Cada uno se manifiesta por lo que quiere

Una de las virtudes del sistema democrático es que cada uno puede salir a manifestarse por lo que quiere. Luego, su iniciativa es secundada libremente por quien lo considere. Y así se consiguen los cambios, es innegable. Por ejemplo, la izquierda abertzale en su conjunto, desde sus sindicatos a las organizaciones juveniles de los partidos que lidera Otegi, puede manifestarse si quiere porque los tres territorios de la CAV encabecen la lista de provincias donde las pensiones son más altas. El sexto territorio es el navarro. Esta misma semana han publicado la tabla completa en La Información.

Se trata de sufrimiento

Sabino Arana Fundazioa premia hoy, entre otros, a la asociación Naizen que ayuda a las y los menores transexuales y a sus familias. Un reconocimiento merecido porque sus miembros evitan mucho sufrimiento. Desde estas líneas, también, mi admiración por su valentía y mi agradecimiento por su labor. Porque no quiero ni pensar en cuánto pueden sufrir menores transexuales u homosexuales que nazcan en el seno de hogares encabezados por fachas como el que se esconde en Twitter tras Eugenio d’Ors, que critica constantemente “las innumerables formas de sexualidad que se han inventado los ideólogos de género”.

Pero fachas, fachas

Hemos hablado del PIN parental, de la intención de Vox de ilegalizar los partidos que no conciben España a su modo, y tenemos que hablar también del anuncio de “una ofensiva parlamentaria contra las leyes que buscan extender una versión sesgada de la Historia de España. Queda registrada en el Congreso una Proposición de Ley para la derogación de la Ley de #MemoriaHistérica”. Han leído bien, no es un error: llaman “memoria histérica” a la “memoria histórica”. Porque para ellos, ya lo han dicho claramente, inventar una historia de España y creérsela es un derecho básico.

Y algunos compiten con ellos

En este escenario político en el que la extrema derecha cada vez va ocupando más espacio tiene un papel especialmente importante la derecha: o se suma a quienes intentamos achicarles los huecos o impulsa ese argumentario ultra. El PP, por desgracia, ha optado por lo segundo. Y en especial, el PP vasco, que aunque quiere ir de moderado, le lleva la ola del extremismo. Su spot en contra de la igualdad de derechos entre las personas que hablan alguno de los dos idiomas de la CAV es mucho más elocuente que cualquier posición moderada que quieran aparentar Alonso y los suyos.

El oscuro mundo… De las apuestas

Si empezamos a hablar del PP podemos terminar hablando de las casas de apuestas, porque miembros de su partido tienen intereses en esas empresas y en el PP ya han anunciado, en nombre del liberalismo que han abrazado, que les parece un atropello ampliar su regulación. Así que, hablemos de las casas de apuestas y de lo que hemos encontrado en Eldiario.es sobre los ganchos (“tipsters”, en el argot): personas que alardean en las redes de lo que ganan con sus propias apuestas, que son contratados para asesorar… Pero cuyo modelo de negocio real es que las casas de apuestas les paguen por llevar nuevos clientes.

¿Dónde estábamos hace 25 años?

Hace 25 años yo tenía 15 y mucha inquietud política. Sabía cuál era mi país y cuál, no. Y también sabía, de sobra, que ningún país se construye destruyendo, ni matando, ni secuestrando. Hoy estoy más o menos en el mismo sitio ideológico. Soy más templado en mi abertzalismo (no tengo que mostrar constantemente mi bandera, sé de sobra cuál es) y mucho más intransigente con los fascistas. Porque, ¿con quién estaban algunos hace 25 años si no es con los asesinos de Gregorio Ordóñez, con quienes decidieron “socializar el conflicto”? Esos son los que hoy precisamente pretenden darnos lecciones de antifascismo.

