España, ante un espejo

Calculo que todo se fue al traste a mediados de la década que este año termina: hasta 2015 España era políticamente pobre y se asomaba a su terror más íntimo, un conflicto nacionalista sin ETA, pacífico y en Catalunya. Pero fue aquel “M. Rajoy” de los papeles de Bárcenas el que tumbó a su tocayo, y el agujero que dejó el PP fue grande en lo político y en lo trincado: el PSOE se hizo el harakiri y los de la nueva política eran vendedores de crecepelo. Hoy, “un camión recorrerá Madrid con vídeos de Sánchez criticando al independentismo” (El Nacional) pagado por la “Asociación Tolerancia”. Ese camión es España ante su reflejo.

¿Qué quieren decir?

Por supuesto, tenemos todo el derecho del mundo a encararnos y pedir explicaciones a los Inda de turno que no hacen más que comparaciones entre la España actual y la de 1936. En OK Diario han publicado que hasta el calendario es igual. ¿Qué coño quieren decir? ¿Que el gobierno con un apoyo plural y progresista acabará derrocado por un golpe de Estado fascista? Pues que lo expongan claramente para que sepan a cuántos tendrán enfrente. Y si no, que dejen de amagar, que dejen de hacerse el chulo de la discoteca, que dejen de esconderse: son fachas y se sienten fuertes porque la transición española fue una puta mierda.

¿Cómo traga una reina, Girauta?

En la sesión de hoy en el Congreso no echaremos de menos a Juan Carlos Girauta. Al contrario, será él quien eche de menos los focos, aplaudir a rabiar a Rivera desde su escaño y quejarse airadamente cuando otros hablan, porque el respeto al discurso de los demás nunca ha ido con ellos. Pero Girauta, como Rosa Díez y otros necesitados de atención, estarán presentes en Twitter. Y por culpa de su adición a que la gente les haga casito, cada vez son más exagerados: “El político socialista traga como una reina”, ha tuiteado el de Ciudadanos. ¿Cómo tragará la reina, que tan bien lo sabe Girauta?

Pero, ¿esto de qué va?

Los portavoces irán haciendo durante el fin de semana los autorretratos de los distintos partidos con sus intervenciones. En condiciones normales, sin fascistas ni colaboracionistas, este sería un momento muy interesante. Pero ha mutado en preocupante. También por las consecuencias más allá de los amagos de los fachas: muchos presentimos que, en Catalunya, los partidos que forman el gobierno de coalición serán los que se claven el cuchillo. Y eso no es bueno para ningún nacionalista: “ERC teme que Torra y Puigdemont se venguen con unas elecciones inminentes” (El Confidencial).

La idiocia es global

Hace siglos que la humanidad no sufre una pandemia, ya son 80 años sin una guerra mundial y el planeta está superpoblado y carente de recursos. Así que toca que nos vayamos a la mierda. Y no, el desastre no empezará por España porque en Europa y el mundo no genera la atención suficiente, el desastre lo empezará o ha empezado ya EE.UU. con Trump a la cabeza. El país ha iniciado una guerra con Irán anunciada vía Twitter por su presidente, que ha tuiteado una gran bandera estadounidense. El fin del mundo lo provocará un tipo peligroso empoderado, bien relacionado con la extrema derecha y con un teléfono móvil.

Es difícil hacerlo peor

Es difícil elegir peor momento para despedir a un abogado que asegura que ha detectado irregularidades en la gestión del partido para el que trabaja que cuando estás negociando la entrada en el gobierno de una nación. Y es difícil elegir peor arma para iniciar una batalla por el relato que la del acoso sexual porque esa siempre daña a quien recibe el golpe y a quien golpea. Pero así andan en Podemos, entre acusaciones de que hay sobresueldos y una gestión de las votaciones y los datos, cuando menos, arriesgada, y de que ha habido un acoso sexual y laboral dentro de la organización.

