Los motivos

Como la autora del post en Magnet, les pido que “disculpen las molestias”, pero creo que la huelga de ayer tuvo un efecto perverso: mujeres señalando a mujeres porque decidieron trabajar. Por supuesto, soy consciente de los motivos para la reivindicación y la protesta, y por eso los comparto: Ariane Aumaitre ha recopilado diez gráficos vergonzantes que muestran la posición de inferioridad de la mujer en el trabajo, las labores del hogar, la brecha salarial y hasta la pobreza.

Los aliados

La de ayer también fue una jornada propicia para “los aliados feministas”, esos hombres que, en los casos más extremos, llegan a señalar a mujeres por su falta de compromiso con el feminismo, es decir, la igualdad. Insisto en que estos son los menos, los más no perdieron la oportunidad de intentar marcarse un tanto (con tanto empalago que, sí, parecía sospechoso), de ofrecerse a cubrirles en el trabajo o en casa incluso repitiendo roles machistas y, sobre todo, de contarlo.

El postureo

Ayer empecé el día en una reunión con más mujeres que hombres, liderada por una mujer, y en la que la mayoría de ellas, estoy seguro, ganaba más que yo. Permítanme que piense que eso es celebrar el 8 de Marzo, y no lo que denunciaba Juan Antonio Giner: “¡Cuánto cinismo! Diarios deportivos machistas con páginas de chicas, diarios con anuncios de contactos y programas de televisión donde importa más el look de una presentadora que su inteligencia y competencia periodística, hoy, dando intolerables lecciones de feminismo”.

Hay que ser posibilista

Aplaudo que Toni Comín y, sobre todo, Carles Puigdemont, hayan anunciado que renunciarán a sus actas como parlamentarios catalanes para posibilitar la investidura, según El Español, de Jordi Turull o Elsa Artadi. Más allá de las predicciones de este medio en materia catalana, que el nacionalismo catalán empiece a ser posibilista es una muy buena noticia. La política es eso: hacer posible lo que sea necesario por el beneficio de la sociedad. Catalunya arranca, y eso es magnífico.

Cómo se hace una portada

Ya va tocando que dejemos de hablar de Fariña pero, primero por el secuestro judicial, después por el éxito de la serie televisiva y, finalmente, por el modo en el que se desenvuelven en redes sociales, lo haremos una vez más. En esta ocasión porque Artur Galocha ha explicado en Twitter cómo creó la portada con el fardo de cocaína abierto. Un proceso muy artesano y elaborado que termina en un buen trabajo, sobre todo, comparándola con la mayoría de portadas, que suele ser horrible.

El turno de noche, activo

Las palabras de Andoni Ortuzar sobre la manifestación de los sindicatos de la Ertzaintza contra el Gobierno Vasco tuvieron una respuesta significativa en Internet. Primero, es evidente que los ertzainas son más de Facebook que de Twitter; segundo, que están muy bien coordinados: en unas pocas horas fueron todos los comentarios en el mismo sentido; tercero, que prefieren no dar la cara y actuar desde perfiles anónimos. Sí, ya me sé lo de la seguridad, pero también me sé lo de los trolls y las excusas.

Pero sin respuesta

Los y las ertzainas tendrán que explicar muy bien a la sociedad vasca (y no solo por medio del exabrupto anónimo en Facebook) por qué han elegido ponerla en riesgo, abstenerse laboralmente por medio de bajas médicas y enfrentarse a políticos nacionalistas y socialistas, como forma de protesta. Y más cuando los gobiernos vascos, del PNV pero también del PSE, han impulsado socialmente y protegido a la Ertzaintza sistemáticamente, sobre todo en los peores momentos.

Puigdemont coge altura

Carles Puigdemont ha dado, por fin, un paso a un lado, y en cuanto lo ha hecho ha cogido altura. Así de fácil era y sigue siendo: Catalunya necesita un president, pero uno que sea posible elegir y que desatasque esta situación. Catalunya no necesita nuevas elecciones, que el independentismo siga enrocado ni el unionismo campando a sus anchas con un 155 que les da lo que no consiguen en las urnas. Es tiempo de coger altura y de reivindicar desde la acción (el mejor modo posible) lo hecho.

