«Una lección»

Finalmente, parece que ya sabemos cómo y cuándo va a sortear Alvise Pérez su sueldo de eurodiputado: no va a hacerlo. Pero, ojo, según su comunicado en Telegram, que recoge con regocijo Marcelino Madrigal, no lo hará para “dar así una lección a todos los periodistas, políticos y haters en general”. Al principio yo tampoco lo entendía, pero rápidamente lo vi claro: Alvise Pérez se piensa que todas y todos (empezando por sus votantes) menos él somos tontas tontos, y que puede decir y hacer lo que le da la gana. Como ya sabíamos, “es imposible donarlo” y por eso “he decidido finalmente quedarme con todo mi sueldo público”, explica.

El lobo solitario

Antes de confirmar que nos toma por idiotas, “Alvise Pérez trató de forzar a Diego Solier y Nora Junco a donar el 50% del sueldo de cada uno, logrando así el 100% que había prometido él en campaña, sin ver afectada su nómina”. El eurodiputado y la eurodiputada de Se Acabó La Fiesta “se negaron en rotundo” “pues la idea había sido un compromiso del propio Alvise Pérez, quien tenía que asumir dicha responsabilidad”. Lo cuenta Vozpópuli en una pieza en la que describe a Pérez como “un lobo solitario” que pretende dar el salto a la política nacional sin montar un partido porque no se fía de nadie… Y cada vez menos personas de fían de él.

A qué dedica su tiempo

En Vozpópuli relatan cómo Alvise Pérez lleva tres meses ocupado únicamente en asegurar su cuota de poder y que, para mantenerla, podría estar detrás de una cuenta en X desde la que critican a Solier y Junco, precisamente. Algo sorprendente pero plausible, si uno observa al personaje, el mismo que es capaz de esto que denuncia Rubén Sánchez en la misma red social: “Seguidores de Alvise Pérez lanzan mensajes homófobos y llaman a linchar, ahorcar y castrar al periodista Raúl Solís después de que el ultraderechista haya publicado un montaje para simular que es un pedófilo”. A Pérez le votaron 800.000 personas. No lo olvidemos.

Por eso hay que hacer caso a Fernández

No sé si Iker Fernández se refiere a alguien en concreto, pero su tuit me parece muy acertado para cualquier caso, también para el de Alvise Pérez: “Por favor, confiad en los periodistas. Sí, en los que se han tirado 4 años para licenciarse. Los serios. Los que contrastan noticias, buscan la información sin sesgos. No en los gorrillas, panfleteros, tuiteros, subordinados, tiktokeros, tertulianos y la madre que los parió”. Esa cuadrilla de interesados, por resumir, es la que hace posible, precisamente, que haya millones de personas desinformadas e intoxicadas, capaces de votar a ultras y fascistas que se visten con piel de cordero en las campañas de allí y de aquí.

Sí, es odio

He empezado y termino con Marcelino Madrigal en X: “Llevo muchos años observando y estudiando como el odio se instaura en el mundo usando la red. En España es absolutamente vergonzoso. En todos estos años no he visto ni a uno solo de sus responsables responder ante la justicia. Se ven impunes porque lo son. Y eso debe cambiar”. Estoy totalmente de acuerdo. En España y, por desgracia, en Euskadi, donde el odio (sí, es odio) a un partido político amalgama a votantes debidamente intoxicados y desinformados, nuevamente. Hay varios Alvise Pérez entre nosotras y nosotros, y señalarlos es un deber profesional, moral y social.

No quieren

El hilo que Mikel (@nyktomaik) ha publicado en X es simplemente brillante: recopila con pantallazos a noticias todas las ocasiones en las que Bildu se ha mostrado en contra de la obtención de energía. A saber, no quiere energía nuclear (Oskar Matute), no quiere energía eólica (Azazeta), no quiere solar fotovoltaica (Araba), no quiere centrales hidroeléctricas (también en Araba), No quiere transportar a Euskal Herria la energía que se genera fuera (Bel Pozueta), no quieren energía geotérmica (Eskoriatza), no quieren conectar por línea aérea subestaciones eléctricas (Ulibarri-Salburua), no quieren hidrolineras (Abanto)…

Igual no pueden

Es evidente que una repetición electoral en Catalunya perjudicaría a ERC más que a ningún otro partido. Y también lo es que una repetición electoral causa un perjuicio social, por gasto y porque la ciudadanía ya ha hecho lo que le tocaba, ahora son las y los electos quienes deben ponerse de acuerdo. Con lo que no contábamos es que a ERC podría irle tan mal que “dejaría a Illa sin tripartito y en manos de PP y Vox”. Esto dice The Objective después de publicar su propia encuesta. No sé si sería para tanto, pero sí sé que no podemos normalizar las repeticiones electorales ni el modo en el que algunos partidos se toman la política.

