Sin paños calientes

Los ultras que se ausentaron en el minuto de silencio de San Mamés (que no es lo mismo que respetarlo) merecen ser tratados, por fin, así: “Prefirieron taparse con la memoria de Iñigo Cabacas, en lugar de asumir la parte de responsabilidad que les puede corresponder por lo del jueves. Hicieron lo que muchas veces acusan a otros de hacer: utilizar a una víctima, anteponer un cadáver frente a otro. Mal camino. Mienten a sabiendas cuando acusan a San Mamés de despreciar a Cabacas”, escribe Juan Carlos Latxaga.

Después de más de 800 muertos

A Hodei Otegi le parece una “vergüenza” que en ETB recuerden que Arnaldo Otegi está intentando poner en marcha un discurso posibilista de cara al futuro en la izquierda abertzale (que me parece fantástico) “después de más de 800 muertos”. Hace mucho tiempo una persona muy inteligente me dijo que lo que no soportan en ese colectivo es que les pongan un espejo delante, y este tuit parece que, una vez más, le da la razón. Para mirar el futuro hay que poder mirar el pasado.

¿De verdad Felipe VI pretende ser aplaudido en Catalunya?

Más de dos millones de personas votaron a una opción nacionalista en Catalunya el pasado 21 de diciembre. El 1 de octubre anterior, dos millones de personas lograron votar en una consulta que no consintieron los que se consideran demócratas en España. En medio, el jefe de Estado español, elegido por su padre, lanzó un discurso muy duro en contra de lo que defendían pacíficamente esos dos millones de personas. ¿Cómo quiere ser recibido en Catalunya Felipe VI después de estos acontecimientos?

No estamos para tonterías

No es ninguna tontería que Barcelona pierda el congreso de telefonía móvil más importante del mundo. Pero si lo hace no será solo por la acción independentista, que no intenten colarnos los unionistas su verdad. Y la cosa no está para tonterías como la de Pedro J. Ramírez, entre otros: “El Mobile importa más que la autonomía de Catalunya”. De hecho, estoy bastante seguro de que en una Catalunya independiente la viabilidad del congreso estaría fuera de toda duda.

El fútbol

Permítanme que termine hablándoles de uno de los nuestros porque la imagen en Instagram de Borja Guerrero, fotógrafo de este periódico, es extraordinaria: él y su equipo de foto en un San Mamés vacío y frío me sirven para reivindicar, una vez más, el valor de este deporte por el que hemos vivido una semana tan terrible. El fútbol en Bilbao sigue siendo un deporte que nos permite expresar nuestro sentimiento y nuestra identidad, y no podemos dejar que nos lo arrebate ningún ultra.

La psicosis Puigdemont

El procés nos regala, por fin, un titular tragicómico después de los de los dramas personales que están viviendo los políticos presos por sus ideas y los huidos por la persecución judicial: seis agentes acudieron a detener al cómico Joaquín Reyes que estaba grabando un sketch para El Intermedio en Torrejón de Ardoz, después de la llamada de un vecino a la policía. Según el propio Reyes, los agentes se echaron a reír y le dejaron en paz, contradiciendo de los tuits malintencionados que abundan.

¡Basta ya con lo bueno que es el Rey!

Personajes tan casposos como Javier Arenas han reforzado este fin de semana ese relato por el que Juan Carlos I salvó a España de Tejero y los suyos. Otras como Rosa Díez han ido más allá y han recuperado otro relato, todavía más cortesano, en el que el rey emérito y el actual tienen algo en común: Felipe VI también paró su golpe de Estado, en Catalunya, y nos salvó. Luego querrán que nos creamos lo del 23-F, después de demostrarnos que en 2018 nos la quieren colar pero bien.

Tontos hay hasta en Silicon Valley

Aunque conozco a personas muy inteligentes que están jugando con el bitcoin, permítanme que insista: sigo viendo esta moneda virtual como una especie de timo en el que están colaborando los más listos que, además, se ven obligados a hacer un ejercicio de ceguera a cambio de rentabilidad. Ceguera como la de compartir proyecto con Peter Thiel, fundador de Paypal y verso suelto (o no tanto) de Silicon Valley, de esos que apoyan a Trump y el liberalismo a muerte.

