Reflexionemos

Lo que diferencia a una o un profesional de la comunicación política de una o un experto de plató es que en el primer grupo saben perfectamente que el indeciso no está comparando programas y revisando discursos, sino que decidirá finalmente ir a votar y a qué partido por algún estímulo imprevisible. Por si acaso hay algún raro que está repasando lo hecho por las y los eurodiputados hasta ahora, en InfoLibre han publicado esto: “Los diputados españoles de izquierdas son los más influyentes de la Eurocámara”. Entre los destacados, las vascas Izaskun Bilbao Barandica, Eider Gardiazabal e Idoia Villanueva.

Que reflexionen

Yo no sé si lo que ha hecho Begoña Gómez es legal o no. Pero sí sé que algo no ha hecho bien si ha dado pie a párrafos como este en The Objective sobre la plataforma que comercializa: “Está a su nombre y fue registrada desde una de las viviendas que comparte con Sánchez en la localidad de Pozuelo de Alarcón, pero cuya gestión está siendo pagada por la Universidad madrileña donde ella es directora de la cátedra y máster en transformación social competitiva. Un curso formativo que fue ideado por su gurú de confianza, Juan Carlos Barrabés, a quien recomendó con varias cartas para que ganara contratos públicos”.

La prensa, la primera

Me resulta desternillante que las pruebas de que, cuando menos, no ha sido decoroso ni adecuado lo que ha hecho Begoña Gómez, en una parte de la política y de la prensa sirvan para victimizar y defender tanto a ella como a Pedro Sánchez. Es evidente que el periodismo comete errores en las campañas. Otro: hablar del debate de “las europeas” en clave de política interna, sin dar valor a las candidatas o candidatos que propusieron algo. Y por supuesto, durante la legislatura: una vez más hemos llegado a esta campaña sin hacer los deberes, sin explicar la importancia de Europa, sin informar debidamente de lo que pasa en Bruselas y Estrasburgo.

¿Qué trajeron? ¿Qué han dejado?

Los microcréditos a voluntad de la ciudadanía no le han funcionado a Podemos: ha logrado captar solo 468.550 €. Su objetivo para financiar la campaña eran los 600.000. Lejos quedan los 2,8 millones de euros, que fue su techo en las generales de 2015, según El Plural. Ese mecanismo funciona cuando estás sobre la ola y todo es fácil. Cuando te has caído de la tabla y toca remar las cosas cambian. Ciudadanos desaparecerá del parlamento europeo mañana, Podemos es la tabla a la que se agarra Irene Montero. Y Sumar no ha dejado de restar. Solo queda Vox, como dicen en Vox, de aquella nueva política. ¿Qué ha aportado?

Una reflexión global

Noticias como esta de Mikel Segovia en El Independiente tienen que hacernos reflexionar pero de verdad, no solo unos segundos mirando al infinito: “Euskadi tiene diez veces más residencias de ancianos que guarderías”. Cada día que pasa estoy más convencido de que poco o nada tiene que ver la baja natalidad con las medidas de fomento: nunca hubo más y sigue descendiendo. La conciliación hoy no es más difícil que hasta ahora. Es el modelo de sociedad lo que merece una reflexión, los valores que hemos asentado, lo que hemos dado por bueno, y por supuesto nuestras contradicciones y nuestra hipocresía.

Las contradicciones

No parece que haya sido un buen fin de semana para Bildu. No entro ya a valorar la nueva tradición de hacer campaña sin el candidato: ya sabemos por qué querían ocultar a Pello Otxandiano. Y barruntamos por qué quieren hacer lo mismo con Pernando Barrena. Pero ni así se libran de contradicciones flagrantes: Miren Zabaleta hablaba “del pueblo vasco y de las navarras y navarros” (y en Bildu así lo tuiteaban), como si fueran elementos diferentes. Y el torero Morante de la Puebla, que estuvo en las fiestas de Azpeitia (municipio gobernado por Bildu) el año pasado y que volverá este, le ha brindado un toro a Santiago Abascal. Toma ya.

