«El analista Alvise Pérez»

Si alguien empieza un tuit así: “El analista Alvise Pérez publica en su Telegram un dosier policial”, ya sé que estoy ante un tipo que completamente desinformado e intoxicado, o ante un tipo que quiere desinformar e intoxicar con mala intención. No hay más opciones. Y me da igual lo que diga después (en este caso, los nombres árabes de los detenidos durante la Aste Nagusia). Luis Pérez Fernández fue cebado por Ciudadanos y elevado por quien le promociona a difusor de cabecera de las fake-news que le interesan a Vox. Por ejemplo, esta misma semana Twitter le ha suspendido la cuenta por publicar un vídeo manipulado de Jennifer Hermoso.

Y no, no es verdad

Ni he nacido ayer ni me acabo de caer de un guindo: vivo en Bilbao y conozco, como cualquier ciudadana o ciudadano, lo que sucede. La verdad es tozuda ante discursos tan políticamente correctos que dejan todo el carril derecho libre para que los ultras corran, y ante las mentiras gruesas de esos mismos extremistas: “La imagen que se está difundiendo no guarda ninguna relación con la Semana Grande de Bilbao ni es actual”. Lo explican Ertzaintza y Ayuntamiento de Bilbao, que también “confirman que no catalogan a los detenidos por su nacionalidad”, y lo recogen en Infoveritas (con mucho menos alcance que los intoxicadores).

Una plaga universal

Los tontos son una plaga universal, y quien no tenga escrúpulo de manipularlos poseerá una gran ventaja. Los malos también están en todos los lados, pero suelen ir a su aire. No sé si Peio Riaño es de los tontos, de los malos, o todo lo contrario. Pero sí sé que su aura de periodista especializado en cultura, y feminista, se ha roto en mil pedazos: ha sido apartado de El Diario después de que una periodista con la que coincidió en Público le denunciara públicamente por su trato vejatorio y machista. No sé más que lo que he leído aquí y allí, y de todo ello me ha llamado la atención “el bumerán de la cancelación” del que habla Víctor Lenore.

Sí estamos hablando de ello. ¿O no?

No dudo de que si dictaduras como las de Arabia Saudí o Qatar están invirtiendo miles de millones en lo que conocemos como “sportswashing” es porque funciona. Miles de millones, insisto. Alan McDougall lo deja claro: “El éxito de la liga saudí nos recuerda que el dinero cuenta más que los derechos humanos en el fútbol”, por mucho que yo crea que es inevitable pensar en la Saudi Pro League y no pensar en que están comprando unos guantes de portero para tapar el puño de hierro de los jeques. ¿Soy acaso el único? ¿Funciona, como sostiene en The Conversation el profesor universitario?

No me gustó

Hace unos días recibí un e-mail del Athletic con este asunto: “¿Qué son los tokens cripto?”. Y no me gustó. Entiendo la lógica el fútbol actual, sé que tenemos que competir y pagar las altas fichas de los jugadores con más valor de mercado (o por lo menos que lo tuvieron cuando renovaron) y comprendo que el mundo avanza y la publicidad ya no es solo de un banco, una petrolera o una marca de leche. Vale. Pero sigue sin gustarme la idea de que mi club se financie a cambio de dar aire a productos tecnológicos que han sido utilizados para empobrecer a ahorradoras y ahorradores como lo somos la mayoría de socios y socias.

Ni muchas, ni pocos: demasiados y demasiadas

“Algo más de un tercio de la juventud de Euskadi (37%) estaba interesada en las elecciones municipales y a Juntas Generales del 28 de mayo”, titulan en la web Gazte Aukera. O lo que es lo mismo: el 63% de la juventud vasca (de 18 a 29 años) estaba poco o nada interesada en las pasadas elecciones municipales y forales. Me llama la atención poderosamente ese 25%, una cuarta parte, que pasa por completo de la institución más cercana en la que se decide su presente y su futuro. La tradicional desafección de la juventud puede explicar algo, pero la horquilla y los resultados son.