Son niños

Quien ha lanzado una granada contra un centro de menores no acompañados al grito de: “Esto es el comienzo de una nueva España” ha intentado atentar contra niños, contra personas de 14 a 17 años que no tienen a nadie ni tienen nada más que lo que les dan en ese centro. A menores que debemos integrar en nuestra sociedad porque las cotizaciones futuras dependen de la inmigración y porque han sufrido un montón hasta llegar a nuestra sociedad y, cuando lo logran, los recluimos en centros saturados y les señalamos. Debemos desmontar el argumentario ultra con piezas como la de El Confidencial.

Igual es casualidad

Al asesino confeso de Marta Calvo le hemos visto todos en una foto que ha trascendido: un selfie de él sonriente en El Valle de los Caídos. Algunos medios convierten sus apellidos en iniciales, le pixelan la cara (no a la víctima) y recortan la imagen para que no se reconozca la icónica cruz, pero en El Plural han desgranado trayectoria, con lo que podemos hacernos una idea del personaje más allá del autorretrato: historial delictivo variado, desde el tráfico de drogas a la conducción temeraria y resistencia a un agente de la autoridad, a aparecer en Facebook con camisetas de un club de lucha.

Amazon nos cambia… el planeta

Creo que lo que más he comprado en Amazon son productos de Amazon, precisamente. Y siempre que lo hago me siento mal por el empeño en hacerme llegar el paquete de sus trabajadores cuando no me localizan: hacen que me sienta como un latiguero. No me gusta este modelo que ha degenerado en Glovo y Uber varios. Un modelo que, además, tiene otro impacto que tampoco queremos recordar: Amazon ha disparado la presencia de cartón en la basura, y eso en EE.UU., donde no hay una conciencia asentada del reciclaje y ya no pueden colocar sus residuos en el extranjero, genera un problema serio.

Y los intermediarios cambian el fútbol

Pese a los intentos de regulación, los intermediarios en el fútbol siguen haciendo el agosto cada día: nunca se han movido tantos jugadores como ahora, nunca con un precio tan caro y nunca con unas comisiones tan abultadas. Son los verdaderos dueños del juego: desarman equipos, debilitan y refuerzan clubes en función de dónde suene más la bolsa de monedas, frustran o alegran a las aficiones que seguimos pagando esta carísima fiesta y ganan un 20% más cada año. Por eso espero que la burbuja del fútbol, de la que viven los intermediarios (no del fútbol, sino de su burbuja), se pinche cuanto antes.

La extrema derecha sigue extendiendo bulos

El titular de la columna es universal y sirve para cualquier extrema derecha y cualquier tiempo. Pero en el caso concreto de la granada lanzada al centro de menores no acompañados de Hortaleza tienen el morro de estar propagando el bulo de que lo hizo un migrante expulsado. Para aclararnos nada mejor que ir a la web de Maldito Bulo, donde explican que el origen del bulo es una información de LaSexta que ya está rectificada. Lo que sabemos es que José María Benito, inspector de Policía y portavoz de la Unión Federal de Policía, admite los mensajes amenazantes y que no se ha identificado a quien lanzó esa granada.

Lo de Podemos se complica

Lo cierto es que lo de Podemos lo están complicando, como siempre, los de Podemos. A punto de entrar en el gobierno desplazan a varios de sus abogados y estos responden: “El motivo del cese de don José Manuel Calvente ha sido un despido disciplinario por hechos inventados y rotundamente falsos para justificar el cese, y el motivo de solicitar mi sustitución es la supuesta necesidad de ‘reorganizar los equipos’, pero la realidad de todos estos acuerdos es bien distinta”. Mónica Carmona se refiere a: “Irregularidades financieras, en materia laboral y de limpieza en la realización de las consultas y primarias del partido” (El Confidencial).

Lo de Greta Thunberg no mejora

En comunicación hay que tener mucho cuidado cuando toca elegir los iconos. Y el icono de Greta Thunberg, bien intencionado al principio porque ponía de manifiesto un interés por fin genuino por el medio ambiente en la generación llamada a sustituirnos, está acabando “regulín”. La presencia de la adolescente sueca y sus reclamaciones no generan simpatías, al contrario, y su modo de llamar la atención sobre lo que contaminan nuestros transportes suenan más a capricho que a necesidad cuando podemos hacer una videoconferencia con un móvil y una tarifa de datos sencilla.