Va para estrella

Hugo Pereira va para estrella de los medios digitales. Estrella del tipo Simón Pérez y Silvia Charro, aquella pareja que empezó hablando de economía y acabó haciendo cualquier cosa para su canal en YouTube. De momento, Pereira se dedica a hacerse popular con sus ideas ultraliberales. Así ha llegado a tener más de 12.000 seguidores en Twitter y 34.500 en YouTube. Seguidores que le oyen asegurar sin despeinarse que la subida del SMI generará desempleo. Lo sabe porque estudia Ciencias Políticas. También habla de tecnología y de conspiraciones. Como friki de la derecha tiene un gran futuro.

La buena noticia del día

Ni me voy a preocupar por saber cuál es el motivo por el que Vox no ha podido tuitear durante un día entero, castigado por Twitter por infringir sus normas. Son tantas las mentiras y difamaciones que cualquiera podría servir no para darles un aviso, sino para cerrar su cuenta. Por supuesto, en Vox han salido todos en procesión hasta la llorería gritando “censura” y hablando de complots. Qué banda. Pero lo que más me ha sorprendido es cómo Manuel Mariscal, vicesecretario de comunicación, ha puesto en el disparadero a la Directora General de Twitter España, Nathalie Picquot.

¡Bien por Herrerín!

Hoy el Athletic estará en el bombo de la Copa y, con suerte, podremos disfrutar en San Mamés de un partido de esta competición. En cualquier caso, más importante que ver un partido es seguir ganando y pasando rondas, algo que conseguimos el miércoles gracias, entre otras cosas, a una parada de Iago Herrerín. ¿Se adelantó en el penalti? Sí. ¿Y qué? La dignidad de muchos aficionados que sugerían que para ganar así mejor perder me dejó atónito: ¿acaso piensan lo mismo cuando Raúl García provoca una falta del rival? Herrerín es de los nuestros porque su objetivo siempre fue jugar aquí. No como otros.

En avión de Madrid a Salamanca

Se lo vi a Endika Río en Twitter y confieso que lo primero que pensé es: “Pero, ¿Salamanca tiene aeropuerto?”. Pues parece que sí y que lo usó el Real Madrid para trasladarse antes de su partido de Copa. Un gasto de recursos (empezando por los medioambientales) y un ahorro de tiempo absolutamente ridículos. Un capricho de ricos y un modo innecesario de intimidar a los jugadores de Unionistas. Al parecer, en Twitter sobre todo, ha habido cierta corriente crítica contra el exceso madridista pero no parece que vaya a afectar al club de Florentino Pérez. Lo de ser modélicos algunos no se lo han tomado nunca en serio.

¿En qué estamos convirtiéndonos?

No suelo traer a esta columna a cazadores de retuits como Fonsi Loaiza, pero haré una excepción porque su denuncia merece la pena: ¿en qué tipo de sociedad estamos convirtiéndonos si en pleno temporal no dejamos de pedir comida a domicilio cuando sabemos que los repartidores se juegan el tipo por muy pocos euros (y encima ponen la bici y el alta de autónomos)? Aunque estemos dejándonos llevar creo que la culpa, principalmente, es de los impulsores de estas herramientas (Glovo, Just Eat, Deliveroo, Uber…), que se pasan por el forro todo porque creen que el mundo es solo para ellos.

Nos desnaturalizamos a un ritmo increíble

No solo nos falta empatía hacia nuestros semejantes (¿o acaso quien llama a un Glovo cree que quien le trae la comida en pleno temporal está para eso?), es que no somos capaces de llevarnos las manos a la cabeza cuando leemos que los menores tutelados por el gobierno balear han estado ejerciendo la prostitución “desde hace años” (Diario de Mallorca) y que lo hemos conocido después de una violación grupal a una niña de 13 años en Nochebuena. Si esto no paraliza a un país y pone en marcha a todos los niveles ejecutivos en España, ¿qué demonios va a hacerlo? Estamos perdiendo el Norte.

¿Quiénes nos deshumanizan?

