Municipios de Bizkaia (8)

Continúo el recorrido por otros ocho municipios de Bizkaia, los siguientes en orden alfabético a los publicados el pasado 14 de septiembre. En total son 112 y los recorrí entre los años 2012 y 2016. De esta forma pausada os iré mostrando lo que en mi opinión es lo más interesante en cada uno de ellos.

Comienzo esta entrega con unos de los municipios más hermosos de Bizkaia, Lekeitio, situado a orillas del mar Cantábrico en la comarca de Lea Artibai. Es probablemente también el más densamente poblado, pues tiene censados 7.317 habitantes, en una superficie de tan sólo 1,9 km². Cuenta con notables edificios, entre los que destaca la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora, construcción gótica del siglo XV, que cuenta con un magnifico retablo gótico flamenco del siglo XVI. En nuestra visita no podemos obviar la zona del puerto, el Ayuntamiento, el palacio Uriarte y desplazarnos hasta el Faro de Santa Catalina.

Nos desplazamos ahora hasta la la confluencia del río Arratia con el Ibaizábal, donde se encuentra Lemoa, municipio mucho más extenso, 15,85 km², pero menos poblado, 3.504 habitantes. Cuenta con un monte no muy alto pero bastante conocido, Lemoatx (Peña Lemona). Su edificio más relevante es la iglesia de Andra Mari, reedificada y ampliada en 1758. Destaca también la Casa Consistorial, reconstruida en 1981 tras sufrir un atentado el año anterior. Durante mi visita me llamaron la atención unas pinturas de personajes de la mitología vasca.

De nuevo nos trasladamos a la franja costera de la comarca de Uribe, donde se encuentra el municipio de Lemoiz, que tiene una extensión de 13,40 km² y una población de 1.258 habitantes, en parte situados en dos de sus barrios rurales del interior, Andraka y Urizar. En este último se encuentra el Ayuntamiento y la iglesia de Andra Mari, desde donde nos desplazamos al coqueto puerto de Armintza, un buen lugar para comer y contemplar las olas en días de temporal. Allí se encuentran las pintorescas casas de pescadores y la iglesia de Santo Tomás.

La siguiente cita la tenemos en el Txorierri y más en concreto en el municipio de Lezama, que tiene censados 2.445 habitantes que viven en 16,80 km². Cuenta con notables edificios, como la iglesia parroquial de Andra Mari, la Torre de Lezama, del siglo XVI, ubicada en el barrio de Aretxalde y la ermita humilladero del Santo Cristo o de la Santa Cruz. Sin embargo, como hay entrenamiento del Athletic, nos detenemos en sus instalaciones deportivas, ubicadas en este municipio, contemplando las esculturas dedicadas a los históricos Zarra y Gainza.

En el propio Txorierri tenemos la siguiente cita en un municipio de características similares, pues tiene una extensión de 15 km² y una población de 2.394 habitantes que viven muy dispersos, salvo los que se agrupan en su núcleo principal, Zabaloetxe, donde se encuentra el Ayuntamiento, la iglesia parroquial de San Pedro y el conocido restaurante Aspaldiko, que ocupa el caserío Bengoetxe, que data del siglo XVI. Nos acercamos también hasta la coqueta ermita de San Miguel. En Loiu se encuentra la terminal del aeropuerto de Bilbao, la conocida “Paloma”, obra de Santiago Calatrava.

Nos dirigimos ahora al Duranguesado, a un municipio muy extenso, 23,79 km², pero poco poblado, 1.173 habitantes, muy dispersos en pequeños barrios por las faldas del monte Oiz y el puerto de Trabakua, donde descubrimos curiosas ermitas como las de San Martín y San Adrián. Limítrofe con Gipuzkoa, Mallabia está adherido a la comarca de Debabarrena, junto a varios municipios del vecino territorio. En su núcleo urbano se encuentran los principales edificios, el Ayuntamiento, el palacio Amézaga (siglo XVIII) y sobre todo, la  iglesia de la Asunción, de estilo gótico vasco.

Seguimos en el Duranguesado, pero ahora en la carretera que se dirige al puerto de Urkiola, donde se encuentra el municipio de Mañaria, conocido por sus canteras y situado a los pies de los montes Untzillatx y Mugarra, Es el menos densamente poblado de esta entrega, pues en sus 17,73 km² sólo viven 522 personas. Cuenta con notables casas blasonadas, pero destacan dos edificios religiosos, la iglesia de de Santa María de la Asunción, originaria del siglo XVI y la ermita humilladero de Santa Cruz, popularmente llamada Kurutze Santu y también de los Santos Antonios.

Concluimos este recorrido por Bizkaia en la comarca de Lea-Artibai, acercándonos al municipio más extenso de esta entrega, pues tiene una extensión de 45 km² en los que viven 5.068 personas. Markina-Xemein cuenta con cantidad de monumentos, así que me limito a citar los que aparecen en el collage, de arriba abajo e izquierda a derecha: San Pedro de Barinaga, Humilladero del Santo Cristo, iglesia de la Merced, Torre Antxia, Palacio de Ansotegi, iglesia de San José, pescadería municipal, la curiosa San Miguel de Arretxinaga con sus tres piedras, Uhagon Kulturgunea, Casa Consistorial, Palacio Andonegi, iglesia del Carmen, Palacio Patrokua y la monumental iglesia de Santa María de la Asunción.

