Ningún miedo

Lo que más desconcierta y desactiva a un matón en el patio del colegio es que sus amenazas no den miedo: si Trump sube los aranceles a los productos gastronómicos europeos, a poco que nos organicemos, podemos consumirlos en casa o colocarlos en el resto del mundo. No podemos olvidar que somos más los cuerdos: “Canadá responde a los aranceles de Trump con tasas por 20.000 millones de dólares y anuncia una ‘coordinación’ con la UE” (El Economista). Pero no acaba ahí la cosa, según Electomanía, en 44% de la población canadiense está “a favor de unirse a la UE”. Y el partido liberal de Trudeua y Carney remonta en las encuestas.

Putin, a lo suyo

Confieso que me pareció más razonable (dentro de su hijoputez) la respuesta de Putin a Trump que la propuesta de tregua del estadounidense. Como escribe Ana Alonso en El Independiente, el ruso “no se sale del guion”. En su columna hay más ideas interesantes: Rusia “no ha ganado la guerra” “y, sobre todo, al contrario de lo que pretendía Putin, la identidad nacional ucraniana es más fuerte cada día”. Por eso “Putin busca conseguir en una mesa de negociación con Trump lo que no ha logrado en el campo de batalla”, esto es, “la capitulación de Ucrania”, que se convierta “en otra Bielorrusia”. Pero “Zelenski no está solo”.

No solo es la DANA

En el PP saben que Carlos Mazón solo puede huir hacia delante, que la lluvia de millones es la única que puede hacer olvidar aquellas terribles lluvias y peor gestión de la catástrofe del actual gobierno valenciano. Pero el problema no es solo la DANA, Mazón sigue errando en su acción: “El president ha organizado una traumática votación en los colegios bajo la teoría de que el valenciano había sido ‘impuesto’ en las aulas. El resultado de su medida estrella tritura su tesis y le da la puntilla”. ¿Qué ha pasado? “Si se les obliga a elegir, son más las que prefieren valenciano”. Como titulan en El Diario: “Autogol de Mazón”.

El gobierno más progresista

Ante mi sorpresa por las repetidas dilaciones para la aprobación de la conocida como “Ley ELA”, un compañero de Madrid me aclaró que el problema no era el texto, sino el dinero. Una vez aprobada porque Sánchez no ha convocado más adelantos electorales que hacían decaer su recorrido, nos encontramos con que “la ley sigue sin financiación” (El Confidencial Digital) y con que “cada día mueren tres pacientes de ELA y se le diagnostican a otras tres personas esta enfermedad”. Hablamos de 4.000 personas afectadas directamente en España y Euskadi, y de sus entornos. Hablamos de “garantizar derechos esenciales”.

Vale, vamos a ser positivos

Se cumplen cinco años del confinamiento por la pandemia de la COVID19, una de las experiencias más traumáticas de mi vida, más por lo que venía de fuera que por lo que tenía en casa. En la BBC han hecho un ejercicio de optimismo y se han quedado con “4 aspectos positivos que nos dejó el ‘mayor experimento psicológico de la historia’” como “el valor” que dimos a “la ciencia” y las vacunas, “un ‘nuevo despertar’ en la educación” (este me parece el más optimista), un “nuevo paradigma” respecto al trabajo y “la importancia de cuidar la salud mental” (directamente vinculado a lo anterior, yo creo).

«Con Trump, Putin logra lo que quería»

Lo suyo es sexo con amor: “Con Trump, Putin logra lo que quería: negociar sobre Ucrania directamente con EE.UU.”. Me vale con la primera parte del titular en la web de la BBC, la que he llevado al titular de la columna: Putin tiene por fin lo que lleva años buscando. Y no me refiero solo a Ucrania. Después de desestabilizar por la derecha y por la izquierda, de encontrar aliados pagados y otros por motivos ideológicos absolutamente equivocados, Putin por fin va recogiendo los frutos. El puto amo aquí no es Trump, que solo es otra alfil, es Putin. Él es el gran agitador, manipulador e interesado en un nuevo orden mundial.