Si hay un colectivo especializado en deshumanizar ese es el de la extrema derecha, que tiene muy pulidas sus técnicas para “cosificar” a sus rivales por medio de calificativos machacones y convertirlos así en “objetos” a los que odiar y atacar sin piedad. Por ejemplo, Vox lo hace cuando “pide que retiren el monumento del 11-M de Atocha” porque “parece una salida de humos”. Increíble. Pero cierto, por desgracia. Luego alardearán de su defensa a las víctimas. Un usuario de Twitter comentaba la noticia del Abc con acertada sorna: “Que le concedan el nuevo proyecto a Monasterio”.

No necesitamos más chorradas

¿A cuántas charlas sobre vacunas acuden las niñas y niños en sus centros educativos? Por lo tanto, ¿qué sentido tiene denunciar que el control parental que han impuesto Vox, PP y Ciudadanos en Murcia pueda afectar a esas charlas? ¿De verdad los de Redacción Médica y los que han compartido el tema creen que para parar un sinsentido lo más efectivo es un sinsentido mayor? Al contrario: quienes imponen el PIN parental son los cafres y a denunciarlo y explicarlo es a lo que tenemos que dedicar nuestra energía, no a encontrar argumentos peregrinos que solo refuerzan a los impulsores de la oscuridad.

Carlos Herrera “negocia”

Carlos Herrera puede ser una de las apuestas para la nueva temporada de Canal Sur. El veterano periodista, la estrella de la COPE, el cavernícola con más pedigree de los medios españoles, el millonario que cuando negocia siempre barre y que les den al resto de trabajadores de la cadena, volvería al ente público andaluz “más de dos décadas después”, como recuerdan en El Confidencial. Esa es la “renovación” del PP, Ciudadanos y Vox. Esa es la forma de actuar de quienes en la oposición señalan chiringuitos y en el gobierno los convierten en oportunidades para pagar muy bien a sus amigos.

Pero, ¿qué dices?

En el PP han perdido el rumbo. La elección de Pablo Casado ha sido un error: ya está claro que no es capaz de tener una visión a medio plazo, así que no hablemos de un plan para un país. Solo sabe achicar espacios y eso también lo hace mal porque a lo que está llevando el PP mientras pugna con Vox es al precipicio con argumentos como: “Almeida dice que el debate no es el ‘pin parental’ sino ‘si los padres quieren que Pablo Iglesias eduque a sus hijos’” (Europa Press). Allá él, sí, pero su derrota la sufriremos todos, porque cuando el PP desaparezca lo que quedará en pie será la extrema derecha sin contrapesos.

De Tertsch te lo puedes esperar

Vox ha salvado a Hermann Tertsch, que ha pasado de rozar la marginalidad de los piano-bar a pisar moqueta con un sueldazo en Bruselas representando a los de Abascal mientras tuitea. Porque hice la comprobación por curiosidad: los fines de semana baja el ritmo. Vamos, que su jornada laboral la gasta en tuitear mierdas como esta: “El pin parental es un instrumento para evitar que tu hijo llegue a casa y diga que Otegi visitó el cole y lo idolatra, que las mujeres que secuestran a sus hijos o ponen denuncias falsas son heroínas y que pretenda penetrar a su hermanito para liberarlo del heteropatriarcado”.

Víctima… De sus propios argumentos

Termino ya la racioncita diaria de noticias sobre ultras con la que ha generado la parlamentaria en Andalucía, Luz Belinda Rodríguez, que ha anunciado que deja Vox (pero no su acta) porque siente que las mujeres están apartadas y que la han espiado. Podría sonar hasta bien si, como recuerda Mauro Entrialgo en Twitter, la propia Luz Belinda Rodríguez no hubiera negado como parlamentaria de Vox la desigualdad salarial por motivo de género o la necesidad de la visibilización de la mujer. Es precisamente ese feminismo que rechazaba el que la ampara. A partir de ahora, que vote en consecuencia.

Y el PP, con las casas de apuestas

Tiene razón Rubén Sánchez en que todos teníamos claro que, de un modo u otro, el PP saldría en defensa de las casas de apuestas. El liberalismo que ahora abandera Casado y le sirve como excusa ideológica ampara, por supuesto, el enriquecimiento con las adicciones. Pero el de Facua va más allá y, por medio de unos simples pantallazos a titulares de noticias, muestra la vinculación de políticos del PP con empresas de casas de apuestas. Vamos, que no es solo algo ideológico, es algo del bolsillo de los suyos, sin rodeos. La de las apuestas es una amenaza real que debemos atajar, por el bien de todos, también por el de los hijos de los del PP.