Lo de los autónomos, tampoco

Pedir a Greta Thunberg que vuelva a estudiar o empiece a trabajar tiene tanto fundamento como si lo hiciéramos con Ansu Fati. Los problemas de los trabajadores no serán los suyos. Problemas que, en el caso de los autónomos, parecen especialmente graves: “La mitad de los trabajadores por cuenta propia trabaja, de media, 10 o más horas diariamente para sacar su negocio adelante, y casi el 40% lo hace todos los días de la semana; más de un 52% de los autónomos afirma que es difícil compaginar la vida laboral y la familiar y el 72,6% de los autónomos tiene miedo a pedirse una baja” (Pymes y Autónomos).

Todas y todos a Tiktok

Parece que Greta Thunberg no tiene cuenta en Tiktok, pero si la tuviera seguro que sería una de las estrellas de esta red social en la que se refugian millones de adolescentes de todo el mundo mientras se piensan si saltan a Instagram o YouTube. Pero Tiktok ya funciona como un ecosistema propio y restringido donde hay verdaderas estrellas de la creación audiovisual: han comprendido el modo de narrar de la herramienta y lo han aprovechado como los primeros youtubers o instagramers. En Xataka explican que estas figuras tienen entre 14 y 20 años, y que ya facturan. ¿Cuánto? ¡Ay, la gran pregunta!

Diez años después de Patxi López

Hoy hace diez años que esta columna sale publicada en DEIA cada día sin excepción. Tengo que dar las gracias a los lectores, el jefe de Opinión y los directores que han confiado en mí, y a Aner Gondra y José López, que me han suplido cuando necesitaba desconectar. Una columna que nació con el primer lehendakari blogger en Ajuria Enea, Patxi López. Blogger, tuitero, facebookero… Y lo que le echaran. Porque le montaron un tinglado que, poco a poco, mostramos en su justa medida. Al final, cuando Sánchez le puso de presidente del Congreso (porque a este hombre todo le ha salido bien), hasta le deseé lo mejor de corazón.

Diez años de Twitter

Esta columna, sin duda, habría sido diferente sin Twitter. Habría sido perfectamente posible sin esta herramienta porque los políticos se comunicarían por medio de sus blogs o Facebook, y hubiéramos dado más espacio a los digitales, pero sin duda, habría sido diferente. Porque Twitter ha dinamizado mucho la comunicación de candidatos y representantes… Pero no necesariamente para bien: hemos visto más patinazos, errores monumentales y desbarres de los que necesitábamos. Y también hemos ganado mucho tiempo gracias a Twitter porque todo lo que pasa en Internet acaba siempre en esta red social.

Diez años de digitales

Otra constante en esta década han sido los digitales: hemos visto nacer a muchos, decaer también a un buen montón y triunfar a muy, muy pocos. Hemos oído y leído fórmulas mágicas sobre el cambio del modelo de negocio en la información (y al final parece que todo se ha resuelto con las tradicionales “suscripciones”). Y hemos visto grandes anuncios como el de Pedro J. Ramírez, que ha acabado publicando fascistadas tras inversiones millonarias mientras otros digitales, como El Independiente, con menos ambición le comían media tostada. En estos diez años, hay que reconocerlo, El Confidencial siempre ha estado ahí.

Los diez años que nos vienen…

Llevo escribiendo diez años esta columna y dedicándome a la observación de la comunicación política alguno más. En este tiempo, si algo he tenido claro, cada año que pasaba un poquito más, es que si mis hijos se dedican a la política será para enfrentarse a la extrema derecha. Este fenómeno ha vuelto para quedarse, por lo menos, un buen tiempo: cuenta con dinero y con mucha gente dispuesta a arroparlo, algunos de manera absolutamente irresponsable. Esto es lo que nos viene: el futuro es el peor de nuestros pasados y estamos viviendo el punto de inflexión de un fenómeno que ha catapultado Internet.

