La puta verdad

Les recomiendo leer la protesta de Antonio Agredano contra “los cagapoquito”. De aperitivo, estas líneas: “Están ganando los que nunca tuvieron nada que decir. Los que encontraron en el tono de los demás una excusa para callarlos. No es generacional, no es ideológica, esta batallita entre la nada y el algo se libra en cada mesa de bar, en cada pupitre, en cada reunión de trabajo. Siempre tiene razón el que niega la razón a los demás. Si hablas poco te equivocas menos (…) Ojalá una forma elegante de estar hasta la polla”.

¿Esto no es populismo?

Andaban muy cómodos el PP en su papel de que ellos son el orden frente a los populismos y al desnortado PSOE… Hasta que se han visto verdaderamente asediados por Ciudadanos. Y ahora que a los de Rajoy les toca hacer oposición a los de Rivera, eligen las mismas armas: golpe de timón, soplo de viento a favor y refrendo rápido de las encuestas o cambio de estrategia. Así llegamos al “golpe de efecto” que en el PP estarían preparando para taponar la vía de agua que les han hecho los pensionistas.

Boadella, al final del camino

Aquel Albert Boadella de Els Joglars que nos sorprendió primero con espectáculos artísticos y, después, con posiciones políticas abiertamente contrarias al nacionalismo catalán (ese para el que, por cierto, no tenía reparo en trabajar), ha acabado siendo un líder ideológico de la derecha española, presidente de Tabarnia, el invento que engordan Carlos Herrera, Jiménez Losantos y Libertad Digital, y junto a Tomás Guasch o Carmen Thyssen. Ese es el final del camino del artista y el enfant terrible.

Trump, en medio

Cuando uno empieza hablando de líderes políticos sin norte y con la prensa más casposa de su lado, siempre acaba hablando de Donald Trump, que ya no sabe si es rubio natural u oxigenado, de derechas o de izquierdas, liberal o socialista. Después de decir que para acabar con los tiroteos en las escuelas lo mejor es armar a los mejores profesores, y con una balacera protagonizada por un docente de por medio, ahora apuesta por la regulación en la venta de armas. A ver lo que le dura.

Jóvenes y con mucho dinero

En El Independiente explican cómo algunos asesores (algunos, exfutbolistas) intentan salvar las fortunas de los deportistas de élite. Las cifras de partida son abrumadoras: “El 50% de los futbolistas de las ligas europeas se arruina poco después de dejar el terreno de juego. En EEUU (…) el 78% de los jugadores de la liga de fútbol americano se queda sin nada dos años después de dejar el deporte. Y, en el caso de la NBA, el 60% de los jugadores de baloncesto pasan penurias económicas a los cinco años de retirarse”.

Trump marca su nivel más bajo

Volverá a hacerlo, volverá a enterrar su listón y batirá su propio récord de barbaridad, pero creo que esta vez podemos hablar del Trump menos honroso. Su iniciativa para dar pistolas ocultas a profesores y personal y que, de este modo, los institutos dejen de ser espacios libres de armas para terminar con los tiroteos es digna de un chiste negro, pero es la realidad. La realidad de un presidente que vive en la irrealidad y demuestra mecánicas de pensamiento tan básicas que asusta.

Puigdemont tiene razón

No pongo ni una coma a la reflexión de Puigdemont en Instagram: reconoce que las negociaciones para alcanzar la presidencia del Parlament tenían que haber sido más ágiles y que los reproches solo ayudan a la caverna. Aun siendo consciente de todo el proceso y los dramas personales de presos y huidos, echo de menos alguna autocrítica en esa reflexión. Puigdemont tiene que dar un paso para apartarse del camino y que la caverna ruja, al fin, contra el nuevo gobierno nacionalista catalán.

Pablo Pombo, también

A lo dicho solo puedo añadir el último párrafo del artículo de Pablo Pombo en El Confidencial sobre la actualidad española: “Cataluña lo eclipsa todo, vale. Pero lo que suceda con Anna Gabriel no pondrá en peligro a ninguna familia. Lo que pasa en La Línea, sí. Y lo que ocurre en los narcopisos, también. En cada una de nuestras capitales pasan diariamente historias de dos ciudades. La mayoría no son espectaculares, pero son reales. La democracia existe para que puedan ser mejores”.