Tiktok ha venido a ganar

Estoy seguro de que la expansión de Tiktok, la red social china que arrasa entre los más jóvenes, no es solo un objetivo empresarial teniendo en cuenta las maniobras anteriores del gobierno del país del que viene. Pero también tengo claro que está siendo un éxito y que quieren ser el Facebook del futuro (pero del futuro próximo) con todo lo que eso significa: ingresos, diversificación del negocio y, sobre todo, datos. Ya hemos visto entrar a figuras del fútbol como Ramos y una estrella de la música como Rosalía se ha incorporado esta semana. ¿Por afición? ¿Por diversión? Venga, no me hagan reír…

El antifascismo se hace

Arnaldo Otegi quiere convencer a quien se lo compre de que él es antifascista porque se ha puesto un pin. En concreto, el triángulo rojo que se ha popularizado esta semana como símbolo de la lucha contra los nazis. Pero Otegi olvida o quiere que olvidemos que uno no se declara antifascista, que antifascista se es en todo momento y en todo lugar o no se es. Y en Euskadi ha habido fascistas que amedrentaban, amenazaban, robaban, secuestraban y mataban al que pensaba diferente. Y no estuvo contra ellos, precisamente. Más bien, estuvo con ellos. Y eso no lo arregla ni con un pin ni con un tuit.

El fascismo también se hace

Otra de las grandes sinvergüenzadas de la semana es la del Tribunal Constitucional, que ha ordenado al Supremo repetir la sentencia contra los asaltantes del centro cultural Blanquerna porque les aplicó el agravante ideológico sin que éstos pudieran defenderse. Al parecer, al máximo tribunal no le parece suficiente que los nazis hagan cosas de nazis mientras dicen cosas de nazis y exhiben simbología nazi, como todos hemos podido ver en las imágenes que desde 2013 han pululado como ejemplo de práctica ultra. Igual el TC quiere darles la oportunidad de que se pongan un pin para ver cuál eligen.

Y va a más

Llevo años avisando de que el futuro de la política pasa por defender lo que hemos logrado contra el peor de nuestros enemigos en el pasado: la extrema derecha. Una ideología que se encuentra en expansión y que, en el caso de España, hoy vemos que ha sido sostenida, amparada, protegida y se siente empoderada. España, además, puede empezar a ser el modelo para el resto de Europa como antes lo fue Francia: en Eslovaquia las encuestas sitúan al partido de ulraderecha en segunda posición en las próximas elecciones nacionales de febrero. Europa se contagia de un virus mortal.

Sin pudor alguno

Sabemos que, gracias al acuerdo alcanzado con PP y Ciudadanos, Vox ha colocado en Andalucía a gente de su partido en chiringuitos de esos que prometieron cerrar. Y leyendo El Nacional hemos sabido también que han ofrecido al PSOE negociar para repartirse los puestos en el Consejo General del Poder Judicial porque, según este digital, están especialmente interesados en la judicatura. Y todo esto aunque también dijeron que estaban en contra del reparto político de este tipo de puestos. Pero esto es lo normal, lo que nadie espera de los ultras es que tengan algo de pudor o decoro.

En resumen…

No soy el fan número uno del periodista Javier Gallego Crudo pero creo que a veces acierta en resumir de un modo categórico en un tuit lo que muchos pensamos. En este caso, ha acertado de pleno con el tema que ha ocupado esta columna: “No existe el punto intermedio entre fascista y antifascista. O está contra el fascismo o un poquito fascista sí que eres”. O lo estás siempre o un poquito fascista sí que eres. O lo estás contra todo el fascismo o un poquito fascista sí que eres. O no colaboras con él políticamente o judicialmente de ninguna manera o un poquito fascista sí que eres.