Era por amor. O no

Ni lo de Pedro Sánchez ni lo del PSOE es una contradicción: simplemente, es una jugarreta. “‘¡Pedro, Begoña, estamos con vosotros!’, el grito que mete en campaña a la mujer del presidente”, titulan en Vozpópuli. Un grito de guerra, o de campaña, que lanzó María Jesús Montero en Sevilla. Una soflama que demuestra que aquellos cinco días de reflexión solo fueron un golpe de efecto y que la entrada de Gómez en campaña es otro golpe de efecto. ¿Volverá a salirle bien la jugada a Sánchez? Es probable. Yo sigo con lo mío: lo que me deja con cara de pasmo es que entren al trapo, por seguir con lo taurino, algunas y algunos periodistas.

Liberales

En el PP andan un poco desorientados: su campaña es un cajón de sastre contra el PSOE, tan de aluvión que es difícil saber qué proponen salvo quitar al PSOE del gobierno de España mientras votamos para Europa. Y al mismo tiempo, en su pulso con Vox no le ganan ni un centímetro a los ultraderechistas, y eso que intentan debilitar a los de Abascal: “El PP ha contactado al menos dos veces con Espinosa de los Monteros tras abandonar Vox” (El Plural). Ante estas evidencias crece el runrún de que Núñez Feijóo está perseverando en su error: el PSOE crece por el centro porque el PP ha renunciado a ocupar ese espacio.

Que no vayan con los fachas

No creo que el sector primario en Euskadi vaya a tener problemas para generar simpatía y empatía hacia sus reivindicaciones. Cualquiera que tenga un contacto mínimo con sus profesionales es consciente de las dificultades que Europa les ha añadido. El único riesgo que corre este sector, imprescindible en todos los casos, es el de equivocarse de socio en sus manifestaciones: los sindicatos de la izquierda vasca y los partidos de la derecha española no lo van a defender, lo van a utilizar como ariete contra los gobiernos que no controlan. La cabeza fría junto con la justicia que ya le acompaña serán sus mejores argumentos.

Esa fue la vergüenza

No hace falta ser del Real Madrid para sorprenderse y admirar la manera de ganar de ese equipo. La final de la Copa de Europa fue un gran espectáculo que la rutina de la victoria madridista rebajo. Un show que no disfrutaron muchas y muchos invitados al campo. Lo vimos todos en televisión y Nacho Carretero lo explicó en X como pocos: “La vergüenza de ayer fue ver que la UEFA –una vez más– se queda con casi la mitad de las entradas. El lateral estaba casi vacío cuando arrancó la segunda parte. Influencers, famosetes y enchufados comiendo bocadillos con miles de verdaderos hinchas sin poder entrar en el estadio”.

Sensibilidad restringida

Me sorprende la facilidad con la que dan lecciones de sensibilidad quienes demuestran que son capaces de autolimitársela. Porque cuando una o uno es sensible, lo es en todo momento, con el esfuerzo personal de toda una vida en unas olimpiadas, con el dolor en Palestina, con el dolor en Ucrania y con el dolor a la puerta de tu casa. Así que este titular en el digital de Pablo Iglesias, “ERC, Bildu, Podemos y BNG plantan a Zelenski en el Congreso por desacuerdo con el gasto millonario en armamento para Ucrania”, estará escrito como si fuese un motivo de orgullo, pero la mayoría sensible lo leemos de otra manera.

Y ahora, ¿qué?

España ha reconocido el estado palestino. Está muy bien. Es una buena noticia. Esta vez la campaña ha empujado a Pedro Sánchez a dar un golpe efecto con un beneficio, aunque sea de rebote, para alguien que no sea él y algo que no sea el PSOE. ¿Y ahora, qué? He leído un par de veces la pieza de El Plural pero no me aclaro. En cualquier caso, ese reconocimiento de momento no pasa de simbólico. Y puestos a reconocer: es cierto que el camino inaugurado por Irlanda, Noruega y España lo pueden transitar otros países y, entonces, sí, Palestina empezará a ser tratada como un estado más, lo que obligaría a la ONU a hacer algún movimiento.

