«Hay mucha gente en redes sociales que promociona productos que le dan las marcas pero no tiene una influencia real»

Telmo Trenado. Creador de contenido audiovisual

Telmo Trenado (Zumaia, 1995) empezó con un canal en YouTube donde explicaba los trucos de magia que aprendía antes de que conociéramos la palabra “youtuber”. Hoy tiene 90.000 seguidores en esta plataforma, 170.000 en Twitter, donde es una estrella, 22.500 en Instagram y casi 10.000 en Facebook. No ha tenido escuela: ha triunfado gracias a su intuición, la misma con la que explica como pocos en Euskadi el cambio en la industria del entretenimiento.

¿No será de esos que compran “followers”?

– Lo de comprar followers siempre se ha hecho y se hará en empresas grandes, marcas muy conocidas… Pero también lo hacen pequeños creadores de contenido. Ten en cuenta que es la primera impresión que vas a llevarte cuando ves un perfil: esa cifra. Y ves de otra manera, aunque sea inconscientemente, a alguien que tiene 200.000 seguidores que a alguien que tiene 200. Para mí es una chorrada.

¿Lo suyo es un trabajo?

– Sí lo es porque a cambio de algo que hago recibo una remuneración como en cualquier otro empleo.

¿Se definiría como “youtuber”?

– Cuando yo empecé en YouTube, en 2012, el boom actual de los “youtubers” no existía. Yo simplemente era una persona que subía vídeos.

¿Se definiría entonces como “influencer”?

– Yo creo que hay que distinguir entre “influencers” y “escaparates”: hoy hay mucha gente en redes sociales que promociona productos que le dan las marcas y ya está, pero no tiene una influencia real. “Youtuber”, “influencer”, “instagramer”… A mí el tema de las etiquetas no me convence mucho, prefiero dejárselo a la gente. Yo solo hago cosas en Internet… Pero también las hago fuera de Internet.

Vale, pero lo de “creador de contenido” yo creo que también necesita una explicación.

– “Creador de contenidos” siempre me ha parecido una manera formal de llamar a la gente que hace algo en Internet: creador de contenido puede ser un músico que hace “covers” y los muestra en Internet o un ilustrador. Simplemente es una manera más bonita de llamar a estos instagramers o youtubers que, precisamente, crean contenido diferente.

Su aita suele salir en los vídeos pero, ¿entiende a lo que se dedica?

– Aita entiende que hago cosas en Internet que disfrutan muchos seguidores, pero creo que no es del todo consciente de la cantidad de personas que puede llegar a verlo. Él se lo cuenta a sus amigos así: “Mira, mi hijo graba unos vídeos que ve mucha gente, se ríen y le escriben”. Es divertido y me parece que está orgulloso como lo estoy yo del rollo que tenemos, que seguramente será envidiable para muchos.

¿Y cómo lleva él la fama?

– Muchas veces me ha venido: “Oye, Telmo, que me han parado en la calle”, y mi madre se ríe. Se le hace un poquito raro, pero tampoco te creas que le paran como pueden pararme a mí o a otros youtubers un fin de semana. La verdad es que es curioso que solo porque le vean en mi Instagram luego le hablen en la calle.

¿No le da un poco de pudor que desconocidos como yo sepamos tanto de su vida y conozcamos su casa, por ejemplo?

– La verdad es que no. Es más, que sepa cómo vives o quién eres te convierte virtualmente en una especie de amigo de quien lo ve. Te conocen, saben muchas cosas de ti y, al final, se crea como una conexión, un vínculo que es bonito y que luego deriva en que te quieran de alguna manera, que te tengan alguna especie de aprecio o cariño. Obviamente siempre tienes metido en la cabeza: “¡Joder, saben dónde vivo!”, pero es a lo que te expones, y sin esta exposición no está ese cariño. Hay que valorarlo, pero a mí no me preocupa.

Su charla antes de los V Reconocimientos de DEIA a las Mejores Iniciativas Digitales se titula: “Ama, aita… Quiero ser youtuber”. ¿Cómo se lo dijo usted?