No es un periodista

Alvise Pérez no es periodista, ni siquiera es informador. Es un agitador que exaltando a muchas y muchos (porque no son pocas ni pocos) ha sabido ganarse bien la vida. La diferencia entre una o un periodista y él es que los medios (que ya llevamos nuestros pecados encima) no suelen lograr condenas por cuestiones tan burdas: “Tendrá que indemnizar con 7.000 euros a la periodista Ana Pastor por sacar en Twitter fotos de ella cenando con su marido, Antonio García Ferreras, señalando que son parte de una ‘mafia’” (Diario Crítico). Pérez obtuvo 800.000 votos el pasado 9 de junio después de intoxicar a la ciudadanía con acciones como esta.

Es nuestra obligación estar enfrente

En pocas cuestiones tengo tan claro lo que pienso como en la de los pisos turísticos: nuestro deber como ciudadanía responsable es estar en contra de las y los especuladores inmobiliarios que con sus “inversiones” encarecen un bien básico como es la vivienda y, además, revientan los flujos de turistas a las ciudades. Así que si ellas y ellos hablan de “rearmarse” (Expansión) con fichajes de consultoras como Marian Muro, nosotras y nosotros tendremos que hablar de “victoria total” sobre sus intereses. Ojo, que luego no podremos quejarnos de que no hay Airbnb en el que alojarse ni de que solo viajarán las y los ricos, porque es lo que va a pasar.

¿A quién beneficia el “hype” de lo eléctrico?

Estamos haciendo instalaciones en nuestras comunidades para que las y los propietarios de vehículos eléctricos puedan cargar sus baterías. Me parece bien, por supuesto. Sin embargo, cada vez más voces anuncian que el futuro no será eléctrico, sino que seguirá siendo la combustión, pero menos contaminante. “Skoda retrasa sus planes y seguirá fabricando coches de combustión más allá de 2030”, “Nissan, decide también ralentizar su estrategia sobre el coche eléctrico” y “Mercedes-Benz y Stellantis retrasan dos años sus plantas de baterías”, leemos en la misma pieza de Vozpópuli. ¿A quién beneficia el “hype” eléctrico, entonces?

Las redes sociales de la chavalada

En España (incluidas Euskadi, Catalunya y Galiza, por imperativo), 30 millones de personas utilizan a diario redes sociales digitales. En Trecebits han puesto la lupa en las que usan las y los que forman parte de la generación zeta (quienes nacieron entre 1997 y 2012). Algunas, lo reconozco, me sorprenden. En este orden: Instagram, TikTok, Facebook (aquí está mi sorpresa), X (que no, que esta red no es tan importante), Pinterest (¡venga ya!), Linkedin, Reddit (esto es como escuchar hoy heavy metal con 20 años), BeReal (que no llegó tan lejos como parecía), Snapchat y Wattpad (que es para compartir textos escritos y lecturas).

¿Quién ve tele lineal en España?

Cada vez menos gente ve televisión lineal. Lo podemos apreciar en nuestras propias casas y en las de nuestro alrededor: “El consumo de televisión está en mínimos históricos, 170 minutos por persona al día” (El Independiente). Y en España el canal que más está sufriendo es Telecinco: la audiencia no deja de bajar aunque la inversión publicitaria ha subido en general (hasta un 8%) y en el reparto de la tarta le ha tocado un trozo que satisface a los contables. Telecinco ya no pelea con Antena3 por ser líder en España, sino con La1 por el segundo puesto. Mediaset, en su conjunto, ha caído desde la salida de Paolo Vasile, según el digital.