Y el PP sigue a lo suyo

El PP tiene un problema de barro: le sube y no puede hacer nada salvo intentar flotar sin ahogarse. Una tarea imposible. Así, con el traje lleno de lodo, cada vez que intentan sobreponerse acaban haciendo un buen ridículo: el modo en el que buscan sacar pecho porque Puigdemont recula, según ellos, forma parte de su interminable cadena de errores en Catalunya, la que le ha llevado a una posición ridícula en el Parlament y a naufragar en la política española.

Y ahora, ¿qué opinamos?

Vivir contra los poderes siempre es más fácil. Revelarse contra la injusticia que sufre un cuerpo ajeno siempre es más reconfortante. Por el contrario, alabar a los jueces cuando uno basa su discurso en un sistema judicial fallido, es una faena. Así que, ¿cuál es el requiebro argumental de los progres de carné, ahora que el Supremo ha absuelto por unanimidad a Cassandra Vera, la tuitera que fue condenada por los chistes que publicó sobre Carrero Blanco 44 años después de su asesinato?

La psicosis Puigdemont

El procés nos regala, por fin, un titular tragicómico después de los de los dramas personales que están viviendo los políticos presos por sus ideas y los huidos por la persecución judicial: seis agentes acudieron a detener al cómico Joaquín Reyes que estaba grabando un sketch para El Intermedio en Torrejón de Ardoz, después de la llamada de un vecino a la policía. Según el propio Reyes, los agentes se echaron a reír y le dejaron en paz, contradiciendo de los tuits malintencionados que abundan.

¡Basta ya con lo bueno que es el Rey!

Personajes tan casposos como Javier Arenas han reforzado este fin de semana ese relato por el que Juan Carlos I salvó a España de Tejero y los suyos. Otras como Rosa Díez han ido más allá y han recuperado otro relato, todavía más cortesano, en el que el rey emérito y el actual tienen algo en común: Felipe VI también paró su golpe de Estado, en Catalunya, y nos salvó. Luego querrán que nos creamos lo del 23-F, después de demostrarnos que en 2018 nos la quieren colar pero bien.

Tontos hay hasta en Silicon Valley

Aunque conozco a personas muy inteligentes que están jugando con el bitcoin, permítanme que insista: sigo viendo esta moneda virtual como una especie de timo en el que están colaborando los más listos que, además, se ven obligados a hacer un ejercicio de ceguera a cambio de rentabilidad. Ceguera como la de compartir proyecto con Peter Thiel, fundador de Paypal y verso suelto (o no tanto) de Silicon Valley, de esos que apoyan a Trump y el liberalismo a muerte.

Y en casa, también

No me había interesado especialmente por Fariña hasta que una jueza decretó su secuestro a petición de un alcalde del PP que aparece en el libro relacionado con el narcotráfico (y que fue condenado dos veces y absuelto una). Como supongo que se levantará la medida, lo he pedido en la librería para leerlo este verano con calma y distancia. Así que entenderán que me sorprenda por los hasta 300 euros que están algunos dispuestos a pagar en el mercado de segunda mano por un ejemplar.

Triste

El vídeo que han preparado en El Mundo Today es de los de levantarse y aplaudir. El montaje con las frases de Mariano Rajoy que pasarán a la historia por su falta de coherencia con el texto: “Este señor es víctima de la inmersión lingüística y apenas sabe hablar español correctamente” es fantástico, y ridiculiza a un PP que quiere plantar cara a Ciudadanos inventándose en Catalunya un problema donde solo hay bilingüismo. Este es el principio de la respuesta que merece el PP.

Trump marca su nivel más bajo

Volverá a hacerlo, volverá a enterrar su listón y batirá su propio récord de barbaridad, pero creo que esta vez podemos hablar del Trump menos honroso. Su iniciativa para dar pistolas ocultas a profesores y personal y que, de este modo, los institutos dejen de ser espacios libres de armas para terminar con los tiroteos es digna de un chiste negro, pero es la realidad. La realidad de un presidente que vive en la irrealidad y demuestra mecánicas de pensamiento tan básicas que asusta.

Puigdemont tiene razón

No pongo ni una coma a la reflexión de Puigdemont en Instagram: reconoce que las negociaciones para alcanzar la presidencia del Parlament tenían que haber sido más ágiles y que los reproches solo ayudan a la caverna. Aun siendo consciente de todo el proceso y los dramas personales de presos y huidos, echo de menos alguna autocrítica en esa reflexión. Puigdemont tiene que dar un paso para apartarse del camino y que la caverna ruja, al fin, contra el nuevo gobierno nacionalista catalán.

