Los mismos métodos… para todo

Iñaki García Arrizabalaga, como suele hacer, lo escribe en Twitter mejor que yo: “No somos conscientes de cuánto ha calado en nuestra sociedad la cultura de la violencia. Incluso ha llegado a impregnar las protestas contra las dramáticas consecuencias humanas por la avaricia empresarial en la gestión de un vertedero”. Se refiere a la foto en la que dos personas sujetan un cartel de un modo similar a cualquier acto del conglomerado “izquierda abertzale”, para denunciar la desaparición de los dos trabajadores en Zaldibar. La misma protesta no sirve para todo… A menos que reduzcas todas las batallas a una.

Definamos la respuesta

Moussa Marega decidió abandonar el terreno de juego del campo del Vitória de Guimarães después de recibir insultos racistas por parte de esta afición. Sus compañeros del Oporto intentaron impedírselo y el entrenador ordenó el cambio. A partir de ahí, sobre todo en Twitter, llueven críticas a los jugadores y el entrenador de Marega: que si tenían que haberse ido y perder los puntos (pelean por ganar la liga), que si tenían que haber jugado sin el delantero… Es evidente que el árbitro tenía que suspender el partido y que el problema es indiscutible, pero los culpables son los racistas, no los futbolistas.

Ciudadanos despertó a los fachas

Alvise Pérez ha pasado de ser el jefe de gabinete de Toni Cantó a ser retuiteado por el director de comunicación de Vox, Juan E. Pflüger. Pérez es un incendiario en las redes, de esos que hacen comparaciones imposibles y fuerzan conclusiones siempre contrarias a la igualdad entre personas. Justo lo que necesitaba Vox. Ahora, Pérez es freelance y Vox sigue agradeciendo mensajes como uno de los últimos que ha publicado, por ejemplo, a favor del PIN parental y en contra del feminismo. Pérez, en definitiva, ejemplifica cómo Ciudadanos (heredero de UPyD) despertó a la ultraderecha en beneficio de Vox.

¿Qué esperabas?

Uno de los tuits virales del pasado fin de semana lo lanzó un británico casi anónimo: Colin Browing se quejaba de los 55 minutos que llevaba esperando en la cola del aeropuerto de Amsterdam para acceder al país… Y a Europa. Terminaba su tuit con un elocuente: “This isn’t the Brexit I voted for”. Tarde, amigo ¿Por qué Brexit creía Browing que votaba? ¿Qué creía él que suponía salir de la UE? ¿Qué le habían contado? ¿En base a qué argumentos había votado? Colin, bienvenido a Europa… Pero por la puerta de los extracomunitarios. Ojalá la Unión se mantenga firme y estos mensajes sigan viralizándose.

La web de Inda es un colector

En Madrid no sacan la basura, se la dan a Eduardo Inda y éste la pone en la portada de su web, OK Diario. Solo así se explica que publique chorradas como que Irene Montero no ha hecho público en su currículum de ministra que trabajó como cajera de un supermercado. Oigan, yo me sacaba unos billetes maquetando tesis doctorales de otros y tampoco lo tengo en mi currículum de trabajador autónomo. Y además, ¿qué tiene de malo que una ministra haya pasado por un trabajo no cualificado? ¿Qué tipo de clasismo infumable producen Inda, quienes le financian y quienes le filtran estas “noticias”?

Han ganado. Hemos ganado

Desconozco el motivo por el que los digitales han pasado de poner esta noticia en su portada, pero en la web de El Periódico sí está: las jugadoras de fútbol han logrado su objetivo y este fin de semana volverá a rodar el balón. No habrá huelga porque sí habrá convenio y en los términos en los que ellas querían: la parcialidad se queda en el 75% del tiempo y los 12.000 € como sueldo mínimo real. Ellas han ganado y también lo hemos hecho todos porque ha avanzado la igualdad. Ahora nos toca que nos lo creamos y las acompañemos en los campos, en la tele y comprando el merchandising.

La gran falacia (política) española

En Ciudadanos dicen defender a “la España vaciada”, en referencia a esas regiones despobladas, y al mismo tiempo claman por “un español, un voto” que dejaría sin representación a esas circunscripciones menores porque, según ellos, los partidos nacionalistas están sobrerrepresentados. Los datos de Pedro Vallín en un tuit desmontan esta extendida falacia: “PNV tiene un 1,57% de votos y un 1,7% de los diputados. En cambio: PSOE tiene un 28% de votos y un 34,2% de los diputados. PP tiene un 20,8% de votos y un 25,4% de los diputados. Ya vale”. Esos son los sobrerrepresentados.