Esta España

Esta España no hay por dónde cogerla: pringa por todos los lados. La última noticia, esa con la que ya a uno le entra la risa floja, es que el gobierno español es consciente de que la Fundación Francisco Franco posee documentos clasificados como “secreto de Estado” y no ha hecho nada para recuperarlos. Nada se salva de esta secuencia: que algo relacionado con Franco sea secreto de Estado aún hoy, que siga en manos de los franquistas y la indiferencia aunque la ley les obligue.

Esta izquierda

Edu Galán no es nada sospechoso de simpatizar con la caverna mediática, más bien al contrario. El de Mongolia reflexiona en voz alta: “El gran reto para la izquierda es discernir si por estos tweets alguien debe ir a la cárcel, pagar multa o es libertad de expresión”, en referencia a los mensajes machistas que han costado cárcel a un tuitero. Y no vean lo que me alivia el tuit de Galán, porque salirme de lo que debo pensar según la ortodoxia progre y nacionalista cuesta un poco.

Los premios Trump

Donald Trump ha decidido otorgar los “Fake News Award”, algo así como los premios a las noticias falsas, siempre según él, y los ha repartido entre los más críticos contra su presidencia. Básicamente, es un modo de ponderar a quién tiene más ganas este presidente. Los receptores, como Paul Krugman, así lo han entendido, y han recibido estos galardones (que solo son nominales) con agrado. Ser señalado por este personaje como molesto tiene que ser un gran honor.

El mal que no mejora

Solo ha pasado un año desde que el millonario accedió a la Casa Blanca y en este tiempo tiene un logro en su haber: dar la razón a sus críticos diariamente. Lo último (de momento): ha contradicho a su jefe de gabinete después de que éste admitiera que no iba a haber un muro a lo largo de toda la frontera mexicana y que las ampliaciones del que ya hay no las pagaría el gobierno del Sur. Trump ha llevado la contraria airadamente a John Kelly, cómo no, en Twitter. Una crisis más.

Un paso adelante

Mucho más cerca y ya hablando de un tema que nos toca directamente, tenemos algo que celebrar: el paso que ha dado Joseba Asiron, alcalde de Bildu, colocando placas en memoria de las víctimas de ETA señalando, además, su condición. Al respecto, Jorge Nagore acierta en su tuit cuando comenta las críticas a Asiron porque “omiten que fueran asesinadas”. La decisión del ayuntamiento de Iruña es muy positiva, un paso adelante importante y al que no hay que restar relevancia. Al contrario.

El Bitcoin… ¿Cae?

No he invertido en bitcoins (aunque estas semanas me lo han preguntado varias veces, para mi sorpresa) ni creo que lo vaya a hacer. No se dejen llevar por las apariencias: echo de menos la cartilla de papel y no me gusta la consulta on-line de mi cuenta. Pero aunque no me fíe sé que el Bitcoin es hoy por hoy un éxito y que las caídas que han anunciado estos últimos días son relativas: quien haya invertido antes de septiembre sigue recogiendo buenos beneficios de momento.

Qué porno hemos consumido este año

Ya les he hablado en esta columna de la importante presencia del porno en Internet y que, dentro de este sector, Pornhub es una web que comunica de un modo diferente. Esta semana ha hecho público los datos de consumo de 2017. Dos apuntes: no crean que las búsquedas “porno para mujer” y “lesbianas” responden a otra cosa que al morbo masculino. Y el segundo: el tiempo de permanencia medio en la web no llega a los 10 minutos. No hace falta que les cuenta más, ¿verdad?

En contra de los que se aprovechan

No vivo en los mundos de Yupi, vivo en Bilbao, y por eso soy consciente del problema que han generado los grupos de chavales muy jóvenes a los que no se les puede atribuir “pequeños robos” cuando los hacen con intimidación y se quedan con teléfonos de 600 euros, y hay un muerto víctima de un atraco. Pero tampoco voy a hacer el caldo gordo a quienes intentan convertirse en líderes ciudadanos por medio de Facebook y WhatsApp para después (como antes) vendernos su moto.

Trump nos da la razón

Cuando salió el libro de Michael Wolff sobre Donald Trump disfruté con una columna monográfica sobre un presidente empeñado en dar la razón a quien le dibuja como un tipo que no tiene ni idea de política y, al mismo tiempo, ostenta el mayor poder político del mundo. Trump insiste en emponzoñarse: en una reunión en el despacho oval preguntó por qué EE.UU. tenía que acoger a personas que vienen de “agujeros de mierda” para referirse a El Salvador, Haití o países del continente africano.

