Continúo mi recorrido por municipios limítrofes de Bizkaia, en este caso con Berriatua y Ondarroa. Se trata de Mutriku, municipio situado a orillas del Cantábrico en la parte noroccidental de Gipuzkoa, en la comarca de Debabarrena. Cuenta con una población de 5.314 habitantes y una extensión de 27,69 km², entre la desembocadura de los ríos Deba y Artibai, donde se encuentra la mayor de sus playas, Saturraran, en la que concluiré el recorrido por este municipio, que comencé en el barrio de Astigarribia, antes de visitar el casco urbano, situado en un punto equidistante de la desembocadura de los dos ríos,
Situado a poco más de 5 km del centro de Mutriku, el barrio de Astigarribia supuso nuestra entrada en el municipio. Estamos en una zona eminentemente rural en la que vemos pastar a numerosas ovejas, situada en la ruta norteña del Camino de Santiago. Destaca en este lugar la iglesia de San Andrés que, aunque ha sido modificada, es una de las más antiguas de Gipuzkoa, pues aparece citada en un documento datado en 1081, en el que Don Lope Iñiguez, Conde de Vizcaya, la donaba al monasterio de San Millán de la Cogolla.
Camino de Mutriku nos detenemos en un lugar que una amiga, conocedora de la zona, me dijo que no dejáramos de visitar. Se trata de Kalbaixo, excelente mirador tanto sobre los caseríos del interior, como sobre la zona costera, con la Punta de Olas como telón de fondo. En el punto más alto se encuentra la ermita de Santo Kristo del Calvario, cuyas luces servían de referencia a los pescadores para orientarse. El primitivo templo fue construido a principios del siglo XVIII, pero fue ampliado en el siglo pasado. Adosado a la ermita está el restaurante Kalbaixo Jatetxea.
Finalmente llegamos al casco histórico de Mutriku, población fundada en 1209, que cuenta con el típico trazado de las villas medievales construidas en ladera. Aparcamos el coche y nos disponemos a recorrerlo a pie, deteniéndonos en primer lugar ante su edificio más grandioso, la neoclásica iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, declarada Monumento Nacional de Euskadi, que guarda en su interior un Cristo atribuido a El Greco y un lienzo de Cristo crucificado realizado por Francisco de Zurbarán. Frente a ella se encuentra el monumento a Txurruka.
Estamos en el rincón más coqueto del casco antiguo, la Txurruka plaza, en cuyo centro se alza el monumento a Cosme Damián Churruca y Elorza, científico, marino, militar y alcalde de Mutriku, nacido aquí el 27 de septiembre de 1761 y muerto en la batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805. Cuenta la plaza con dos notables edificios, la Casa Consistorial, que data de 1731, y el barroco Galdona Jauregia, monumental palacio de finales del siglo XVII, que cuenta con un escudo de armas esquinero. A su lado existe un pequeño edificio de la misma época, actual sede de la oficina de turismo. En su entrada está la fuente de Arraturriaga.
Salimos de la plaza por Erdiko kalea, para continuar por Mutrikuko Kondea dejando a nuestra izquierda el Batzoki y a la derecha un vistoso edificio. Enseguida llegamos al primer palacio, uno de los mejor conservados de la costa gipuzkoana, Arrietakua Jauregia, construido a finales del siglo XVII y declarado Bien de Interés Cultural en el año 1965. Cuenta con curiosos escudos y tuvo importantes moradores, entre los que destacan el brigadier Cosme Damián de Churruca y el almirante Antonio de Gaztañeta. Vemos varias casas blasonadas pero en cuanto iniciamos el descenso hacia el puerto, a mano derecha tenemos una plaza que da a Erdiko kalea, a la que se asoma otro notable palacio, Zabiel Jauregia, del siglo XVI, que cuenta con un impresionante alero y escudo. Es la actual Kultur Etxea.
Enseguida llegamos a Beheko plaza, donde se encuentra el edificio del antiguo ambulatorio. Bajo ella está la plaza del mercado. Contemplamos algunos hermosos murales, como el de la ballena, pero nos dirigimos al último palacio que nos queda por ver, Montalibet Jauregia, mandado construir por el barón de Oña en el siglo XVIII, encargándoselo al arquitecto Francisco Ibero. Destaca el balcón corrido que ocupa la fachada principal y el escudo de armas en esquina. Concluimos este recorrido monumental pasando bajo la casa-torre medieval más alta de Gipuzkoa, antiguamente utilizada como torre de vigilancia del puerto. Se trata de Berriatua Dorrea, edificio de estilos gótico y renacentista considerado el más antiguo de la localidad, ya que subsistió al incendio que arrasó Mutriku en 1543.
Finalmente llegamos a un lugar lleno de encanto. Estamos en uno de los puertos más antiguos de Gipuzkoa, que hace un rato habíamos contemplado en toda su magnitud desde el Mirador de Atxukale, cerca del que luego comeremos. El puerto de Mutriku nos trae a la memoria los tiempos en los que sus arrantzales se dedicaban a la pesca de la ballena. Hoy todavía podemos contemplar pequeñas txalupas y las antiguas casas de los pescadores que, cada primer sábado de abril celebran el Berdel Eguna, cuando la pandemia lo permite.
Continuamos en el puerto, en el que la antigua lonja de pescadores (Lonja Zaharra), es unos de los edificios más emblemáticos. Data del siglo XVIII y en la actualidad es la casa social de la marina. Seguimos contemplando las casas de los pescadores y hermosas pinturas murales, acercándonos también a la pensión y restaurante Kofradi Zaharra, Es la última visita que realizamos en el pueblo.
Abandonamos el casco urbano de Mutriku, pero no el municipio, en el que todavía nos quedan dos visitas. La primera se encuentra en el interior, en el barrio de Olatz, zona rural por la que discurre la ruta jacobea, que cuenta con una coqueta iglesia dedicada a San Isidro, que ya aparecía citada en 1781. Cuando el sol comienza a ocultarse concluimos nuestro recorrido en la muga con Bizkaia, en la playa más extensa del municipio, Saturraran, donde nos entretenemos viendo a un grupo de patos y contemplando la emblemática roca que tiene su propia leyenda, que cuenta la historia de Satur y Aran, dos jóvenes enamorados.
INFO: Oficina de Turismo de Mutriku. Txurruka Plaza, 1. Tel. 943 60 33 78. https://www.mutriku.eus/es/turismo
Anima a ir. Gracias
Es posible que en el camino de Santiago pasáramos por alguna población o barrio de esta zona, difícil de recordar su nombre ,por la complejidad de vuestro idioma.Sin embargo,zonas llenas de historia ,arte y una gran belleza. Un abrazo.