Y no se le bajarán los humos…

Alvise Pérez es un provocador en Twitter con sus falsas afirmaciones para alentar el voto de extrema derecha, y Luis Pérez es el jefe de gabinete al que Toni Cantó ha relevado para poner en su lugar a un senador de Ciudadanos por Valencia que no ha revalidado su cargo. Ambos son la misma persona, pero no creo que Alvise/Luis se relaje después del toque claro que le han dado: sus métodos y sus mensajes han espoleado al enemigo. El problema que tienen es que no ha sido un juego o un error de estrategia, es que personajes (y votantes) como Alvise estarían mejor en Vox pero empezaron por Ciudadanos.

Zorionak!

Solo dos años, casi 10.000 seguidores en Twitter y, lo más importante, ya es un clásico y un imprescindible para los seguidores del Athletic de Bilbao que solemos entrar en esta red: la Adurizpedia cumplió el viernes su segundo aniversario ofreciéndonos estadísticas y curiosidades de nuestro equipo. El suyo es el mejor ejemplo de lo que sí merece la pena en Twitter: información, agilidad para encontrar el dato que interesa, trato directo y disfrute (porque esa cuenta se disfruta). Un diez. Como ven soy un fan declarado de Roger Álvarez y su alter ego tuitero. Hay que reconocer al que lo hace bien.

Hoy hay Getxoblog

Hoy se celebra una nueva edición de Getxoblog, el ya tradicional encuentro en la fundación de BiscayTIK (a partir de las 9:15 h.) de los aficionados a las bitácoras de Internet. Recuerdo con cariño las primeras ediciones y cómo nos juntábamos fascinados ante la posibilidad de encontrar fuentes de información diversas, rincones de opinión compartida o enfrentada pero con respeto, y oportunidades para llegar más lejos. El encuentro ha ido evolucionando pero mantiene el espíritu y muchas de esas caras conocidas y amables. Toda la información, como siempre, en el blog de Mikel Agirregabiria.

El último Gudari

Ayer Euskadi despidió en Portugalete al último Gudari, José Moreno. Un hombre que empuñó las armas para defender la libertad y que luego luchó por su pueblo con la misma energía y hasta el último día, renunciando a la violencia. Un modelo a seguir, un eslabón importante de esa cadena que entre todos forjamos, una vida y unos escritos de los que aprender. Por Moreno y por todos los demás Gudaris de verdad no debemos permitirnos que los que han justificado lo injustificable se apropien ahora de esa palabra, de su historia y de nuestra realidad. Goian bego, José. Nos toca seguir tu camino.

Todo contra lo que luchó

Para mantener vivo el valioso legado de José Moreno y todos los demás Gudaris debemos combatir la violencia sobre nuestro pueblo (como la que han ejercido quienes llaman “gudaris” a terroristas), y a quienes no respetan ni nuestra libertad ni la de otras personas. Un ejemplo de enemigo al que debemos señalar por sus actos y sus actitudes es Bertín Osborne, que no merece ni aparecer en el mismo párrafo que Moreno, pero que lo hace por haber chuleado a las mujeres de palabra (en un último vídeo vergonzoso) y de obra, admitiendo agresiones en una antigua entrevista: “Sí, lo he hecho alguna vez”, (El Confidencial).

Necesitamos otro periodismo

Si algo necesitamos los periodistas es combatirnos a nosotros mismos. No estoy hablando de censurar a los que nos equivocamos (¡cómo no voy a incluirme en el montón de los que cometemos errores!), sino de denunciar a los que les da igual la profesión y la realidad, como Fonsi Loaiza, que se atreve a señalar como periodistas que rinden pleitesía a los compañeros que cubrieron unas declaraciones de Felipe VI agachados para que los cámaras pudieran tomar imágenes. Un “canutazo” de los de toda la vida aprovechado para sacar un tuit contra la monarquía (que me parece bien) pero sobre todo a favor de la popularidad del propio Loaiza.

¿Qué buscan?