Las fotos que ilustran esta entrada fueron tomadas entre el 9 de septiembre y el 23 de diciembre de 2014, así que he querido añadir un collage mucho más actual, del pasado mes de noviembre, con fotos tomadas en el puerto de Urkiola, perteneciente al municipio de Abadiño. Allí pudimos ver el Mirador de las Tres Cruces, los montes Untzillatx, Astxiki y Alluitz, el santuario de los Santos Antonios y los colores del otoño en los hayedos del Parque Natural de Urkiola.

Con la imagen del Mirador de las Tres Cruces, con el monte Untzillatx detrás, os deseo un Feliz año 2022. Urte berri on.

¡Qué bonito es Castro!

Tras recorrer los 112 municipios de Bizkaia, comencé a hacer lo mismo con los que limitan con este territorio. Uno de ellos, el más turístico de todos, es Castro Urdiales, que limita con los municipios vizcaínos de Muskiz, Sopuerta, Artzentales y Trucios-Turtzioz. Castro Urdiales tiene una extensión de 96 km² y una población que supera los 32.000 habitantes, repartidos en una docena de localidades. En esta propuesta nos acercaremos a 6 de ellas, teniendo para ello que recorrer un centenar de kilómetros, entre ida y vuelta, desde Leioa.

Antes de llegar a Castro Urdiales, paramos en una de sus pedanías, Mioño, aunque no nos detenemos en su centro urbano, desplazándonos casi 1 km hasta la playa de Dícido, desde donde caminamos un corto tramo hasta un notable resto industrial, el cargadero que daba servicio a las minas de Dícido, hoy abandonadas. Declarado Bien de Interés Cultural en el año 1996, fue construido en 1938 y montado por la empresa Altos Hornos de Vizcaya. Está formado por un gran pilar circular que soporta una estructura de hierro en voladizo.

Nos apartamos unos 5 km de la ruta para ir a otra de las pedanías de Castro Urdiales, Otañes, que cuenta con un notable patrimonio de arquitectura civil, con construcciones ligadas a linajes medievales, como se puede contemplar en las fachadas blasonadas. El edificio más conocido es la Casa-Torre de los Otañes, que fue fundada en el siglo XIV por el linaje de los Otañes y reedificada un siglo después por Lope García de Otañes, ya que fue derribada en 1368 por los banderizos de Enrique de Trastamara.

“Qué bonito es Castro…” Así comienza una popular canción cuya letra no me atrevo a transcribir, pues en estos tiempos tendría connotaciones machistas. Eso sí, que es bonito no se puede cuestionar, máxime si lo contemplamos teniendo en primer plano el coqueto puerto pesquero y como telón de fondo la Puebla Vieja, el conjunto monumental de Castro Urdiales declarado Conjunto Histórico Artístico en el año 1978. De izquierda a derecha vemos la Casa de Los Chelines, la iglesia de Santa María de la Asunción y el castillo, faro y ermita de Santa Ana.

Insisto en esta imagen, pues es el rincón que más me agrada de Castro Urdiales y en el que se va a centrar en esta ocasión nuestra visita. Se trata de la Puebla Vieja, contemplando en primer lugar la gótica iglesia de Santa María de la Asunción, construida entre los siglos XIII y XV. A continuación tenemos el castillo de Santa Ana, al que posteriormente se le añadió el faro. Pasamos el arco medieval y llegamos al peñón-ermita de Santa Ana.

A un paso tenemos la plaza del Ayuntamiento, presidida por su monumental edificio del siglo XVI. A unos pasos encontramos la Casa de Los Chelines, edificio de estilo neogótico proyectado por Severino Achúcarro, en el que se encuentra un conocido restaurante, el Mesón Marinero. Casi al lado vemos la Cofradía de Pescadores San Pedro. Caminando por la zona descubrimos la escultura “A los remeros”, de Carlos Gotilla y el grupo escultórico dedicado “A las mujeres del mar”, obra de Salvador G. Ceballos.

Subimos ahora a la parte alta de la Puebla Vieja, para contemplar de cerca sus principales monumentos, comenzando por el faro, que fue encendido por primera vez el 19 de noviembre de 1853. Está adosado al castillo, construido durante los siglos XIII y XIV. Pasamos por el puente medieval y nos acercamos finalmente a la iglesia de Santa María de la Asunción, el monumento gótico más importante de Cantabria, que cuenta con imponentes gárgolas. Frente a ella se encuentra el monumento dedicado al emperador romano César Vespasiano Augusto, fundador de la colonia Flaviobriga.

Queremos llegar hasta el final del municipio de Castro Urdiales, por lo que seguimos por la N-634, dirección Santander, hasta Islares, contemplando de camino la franja costera. Nuestro destino no es el pueblo ni la playa de Arenillas, sino el Hotel Restaurante Arenillas (www.hotelrestaurantearenillas.com), donde conviene reservar pues siempre está muy concurrido. Antes de llegar nos detenemos brevemente en Cerdigo, por donde pasa el Camino de Santiago, para contemplar la Casa-Torre y la iglesia de San Juan Evangelista.

Nuestro recorrido por el municipio de Castro Urdiales concluye en Sonabia, conocido por la punta del mismo nombre, también llamada La Ballena por la forma que tiene, donde nos entretenemos fotografiando a un grupo de cabras y las montañas que adornan el entorno. Estamos junto a uno de los tramos más hermosos de la costa castreña, la desembocadura del río Agüera, que da lugar a la ría de Oriñón, población que cuenta con una apreciada playa de arena fina y con la iglesia de San Pedro de Antioquia.

De Oriñón a Leioa tenemos tan sólo 51 km que se realizan cómodamente por la autovía A-8, salvo que pilles las más que habituales “caravanas” de los fines de semana,