Diez años de inspiración

Pero no voy a terminar esta columna ni iniciar este domingo y esta nueva década con ese poso amargo de la ultraderecha. Prefiero arrancar recordando todas esas historias estupendas que hemos conocido gracias a Internet y que también les he intentado trasladar, y todas esas cuentas en Twitter, Facebook, Instagram o Flickr, y todos esos blogs que nos han conmovido, reconciliado con nosotros mismos o inspirado. Sin duda, quien mejor representa lo que quiero decirles es Pete Souza, el fotógrafo de Barack Obama que capturó, dentro de esta década, ocho años maravillosos de comunicación política, que es de lo que va todo esto.

Pero, ¿cuánta gente les apoya?

La explicación del colegio de arquitectos de que no puede investigar a Rocío Monasterio porque no estaba colegiada en la época en la que, según varias informaciones, realizó y firmó trabajos como arquitecta antes incluso de terminar la carrera, no hay por dónde cogerla. Pero, ¿quién protege al principal matrimonio de Vox (Iván Espinosa de los Monteros tiene hasta condenas)? ¿Cuántos hacían la vista gorda? ¿Quiénes les conseguían los locales y los clientes, algunos de ellos estrellas de la tele o productores de cine? Y sobre todo: ¿por qué? La impunidad con la que se han movido y se mueven es pasmosa.

Políticamente, ya lo sabemos

Lo de Monasterio y Espinosa de los Monteros es importante porque significa que ha habido protección mucho antes de que hubiese poder político a la vista. Lo de Ortega Smith es importante porque desprecia a quien no piensa como él. Y lo de Isabel Díaz Ayuso, como lo de todos los del PP y Ciudadanos sin excepción, es importante porque colabora políticamente en que los ultras sigan haciendo y diciendo lo que quieran: no quiso reprobar a Ortega Smith por el grave incidente con una víctima de la violencia machista y se escudó en Carmena. Quique Peinado respondió en Twitter: “Estás de atar, Isabel”.

Esto va en serio

No me cansaré de decirlo: lo de la extrema derecha en el mundo (porque Trump les ha dado alas en Norteamérica y Bolsonaro, en el Sur) va en serio. Incluso en países que han combatido en todas las líneas a la extrema derecha los ultras se ven reforzados: en Alemania observan cómo resurge la extrema derecha en los campos de fútbol, cómo los líderes nazis vuelven a las gradas cuando cumplen sus condenas y cómo vuelven a liderar a sus grupos. Lo leemos con preocupación en la web de la Revista Líbero, donde también descubrimos un brillante spot del Borussia Dortmund ridiculizando a los fascistas que ocupan sus campos.

Rubiales también quiere ir en serio

El lamentable show que ha dado la federación española de fútbol con el enésimo cambio de su seleccionador ha eclipsado una noticia importante: Luis Rubiales ha decidido sacar de nuevo el cañón para intentar matar una mosca, aunque en este caso la mosca le ha birlado una millonada. El presidente de la RFEF ha enviado una carta a Rosa María Mateo amenazando con emprender acciones legales y calificando de “irresponsable”, “hipócrita”, “inverosímil” e “inaceptable” que RTVE no puje por emitir la Supercopa de España que se celebrará en Arabia Saudí porque en este país no dejan entrar a las mujeres en los estadios.

Y Telecinco, ¿de qué se queja?

Después de décadas emitiendo telebasura, Telecinco se ha visto acorralada después de permitir, grabar y esconder durante años un abuso sexual en uno de sus programas estrella, Gran Hermano. El escándalo, que es para tomar muy en serio, ha llevado a los anunciantes a vetar su publicidad en este espacio provocando pérdidas de hasta 400.000 €, según El Confidencial. Esto no debería de quedarse aquí y deberíamos de mantener la exigencia como consumidores y televidentes. Sin embargo, el debate del propio concurso obtuvo una audiencia magnífica una vez más. Algo estamos haciendo mal.