Los nombres de Fonsi Loaiza o Alvise Pérez seguramente no les digan nada porque son “estrellas” de ese pequeño microcosmos que es la charca de Twitter. Fuera de ahí no son nadie pero van ocupando puestos gracias a tuits con más falsedades que verdades que, sobre todo, acarician el oído de sus masas de seguidores. Lo grave de Loaiza es que es profesor de periodismo. Lo de Alvise Pérez, látigo desde la extrema derecha con toques de xenofobia en sus tuits, es que es asesor de Toni Cantó, como recuerda Álvaro Cotobal en el hilo que ha dedicado a este “tuitstar” para que le conozcamos mejor.

¿Qué encuentran?

Otro que ha sido muy activo en Twitter y ha acabado con un cargo, mejor incluso que el de Alvise Pérez, es Pedro García Aguado. Lógico porque el nuevo director de Juventud de la Comunidad de Madrid además de tuitero es televisivo y eso, ya se sabe, sube el caché. No puedo juzgar aún su labor en el cargo ni quitaré capacidad a un personaje popular para gestionar (ahí está el astronauta Pedro Duque), pero su fichaje, con los antecedentes de Díaz Ayuso y su equipo, huele a acción mediática del nuevo PP y la nueva política de nombres en vez de ideas, trayectoria y capacidad.

Gravísimo

Euskadi no es un país normal, empezando por que no es un país porque España entiende la democracia de un modo parcial, y siguiendo por que hemos tenido que vencer a ETA para empezar a andar ese camino de normalidad. Euskadi es un país en el que se han escondido armas en caseríos, cohabitan tres cuerpos policiales que han torturado y unos asesinos han matado a quien pensaba diferente. La mayor barbaridad. En este país ya casi normal, un ex agente de la policía nacional ha cometido un delito gravísimo y condenable sin paliativos: disparar hacia una ventana en la que colgaba una bandera de apoyo a los presos de ETA.

Nada ocurre por casualidad

No es ninguna casualidad que ese disparo de un ex policía nacional contra una vivienda particular haya sucedido en Amurrio, el pueblo natal de Santiago Abascal. Ni es una casualidad que, después de haber vencido hace años a ETA, haya sido ahora cuando ha sucedido este gravísimo hecho. Tampoco lo es que en este contexto resurja un personaje como Federico Jiménez Losantos, una especie de pequeño insecto en el humedal de la derecha, que sobrevive a todos los vaivenes pero vive mejor cuando el discurso y los protagonistas van al extremo: Aznar, Rivera y ahora Abascal le siguen dando alimento.

No nos dejemos engañar

Algunos son lobos con piel de cordero ahora, que acaban de descubrir cómo se conjuga el verbo condenar. Otros son ogros que siempre lo han parecido pero ya salen de sus cuevas a plena luz del día. Y los hay, también, que no han podido engañar a todo el mundo todo el tiempo. Por ejemplo, en LaSexta siempre han ido de progres y por eso hacen hueco a Wyoming, pero también han apostado desde un principio por las series y los programas más fachorras, las presentadoras, guapas, y nunca han dudado en dar voz y votos a Podemos para desgastar al PSOE, Inda y, ahora, a Vox.

La izquierda, sin rumbo

Ya avisamos en esta columna de que veríamos (y lo hemos visto) a parte de la izquierda lamentarse de que en España no tuvieran presencia los chalecos amarillos, un movimiento celebrado por la extrema derecha de Le Pen (y Salvini) desde el principio y en todo momento. Alejo Schapire, corresponsal argentino en París, ha tuiteado un hilo en el que resume varias muestras de la ideología de este grupo: contra el matrimonio homosexual y contra la prensa tradicional (al tiempo que Rusia Today se sitúa como su medio de cabecera). Con los medios de referencia que han tomado, la izquierda carece de rumbo.

O manipula o es manipulado

No podría entender que Alvise Pérez tenga más de 35.000 seguidores si no estuviera en Twitter y conociese demasiado bien la podredumbre de esta red social. Este “liberal de la escuela austriaca” (como él mismo se define) es de esos que, o forma parte de los gravemente manipulados o forma parte de los manipuladores a los que hay que señalar: es uno de los responsables de mover el bulo que agita Vox sobre que el dinero destinado a la violencia de género no llega directamente a las víctimas, como si los pisos de acogida, abogados, psicólogos o campañas de concienciación no tuvieran nada que ver.