Gabriel Rufián tiene razón

Tiene toda la razón Gabriel Rufián en este tuit que me parece inapelable: “Lo que más duele de una amenaza, de un desprecio, de un señalamiento, de una difamación, de un insulto o directamente de una agresión… Lo que más duele es el silencio cómplice o miedoso alrededor. De propios y extraños. Si tenéis un mínimo de dignidad no lo hagáis jamás”. Y acaba mandando un abrazo a Pablo Iglesias e Irene Montero, que volvieron a sufrir acoso cuando acudían al juicio contra uno de sus acosadores. Esto no podemos permitirlo, debemos alzar la voz, como dice Rufián, por solidaridad y porque debemos dignificar la política.

No hagas la campaña al fascismo

“Los cinco menores de edad que este pasado domingo fueron detenidos por su presunta implicación en la muerte de un varón en el barrio getxotarra de Algorta (Bizkaia), no son menores no acompañados, ‘menas’, de origen magrebí, según ha informado el departamento vasco de Seguridad”. Más claro no puede ser este primer párrafo en la web de Onda Vasca, y otros medios también han difundido la noticia, así que no hay excusa para seguir propagando bulos malintencionados contra un colectivo vulnerable (no olvidemos nunca esto), salvo que quieras hacerle la campaña europea a la extrema derecha y los fascistas.

Incultura

En Público hacen un interesante repaso a “las alcaldías de Vox, un año después del 28-M”. Y se preguntan “¿qué ha pasado en los municipios en los que gobierna la extrema derecha?”. Pues poca cosa: son municipios muy pequeños (el más grande es Náquera, en la Comunidad Valenciana, con menos de 8.000 habitantes). Pero si algo se repite, también en ayuntamientos en los que gobierna el PP con las y los de Abascal, es la incultura: no quieren ver películas, como en Borriana, ni oír canciones en asturianu, como en Gijón, y en los que gobiernan sobre todo meten la tijera en cuestiones similares o de género. En resumen: ignorancia e incultura.

¿De esto iba, no?

La primera aparición pública de Pedro Sánchez después de su entremés del fin de semana pasado ha sido en la campaña catalana para arropar a Salvador Illa y por sorpresa. Su teatrillo iba de esto, ¿no?, de golpes de efecto en período electoral coordinados con el CIS. ¿O era por otra cosa? Por su mujer, a estas alturas, todo el mundo sabe que no: ella le dijo que no lo dejara y él utilizó los ataques para lanzarse en las encuestas. ¿Machismo, feminismo o todo lo contrario? ¿A alguien le importa? Sánchez ha conseguido lo que quería: seguir en la pelea por agotamiento de sus enemigos, los íntimos y los demás.

Puigdemont, el neoconvergente

La política catalana me resulta extraña. Tan cerca y tan lejos. Y no solo es una percepción propia: miente quien diga que la conoce bien desde Bilbao o Madrid. Catalunya es una nación que funciona con sus propias lógicas, que envía al tercer puesto de las encuestas al actual president, que es permeable a las funciones del PSOE y que encuentra en Puigdemont un refugio del independentismo y la convergencia de toda la vida. Después del apoyo de Pujol, el expresident cuenta también con Artur Mas: “Votaré a Junts y votaré president Puigdemont”. “No quiero a un president dependiente ni otro tripartito” (El Nacional).

Los logros los consigue la riqueza, no la lucha

“Los sindicatos piden mejores salarios, reducción de la jornada laboral y el pleno empleo”, ese es el resumen El Cronista sobre el 1 de Mayo español. En Euskadi, además, de la carta a Olentzero, los sindicatos mayoritarios dejaron claro el cómo: por medio de más confrontación en un país próspero como es el vasco. Que nadie se confunda, se deje engañar o intente despistarnos: lo que consigue las mejoras laborales no es la lucha, sino la riqueza. Sin riqueza no hay reparto. Y si no conseguimos atraer (por culpa de la confrontación, hablémonos como personas adultas) a quien la genera, ¿qué vamos a repartirnos?

¿Bulo o exclusivaza?

No hace ni una semana que Pedro Sánchez anunciaba, después de cinco días de reflexión que dejaron al mundo atónito, que iba a hace frente a las fake-news como el que más, y nos encontramos en El Plural, un medio tan pegado al PSOE que hace falta espátula para separarlos, una serie de supuestas confesiones anónimas de personas que han pertenecido al PP y que “denuncian prostitución, espionaje, maltrato y tráfico de drogas dentro del partido”. No es tema pequeño como para que quede alojado en un digital de parte (y esto es un hecho, no una crítica) y sin otra denuncia que la mediática. ¿Quién embarra?