“Sobrar”

Para lo que ha quedado el que fuera líder supremo, el que volvió aclamado de su baja por paternidad: “Sobrar, el nuevo movimiento encargado de apartar de la política activa ‘a todos aquellos que anteponen sus ambiciones personales, sus filias y sus fobias, al proyecto de aglutinar las distintas sensibilidades de la izquierda ante el avance de la ultraderecha’, ha anunciado hoy la incorporación a sus listas de Pablo Iglesias”. Evidentemente, se trata de un chiste de El Mundo Today, de esos que son buenos porque encierran una verdad dolorosa, la de que Iglesias se ha convertido en un jarrón chino con podcast.

Van a dejarles sin chistes

En El Mundo Today han estado muy atinados con su chiste sobre Pablo Iglesias, pero van a tener que estrujarse el cerebro para despedir a Begoña Villacís después de que la futura ex vicealcaldesa de Madrid regalase este titular a Europa Press: “Villacís señala que a una mesa alta con dos taburetes en una terraza de hostelería se le conoce como ‘Modelo Villacís’”. Alfredo Pascual tuiteaba la noticia con un: “Es un El Mundo Today clarísimo”. Porque lo es, porque parece un chiste, porque deja claro con crueldad en qué mundo vive Villacís y qué tipo de personas se juntaban en Ciudadanos hasta que se acabaron los asientos.

No, no tiene ni idea

Lo escribí hace unos días: Macarena Olona ha demostrado que no tiene ni idea de cómo funciona la política ni de cómo funciona un partido. Juega a su favor, de alguna manera, que su única experiencia haya sido en Vox, con ultraderechistas. Con eso queda dicho mucho, pero no justifica en absoluto la ignorancia de la ex diputada y ex candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía. Ahora tiene que recoger en tiempo récord los avales de las circunscripciones a las que quería presentarse. Misión imposible, claro. “Salimos con partido o grilletes”, ha asegurado. Porque la política va de desearlo muy fuerte, por lo que parece.

¡Por supuesto!

Íñigo Martínez se va del Athletic, primero, porque esta junta directiva no le ha hecho ninguna oferta en firme. Eso publican mis compañeros con fuentes e información, y también con su nombre, apellido y cara para que se la partan y yo, por supuesto, les creo. Y se va, segundo, porque el FC Barcelona puede hacerle una oferta aunque esté en la ruina porque todos los actores de esta liga han decidido que no pasa nada, que las exigencias económicas no son aplicables a los culés, que si necesitan que alguien apruebe planes de viabilidad quiméricos y ventas de algo que existirá, o no, se las van a aprobar. Por supuesto.

Pie en pared

Una institución pública, la que sea, no pertenece al funcionariado, pertenece a la sociedad. Si alguien ha olvidado esta evidencia es obligación de las y los demás recordársela. Y quien se revela con insultos, amenazas y señalando a todo el mundo (jefas y jefes, políticas y políticos, el lehendakari, periodistas y ciudadanía que opina algo diferente) como comprado y culpable, se retrata. Las stories de “Ertzainasenlucha” son una colección de acusaciones. Ni una razón, ni un motivo más allá de su cabreo y lo que creen que es suyo: la institución, el presupuesto público y el Tour. Pues no, nada de eso les pertenece más que a otra u otro ciudadano.

¡Por supuesto!

“Trabajadores de Correos amenazan con una huelga de 15 días justo antes de las elecciones. Uno de los sindicatos ha registrado ya un preaviso de huelga entre el 7 el 23 de julio. Los representantes exigen a la empresa pública duplicar los refuerzos para afrontar el 23-J”, leemos en El Confidencial. También leemos que la iniciativa la ha llevado un sindicato outsider pero que otros tienen intención de sumarse. ¡Por supuesto! No hay nada que no arregle una buena movilización y el miedo de los sindicatos a perder representantes. Y si es en Euskadi, ya nos sabemos la canción: “Huelga, manifestación y ‘PNV, cabrón’”.

Le están haciendo la autocrítica

En República leemos que “Iglesias denuncia que Más Madrid, los comunes y Compromís quieren a Podemos fuera de Sumar. Asegura que están planteando vetos a dirigentes de la formación morada de cara a la confección de las listas de Yolanda Díaz”. Yo solo lo he entendido de una manera: sus ex le están haciendo la autocrítica. Ya hemos escrito en esta columna que algo mal habrá hecho Podemos como para que entre sus escindidos y sus decapitados puedan formar varios partidos que, lógicamente, ahora le están devolviendo lo que recibieron. ¿A cuánta gente laminó Iglesias? ¿Y ahora, qué?

