Este municipio gallego ocupa una península situada en la parte occidental de la comarca de Salnés, en la provincia de Pontevedra, a la entrada de la ría de Arousa. Es un importante destino turístico debido a su elevado número de excelentes playas, la mayoría de ellas de arena fina y unas cuantas con bandera azul. Es también conocido por la isla de La Toja y la Fiesta del Marisco, que se celebra cada año en octubre coincidiendo con el puente del Pilar. Como he comentado en otras ocasiones, no soy de playa pero me encanta caminar por la costa, así que os propongo dos recorridos costeros realizados sucesivamente el 13 de julio de 2018 y el 20 de julio de 2020.
Nuestro primer contacto con los caminos de la costa de O Grove fue en el sendero de Piedras Negras, que enlaza la playa de este nombre con la de Con Negro, tras caminar durante unos 3,5 km. Una vez recorrida la praia de Piedras Negras, encontramos el bar el Pirata, que nos vendrá bien para tomar algo cuando regresemos a coger el coche. A un paso tenemos el monumento a los Voluntarios del Prestige. Tenemos que bordear la praia da Barrosa, en la que existe otro bar, el Náutico San Vicente y llegamos a la Punta Abelleiro, donde también se puede dejar el coche.
Todavía no lo he dicho, pero buena parte del atractivo de esta ruta y lo que hace que la recorra mucha gente, es que durante unos 2,5 km se desarrolla por pasarelas de madera. Ya hemos bordeado las playas caminando sobre las pasarelas, por una zona bastante urbanizada, pero el recorrido más natural comienza en la Punta Abelleiro y tiene como destino la praia da Canelas, un arenal bastante salvaje de casi 300 metros de longitud, en el que concluye la pasarela.
Dejamos la pasarela y caminamos ahora por un sendero que se va abriendo paso entre los matorrales que, pese a estar a mediados de julio se encuentran muy floridos. Pasamos junto a una antigua batería de costa, mientras bordeamos una amplia zona militar, que está vallada. Durante el primer tramo hemos tenido suerte de que había algo de niebla. Ahora ha salido el sol y calienta de lo lindo, así que no es recomendable realizar esta ruta en los días calurosos de verano. Lo que más llama nuestra atención son las grandes formaciones rocosas, de granito, que bordean la costa y los islotes que vemos en el agua.
Dos años después regresamos a O Grove para realizar otra sencilla ruta costera, que lleva por nombre “Ruta de Adro Vello”, un sencillo recorrido circular de poco más de 3 km y 33 metros de desnivel. Recibe este nombre por la Necrópolis de Adro Vello, situada junto a la playa de O Carreiro, en la que también se encontraron restos de una villa romana y de una iglesia visigótica. Aquí comienza este sendero balizado, que nos conducirá consecutivamente a la praia do Barreiriño y a la praia de Area Grande.
Al final de la praia de Area Grande el sendero “Ruta de Adro Vello” abandona la costa y se empina ligeramente hacia arriba, introduciéndonos en la zona rural del interior y más en concreto en Outeiro, donde contemplamos un gran hórreo, la vida agraria y, como telón de fondo, la iglesia de San Vicente. Toca luego bajar hacia el punto de partida, contemplando un pequeño hórreo y la agreste costa con numerosos bloques de granito y un pequeño faro. Concluimos la ruta en la praia do Carreiro, o más bien en el kiosko situado sobre ella, donde tomamos un Alvariño fresquito que nos sabe a gloria.
Como la ruta ha sido corta, decidimos seguir conociendo la ruta por itinerarios mucho más cortos. Es el caso del camino que nos permite acceder al segundo punto más alto de O Grove, desde donde contemplamos una buena vista costera a mar abierto. Se trata del mirador de Con da Hedra, un hermoso lugar que se encuentra rodeado por piedras de gran tamaño, de ahí su propio nombre que recuerda el paisaje rocoso.
Muy cerca del aparcamiento en el que hemos dejado el coche para subir al mirador de Con da Hedra, nos detenemos al observar que hay una granja con unas vacas con cuernos enormes. Un cartel nos indica que pertenecen a la raza cachena, autóctona de Galicia y Portugal y considerada en peligro de extinción. Se caracteriza por el gran tamaño de la cornamenta y su reducida talla, la raza española más pequeña. Apta tanto para carne como para leche, suele ser un animal muy huidizo.
La siguiente cita la tenemos muy cerca, en el punto más alto de la península de O Grove. A 167 metros sobre el nivel del mar se encuentra el monte de A Siradella. Hay que dejar el coche unos 200 metros antes de llegar a la llamada Pedra Cabaleira, una roca granítica de gran tamaño apoyada de manera irregular, que constituye el emblema de la zona. Podemos caminar alrededor de ella y contemplar la espectacular vista sobre la ría de Arousa y el istmo que une O Grove con el municipio de Sansenxo, teniendo en primer plano la larga praia de A Lanzada y, como telón de fondo, las islas Cíes y la isla de Ons,
Hemos llegado al mediodía, así que nos dirigimos a la zona del puerto de O Grove, dejando el coche en el gran aparcamiento existente entre la zona portuaria y la Lonxa do Grove. Al lado tenemos una rotonda adornada con el grupo escultórico dedicado a la “Familia de pescadores”. También tenemos a un paso la praza do Corgo, de donde se accede al Concello do Grove, por un paseo adornado con algunas esculturas. Sin embargo nuestro destino se encuentra en la avenida de Beiramar, que cuenta con varios restaurantes. Ha llegado la hora de degustar algunas de las delicias gallegas, regadas con un Alvariño frío.
Comentaba al principio que Galicia cuenta con excelentes playas pero, como no es lo mío, he vuelto a disfrutar del encanto gallego sin tomar el sol o bañarme en una de ellas. Hay tantas cosas para poder hacer en Galicia…