Ambición y falta de empatía

Putin elige con tino a quién tocar, a quién hacer ofertas: necesitaba en el bloque del Oeste a ambiciosos sin escrúpulos y sabía que iba a ser fácil encontrarlos. Eso es Trump, en esencia, un tipo que no duda en coger lo que quiere porque está acostumbrado a hacerlo: “Las tierras raras de Ucrania, uno de los motivos de Trump para que se acabe la guerra con Rusia” (El Economista). Nuestra tragedia como civilización es haber creado un sistema capitalista en el que para enriquecerse algunos han aupado a personajes como Putin, Trump, Musk y les han regalado esa sensación de impunidad.

Sin sorpresas

Insisto: hemos aceptado vivir en un sistema perverso porque tenemos sensación de prosperidad, pero lo han generado quienes lo han usado para enriquecerse (mucho), y para lograrlo han tenido que convertir en insultantemente ricos y poderosos a otros que, ahora, simplemente, han llevado a otro nivel eso de hacer lo que les da la gana. “Los discursos de odio han aumentado en X un 50% desde que pertenece a Elon Musk”, leemos en El Nacional y no nos sorprende. Ahí está el síntoma, en que damos por normal algo que no puede serlo, en que no nos revolvemos, ni combatimos, ni abandonamos X, en que no hacemos nada.

Una buena noticia

Atribuyen a Benjamin Franklin eso de que “nunca hubo guerra buena ni paz mala”. No sé si lo dijo, lo escribió o todo es un error, pero la frase es indiscutible. Así que esta es sin duda una buena noticia: “Hamás e Israel alcanzan un acuerdo para mantener el alto el fuego” (Vozpópuli). Luego, iremos al detalle, a lo estable que puede ser ese alto el fuego, a la ambición de Netanyahu y de Trump, al papel de Hamás (desaparecido mientras el ejército israelí arrasaba en Gaza) y de cómo y quién va a ayudar en la reconstrucción de una Gaza para las y los gazatíes, y no para ricos que buscan un nuevo resort.

Sigue siendo el Golfo de México

Gracias a una de las últimas ocurrencias de Trump, la de cambiar de nombre el Golfo de México (a lo que ha accedido Google de manera acrítica), he descubierto la actividad en redes y la página web (muy interesante porque elige temas de actualidad para exponer sus contenidos) de la Enciclopedia Británica. En Bluesky avisan de que su institución no va a modificar el nombre de la masa de agua: lo rechazan porque “Golfo de América” es ambiguo, porque lleva llamándose “Golfo de México” más de 425 años y porque más allá de EE.UU. carece de sentido la modificación, según los ingleses.

Hecha la ley, hecha la campaña

“El precio del alquiler en España subió casi un 12% en enero, según Idealista”, leo en The Objective. Y en El Economista, esto otro: “El alquiler comienza el año marcando un nuevo récord y con las grandes ciudades subiendo a doble dígito”. Es decir: la ley española de vivienda que aprobaron PSOE, Sumar, Bildu, ERC y Podemos no funciona. Es decir: la aprobaron para unas elecciones, para hacer campaña, para llenarse de razones y argumentos. Y luego, la nada. Y lo más importante es lo que menos les importa. Ahora el mantra es “declarar zonas tensionadas”. Pero la manta les deja, una y otra vez, con los pies desnudos.

Consiste en cumplir lo prometido

Se quejan en España de que ya es casi una tradición que los políticos nacionalistas vascos y catalanes consigan cosas del estado español a cambio de sus votos. Lo que es una tradición es el adanismo español: todo empieza y acaba en España. Y por desgracia, a lo que estamos acostumbrados quienes votamos a esos partidos es a que ningún gobierno cumpla lo prometido, lo acordado, lo pactado y lo firmado: “Junts no negociará las 37,5 horas sin que el PSOE entregue antes el control de fronteras a Cataluña” (El Debate). No, no es una extorsión, no es un chantaje, no es una coacción, es un plante hasta que España cumpla.

Ingobernable

El populismo de base fascista es la enfermedad, y uno de sus síntomas más graves es la inestabilidad política: la ciudadanía francesa puede asistir a otra moción de censura, esta vez promovida por la izquierda y apoyada por la extrema derecha. Como si fuera lo más normal bloquear el presupuesto (por eso Bayrou lo ha aprobado por decreto) y que los extremos puedan agudizar una inestabilidad. Pero esto es lo que ha votado la ciudadanía, que es evidente que quiere aventuras porque siente que esa inestabilidad, que esos presupuestos prorrogados y que esos extremos que se abrazan no ponen en riesgo su bienestar.