Pablo Iglesias te explica las cosas

Pablo Iglesias sabe más de política que tú (y mucho más que yo, por supuesto), y de medios, también. Y si te queda alguna duda de que él es el puto amo y los demás, unas y unos amateurs o, lo que es peor: unas y unos vendidos, te lo explica. “Seguimos”, escribe en su digital, donde deja claro que él es el único que ha escrito con libertad aunque la pasta la ponía otro (Jaume Roures, en concreto). Él es el único que recibe críticas. Y él es el único, por supuesto, que defiende a sus equipos, que se enfada y se ríe con sus compañeras y compañeros, y se toma cervezas con las y los trabajadores, pese a ser el jefe.

Hay público para todo

Lo cierto es que hay público para todo. Lo que pasa es que algunos públicos no son tan numerosos ni están dispuestos a pagar por el contenido, y por eso hay medios que no son rentables. También puedo hablar de cómo los anunciantes sostienen medios sin público, que llevo en este negocio veinte años. Pero me centro: lo que me sorprende es que haya público capaz de gastarse 550 € en una cámara de fotos de carrete que acaba de salir al mercado. No hay ninguna errata: lo ha hecho Pentax y parece que funciona (de momento, ha devuelto la marca a los medios). El pasatiempo para pijas y pijos parece que sigue siendo rentable.

También lo habrá para él

Si Alvise Pérez puede, ¿por qué no puede Iván Espinosa de los Monteros? Algo parecido a lo que acabo de escribir habrá pensado el ex de Vox. Al menos, eso es lo que yo imagino después de leer esto en The Objective, que suele estar bien situado entre la derecha y la pared: “El regreso de Espinosa de los Monteros: montará una asociación con díscolos de Vox. El proyecto estará enfocado a defender el liberalismo desde la sociedad civil y comenzará a andar después del verano”. Hay público para todo, como he escrito en el párrafo anterior, pero a alguien debería de preocupar que haya tanto público para la extrema derecha en España.

Si lo hace el rey…

No, en The Objective no han publicado esta noticia a modo de denuncia, precisamente: “El Rey colocará al número uno de su promoción al frente de su Cuarto Militar en la Zarzuela. Felipe VI elegirá para el puesto al general Diz Monje, amigo suyo desde la Academia Militar de Zaragoza”. Por supuesto, Felipe de Borbón cumplirá con el protocolo, y verá la terna que le propone el jefe del Estado Mayor: “Amador Enseñat le tendrá que llevar al Rey una terna con tres candidatos en las próximas semanas. Las fuentes militares dan por hecho que Eduardo Diz Monje encabezará dicha lista”. Ni méritos, ni leches. Solo falta que sepamos lo que cobran todos.

Sin sorpresas

Sigo dándome una vuelta por lo rancio español: “Alvise se sumará al grupo más extremista del Parlamento Europeo, encabezado por blanqueadores del nazismo”. Quien se presentaba solo para aforarse por la vía rápida y bien pagada, y evitar así sus problemas con la justicia, quien resumía su programa a una línea en su web: “Persiguiendo corruptos, pederastas y criminales”, ha acabado entre criminales. Sin sorpresas. Un grupo en el que se van ubicando las diferentes escisiones y satélites de la extrema derecha oficial de cada país. Los que van más allá en lo facha, los que no podrán llegar más lejos en sus ideas. Ese es el sitio de Alvise Pérez.

Y con buenas noticias

En Europa no solo hay populistas que se juntan con nazis. También hay personas responsables que generan buenas noticias, como esta en Público: “El acuerdo entre conservadores, socialistas y liberales para la cúpula de la UE aleja a la ultraderecha del poder”. Para que nadie se pierda: hablamos del PP y el PSOE europeos, y la coalición en la que se integra el PNV. El resto de opciones, vamos a hablar claro de una vez sobre Europa, son tan útiles como Alvise Pérez para hacer frente a los ultras, escondiéndose en excusas para no pactar y para no frenar a las y los fachas con hechos, no solo con carteles y tiktoks.

En Escocia también sucede

Hablo tan claro como puedo sobre Europa como hablo tan claro como puedo sobre Euskadi: la misma corriente que empuja a los populismos en todo el mundo impulsa a Bildu en nuestro país. Y de la misma manera que en Euskadi, además, las y los votantes van decidiendo su papeleta en función de cada elección y cada respuesta, sucede en el resto del mundo: los laboristas van por delante del partido nacionalista escocés en las encuestas y pueden ser la primera fuerza por primera vez desde 2014. Eso no significa, como celebran en El Independiente, que se “esfume” el “sueño” de la independencia de Escocia.

