo es necesaria una fuerte inversión pública que mantenga la oferta, pero empezamos mal: “La Sareb apenas tiene 9.000 viviendas listas. Los datos del ‘banco malo’ demuestran que la última promesa realizada por el presidente del Gobierno (50.000 nuevas viviendas) es imposible de cumplir” (The Objective).

Esto tampoco funcionó

Hay noticias que suenan muy bien (y por eso se dan antes de unas elecciones) pero que luego, en la práctica, no funcionan: “El Gobierno reconoce ahora que bajar el IVA en los alimentos ‘no implica necesariamente una rebaja de precio’” (República). La del IVA no será la primera apuesta que sale mal (la de la ley conocida como “solo sí es sí” está empezando a ser preocupante) ni será la última. No pasa nada, de esto va la política, de ponerse de acuerdo entre diferentes para intentar mejorar la vida de la ciudadanía. Empieza a suceder algo cuando los empeños (como en la ley de Montero y Belarra) o el electoralismo insultan a la inteligencia de la ciudadanía.

No somos idiotas

El que está tomando por idiota a la ciudadanía por encima de sus posibilidades, empezando por la que le ha elegido, es Joan Laporta: “La estrategia de comunicación del presidente Laporta es manifiestamente mejorable. No creo que la mejor defensa sea el ‘y tú más’ y el ‘embolica que fa fort’”, tuiteaba Juan Antonio Giner resumiendo en solo dos líneas lo que vimos y leímos de su intervención. Salió a dar explicaciones y no dio ninguna, apeló a unos informes de los que no ofreció ni un resumen ejecutivo, y se limitó a poner el ventilador de guano a la vez que intentaba no salpicar a la UEFA, cuya sanción teme más que ninguna.

¡Venga ya!

Pero el premio a la institución que más insulta la inteligencia, sin duda, se lo lleva el Real Madrid: su vídeo victimista para responder a Laporta en el que intentan que veamos a un Barça beneficiado por Franco y a un Real Madrid represaliado es de un infantilismo indignante. Como si no tuviéramos memoria, como si no existieran las crónicas. Nada importa, se extiende la idea de que la historia se puede reescribir con un archivo de vídeo ad hoc y una cuenta en Twitter o Instagram. Nos tratan como si fuéramos tontos y tontas, como si fuéramos niñas y niños. Pues yo no pienso permitirlo.

«Honestidad»

Seguí a trozos el discurso de Yolanda Díaz el pasado domingo. Seguramente, me perdí las mejores partes porque las que vi me parecieron preocupantemente huecas y poco novedosas. Incluida su disposición “humilde” a ser la primera presidenta de gobierno en España (un objetivo nada humilde). En Twitter, Sumar destacó la apelación a su propia honestidad. Y una vez más, me sonó extraña: Yolanda Díaz no me ha parecido honesta ocupando el espacio que ha trabajado Podemos, ni dividiendo el grupo en el Congreso al que tendrá que regresar después de las vacaciones y su muestra pública de “honestidad” y “humildad”.

Solo es un joven de hoy

Ícaro Moyano describió la intervención en ese acto de Helio Roque como “el mayor patinazo del happening progre de hoy. El adanismo es sonrojante”. El joven elegido por el equipo de Yolanda Díaz para representar a su heterogéneo colectivo aseguró que “los jóvenes no somos unos quejicas, es que no queremos tragar. Que en otras generaciones se hayan permitido abusos… bueno, pues haber peleado”. A mí lo que me parece es que es un joven de hoy, sin más, empoderado por quienes tienen interés en sumar (votos o followers), y al que refuerzan en su ignorancia y su fe en que hoy empieza todo. Precisamente.

No habré entendido nada

No entiendo la presentación de Sumar, un proyecto claramente dirigido a las elecciones generales (porque ser concejal o concejala es de pobres de espíritu), antes de las elecciones municipales y, en nuestro caso, forales. No lo entiendo desde una perspectiva de suma, precisamente, de construcción. Solo lo entiendo de la manera que describe César Calderón en The Objective: “El previsible y escasamente edificante enfrentamiento cainita que como una bomba de racimo se extenderá desde Madrid hasta la última de las pedanías”. “Dejará al resto de partidos vía libre para iniciar sus campañas electorales mientras ellos se destrozan”.

¿Abascal también será perseguido?

La copia de la extrema derecha española al trumpismo es tan burda que da hasta lástima. Ahora agitan hasta la bandera del fraude electoral. Estamos a un paso, por lo tanto, de que un tipo con una cabeza de toro descolgada de alguna tasca intente entrar en el Congreso, y a dos de que Abascal se presente como víctima de alguna persecución política. Es a lo que apela torpemente Trump ahora. Todo es un boicot contra él, según él mismo. Pero lo cierto es que a mí me reconcilia incluso con aquel país fallido. Todo es posible, hasta que lo evidente, como que Trump debería de estar incapacitado para dirigir un gobierno como aquel.

¡Qué liada, Elon!

La última de Elon Musk la ha resumido muy bien Niporwifi, esa cuenta anónima tan interesante para estar al día del crimen organizado en el mundo: “Ya se ha cepillado completamente el significado del verificado en Twitter. Estará verificado Paco_12345 por pagar 7€ al mes pero no el New York Times, excelente gestión”. Marcelino Madrigal expresa el fracaso de la estrategia fallida de una manera muy gráfica: “La Casa Blanca le dice a Musk que nones: No pagará por Twitter”. La red social cada vez funciona técnicamente peor, pero lo peor son las ideas de Musk. Con todo, seguimos ahí.