¿De qué se queja el Real Madrid?

Hemos naturalizado lo extraordinario, el populismo, la queja constante y el riesgo real de poner en el filo de la navaja los derechos y libertades, y la seguridad conseguidas durante décadas. Y si lo hacemos con lo que importa, con las cosas del comer y de los cuidados, ¿cómo no vamos a tolerar lo estrambótico en lo más importante de lo menos importante? “El Real Madrid estalla contra los arbitrajes y envía esta durísima carta a la RFEF y el CSD” (El Imparcial). Pero, ¿de qué se queja el Real Madrid que, como equipo grande que es, siempre ha tenido los arbitrajes a favor? Igual, precisamente, de no tenerlo siempre como les gusta.

Una guerra virtual… pero real

Los jugadores de Foxhole, un “juego multijugador masivo on-line” (Xataka) de guerra, han estado combatiendo durante 71 días seguidos. Se trata de “entre 4.000 y 5.000 jugadores diarios” “trabajando cual reloj suizo” en un escenario de guerra total (abastecimiento y combates). Virtualmente, han llegado a nueve millones de bajas, batiendo su propio récord, y los programadores habían decidido acelerar el final. Cuando lo anunciaron, uno de los bandos lanzó una ofensiva y ganó. Todo esto ha pasado en un juego, sí, pero que, sin ser el más popular, mueve a miles de personas cada día y ha establecido un nuevo límite.

Todo por el tuit

“Vivienda y electricidad protagonizarán las principales subidas de precios en 2025” (El Economista), pero es que alguien tendrá que pagar para que las putas amas y los putos amos en Podemos, Bildu, Sumar y el PSOE puedan poner sus tuits, ¿no? La ley española de vivienda no ha bajado los precios pero, oye, qué resultados más buenos sacaron en aquella campaña para la que se aprobó. Y ahora zumban a los partidos más responsables con el tema de las eléctricas aunque la luz suba para los consumidores al mismo ritmo que los impuestos para las empresas. Oh, qué sorpresa. Esto no lo dicen en sus tuits.

Gracias, Mariano, y quienes han ido después

Lo aprobó Mariano Rajoy, sí, pero ninguno de los gobiernos de coalición de Pedro Sánchez, primero con Podemos y ahora con Sumar, lo han impedido: “La edad de jubilación sube a 66 años y ocho meses en 2025” (RTVE). O lo que es lo mismo: cada año nos queda más para jubilarnos. Qué maravilla. Pero España va bien, oiga, que lo dicen los datos “macro” y Yolanda Díaz sonríe en las ruedas de prensa, ¿cómo va a ir mal? Si las leyes que saca este gobierno son pocas y malas, y las que mantiene van en contra de la salud de las personas, pues nos aguantamos, que lo que importa aquí es ir de progres.

Otro año de ira

Me temo que 2025 será otro año de ira delante del Teleberri: no solo quienes hacen la política española (de Bildu al PSOE, pasando por Podemos y Sumar) van a reírse de nosotras y nosotros a la cara. Los que hacen la guerra en el mundo van a escogorciarse de la risa mientras mandan matar: “Israel ataca Yemen pensando en Irán” (El Diario) es una de las últimas noticias sobre el gobierno genocida (lo dice Amnistía Internacional) de Netanyahu y su banda de ultras. Y Rusia atacará también donde quiera y como quiera, esta vez, además, con el apoyo de Trump y la complicidad de quienes son incapaces de ver en Putin a un sátrapa.

Ya no hay nueva política como la de antes

Antes uno decía que era de la nueva política y hasta molaba. Ahora nadie se atreve a verbalizarlo o escribirlo: la nueva política son Pablo Iglesias ninguneando a Ione Belarra, Rivera siguiendo el rastro dinero, Abascal haciendo de Abascal, Alvise haciendo de Alvise, Yolanda Díaz fundando un partido con cuotas y personas delegadas y, por supuesto, el juicio a Íñigo Errejón. No voy a hacer leña del árbol caído, no es mi estilo, yo prefiero el hachazo al que está de pie y mira con soberbia, la verdad. Pero lo que hemos sabido de Errejón en 2024, y lo que sabremos en 2025, cuando se celebre el juicio, no podemos olvidarlo.

