Continúo el relato del viaje por Australia y Nueva Zelanda, realizado del 23 de septiembre al 24 de octubre de 2018, que dejaba aparcado el pasado 15 de diciembre en el aeropuerto de Queenstown, en la isla Sur de Nueva Zelanda, a punto de coger el Airbus A320 de la compañía Jetstar para regresar a Australia. Por delante teníamos 3 horas de vuelo hasta Sydney, final del viaje.
19 de octubre. Día 27 de viaje. A las 13:35 h nuestro avión toma tierra en el aeropuerto de Sydney, de donde nos trasladamos al centro. Los precios de los hoteles son muy caros, por lo que hemos cogido un apartamento en el Best Western Plus Hotel Stellar ****, situado en pleno centro, a sólo 100 metros de Hyde Park. El apartamento es enorme (103 m²), con dos dormitorios, otros tantos baños y una cocina con salón, en la que no pensamos cocinar. Eso si, tampoco es barato, pues hemos pagado 1.201 € por las cuatro noches para las dos parejas. Aunque vamos a estar cuatro días en Sydney, tenemos muchísimas ganas de ver la Ópera y el puente así que, una vez instalados, iniciamos un recorrido de 7 km a pie, atravesando Hyde Park, un parque urbano de 16,2 hectáreas, el más antiguo de Australia. Cuanta con mucho arbolado, fuentes y estatuas, como la del capitán Cook, que mira a la Sydney Tower. Como las previsiones dan un tiempo variable para los próximos días, queremos aprovechar la tarde espectacular que tenemos.
A orillas de Hyde Park tenemos un notable edificio, la Catedral de Santa María, construida en 1868 en estilo gótico, con piedra caliza. Ubicada en la Collage st, es la mayor iglesia católica de Australia y la sede del arzobispado de Sydney. Junto a una de sus puertas de acceso vemos el grupo escultórico dedicado a Saint Mary of he Cross (Santa María de la Cruz). Enseguida nos alejamos del parque, cogiendo la Prince Albert road.
Pronto pasamos ante otro monumental edificio, la Art Gallery of New South Wales (Galería de Arte de Nueva Gales del Sur), la galería de arte más antigua de Sydney, que cuenta con una importante colección de arte australiano de los siglos XVIII, XIX y XX, además de colecciones de arte asiático, europeo, internacional y aborigen. Seguimos caminando por otra amplia masa forestal, que es una especie de prolongación de Hyde Park. Se trata The Domain – Phillip Precinct.
Poco a poco nos vamos acercando a la línea de costa, pasando junto a una gran piscina, desde la que vemos un barco de la armada australiana. Estamos en la ciudad más grande y poblada de Australia, con una población en su área metropolitana próxima a los 5 millones de habitantes. Es la capital del estado de Nueva Gales del Sur y fue el asentamiento de la primera colonia británica en el país. Pasamos ahora por los Royal Botanic Gardens, a los que volveremos otro día, aunque me detengo a fotografiar la escultura “Yegua y potro”.
Al fin tenemos ante nosotros el edificio que tantas ganas teníamos de ver, la Sydney Opera House, una de las obras arquitectónicas más importantes del siglo XX, desde que fue inaugurada en 1973. Los bares que hay junto a ella se encuentran a rebosar, así que nos cuesta conseguir una mesa para tomar un vino. Desde el año 2007 forma parte de la selecta lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Nos dedicamos a contemplarlo desde diferentes ángulos, siendo la imagen que más me gusta la que tiene el puente detrás. No es la primera vez que me sucede, pero he visto la imagen de la Ópera tantas veces, que me parece que ya he estado allí. Entre nosotros, como edificio me parece más espectacular el Museo Guggenheim de Bilbao.
Desde los Royal Botanic Gardens hemos contemplado el skyline de la ciudad y nuestro siguiente objetivo, el Sydney Harbour Bridge, al que no nos hemos acercado, pues volveremos otro día. Me ha encantado este puente que cruza de lado a lado la bahía de Sydney. Se abrió al público el 19 de marzo de 1932 y tiene una longitud de 1.149 metros, con una altura de 49 metros sobre la lámina de agua, aunque el arco se eleva 134 metros. El puente cuenta con ocho carriles de automóviles, dos líneas de ferrocarril, un bidegorri y una acera. En sus proximidades amarran los cruceros y los barcos que realizan excursiones por la bahía.
La tarde va avanzando, así que iniciamos el regreso a la zona en la que tenemos el apartamento, para buscar un restaurante en el que cenar. De nuevo pasamos por los Royal Botanic Gardens y bordeamos la Government House, la Casa de Gobierno de Nueva Gales del Sur. Pronto nos encontramos con un hermoso edificio iluminado por el sol del atardecer, el Sydney Conservatorium of Music. Seguimos en una zona arbolada y con esculturas, como la de King Edward VII (1901-1910). Como sucediera en otras ciudades, los ibis se imitan aquí un poco a las palomas.
Seguimos caminando, ahora por la Macquarie st, pasando junto a la State Library of New South Wales (Biblioteca Estatal de Nueva Gales del Sur), edificio diseñado por Walter Liberty Vernon e inaugurado en 1910, con varias ampliaciones posteriores. Frente a él hay dos esculturas, la de Matthew Flinders y Flinders Cat, además de otra modernista. Enseguida vemos enfrente la iglesia St Stephens y la escultura “Il Porcellino”, fuente de bronce del jabalí. Antes de concluir nuestro recorrido de unos 7 km, pasamos junto a otro edificio histórico, el Parliament House.
Hoy hemos estado en dos países, Nueva Zelanda y Australia y hemos disfrutado con buen tiempo de dos notables construcciones, la Sydney Opera House y el Sydney Harbour Bridge. Todavía nos quedan dos días completos y una mañana para “empaparnos” de Sydney, pero mañana vamos a realizar una excursión que parece muy interesante a las Blue Mountains. El viaje continúa.