– Yo no tuve que decírselo porque no existía ese concepto. Yo simplemente subía vídeos a YouTube sin todo este mundillo que, poco a poco, se fue generando. Cuando mi ama lo veía en televisión decía: “Anda, pero si mi hijo hace esas cosas y gana un dinerillo”, pero en mi caso fue algo mucho más normal porque ya estaban acostumbrados a que hiciese vídeos antes de ese boom.

¿Se considera una celebridad?

– Es verdad que tengo una gran cantidad de seguidores y sé que me conoce mucha gente. Si eso es “una celebridad”, puede ser.

ElRubius, Wismichu, Haplo Schaffer, Dalas… ¿Tienen algo que ver con usted? Porque muchas veces metemos a todos los youtubers en el mismo saco.

– Tengo la impresión de que se nos mete a todos los youtubers en el mismo saco siempre que pasa algo malo. Entonces es cuando se dice: “Ay, los youtubers”. Pero cuando surge algo positivo se individualiza.

¿Se conocen entre ustedes?

– Sí tengo relación con otros youtubers y empatizo mejor con unos que con otros del mismo modo que cualquiera en su trabajo tiene a gente con la que se lleva mejor y con la que se lleva peor. Pero no nos relacionamos con muchos de esos personajes que nos dejan en evidencia.

En YouTube, un profesor de magia; en Twitter, un gamberro; y en Instagram, un seductor. No me creo que le haya salido sin querer…

– Ha sido sin querer, créeme, porque cada red social muestra un poquito de mí. Cuando empecé en YouTube hace cinco años era un chaval pero todo lo que he hecho en mi canal ha sido siempre muy serio, muy correcto. Esa es una faceta mía: tengo mi saber estar y sé hacer las cosas bien cuando hay que hacerlas. Pero gran parte de mí también es ser gamberro, un poquito cabroncete, incluso, en un ámbito de más confianza, con mis amigos, en un círculo más cerrado… Gracias a Twitter e Instagram lo he podido mostrar y parece que a la gente también le ha gustado, es más, diría que ha tenido incluso más éxito que la magia. Son las dos facetas de mí complementarias y que muestran cómo soy realmente.

¿Ha tenido algún problema con alguna asociación de magos por revelar trucos?

– Sí. De hecho, llevaba varios meses yendo a la de Gipuzkoa, Xixka, y cuando se enteraron de mi actividad en YouTube me advirtieron: o dejaba de hacer los vídeos o no podría seguir acudiendo. Yo sabía entonces que no hacía las cosas del todo bien en YouTube porque aprendía algo y lo compartía, y algunas cosas no tenía que haberlas enseñado. También pienso que estas asociaciones tienen una mentalidad todavía un poquito arcaica y me parecen elitistas, incluso. No obstante, van evolucionando porque he estado con gente que pertenece a otras asociaciones y parece que, paso a paso, la mentalidad va cambiando.

En Instagram actúa casi como un modelo.

– Aunque no lo parezca viendo mi Instagram, no me gusta que me saquen fotos. De hecho, me gusta la fotografía, y grabándome a mí mismo para YouTube estoy muy cómodo, pero que me saquen me cuesta un pelín más. Aun así, me animo: “Venga, que luego salen cosas guays”. Solo intento tener un Instagram bonito para complementar mi perfil. Pero de Instagram en lo que me centro es en los “stories”, los vídeos cortos que solo duran un día, para contar cosas y mostrar mi vida.

¿Le invitan a todos esos viajes?

– En el último viaje que he podido hacer, junto a una pequeña start-up de Valencia que se llama Airhopping, sí me invitaron con todos los gastos pagados, y se lo agradezco. Además, fue una propuesta mía porque me gustaba el concepto de su empresa, que mediante un algoritmo, relaciona destinos muy, muy guays. Yo les hice promoción, me fui de Italia a Dinamarca durante cuatro o cinco días y la verdad es que fue estupendo.

¿Facebook es para los de nuestra generación la primera red social pero para usted y sus seguidores es la última?