Y en casa, también

No me había interesado especialmente por Fariña hasta que una jueza decretó su secuestro a petición de un alcalde del PP que aparece en el libro relacionado con el narcotráfico (y que fue condenado dos veces y absuelto una). Como supongo que se levantará la medida, lo he pedido en la librería para leerlo este verano con calma y distancia. Así que entenderán que me sorprenda por los hasta 300 euros que están algunos dispuestos a pagar en el mercado de segunda mano por un ejemplar.

Triste

El vídeo que han preparado en El Mundo Today es de los de levantarse y aplaudir. El montaje con las frases de Mariano Rajoy que pasarán a la historia por su falta de coherencia con el texto: “Este señor es víctima de la inmersión lingüística y apenas sabe hablar español correctamente” es fantástico, y ridiculiza a un PP que quiere plantar cara a Ciudadanos inventándose en Catalunya un problema donde solo hay bilingüismo. Este es el principio de la respuesta que merece el PP.

Trump marca su nivel más bajo

Volverá a hacerlo, volverá a enterrar su listón y batirá su propio récord de barbaridad, pero creo que esta vez podemos hablar del Trump menos honroso. Su iniciativa para dar pistolas ocultas a profesores y personal y que, de este modo, los institutos dejen de ser espacios libres de armas para terminar con los tiroteos es digna de un chiste negro, pero es la realidad. La realidad de un presidente que vive en la irrealidad y demuestra mecánicas de pensamiento tan básicas que asusta.

Puigdemont tiene razón

No pongo ni una coma a la reflexión de Puigdemont en Instagram: reconoce que las negociaciones para alcanzar la presidencia del Parlament tenían que haber sido más ágiles y que los reproches solo ayudan a la caverna. Aun siendo consciente de todo el proceso y los dramas personales de presos y huidos, echo de menos alguna autocrítica en esa reflexión. Puigdemont tiene que dar un paso para apartarse del camino y que la caverna ruja, al fin, contra el nuevo gobierno nacionalista catalán.

Pablo Pombo, también

A lo dicho solo puedo añadir el último párrafo del artículo de Pablo Pombo en El Confidencial sobre la actualidad española: “Cataluña lo eclipsa todo, vale. Pero lo que suceda con Anna Gabriel no pondrá en peligro a ninguna familia. Lo que pasa en La Línea, sí. Y lo que ocurre en los narcopisos, también. En cada una de nuestras capitales pasan diariamente historias de dos ciudades. La mayoría no son espectaculares, pero son reales. La democracia existe para que puedan ser mejores”.

Esta España

Esta España no hay por dónde cogerla: pringa por todos los lados. La última noticia, esa con la que ya a uno le entra la risa floja, es que el gobierno español es consciente de que la Fundación Francisco Franco posee documentos clasificados como “secreto de Estado” y no ha hecho nada para recuperarlos. Nada se salva de esta secuencia: que algo relacionado con Franco sea secreto de Estado aún hoy, que siga en manos de los franquistas y la indiferencia aunque la ley les obligue.

Esta izquierda

Edu Galán no es nada sospechoso de simpatizar con la caverna mediática, más bien al contrario. El de Mongolia reflexiona en voz alta: “El gran reto para la izquierda es discernir si por estos tweets alguien debe ir a la cárcel, pagar multa o es libertad de expresión”, en referencia a los mensajes machistas que han costado cárcel a un tuitero. Y no vean lo que me alivia el tuit de Galán, porque salirme de lo que debo pensar según la ortodoxia progre y nacionalista cuesta un poco.

Lo más importante

Una cuenta en Twitter habitual entre los seguidores del Athletic clavaba en parte lo esencial en el fallecimiento de Inocencio Alonso: “Hoy otra persona que no vuelve a casa por culpa de un puto partido de fútbol. Puta mierda. Sin más”. Pero ese “sin más” es lo que se queda corto. Y la esencia del problema, también, es muy fácil de señalar sin intentar, como otros ya han hecho en Internet, apropiarse y politizar también a esta víctima señalando desde a Urrutia hasta a Urkullu.

El problema que tenemos en casa

En menor medida que en otros campos (y en mayor que en algunos), una parte de la grada de San Mamés resulta tan poco recomendable como la de los hinchas que vinieron de Rusia a buscar pelea. O como Ultra Sur. O los Boixos Nois. Sí, todos son lo mismo: grupos movidos por interés político y económico. Grupos a expulsar de los estadios y a erradicar de las aficiones. No son de los nuestros, son solo de los suyos, de sus obsesiones y sus jefes (que los tienen). Abramos los ojos y tratémosles como merecen.