Pablo Pombo, también

A lo dicho solo puedo añadir el último párrafo del artículo de Pablo Pombo en El Confidencial sobre la actualidad española: “Cataluña lo eclipsa todo, vale. Pero lo que suceda con Anna Gabriel no pondrá en peligro a ninguna familia. Lo que pasa en La Línea, sí. Y lo que ocurre en los narcopisos, también. En cada una de nuestras capitales pasan diariamente historias de dos ciudades. La mayoría no son espectaculares, pero son reales. La democracia existe para que puedan ser mejores”.

Esta España

Esta España no hay por dónde cogerla: pringa por todos los lados. La última noticia, esa con la que ya a uno le entra la risa floja, es que el gobierno español es consciente de que la Fundación Francisco Franco posee documentos clasificados como “secreto de Estado” y no ha hecho nada para recuperarlos. Nada se salva de esta secuencia: que algo relacionado con Franco sea secreto de Estado aún hoy, que siga en manos de los franquistas y la indiferencia aunque la ley les obligue.

Esta izquierda

Edu Galán no es nada sospechoso de simpatizar con la caverna mediática, más bien al contrario. El de Mongolia reflexiona en voz alta: “El gran reto para la izquierda es discernir si por estos tweets alguien debe ir a la cárcel, pagar multa o es libertad de expresión”, en referencia a los mensajes machistas que han costado cárcel a un tuitero. Y no vean lo que me alivia el tuit de Galán, porque salirme de lo que debo pensar según la ortodoxia progre y nacionalista cuesta un poco.

«En Ciudadanos…»

Me parece que nos vamos a cansar de leer titulares con este comienzo. De momento, arrancamos con el del catalán El Nacional y la rueda de prensa de los críticos de este partido en Madrid que denuncian la compra de puestos. Por 18.000 € te colocaban de cabeza de lista. O eso dicen. Y lo dirán muchas veces los del PP, preocupados por el ascenso de Rivera y los suyos, lo que nos ofrecerá una carambola política de lo más divertida: ver a los de Rajoy denunciando financiación irregular del partido al que se le van los votos, entre otras cosas, por financiación irregular.

Las cartas boca arriba

No, en el PDeCAT no se han caído del guindo como muchos quieren hacernos creer: Marta Pascal sabe desde hace tiempo que el pulso de Puigdemont es insostenible y, vamos a hablar con claridad, bastante ridículo ya a estas alturas. Lo que hizo Pascal en La Vanguardia es precipitar lo inevitable para ser, por fin, posibilistas. El idealismo está muy bien, pero en política ser realista es imprescindible. Celebro que en Catalunya, por el bien de todos, pongan las cartas boca arriba.

Ruta “social”

Si leemos en algún blog que en EE.UU. el partido republicano ha puesto en marcha una “ruta social” a favor de la cadena perpetua (actualmente en todo el país hay 150.000 presos con esta condena) pensaríamos que estos americanos están locos. Pues algo parecido está pasando en España: el PP se pone manos a la obra para introducir en su agenda “social” la prisión permanente revisable, que no es otra cosa que esa misma condena de cárcel para toda la vida pero encubierta. También resulta significativo que este PP de los recortes considere “social” la cadena perpetua.

Pues si siguen copiando…

Si el PP sigue el camino estadounidense de la involución, que tome nota: “En EE.UU., el Partido Republicano lleva dos décadas abogando por la reducción de los impuestos al mínimo posible. Y en numerosos estados en los que tomaron el control con mayorías aplastantes a principios de esta década, sus efectos se han visto en toda su crudeza: las cuentas estatales están al borde de la quiebra, el Gobierno apenas tiene dinero para cubrir los servicios públicos básicos y sus economías están en el vagón de cola del país”.

500 € para ser influencer

Según leemos en Magnet no se necesita nada más que 500 € y un poco de experiencia para convertirte en el nuevo influencer de moda. Es lo que ha intentado demostrar una agencia que, ojo al requiebro, ya ha colocado a varios clientes sus propios influcencers: han contratado a una actriz y a un equipo de foto y maquillaje habitual (coste que hay que sumar a esos 500 € que se gastan en los primeros seguidores falsos que iniciarán la tendencia) para que veamos qué fácil es «influenciar».