No solo es Ucrania

No dejaré de señalar desde esta columna la invasión de Rusa sobre Ucrania por el morro, ni las atrocidades del ejército del Kremlin, ni el derecho a defenderse de las y los ucranianos. Pero hay que mirar a otros puntos donde también vemos atrocidades y existe un derecho a defenderse: “Muere el niño palestino herido la semana pasada por disparos del Ejército de Israel en Cisjordania”. El padre de Mohamed Haizam Tamimi simplemente conducía por un lugar donde comenzaron a intercambiarse disparos. La injusticia y el abuso por la fuerza es universal, y universal tiene que ser también la denuncia.

La intrascendencia

Agradezco a Iñigo Martínez los servicios prestados (y bien pagados) con la camiseta del Athletic pero a partir de ahora le deseo lo mismo que a todas y todos los que abandonan nuestro equipo: la intrascendencia. Parece que ha elegido el FC Barcelona, como hizo Valverde en su día, nuestra bestia negra de las últimas décadas. Pues vale. Si se hubiera ido al PSG me habría parecido igual de mal y me habría quedado igual de frío, por muy bien pensado que esté el tuit de despedida. Ante lo que me revelo es ante nuestra propia intrascendencia: lo que somos no es excusa para dejar de ser competitivos.

Un PP “ayusizado”

“El PP vasco prevé que el mitin de la presidenta de la Comunidad de Madrid en el Palacio Euskalduna de la capital vizcaína sea el que más simpatizantes atraiga de toda la campaña, ‘hay mucha ilusión, la gente tiene muchas ganas de verla’”. Mikel Segovia en El Independiente no puede resumir mejor lo que es el PP vasco hoy: una formación reducida a su núcleo duro después de reabsorber a Ciudadanos, que era poco más que una familia en su ala derecha. Una formación que abraza el ayusismo porque todo lo demás le ha fallado. Una formación que solo aspira a conservar y activar al mínimo posible.

En la política y en la vida

Las redes sociales digitales han empeorado la política: los tuits se han convertido en la manera de comunicar de las y los representantes de la ciudadanía, y esta se ha hooliganizado, al menos, en parte, para defender y atacar a su partido y a los otros. ¿Para qué? Pero en la vida no nos ha ido mucho mejor: perdemos nuestro valiosísimo tiempo con gilipolleces pegadas unas a otras. Europa (que sirve para algo, insisto e insistiré) ya ha puesto el foco. Y el ministro español de Consumo, también: “Garzón carga contra los ‘efectos nocivos’ de TikTok, Meta o Twitter: provocan ‘ansiedad’ y ‘depresión’ en los jóvenes” (República). Y esto es innegable.

El peor problema, el propio Musk

Hablando de redes sociales: no hacen un mal resumen en Marketing Directo sobre “el rosario de problemas que Elon Musk deja en herencia a la nueva CEO de Twitter”, Linda Yaccarino. Uno de los más importantes, precisamente, lo puede solucionar la política: la huida de anunciantes e ingresos podría arreglarse revertiendo la norma de los anteriores propietarios de no permitir publicidad política en la red. Otro problema es el control de gasto y el equilibrio con el personal necesario. Pero el principal es bregar con Elon Musk, que tiene toda la pinta de querer entrometerse en la gestión de la empresa por la que pagó 44.000 millones.

¿Hay que regularlo todo? Sí

Hace tiempo que, por suerte, no oímos la milonga de la necesaria descentralización de Internet, como eufemismo de su desregulación. Curiosamente, desde posiciones progresistas han alimentado durante años ideas ultraliberales. Es evidente, lo era entonces y espero que lo sea cada día, más, que es necesaria una regulación clara sobre todo lo que podemos hacer on-line. Porque mientras divagamos sobre lo que es progre y lo que es bobo, los malos avanzan: “¿Qué hay detrás de las aplicaciones que pagan por hacer encuestas? Recogen información personal que deberíamos proteger y venden datos a terceros”, avisan en Maldita.

