Intolerable

Después del ataque a la txosna del PNV en Eibar, en las puertas de las fiestas de Zizur Mayor, el concejal de Geroa Bai y miembro del NBB, Andoni Serrano, ha tenido que ver esta mañana pintadas en las que el invitan a irse de su pueblo (“kanpora”), y le llaman “txakurra”, “traidor” e “hijoputa” (sic). Esto es intolerable y absolutamente injustificable. No solo eso: mantener silencio ante la agresión y el acoso también es ser cómplice del odio, expresado por medio del racismo, el machismo y el fascismo político, como este caso. Pero no es un incidente aislado, lo estamos viendo: las ventas de spray nunca han bajado. Su inmoralidad, tampoco.

¿Estás contra el tirano o con él?

Lo de que Edmundo González forma parte de la ultraderecha es más copy-paste propagandístico que realidad. Pero incluso si así fuera, en la gradación de tipos de personas despreciables, un ultraderechista sigue estando por debajo de un tirano. De la misma manera, votar con Vox en el Congreso tiene que doler, pero más doloroso debería de resultar colocarse a favor de un tirano que no respeta la voluntad de su ciudadanía y persigue a la oposición. En resumen: lo de Venezuela no va de derechas y de izquierdas, y esto lo expresa mejor que nadie Pepe Mujica, lo de Venezuela va de estar contra el tirano o con él.

¿Lo sabe o no lo sabe?

Puede que Alvise Pérez sea un ignorante. No pasa nada: uno aprende, se da cuenta de su error, rectifica si es necesario y sigue adelante. Puede también que Alvise Pérez sea un mentiroso que quiere desgastar el sistema democrático porque algunos prefieren romper el tablero cuando no saben jugar al juego. Cuando escribe que “en España llevamos 40 años sin publicar las actas electorales” no dice la verdad. Las actas electorales en nuestro sistema electoral son tan accesibles que los medios de comunicación hemos desarrollado en los últimos años infografías para que veamos cómo ha votado la ciudadanía en cada calle.

Cortesanos y cortesanas

Ayer escribí sobre el primer programa de David Broncano en La1 (que no me gustó pero me parece bien que esté ahí) y hoy lo hago sobre el que hizo Pablo Motos en Antena 3 el mismo lunes, porque El Hormiguero jugó duro (y esto es un halago): hizo la primera entrevista televisiva a Victoria de Marichalar. Y la hizo, por supuesto, a la manera que más le convenía a ella: tanto que el titular más destacado es sobre las bromas que le gusta hacer, ante lo que Adrián comentaba en X: “Su broma favorita es cuando usó la tarjeta black del abuelo para gastarse 250.000 pavos anuales de dinero público y no le pasó nada porque somos una mierda de país”.

Diez segundos

Una vez más, encuentro en X un comentario interesante de Xavier Tomàs, que corrige el dato triunfalista que ha hecho público esta red social: “El tiempo medio de consumo de cada usuario de la app Twitter / X es de 10 segundos. El número de usuarios mensuales de Twitter / X a nivel mundial es de 907 millones, mientras que de TikTok es de 1.040 millones”. Y una vez más, interpreto lo mismo: periodistas, políticas y políticas, y simpatizantes de partidos que quieren ser influencers damos demasiada importancia a X, cuando la mayoría mira a otras plataformas y durante mucho más tiempo.

Por guapo

No voy a fingir un falso escándalo: que Juan Carlos I haya encontrado la fórmula de una fundación en Abu Dabi que gestione su patrimonio y el modo en el que este llega a sus herederas, una vez Felipe VI ha renunciado a su herencia (venga, voy a hacer como que me lo creo), me parece lo de menos. Lo que más llama mi atención, de nuevo, es por qué Arabia Saudí le hizo una donación de 65 millones de euros y por qué él la aceptó, o por qué percibió “52 millones de euros en comisiones por la venta del Banco Zaragozano” (Público) cuando era jefe de Estado en España. Y estos son solo los ingresos más llamativos.