– Así es. Facebook para mí es esa red social tan perfecta que tiene de todo… Y que por eso no me gusta. No me gusta su algoritmo ni me gusta visualmente. Mi red social favorita ha sido y es Twitter: en ella me he pasado muchísimas horas y en ella he explotado y he sacado mayor partido a mi faceta de humor y cachondeo… Incluso casi todas mis relaciones con grandes youtubers que ahora son buenos amigos las he hecho en Twitter. Facebook es lo contrario: no nos gusta nada a ninguno. De hecho, cada vez que entro a Facebook veo vídeos y posts que me dan ganas de salir. Mi perfil personal lo uso para poner algo de vez en cuando: una vez al mes, como mucho. Y mi página de Facebook ahora ni la utilizo y antes la usaba para subir contenidos porque tenía contacto con algunas páginas importantes desde las que me decían: “Sube que te lo compartimos”. Pero ahora mismo lo tengo un poquito abandonado porque Facebook no, no me gusta.

¿Cuántos “inputs” recibe cada día en sus diferentes redes sociales, incluyendo WhatsApp?

– La verdad es que WhatsApp no lo utilizo mucho: tengo a mis amigos y amigas, familiares, cosas de trabajo… Pero no le doy mucha caña, le doy más caña a Instagram o Twitter. Durante un día recibo miles de inputs y, obviamente, no llego a todos aunque casi siempre intento responder a las menciones o los mensajes. En Twitter en verano puedo alcanzar a los doce millones de impresiones, que es una barbaridad, porque todo el mundo está con el móvil en la mano por el día y por la noche hasta más tarde.

¿Vas a acabar viviendo en Andorra por la velocidad de conexión? Ya sabrá que algunos youtubers se han mudado a ese país y, de paso, pagan menos impuestos

– Entiendo pero no comparto por qué se han ido muchos youtubers a Andorra. En mi caso no es una posibilidad: ni me lo planteo ahora mismo, para nada.

Gana la caspa

Dani Álvarez tuvo la habilidad de resumirlo en un tuit: pese a que Albert Rivera fue criticado por todos los partidos que votaron a favor del Cupo y el Concierto vasco (que fueron todos salvo Ciudadanos, Compromís y Bildu), la prensa casi unánimemente compró el discurso del catalán. Nuestras herramientas de autogestión, en plena efervescencia del nacionalismo español por el fallido procés catalán, son las culpables, parece, de todas las carencias en gestión de España.

La policía del Twitter

La policía del Twitter es la nacional española. Así lo sugiere el ministro de Interior, que no duda en anunciar, cómo no, en Twitter, que sus agentes han detenido a quien “celebró el fallecimiento de José Manuel Maza y amenazó al delegado del Gobierno en Cataluña”. A mí eso de los gallos del Twitter haciendo humor negro y apología no me gusta nada, pero menos me gusta lo que señala Antonio Agredano: cómo Zoido intenta obtener el aplauso de su parroquia a golpe de detención tuitera.

¡Qué lío, Tremosa!

Ramón Tremosa no está haciéndolo peor que la mayoría de políticos nacionalistas catalanes que, absolutamente desnortados a partir del 2 de octubre, no hacen otra cosa que dar tumbos sin lograr asir el timón. El eurodiputado ha sido rectificado por Elio Di Rupo, al que Tremosa había sumado a la causa catalana. El ex primer ministro belga se ha desligado por completo, acusando de hacer un uso partidista del selfie que se sacaron y reprobando, de paso, la actuación de Puigdemont.

Por favor, que alguien pare esto

La fuerza con la que el nacionalismo español ha despertado contra el cupo y el concierto tiene mucho que ver con cómo han tumbado el procés y cómo sus líderes están ahora acatando el 155 para salir de la cárcel, siguen en ella o autoexiliados bordeando el fino borde del ridículo. La actitud de Tremosa o Puigdemont no ayuda a rectificar el rumbo: no puede sugerir que accedería a debatir con Rajoy en Bruselas. Está jugando con unas cartas que son de una partida que ya ha pasado.