A estos empoderamos

También era evidente, evidentísimo, que ampliar la grada de animación en San Mamés iba a servir para empoderar a los de siempre, a quienes consideran que la bandera para reclamar amnistía para los presos de ETA, la del Arrano Beltza con la que la izquierda abertzale quiso sustituir a la Ikurriña o la que sirve para reconocer la ocupación rusa del Donbass, son elementos de animación. A quienes no van a animar cuando el equipo está ante su última oportunidad. Esos son los que controlan la grada de animación. No otros. Siempre lo fueron, pero muchos miraron para otro lado por la campaña. Y no, no todas las campañas son iguales.

¿Y si no lo hubiésemos señalado?

Si no hubiésemos señalado que hasta 44 personas condenadas por pertenecer o colaborar con ETA formaban parte de las listas de Bildu (y 44 no son 44 casualidades), las y los siete que cumplieron pena por delitos de sangre no habrían renunciado. ¿Y si no lo habríamos hecho? Por supuesto, seguirían adelante. No se trata de ética, ni de moral, ni de respeto a nadie. Se trata de electoralismo. Y esto también hay que señalarlo. “Bildu sale al rescate de Sánchez: los 7 etarras con delitos de sangre no tomarán sus cargos”, titulan en Vozpópuli y aciertan porque Bildu cuando ayuda al PSOE a España se ayuda en Euskadi. Y esto también es un autorretrato.

El problema lo tiene el PP

A veces, simplemente, hay que mirar fuera para darse cuenta de lo que tenemos dentro: la apuesta del PP en Catalunya por españolistas activos le ha llevado a incluir, de momento, a dos hooligans del Espanyol: “Otro candidato del PP, entre los ultras del Espanyol que saltaron al campo. El número 11 de la lista de Cerdanyola del Vallès aparece en las imágenes grabadas en el momento de la invasión, encarándose a los Mossos” (El Món). ¿Es o no es una decisión incluir a gente de este tipo? ¿Los mantendrían en las listas si no apareciese en los medios el tipo de gente que es? ¿La rectificación del PP sirve para algo?

Se abren a los medios

Twitter está muy bien, pero unos segundos de Teleberri, una entrevista matinal en una radio o una página en un periódico siguen siendo otro rollo. Y esto lo saben hasta en Vox, que si no llega a ser por su candidata en Parla, a la que se han requisado durante su detención drogas, mucho dinero y hasta una pistola, seguiría abriéndose a los medios en campaña, como explican en The Objective. Un viaje, el del fascismo hacia los focos, que ya hicieron los fascistas de aquí hace unos años, con perfiles acostumbrados al escaño y el micro y, lo que fue un punto de inflexión, con periodistas de EITB en sus filas. Blanqueadores necesarios y bien pagados.

Serían nazis

Alguno de los misiles que lanzó Rusia sobre Kiev coincidiendo con la visita de Zelenski a Italia, Francia, Alemania y Gran Bretaña, seguro, pero seguro, seguro, que iba contra un nazi. “Se trató del lanzamiento del mayor número de misiles en el periodo más corto hasta ahora registrado”, leemos en El Diario. Pero, claro, ¿qué entendemos por “nazi”? Para Rusia y sus defensores, “nazi” es todo aquel que no defiende lo que hace el Kremlin. Para quienes tenemos algo de visión crítica, un nazi es un nazi, y punto. Pero lo más probable es que en Ucrania el odio y la violencia se hayan intensificado en algunas personas con la invasión.

“La filosofía es un chollo”

Miguel Ángel Puente ha generado mucho meneo en Twitter y en WhastApp desde que en la retransmisión de la goleada del Villarreal al Athletic dijera: “La filosofía es un chollo”. Dudo mucho de que mi amigo Míguel ponga en duda lo que define al Athletic, pero creo que es necesario repensar lo que supone: somos idealistas pero no somos idiotas. Algunos jugadores ganan más de lo que valen (y no hablo de los Williams o Muniain, que nos han dado lo mejor de la temporada) y la filosofía no puede ser una excusa para no competir. No lo digo yo: lo tuitearon durante años miembros de la Junta Directiva actual que ahora guardan silencio.