Por qué es importante Broncano

No me gustó La Revuelta el lunes (aunque Aitor Francesena lo dio todo y demostró que las barreras están en las mentes), no creo que vuelva a verlo. Menos me gusta El Hormiguero: no me gusta el presentador, no me gustan sus entrevistas, no me gusta el tono del programa y, por supuesto, no me gusta lo que transmite. El Hormiguero es un aspersor de testosterona y odio maquillado, y proyecta una visión de la sociedad (también de la vasca) machirula que me incomoda. Así que, sí, es importante que el programa de David Broncano (que ganó en Euskadi porque a ir de progres no nos gana casi nadie) exista y dé la batalla de la audiencia.

Así, no

Salvo en el caso de Ciudadanos, que se disolvió consumiendo sus propias reservas de mala uva, mala educación y mala política, sufro viendo las luchas intestinas de los partidos políticos. Yo los concibo como herramientas para debatir, defender ideas y llegar a acuerdos entre personas que piensan diferentes para beneficio de todas las personas. Así que las laceraciones y las sangrías me generan desasosiego: “Rovira se desvincula de los carteles de los Maragall y acusa la candidatura de Junqueras de guerra sucia” (El Nacional). “Yo también tengo capturas”, avisa. ¿Así entienden la democracia? ¿Así quieren convencer a las y los votantes no afiliados?

La tragedia sin fin

No podemos naturalizar el sufrimiento humano: “Al menos 40 muertos en un campo de refugiados de Gaza tras uno de los mayores ataques de Israel”, leo en Euronews y me niego, me revelo ante la idea de que esas 40 personas fallecidas, las heridas y las familias de todas ellas simplemente formen parte de un titular sobre el que pasar con ligereza. Forman parte de una tragedia y de una masacre que el actual gobierno de Israel perpetra con impunidad. Urge, un día más, que alguien haga algo para pararlo, para que no haya más titulares como el que me sobresaltó ayer, que Netanyahu sea juzgado implacablemente en una corte internacional.

Más claro, imposible

El guionista portugalujo, Raúl Díaz, ha tuiteado como si nada una de esas frases extraordinarias por la concentración de verdad que poseen: “El orden de peligrosidad, de menor a mayor, es el siguiente: un idiota, un idiota que se cree listo y un idiota que los demás piensan que es listo”. No importa cuándo lo leamos, cuándo lo retuiteemos y cuándo lo veamos relanzado en X o en otra red social. Es así: Trump en el debate, Maduro en el gobierno, Abascal tuiteando “puto ladrón”, Permach alabando las políticas del gobierno español, Alvise riéndose de sus votantes o Laporta asegurando que no han fichado más porque no han querido.

Las niñas y niños de Palestina

Habíamos oído hablar de ellas y ellos, pero estos días hemos visto cómo salían de la cárcel convertidas en mujeres y hombres: son las niñas y los niños palestinos que Israel retiene en cárceles y que ahora libera para lanzar bombas sobre ellas y ellos después. Chavalas, chavales que pasan cerca de diez años en centros penitenciarios sin juicios. ¿Qué tipo de delito les imputan? Y lo más importante: ¿qué tipo de delito podemos imputar al estado israelí que retiene a menores de edad? ¿Qué organismo internacional protege esas infancias? ¿Cómo lo justifican quienes defienden todavía al estado israelí?

Señores que te llaman y te explican

Sí, son señores normalmente los que te llaman por teléfono y te explican cómo son las cosas y lo que tienes que opinar primero y, después, escribir. Estos días están saliendo a la luz unos cuantos: periodistas en Twitter y sus medios de comunicación están exponiendo esas llamadas que han recibido, en este caso, de El Hormiguero “para intimidarlos por hacer chistes o críticas sobre Pablo Motos”, según Canal Red. Más allá de lo que hayan hecho los emisarios de Antena 3, me resulta sorprendente que sea precisamente el digital de Pablo Iglesias el que denuncie esto cuando en su web señalan a medios y sus redactoras y redactores sin cortarse.

Lo vieron y lo vemos

Comunicación de verdad, de esa que perdurará, no como la que hacen en El Hormiguero o publican en Canal Red (para un espacio político menguante), fue la que hicieron las fotógrafas y “los fotógrafos que cubrieron los años más duros de la guerra entre bandas de la Mafia siciliana”. Hablamos de las y los fotoperiodistas que ejercieron en Palermo a partir de la década de los 70, de las y los profesionales que cubrían a cualquier hora de cualquier día cómo los clanes se mataban entre ellos y el dolor de una ciudad que veía desangrar a sus hijas e hijos por la droga y la violencia. Su trabajo y su testimonio lo recogen en la web de la BBC.

