Continúo el relato del viaje por Australia y Nueva Zelanda, realizado del 23 de septiembre al 24 de octubre de 2018, que dejaba el pasado 28 de septiembre en Wanaka, en la isla Sur de Nueva Zelanda.
18 de octubre. Día 26 de viaje. Para hoy tenemos una jornada corta pero intensa, pues tenemos menos de 75 km de viaje hasta nuestro destino, la ciudad de Queenstown. Cuando llevamos tan solo 34 km, efectuamos la primera parada para tomar unas fotos en Crown Range Summit, puerto situado a 1074 metros de altitud, que cuenta con un mirador con excelentes vistas a las montañas. En el aparcamiento encontramos algo habitual en el viaje, una pequeña autocaravana de la empresa Jucy, con las que mucha gente recorre el país.
21 km después llegamos a nuestro siguiente destino, Arrowtown, que cuenta con tan solo unos 1.700 habitantes y está situado a 20 km al noreste de Queenstown. Este pueblo surgió de la Fiebre del Oro en Nueva Zelanda, a finales del siglo XIX. Es un pueblo muy florido dedicado al turismo, por lo que cuenta con numerosos bares y restaurantes, así que aprovechamos para tomar un café en una de sus terrazas.
La calle más turística y comercial de Arrowtown es la Buckingham street, que nos recuerda a los poblados del lejano Oeste norteamericano. Aunque no tiene Saloon, cuenta con coquetos edificios como la farmacia, correos y varios comercios. Muy cerca tenemos la iglesia y, en la calle paralela y más próxima al Arrow river, Ramshaw Lane, existe un pequeño museo etnográfico que hace también de oficina de turismo.
He dejado para el final la mayor curiosidad de Arrowtown, el poblado chino situado junto a una superficie boscosa cerca del Arrow river. La población china se asentó en este lugar a partir de 1866, extrayendo el oro que a los europeos no les compensaba. El efecto llamada hizo que llegaran desde China más de 8.000 personas, pues el salario era siete veces superior a lo que ganaban en Cantón, soportando unas duras condiciones climáticas y habitacionales. Para 1890 ya casi no quedaban pepitas de oro en Arrowtown y la gran mayoría de los ciudadanos chinos habían regresado a su país.
Nos quedan tan solo 20 km para llegar a la ciudad de Queenstown, dirigiéndonos directamente al aeropuerto para devolver el coche que nos ha acompañado por la isla Sur de Nueva Zelanda. Luego nos instalamos en el Heartland Hotel Queenstown ***+, donde pasaremos las dos últimas noches en el país. No está muy céntrico, pero podemos llegar caminando hasta el centro. Tampoco es barato, como casi nada en este país, pues las dos noches nos salen por 273 €. Cada habitación ocupa una especie de bungalow, con una terraza que da a un jardín. Se ha echado la hora de comer.
Queenstown es una ciudad que ronda los 30.000 habitantes que se ha ganado el sobrenombre de “Capital Mundial de la Aventura”, por la cantidad de actividades que oferta. Situada a orillas del lago Wakatipu, no tiene un gran interés, concentrándose casi todos los comercios y restaurantes en unas pocas calles cerca del lago, así que damos un corto paseo contemplando algunas pinturas murales, edificios de estilo colonial y una especie de torre del reloj.
Sin lugar a dudas, el lugar que más me ha gustado de Queenstown es el paseo que recorre la zona portuaria, que cuenta con excelentes vistas de las montañas. Además de los barcos que realizan excursiones por el lago Wakatipu, pudimos ver a un músico callejero, una enorme escultura de un kivi y algún que otro pato.
Completamos la jornada en Queenstown, pasando las últimas horas de la tarde subiendo en el teleférico Skyline, que nos transporta hasta los 435 metros de la cima del Bob’s Peak, desde donde se disfruta de unas increíbles vistas de la ciudad, buena parte del lago Wakatipu y las montañas nevadas como telón de fondo. Nos llama la atención la cantidad de gente que sube la bici en el teleférico para luego realizar rutas.
Mañana tenemos casi 600 km de autobús para luego realizar una excursión en barco por el fiordo Milford Sound, uno de los puntos fuertes del viaje. ¿Seguiremos teniendo suerte con el tiempo? El viaje continúa.
!!! Que envidia !!!
Nueva Zelanda es una pequeña joya.
Interesante recorrido,según iba leyendo a mi la ciudad de Arrowtown , su calle principal , también me había parecido del oeste, cosa que has confirmado inmediatamente después. Habrá que esperar al próximo blogs para ver la guinda del pastel.Un abrazo.
Mañana, el final de Nueva Zelanda.