El engaño del “Black Friday” en Internet

Solo voy a hablar de lo que conozco: lejos de bajar los precios el Black Friday ha servido para subirlos. Por lo menos, en elementos de tecnología que sigo desde hace meses (uno es previsor cuando toca pensar en la carta a Olentzero) en páginas importantes hoy como Amazon. Productos que deberían de formar parte de esta promoción: con un tiempo, de los que hay stock y cuya salida es atractiva. Pues todo lo contrario según mi observación participante.

De la posverdad a la preverdad

Las mentiras de Albert Rivera sobre el Cupo y el Concierto vascos no forman parte de la “posverdad” que ahora está tan de moda. Más bien son “preverdad”: son mentiras que se anticipan a la realidad, un relato lleno de trampas y malas intenciones que intenta colocarnos el de Ciudadanos antes de la realidad, para afectarla negativamente. Para que en España piensen que Euskadi les roba en vez de que, simplemente, gestiona mejor y negocia. Así de sencillo.

Pero Rivera no está solo

A Albert Rivera le acompaña Bildu (que prefiere estar al lado de Ciudadanos que del PNV), le acompaña Compromís (desacertados), y le acompañan un puñado de disidentes en todos los partidos que prefieren pobreza para todos en España. Por ejemplo, el economista José Carlos Díez, que hizo campaña con Susana Díaz, habla de “desigualdad” negando una realidad: si Euskadi y Nafarroa gastan más en Sanidad es porque se autogestionan y generan más recursos.

España es así

En España prefieren construir castillos de mentiras antes que aceptar la verdad llana: Euskadi ejerce su derecho a negociar el Cupo y el Concierto y gestiona mejor. Otro ejemplo: la España rancia prefiere enredarse en el derecho a la privacidad de los policías municipales de Madrid que loaban a Hitler, deseaban la muerte de Manuela Carmena y amenazaban a la periodista Ana Pastor, antes que enfrentarse a la realidad de que este tipo de gente se les cuela en las policías.

Bielsa, cada día más enorme

Adoro al Bielsa entrenador porque creo que salvó a una generación de aficionados al fútbol en Bizkaia que volvieron a pedirse Llorente, Herrera o Iraizoz en los campos de fútbol de los patios de los colegios, en vez de Messi, Ronaldo o Casillas. Pero el Bielsa humano es extraordinario. Como bien dice Raúl Díaz, guionista portugalujo afincado en Madrid, uno no sabe si “el loco” es el técnico o lo somos los demás: Bielsa afronta una suspensión en el Lille por ir a ver a un amigo enfermo.

Este sábado, Getxoblog

Lamentablemente no podré acudir a la novena (¡novena ya!) edición del Getxoblog, ese encuentro de usuarios de Internet que mantienen conversaciones en blogs, Twitter o Facebook y que, en citas como la que lidera Mikel Agirregabiria, aprovecha para verse, charlar con un café, aprender y sacarse una foto de familia divertida, al ya tradicional estilo “phooning”. Será el sábado, a partir de las 10:00, en BiscayTIK, con un programa intenso y muy completo.

¡Qué despropósito!

A los de Bildu lo del Concierto y Cupo vascos les da igual. No es que no lo entiendan, es que no se molestan en hacerlo. Parece que lo consideran “cosas de peneuveros” como si no fueran dos herramientas que afectan directamente a las cosas de comer, trabajar y disfrutar servicios sociales de todos los vascos. La posición (a favor y abstención), la votación (Beitialarrangoitia ni siquiera lo hizo) y las respuestas que recibe Aitor Esteban en Twitter muestran una ignorancia elegida preocupante.

Tan indignante como preocupante

Me sumo a la indignación que muestra Rosa María Artal en su tuit de apoyo a Ana Pastor, que aparece en ese grupo de WhatsApp de policías de Madrid en el que sentencian a Carmena, ensalzan a Hitler y amenazan a la propia Pastor. Como recuerda ella misma en Twitter, esos policías, sobre los que tiene que caer todo el peso de la ley sin demora ni excusas, patrullan hoy por la ciudad con una pistola, sabiendo que estamos contra ellos, pero con la ley en sus manos.