El rastro del dinero

Llevar el dinero a Suiza y esquiar ya no está de moda: Hong Kong, Dubai o Singapur han cogido el relevo, explican en El Blog Salmón. Pero el movimiento de capitales que quieres mantener ocultos ya no se hace como antes: “A veces lo hacen la vista de todos en lugares como las principales ciudades del mundo, como Londres, París o Nueva York”. Y hay más: “Estados como Dakota del Sur tienen una regulación que permiten a ciudadanos extranjeros ocultar dinero”. También perviven modelos clásicos con sociedades “en Panamá, en Seychelles o en otros lugares que sean propietarios de otra sociedad en las Islas Cayman o en las Islas Vírgenes”.

Musk flipa

Elon Musk es el hijo del dueño de una mina de esmeraldas. Su riqueza, por lo tanto, no es fruto solo de su olfato para los negocios (no se lo niego). Pero ni siquiera él ha sido capaz de intuir que los países escandinavos no son solo grandes consumidores de sus Tesla: un conflicto laboral en toda regla que le ha estallado y le ha sorprendido. “Esto es una locura”, es lo que escribió Musk en Twitter al ver no solo que las y los trabajadores reclaman unas condiciones laborales dignas (para Suecia), sino que también ha habido una ola de solidaridad que le bloquea por completo la producción. “Un shock cultural para Elon”, dicen en Xataka.

«Ha sido ETA»

La frase que hizo famosa José María Aznar como la mentira más grande en política jamás contada fue lo primero que me vino a la cabeza cuando vi la respuesta de Consuelo Ordóñez a Rafael Hernando, el portavoz que Núñez Feijóo ha recuperado para el Congreso: la víctima de ETA afeaba la réplica en Twitter que había recibido del pepero. Hernando aseguraba que Gregorio, asesinado por el terrorista Txapote, hoy también gritaría “que te vote Txapote” a Sánchez. Y aseguraba también que “Goyo” fue su amigo. La de COVITE decía no conocer a Hernando y que, visto su tuit, él no conoció a su hermano.

Peor es el que la manipula

Estoy seguro de Santiago Abascal no es tan mala persona como nos transmite con sus declaraciones: “Avisa de que los primeros votantes de Sánchez serán ‘violadores, pederastas, golpistas, Txapote y Mohamed’, en referencia al rey de Marruecos”, informan en Europa Press. Estoy seguro de que Abascal no es consciente de la gravedad de sus palabras, de lo que significa lo que pronuncia. De hecho, me preocupan poco él y sus burradas, y me preocupa mucho el que se las escribe, el que se las hace memorizar, el que le asegura que eso es lo que tiene que decir, ¿para qué? ¿Quién gana generando odio? Sí sé quién pierde.

Esto está mal

El boicot, provocado o accidental por una presión mal medida, de los trabajadores de Navantia en Cádiz a Yolanda Díaz, que estaba dando un mitin en la ciudad, está mal. Está mal, para empezar, porque lo dice la ley, que es clara sobre el derecho de la ciudadanía a ser informada durante una campaña de las intenciones de quien se presenta. Y está mal porque algunos sindicatos y, lo que es peor, los movimientos asindicales (según El Independiente, estos trabajadores de Navantia acudieron “sin estructura sindical”) se han alejado del posibilismo para acercarse a la extorsión, y han cambiado el largo plazo por el cortísimo.

¿Quién es Tamara Falcó?

Sé quién es Tamara Falcó, sé que trabaja en “El Hormiguero”, sé que es una estrella en Instagram, sé que es el clavo al que se agarran las revistas del papel couché para conectar con la siguiente generación y sé que la creación de las estrellas “del corazón” es un fenómeno arbitrario. Pero me ha sorprendido la cantidad de información que toda la prensa ha publicado de su boda. Lo que no me ha sorprendido es que, como tuitea Tortondo, “los invitados a la boda de Tamará Falcó son como la programación del Canal Historia: nazis y tiburones”. Niñas y niños pijos con empresitas y descendientes de fascistas declarados. Qué cuadro.

