Había estado con anterioridad en Estambul durante una Semana Santa, pero tenía pendiente un lugar que me atraía mucho, Capadocia, para lo que tuve que esperar hasta octubre de 2011. Han pasado nueve años, pero los lugares a visitar no han cambiado. Eso si, no había vuelo directo de Bilbao a Estambul, como lo ha habido durante mucho tiempo hasta el confinamiento, así que el 7 de octubre tuvimos que volar primero a Madrid, donde cogimos el avión a Estambul (4 horas de vuelo). Allí comenzó un pequeño calvario, al no llegar mi equipaje y el desastre de la gestión de Iberia, pese a que conocía que estaba localizado e iba en el siguiente vuelo. Dos horas de escala y tomamos el avión a Kayseri (casi hora y media de vuelo), desde cuyo aeropuerto tenemos una hora de viaje hasta el Yiltok Hotel, en Avanos, donde pasaremos las tres próximas noches. Hemos contratado la primera parte del viaje, a medida para las dos parejas, con la agencia Vertierra, que nos resultó fenomenal. Al final nos hemos pasado más de 12 horas de aviones y aeropuertos, pues salimos de Bilbao a las 08:35 y llegamos a Kayseri a las 19:50 h. Estamos en Capadocia, en el centro de Turquía.
8 de octubre. Con ropa prestada por mi amigo comenzamos el ansiado recorrido por Capadocia, deteniéndonos en un lugar que nos encantó y que resume bastante bien la idea que tenemos de Capadocia. Se trata del valle de Devrent, conocido como el valle de la Imaginación, pues muchas rocas tienen formas de animales. Según la imaginación de cada uno: camellos, focas: caracoles… Es también conocido como el valle de las “chimeneas de hadas”, donde la piedra erosionada por el viento y la acción del agua sobre el terreno volcánico, ha dado lugar a un paisaje espectacular de picos, conos y obeliscos.
Satisfechos con la primera experiencia, cambiamos de valle y nos dirigimos al de Pasabag, para seguir contemplando las «chimeneas de las hadas», formaciones de origen volcánico muy abundantes en Capadocia. El valle de Pasabag contiene algunas de las chimeneas de hadas más llamativas de Capadocia, con tapas de piedra doble e incluso triple, lo que las hace únicas al tener forma de hongo. Al concluir la visita nos encontramos con una improvisada fiesta de jóvenes turcos y vemos la forma tradicional de elaborar el pan, una especie de talo.
Después de comer nos acercamos al lugar más importante de Capadocia, Göreme, conocido como un museo al aire libre, ya que conserva un impresionante conjunto de iglesias, capillas y monasterios excavados en la roca con frescos del siglo XI, que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los asentamientos en el área comenzaron en los siglos III y IV, cuando los cristianos del período romano fundaron varios monasterios. Estas construcciones eran realmente cuevas artificiales.
Hacemos un alto en el camino para tomar un café en la ciudad en la que nos alojamos, Avanos, situada a 920 m de altitud. Está ubicada a orillas del río más largo de Turquía, el Kızılırmak, que divide a Avanos en dos partes. La arcilla recogida del río, mezclada con arena, se utiliza para fabricar cerámica, así que la alfarería tiene una gran importancia en esta población, por lo que nos acercamos a uno de sus talleres. Cuenta también con dos notables mezquitas de la época otomana y selyúcida respectivamente.
A 4 km de Göreme tenemos la última visita de la jornada, en un sitio realmente espectacular conocido como el Castillo de Uchisar. Se trata de una extraña formación geológica con multitud de viviendas y otras dependencias situadas en el interior. Su pintoresca forma le ha dado el sobrenombre de castillo. El lugar más llamativo, conocido como El Kale, consiste en una estructura inmensa cuya cresta está formada dos picos triangulares y otros dos más pequeños que asemejan torreones. Creo que con lo que hemos visto hoy se justificaría el viaje a Capadocia. Además el tiempo ha acompañado.
9 de octubre. Iniciamos una nueva jornada que nuestras mujeres empiezan muy temprano, todavía de noche, pues para el amanecer tienen contratado un paseo en globo, probablemente el negocio más lucrativo de Capadocia, pues en cada barquilla van 24 personas más el piloto. Por poco más de una hora el precio es de 150 por persona, que incluye el traslado y una copa de cava a la llegada. Aunque el día amaneció nublado y amenazando lluvia, llegaron encantadas de las vistas de las que disfrutaron y del emocionante aterrizaje. A continuación os dejo unas fotos de la experiencia.
Tras juntarnos con ellas en el desayuno, comenzamos el recorrido deteniéndonos en primer lugar en Zielve, otro museo al aire libre pero de inferior categoría al de Göreme. En esta ocasión ocupa tres valles donde se han excavado cientos de viviendas trogloditas, iglesias y túneles. Las rocas son más rojizas que en el resto de Capadocia y estuvo habitado hasta mediados del siglo XX, cuando la población fue desalojada por el gobierno, debido al peligro de derrumbes por la erosión natural de la zona.
La siguiente cita la tenemos en otro curioso lugar, el Valle de Cavusin, en el que las casas excavadas en la falda de una colina, tienen sus fachadas decoradas. Primero subimos a lo alto de la montaña, desde donde se tiene una magnífica vista de conjunto del pueblo, por cuyo abandonado casco antiguo caminamos luego, descubriendo pintorescos rincones.
Tras el almuerzo visitamos la original ciudad Subterránea de Kaymakli, edificada por las comunidades cristianas para protegerse de los ataques árabes. Se cree que fue construida entre los siglos V y X. Concluimos la jornada en el pequeño pero hermoso pueblo de Mustafapasa, cuyo principal atractivo son las casas griegas levantadas entre finales del siglo XIX y principios del XX, que cuentan con relieves y frescos decorando sus fachadas. También podemos tomar imágenes de la tradicional vida local. Lo que vimos ayer fue mucho más interesante, aunque lo de hoy no ha estado nada mal.
Nuestra estancia en Capadocia ha concluido pero el viaje por Turquía continúa. Mañana saldremos para Kenya, pero mi equipaje siguen sin entregármelo, pese a que el contestador de Iberia continúa diciendo lo mismo que ayer: “Su equipaje ha sido localizado y en breve procederemos a su entrega”.