Que desayune lo que quiera

No se me ocurre culpar a mi madre, que me daba galletas con mantequilla para desayunar, de que ahora esté rozando el larguero con mi nivel de colesterol y tenga un ligero (¡ejem!) sobrepeso. Y aunque los hábitos alimenticios son importantes, no hacer el tonto también lo es: una nutricionista ha buscado (y obtenido) notoriedad mostrando una foto de su hijo desayunando garbanzos y presumiendo de que el chaval no conoce lo que es una galleta. Por eso desayuna garbanzos.

¿Colaborativo?

Gracias a Ícaro Moyano descubrí un hilo muy interesante de Javier Gil, sociólogo, que hace un análisis del mercado de pisos turísticos en Madrid. Básicamente, concluye que no se trata de una economía colaborativa, ni mucho menos consiste en que ciudadanos pongan a disposición de visitantes (previo pago) sus pisos: menos del 5% de los pisos ofertados corresponde a propietarios que los comparten. Más del 95% pertenecen a empresas especializadas en el modelo Airbnb.

Karanka, a un campeón de Europa

Aitor Karanka va a entrenar a un doble campeón de Europa: si no recuerdo mal, el Nottingham Forest es, además, el único club del mundo que tiene más Copas de Europa que ligas porque ganó dos “orejonas” consecutivas habiendo ganado solo una competición de su país. Desde hace muchos años es un club venido a menos pero el alavés ha sido llamado para repetir su éxito con el Middlesbrough: consolidarlo y llevarlo a primera. Otro reto futbolístico para un vasco.

¿El arrepentimiento se negocia?

Mikel Segovia lo enfoca así en El Independiente: los miembros de ETA que siguen en la cárcel estarían dispuestos a reconocer el daño causado siempre que se genere “un marco adecuado”, y apunta a su deseo de que haya “una sociedad sin presos”. Mientras tanto, van acogiéndose a beneficios que la propia organización les ha vetado durante décadas y, en cualquier caso, cada paso de este largo proceso nos recuerda que el de los presos es un problema pendiente de resolver en la izquierda abertzale.

¿Toca equilibrar algo?

Igual es que yo no estoy en la lista de periodistas influyentes que sí reciben e-mails de la Casa Blanca y por eso no lo entiendo, pero me sorprende lo que leo en El Confidencial: Donald Trump no es tan inútil ni malvado como le gustaría a Michael Wolff, y este periodista, al mismo tiempo, parece que tiene un ego insaciable que le lleva a ser un pelota para conseguir declaraciones que luego tergiversa. No conozco a ninguno de esos personajes, pero Trump se ha retratado él solo en incontables ocasiones.

No todo vale, lo sé

¿Y si Wolff fuera un exagerado en busca de fama y fortuna (ya tiene ambas, por cierto), no tendríamos que saberlo? Sin duda. Pero aunque lo sea (que no lo descarto) y por si acaso lo es lea el libro con las gafas de visión crítica, estoy seguro de que la caricatura se parece al Trump real. Recuerden que soy un firme defensor del “no todo vale”. Por eso celebro que haya sido condenada la mujer que deseó en Facebook que a Inés Arrimada la violen en grupo. Nada justifica eso.

Zuckerberg quiere arreglar Facebook

Lo que más nos sorprende es que el creador de Facebook no quiere arreglar su parte técnica, sino las cuestiones importantes: discursos que fomentan el odio, las noticias falsas que nadie ataja y el uso de los vídeos en directo para transmitir barbaridades o poner en riesgo a menores sin aptitudes digitales son sus preocupaciones. Zuckerbeg lo ha admitido en una publicación en su propio muro, preocupado por que la gente pierda la confianza en la tecnología… Y en su empresa.

Apple y su obsolescencia

Los iPhone y los iPad son unos cacharros increíbles. Prueba de ello es que el resto de empresas se han limitado a copiarlos. También son carísimos simplemente porque dejan un margen de beneficio enorme a Apple, pero lo que resulta imperdonable es que estén programados para funcionar peor cuando pasa el tiempo para generar una nueva compra (en mi caso, me he pasado a Samsung). Francia quiere poner freno a esto y ha logrado que Apple lo reconozca y ahora zozobre.