Continúo el relato de mis viajes a Tenerife, accediendo en esta ocasión a la isla por el Sur, alojándome las primeras noches en la población turística de Los Cristianos, que cuenta con muchos hoteles y afamadas playas que, como comenté, no pisé, dedicándome a caminar por el paseo marítimo. De allí nos desplazamos a Los Abrigos, perteneciente al municipio de Granadilla de Abona, donde se encuentra la playa de La Tejita, con la Montaña Roja al fondo. La siguiente cita la tenemos en Guía de Isora, deteniéndonos en la iglesia de la Virgen de la Luz.
Fue una casualidad, pero al viajar en octubre coincidimos en Adeje con las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Encarnación, que concluye con su tradicional romería canaria, con un derroche de color, gastronomía y folclore. La romería de Adeje parte desde la Plaza del Cerco y recorre la calle Grande hasta llegar a la Iglesia de Santa Úrsula. Pudimos disfrutar de coloristas trajes, música tradicional y de los pintxos que nos daban desde las carretas. Me recordó un poco al Bando de la Huerta murciano. Eso sí, por la mañana nos llovió un poco, como me ha sucedido en todas las islas. Los romeros decían: “aquí llueve medio día al año y la Virgencita ha querido que sea hoy”.
Desde Los Cristianos nos desplazamos también a Las Águilas-Jungle Park, un parque zoológico y botánico ubicado en la cercana localidad de Arona, en el que se puede contemplar una gran variedad de especies, como águilas, halcones, marabús, grullas, ibis, flamencos, cigüeñas, loros, guacamayos, cotorras, orangutanes, gibones, lemures, leopardos, jaguar, suricatos, tortugas, cocodrilos y caimanes. También se puede asistir a una espectacular exhibición de vuelo libre de rapaces y un show de leones marinos.
Había estado en diferentes ocasiones en Las Cañadas del Teide pero nunca había pernoctado allí, así que en uno de los viajes nos alojamos en el Parador de Las Cañadas del Teide, una casona de montaña camuflada entre el paisaje, con impresionantes panorámicas sobre el cono del volcán. Tras instalarnos y comer allí, caminamos durante 3,6 km por el sendero de los Roques de García, entre los que se encuentra el Roque Cinchado, cuya imagen aparecía en los billetes de 1.000 pesetas. A media tarde, la gente que participa en las excursiones ya se ha marchado, quedando Las Cañadas para nosotros solos. Estamos a 2100 metros de altitud y hace frío al atardecer, pero es una gozada contemplar los tonos rojizos que toma el Teide.
El circo de Las Cañadas es una de las mayores calderas del mundo. Tiene forma elíptica, con 16 km de eje mayor, 10 km de eje menor y 45 km de perímetro. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 2007, el Parque Nacional del Teide cuenta con una amplia red de senderos, compuesta por 41 itinerarios diferentes, así que aprovechamos la tarde para seguir caminando a la vez que vemos la montaña española de mayor altitud. Para acceder hasta su cumbre (3715 m) desde la terminal superior del teleférico en La Rambleta (3550 m), hay que tramitar un permiso a través del Parque Nacional o en la web www.reservasparquesnacionales.es.
El segundo día de nuestra estancia en Las Cañadas lo dedicamos a efectuar un recorrido bastante llano, de 16,6 km, que se realiza en poco más de 4 horas. Se trata del Sendero de las Siete Cañadas, que comienza en el Centro de Visitantes del Portillo y concluye en el de Cañada Blanca, junto al Parador. Un vehículo del centro hotelero nos trasladó al punto de partida, caminando luego por el antiguo camino de Chasna, usado desde la época prehispánica para cruzar del norte al sur de la isla, que discurre bordeando la base de la pared de la caldera de Las Cañadas. En la ruta contemplamos continuamente el Teide y la montaña Guajara, además de la floración del tajinaste y restos de majadas pastoriles.
La siguiente cita la tenemos en el municipio más alto de España, La Orotava, pues su término municipal llega desde el nivel del mar, hasta los 3715 metros del pico Teide, bajo cuya atenta mirada nos disponemos a recorrer el casco histórico, que fue declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional en 1976. El primer edificio que llama nuestra atención es la Casa de los Balcones, así llamada por sus balcones y patio interior de madera tallada, que se construyó entre los años 1632 y 1675. El edificio más notable es la parroquia de Ntra Sra de la Concepción (Monumento Nacional), construida en la segunda mitad del siglo XVIII y considerada la mejor muestra del barroco en Canarias. También merece la pena citar la iglesia San Agustín y el ex-convento de Ntra Sra de Gracia, actual Casa de la Cultura, varias casas señoriales, la artesanía local y las tiendas de recuerdos en las que venden trajes tradicionales.
La última visita de esta segunda entrega es al municipio de Candelaria, en el que tan solo nos detenemos para contemplar la Basílica de Ntra Sra de Candelaria, uno de los principales templos del archipiélago, ya que en él se encuentra la imagen de la patrona de Canarias. La basílica preside la plaza de la Patrona de Canarias, lugar de encuentro de peregrinos y de celebración de grandes eventos, en la que lo más relevante son las majestuosas figuras en bronce que representan a los nueve menceyes, reyes guanches que gobernaban en la isla en el momento de la conquista. Desde una tienda de recuerdos, a orilla de la costa este de la isla, concluyo esta segunda entrega.
La próxima semana concluiré estos viajes por la isla de Tenerife, recorriendo la parte norte, La Laguna, el barranco de Masca y, como no, el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, sin olvidar a los delfines y calderones.
FELIZ 2021
Un buen artículo, inspirador que ayuda a muchos que quieran visitar nuestra isla a conocerla mejor ❤️.
Muchas gracias por haber venido a Tenerife. Esperamos recibirle de nuevo.
Mañana publicaré la tercera parte. Un saludo.