¡Ah, sí, el cara a cara!

Por supuesto, también sé que ayer se celebró el esperado “cara a cara” entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. No estoy tirándome el pisto, no tengo mucho interés en él porque sé que si uno y otro han hablado de Euskadi habrá sido para mencionar lo peor de nuestro país: ETA y quien justificándoles. El poco interés que tengo es puramente profesional: ver cómo dos políticos que aspiran a gobernar un país se fajan en un diálogo televisado. Por el mismo motivo, por lo genérico, la pieza en The Objective de César Calderón me ha resultado de las más interesantes de la previa: “Siete formas infalibles de perder un debate electoral”.

¿Qué harían en Moncloa?

Este titular de Público es muy concreto y, a la vez, elocuente: “Los pactos PP-Vox amordazan el Orgullo 2023: sin banderas LGTBI, ‘lona del odio’ y la censura a Rocío Saiz. La alianza urdida entre la derecha y la extrema derecha boicotea una celebración que busca reafirmar el sentimiento de orgullo sobre las orientaciones sexuales e identidades de género tradicionalmente marginadas y reprimidas”. ¿Qué podría suceder el próximo 28 de junio si PP y Vox alcanzan una mayoría suficiente para gobernar? Espero no saberlo nunca, lo reconozco con total claridad. ¿No soy objetivo? Por supuesto que no, ante el intolerante no puedo serlo.

Un friki

Si con 29 años te describen como “admirador de Primo de Rivera y defensor del Valle de los Caídos” porque has “participado de homenajes al fundador de la Falange” y has colgado mensajes “defendiendo el espacio donde los restos de éste descansaban hasta abril”, pareces un poco friki. Si además haces vida activa en Vox hasta ser elegido diputado en el parlamento valenciano (el más joven del hemiciclo), lo confirmas. Lo pregunto completamente en serio: ¿qué lleva a un chico tan joven como José Muñoz Salvador a admirar valores tan rancios, personajes tan antiguos y dictaduras violentas? La respuesta evidencia uno de los principales problemas de España.

Hasta los mejores cometen errores

Las intrahistorias en política son, por lo general, apasionantes. Y en el caso de la líder del PP en Extremadura, un mirlo blanco durante la campaña que ha tenido que rectificar en su rechazo a Vox para formar gobierno autonómico, por supuesto, hay intrahistoria: la protagoniza a su pesar Santiago Martínez-Vares, el asesor que aupó a la candidata entre aplausos de los medios conservadores y que ha tenido que dimitir no por la tensión con Vox y Génova, sino por el audio que filtró un concejal sevillano del partido ultraderechista que, según The Objective, habría enviado el propio Martínez-Vares amenazando a Abascal, y que ha dinamitado todo.

¡Por supuesto!

Se acerca la campaña y el ruido de sirenas y pitos vuelve a las calles. Demasiada casualidad. Una vez más, una comunidad próspera como la vasca se llena de conflictos laborales en nuestras aceras y tímpanos. Una vez más, una conveniencia electoral marca el paso de las personas trabajadoras que aceptan que ELA firme todas las pancartas en su nombre. Y el Tour ha regalado un decorado a los oportunistas. Ahora son los bomberos de Bilbao. ¿Por qué no? Hace tiempo que no se trata de que los peores convenios sean actualizados: se trata de pedir más, y si es dinero público, mucho más. Y la ciudadanía, literal y metafóricamente, lo paga.

“Este tío nos ha utilizado”

“Este tío nos ha utilizado a Alsina, a Wyoming y Sandra Sabatés, a Aimar, a Pepa Bueno y a Cue, y a mí… solo para calentar y llegar así a ‘El Hormiguero’. No hay entrevistador/a que pueda hoy con un Sánchez desatado. Ya ha enganchado a la liebre Zapatero”. Lo tuitea Jordi Évole y lo protagoniza, cómo no, el presidente español, que está haciendo la precampaña en los mejores platós. No lo critico (no me parece en absoluto criticable), simplemente, lo señalo: Sánchez demuestra que va a por todas y que no se arruga, que se sabe el relato y que, como demuestra Évole, marca los tiempos a todas y todos… las y los que se dejan.