 Qué merito

Quienes más han perjudicado a la fotografía eran esas y esos fotógrafos a los que les encantaba meter tanto Photoshop que sus obras parecían irreales. Ahora llega la inteligencia artificial que genera con facilidad imágenes con esa misma pátina y nadie las diferencia. Ojo, que también hay IA que las desarrolla casi perfectas, y tecnófilas y tecnófilos tan flipados que crean rápidamente concursos de imágenes creadas por software y “prompts”, y a las que se la han colado a lo grande: “Una fotografía real gana un concurso en la categoría de imágenes IA” (Photolari). El genio (descalificado) ha sido Miles Astray y su foto es extraordinaria.

La guerra que va a ganar Bildu

La guerra de los enchufes en política la ha empezado y la va a ganar Bildu, porque es la marca que más personas tiene cuya carrera consiste en ser familiar de alguna o algún preso, y la marca que más personas tiene cuyos méritos son los de siempre en la izquierda abertzale: haber sido chivato, acosador o ambas cosas. El nombramiento en Lekeitio (donde llueve sobre mojado tras la anterior etapa de Bildu al frente del ayuntamiento) de quien increpó y se enfrentó al lehendakari Urkullu es solo el último ejemplo. Otros serán más sonoros, pero son menos: Euskadi es un país muy pequeño y en la Euskadi política nos conocemos bien.

La degeneración

La cuenta en X del Partido Popular retuiteó, en modo metralleta, todos los mensajes de sus representantes en los que denunciaban las formas (nada recomendables) de Óscar Puente en la misma red social. Miguel Tellado, portavoz en el Congreso, por ejemplo, habló de “degeneración” por el modo en el que el ministro español de trasportes se dirigía a Vito Quiles, y muchas y muchos denunciaban acoso a periodistas. Pero no hay mayor degeneración que la del PP, que le compra los marcos ideológicos a la extrema derecha, que alimenta a sus medios y voceros, y que justifica sus argumentos de mierda. Esa y no otra es la degeneración.

Y las formas

Por supuesto, Óscar Puente se equivoca cuando llama en X “saco de mierda” de Vito Quiles. Pero las formas injustificables no son tan graves como el fondo del PP, de dar cierto margen de verosimilitud a los intoxicadores de extrema derecha. Y Puente se equivoca para quien, como yo, cree que en política es insulto es inadmisible e injustificable, incluso si va dirigido a un ultra. Para el PSOE y su jefe Sánchez, por supuesto, Puente acertará: si algo necesita el PSOE es inflamar a la extrema derecha y que el PP siga cayendo en el error de legitimarla como muleta en la que apoyarse. Entre unos y otros harán crecer a los ultras y que la ciudadanía pierda.

Los bulos

Lo que es Alvise Pérez y lo que hace queda muy claro con el anuncio de que “renuncia a los escoltas el coche oficial el sueldo y los 3M de pensión europea privada. Es un caso inédito ya que ningún eurodiputado jamás haya hecho esto”. En efecto: nadie lo ha hecho porque, como recuerda Mr. Insustancial en X: “Por ser eurodiputado no te dan coche oficial, ni te asignan escolta. A las pensiones no se puede renunciar y tampoco puede sortear su sueldo porque incurriría en un delito de inducción al voto”. Y apostillaba, con cierta saña: “No es que sea un caso inédito porque que Alvise mienta no lo es”.

No lo vale

El vídeo que ha difundido la Casa Real española de Felipe de Borbón trabajando (al menos, lo que él entiende por trabajo) por el décimo aniversario de su llegada a la jefatura del estado, si algo muestra, es una enorme distancia entre la institución y la ciudadanía. Y si algo deja ver es que una familia real nos sale demasiado cara. No lo vale. Esta jefatura del estado hereditaria es demasiado onerosa. Y tal y como están definidas sus atribuciones, de hecho, la jefatura de estado en España parece hasta prescindible. Así que es normal que cada vez más gente se pregunte para qué y cuánto, y que las respuestas nos lleven a una conclusión: no sale a cuenta.