Llegan los refuerzos

Un compañero de Iruña suele recurrir a una frase magnífica: “Cuerpo a tierra que vienen los nuestros”. Y algo parecido tienen que pensar en el PP de Catalunya. Porque doy por hecho que, Albiol aparte, alguien sensato hay en ese partido y sabe que la compañía de Rajoy y los suyos igual no supone un apoyo a menos que quieran aferrarse al voto duro. Si se cumplen los sondeos: el PP en Barcelona como en Gasteiz será la última fuerza. Ese es el verdadero hecho diferencial.

No se olviden: es un éxito

Sin Steve Jobs, el gran jefe de Amazon, Jeff Bezos, se ha convertido en uno de los modelos a seguir, y su entrada en el negocio de la prensa le refuerza como referente de librepensadores. Sus innovaciones empresariales, además, marcan el camino al resto de empresas, incapaces de competir porque, simplemente, nadie les permite que arriesguen tanto dinero, ni posiblemente que impongan condiciones tan duras como las que denuncian repartidores de Amazon en El Confidencial.

Pues no, no existe

Esta semana ha andado el patio revolucionado con una biblioteca en China preciosa, luminosa, con espacios diáfanos impresionantes y libros hasta el techo. Las cifras también eran de vértigo: más de un millón de libros a disposición. Y las exageraciones, imprescindibles: el relevo de la biblioteca de Alejandría. Pues miren, no, no existe. El espacio, sí, pero ni hay tantos libros ni llegan hasta el techo, según leemos en Magnet. Y me parece más creíble el desmentido.

No opines

Lo avisábamos recientemente en esta columna: el melón que se abre con algunas sentencias judiciales sobre lo que es delito en redes sociales es bastante peligroso. Tanto que después del fallecimiento de José Manuel Maza, el ministro español de interior amenazaba a todos los tuiteros que osaran manchar el nombre del fiscal. Me puede parecer mal el insulto fácil e ignorante (la mayoría solo habla de oídas), pero considero peor ese control de las opiniones bajo amenaza.

No lleves la contraria

Solo hay un gobierno legítimo en Catalunya y lo forma lo que diga alguien. Todavía no sabemos muy bien quién es el que decide pero estaría bien que nos lo dijeran para no cargar las tintas equivocadamente, porque la supresión por medio de Photoshop de Santi Vila de la foto de esa legitimidad puede ser a mala leche… O protegiendo precisamente a quien no quiso dar el paso en falso que tan caro puede salirle al independentismo en su conjunto. En cualquier caso, como poco, queda feo.

No uses emoticonos

No soy irónico en el titular, soy categórico: no uses emoticonos, querido community manager de Junts per Catalunya, y queridos community managers de otras instituciones, partidos y cosas públicas más cercanas. El uso y abuso de los emoticonos para comunicar es un mal que nadie sabe muy bien dónde surge, cómo ni por qué se contagia, ni dónde afectará próximamente, pero lo sufrimos todos: usuarios y gestores de identidades digitales obligados a explicar que solo distraen.

No pienses

Lo de “lo que decidan las bases” en los partidos nuevos me parece que está muy bien como excusa porque, si se dan cuenta, esas bases siempre deciden lo que le viene bien al líder que consulta. ¡Vaya! ¿Cuándo en Podemos han sido contrariados Pablo Iglesias o Ada Colau? Según El Español, la alcaldesa de Barcelona no insiste demasiado en llevar a la ciudad la sede de la agencia europea del medicamento porque así se lo pidieron las bases, con lo que se termina el conflicto.

Actualización a día de la fecha: finalmente, [Enlace roto.] en primera ronda en la carrera por acoger esta agencia.

“No me da la cabeza”

Me siento muy identificado con la Petit Brunette que, unos días después de que se abriera para todos los usuarios la posibilidad de utilizar 280 caracteres en Twitter en vez de 140, tuiteaba: “No me voy a leer ningún tuit de más de 4 líneas. Ya no por principios, sino porque no me da la cabeza”. Una medida puesta en marcha para quienes llevan marcas comerciales y que, sin duda, Twitter ha implementado buscando más anunciantes que gasten más alegremente.