Ni siquiera es algo nuevo

Juan Carlos Latxaga pone en su blog el contexto necesario a la tragedia del jueves: el fútbol siempre ha estado invadido por grupos violentos, de un extremo y de otro, a los que no solo se permitía acudir a los estadios, también se les facilitaba hacerlo. En los años 80 la violencia llegó a su cima (por lo menos, la difusión de la misma) y en los 90 empezó la concienciación. Pero nunca se ha intentado erradicar con firmeza a estos grupos que, en nombre del fútbol, dan libertad a su psicopatía.

Hay otro fútbol

Jorge Valdano decía que el fútbol es un deporte muy tonto para personas muy listas. Y estoy de acuerdo. Hay otro fútbol, el que ven personas muy inteligentes y con una gran sensibilidad: no son pocos los escritores, cantantes o científicos (en genérico, no en masculino) que son aficionados al fútbol. Y la mayoría disfrutamos con un deporte y un sentimiento compartido. Solo algunos encuentran en el fútbol una excusa y en los grupos violentos un entorno que les acepta pese a su incapacidad.

Y con esto, ¿qué hacemos?

Podíamos esperar que Alerta Digital u OK Diario llevase a ETA a sus titulares sobre la muerte del ertzaina del domingo. Pero también nos hemos encontrado con unos cuantos tuits de ciudadanos que no tenían problema alguno en mezclar la parte más deshonrosa de nuestro pasado reciente con la tragedia de esta semana. Es el legado real que nos deja la por fin irrelevante banda de pistoleros, y es la obsesión de los que nunca tuvieron que hacer frente a los que les apoyan.

Agur, Forges

Entre todos los que intentaron una hagiografía de Forges ayer en las redes sociales Álex de la Iglesia fue el que más se acercó a la manera con la que yo veía al genial dibujante: “Era alguien que, por las mañanas, te decía: ‘Sí, es insoportable, pero estamos juntos, soportándolo’. Y ahora, ¿quién nos va a dar ánimos?”. En esta España sin libertad de expresión y con demasiado iluminado por designación propia, la clarividencia de Antonio Fraguas es un bien preciado. Nos hemos quedado sin talento inspirador.

Así ganan los malos

Entre los que se designan a sí mismos como iluminados en esta noche de libertades que nos regala España destacaba ayer el tuitero y youtuber “Famélica Legión”: “Si el resto de artistas de ARCO tuvieran dignidad descolgarían sus obras; ¿o es que la libertad de expresión les importa una puta mierda?”. Ese pensamiento responsabiliza a otros artistas de la censura mientras los verdaderos censores están encantados con estos justicieros que reparten carnés de dignidad.

En la cloaca

El jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Catalunya, Daniel Baena, tenía un entretenimiento: tuitear con una identidad falsa en contra de las personas e investigaciones a las que investigaba usando la información privilegiada que todos damos por hecho que poseía. La liebre la han levantado en Público, donde presentan a Baena como un personaje soberbio y que se extralimita, no ya solo con los comentarios de esta cuenta en Twitter cuya autoría ha reconocido él mismo al medio.

Lo que todos vimos

Lo vimos todos. Algunos lo negaron y a otros les pareció bien la excesiva violencia con la que la Policía Nacional arremetió contra esa parte del pueblo catalán que quería votar en paz. Del mismo modo, lo vemos todos, muchos lo denunciamos y algunos cometen el grave error de aplaudir el recorte de libertades al que nos están sometiendo el ejecutivo y el judicial español. Ahora, Amnistía Internacional también expone lo evidente: el exceso policial el 1-O y el riesgo de recorte de derechos que vivimos.

El hombre torpe

José Alfredo Bea Gondar ha conseguido lo contrario a lo que pretendía con el secuestro judicial de “Fariña”, de Nacho Carretero: que todos sepamos que este exalcalde de O Grove por el PP fue condenado por alquilar el coche con el que detuvieron a un narcotraficante con 30 kilos de cocaína (después fue absuelto). Tampoco quería que supiésemos que antes ya había sido procesado por un alijo de dos toneladas de cocaína ni que, finalmente, fue condenado por blanqueo de capitales del dinero de la droga.