Una buena noticia

Confío en que este de El Independiente sea uno de esos vaticinios que se cumplen: “2025, el año en el que Puigdemont podrá volver a España”. Siempre que lo haga “de forma legal, claro”, esta, sin duda, será una buena noticia. La normalidad política siempre lo es (también podríamos debatir qué es “normalidad política”, pero me quedan pocas líneas). Para lograrlo hará falta la colaboración de la justicia, que tendrá que apartar a los llaneros solitarios, y la de la política: Sánchez tendrá que facilitarlo, cueste lo que le cueste, porque suya es la responsabilidad, y aceptar las consecuencias de hacer las cosas bien.

Así, no

No entiendo a Carles Puigdemont. Es un enigma para mí, lo confieso. Y no lo considero un piropo: un político debe ser un libro abierto para generar confianza. Generando fascinación puedes sobrevivir al frente de un gobierno, pero la gestión suele ser un desastre, y a Pedro Sánchez me remito. Pero ni reconociendo, como reconozco, que lo que hace el del PSOE es muy mejorable, entiendo que Junts le diga al gobierno español que se someta a una cuestión de confianza. ¿Para qué? Pero la pregunta clave es: ¿ahora? Hace solo unas semanas Feijóo sugirió una moción de confianza censura y Puigdemont podía haber levantado la mano entonces.

Tonto de remate

Quien dice esto, se llame como se llame, haya hecho lo que haya hecho, deja claro que es tonto de remate: “La teoría evolucionista de Darwin está cada vez menos sostenida en la ciencia”. De su entrevista en El Independiente a Jaime Mayor Oreja le doy la razón en esto: “Déjenme expresarlo porque tengo derecho a decir lo que pienso”. Él tiene ese derecho y yo tengo el mío a expresar: “¡Ay, pobre!”. “Yo no pertenezco al PP ni a ningún partido”, asegura. Así que va por libre cuando ofrece sus ideas regresivas en torno al aborto o la homosexualidad. Para él, derechos son solo los que declararon las Naciones Unidas en 1948.

El más listo

A Elon Musk la compra de X y los milloncejos que donó a la campaña de Trump le han salido así de bien: “Elon Musk protagoniza el mayor aumento de patrimonio de 2024: dispara su riqueza en 120.000 millones. Su fortuna se dispara un 20% desde las elecciones presidenciales en EE.UU.” (El Economista). Creo que Musk, su propio periplo vital y su éxito empresarial, económico y político son el epítome de todo lo que está mal en el mundo: una economía virtual que sirve para enriquecer a los que menos escrúpulos tienen, y que además lideran públicamente a una turba de ignorantes que solo buscan las migajas del dinero.

La revolución

A mí esto me ha parecido la hostia. Lo digo así de claro: que la Diputación Foral de Bizkaia ofrezca bonos a las y los consumidores para hacer reparaciones es un paso adelante. Y no me paga la dipu ni un céntimo, que conste. Entiendo que haya que promover el consumo y bonificar las compras, pero desde que una parte de mí se volvió cubana intento reparar todo lo que puedo (con mis infinitas limitaciones), harto de que me digan en las tiendas: “Mejor, uno nuevo”. Que una institución promueva alargar la vida de lo que ya tenemos me parece un gran avance. Ahora solo falta que nos permitamos tomar un tiempo para pensar.

Si no animan, que no vayan

El victimismo de ICHH no es creíble. No lo es porque ha sido empoderada, porque se ha permitido una identificación con toda la grada de animación de San Mamés, y porque se ha promovido, alguien sabrá cómo y por qué, que los jugadores rindan pleitesía a la tribuna norte baja. Si no animan, como ante el Villarreal, que sus integrantes no acudan al campo para que quien quiera hacerlo (para eso están bonificados los abonos) sí anime. Porque si no pensaremos que están en sus asientos para vigilar, controlar e imponer un estado policial en el que ellos imponen su justicia. Ahora o nunca es el momento de los cambios.