Esto va de periodismo

Visto lo de Pedro Sánchez, leído lo de El Plural, me veo obligado a poner en valor esto de Carmela Ríos en X: “No es tarea de los políticos. Somos los periodistas y los medios de comunicación quienes debemos liderar la misión de contar la desinformación y combatirla. Nos va en ello nuestra propia supervivencia”. Y empezaría por el aquí y el ahora, por todas esas cuentas impulsadas por el partido que venía a elevar el nivel del debate y que lanzan fake-news, que pueden llevar periodistas, y que no denuncia la prensa vasca como sí hace cuando el contexto es otro. O entre todas y todos lo sostenemos, o el periodismo se va por el sumidero.

Euskadi se merece algo mejor

Escribo esta columna sin conocer el resultado electoral, así que lo hago con una libertad total, sin saber si EH Bildu ha logrado el famoso sorpasso y, ante una urgencia de Sánchez, llegará a Ajuria Enea. Pero si de algo estoy seguro es de que las vascas y los vascos merecemos algo mejor que un partido que hace una campaña de cartón piedra, que esconde al candidato (un tipo aburridísimo cuando hemos logrado verle) y que exhibe este déficit moral cuando le preguntan: “Otxandiano afirma que la violencia de ETA no se debe plantear como ‘una película de buenos y malos’” (El Independiente).

En contra del futuro

Ya nadie podrá decirme en X que estoy haciendo electoralismo, donde mis columnas han generado bastantes comentarios porque, como me dijo hace muchos años una de las personas más inteligentes que he conocido, si algo no soporta la izquierda abertzale es que la pongas delante de un espejo. Retomo el hilo: ahora no hago electoralismo cuando digo que EH Bildu y PP tienen más de trogloditas que de cualquier otra cosa, y que si lo digo es porque leo cosas como esta: “PP y EH Bildu se alían en Álava para evitar que el AVE tenga parada en Miranda de Ebro” (El Plural). Les asusta el futuro. Pero ya cogen el AVE y luego usarán la “Y” vasca.

Qué tontería

El mismo PP que votaba con Bildu en las Juntas Generales de Araba, y que lo hace recurrentemente en el Parlamento Vasco, hacía campaña con argumentos de mierda como este que soltaba, sin sonrojarse, que tiene mérito, el paracaidista Alberto Núñez Feijóo: “Hay tres formas de votar a Bildu: la directa, votando a Bildu. La encubierta, al PSOE. La aplazada, al PNV”. Además de un galimatías, a nadie se le escapa que esto es una gilipollez. Y con tonterías de este calibre han hecho su campaña vasca. Así les va como les va, también. Y les irá como les irá en Catalunya. Un partido que presume de español como el PP desconoce su España.

Primero, los votos. Después, los principios

El PP prefirió insultar la inteligencia de los vascos antes de respetar la memoria de sus propios muertos: “El PP vasco frenó su respuesta a Bildu porque ‘hablar de ellos da votos al PNV’. Pidió a los dirigentes ‘populares’ pasar de puntillas, ya que cree que potenciar el miedo a la victoria de Bildu tras la polémica de ETA potenciaría el voto útil a Pradales”. Tuve que leer un par de veces el tuit de Juanma Lamet con el que resumía la pieza en El Mundo que explicaba algo tan sencillo como esto: para el PP primero van los votos y, después, ya si eso, los principios éticos y morales. Si siempre instrumentalizó el dolor, ¿por qué iba a dejar de hacerlo ahora?

La caída del guindo

Vuelvo al principio: escribo esta columna sin conocer los resultados electorales de ayer, así que no sé si cuál de estos dos partidos ha logrado su objetivo político de quedar por encima del otro, sin importar el coste: Podemos o Sumar. Lo que sí creo es que la caída del guindo de mucha gente que esperaba algo más de ese espacio a la izquierda del PSOE ha sido antológica. Estefanía Molina fue contundente en X: “La presunta ‘plurinacionalidad’ en Podemos siempre fue un cuento, un disfraz oportunista para sacar votos. La verdad es que su visión de España es centralista, madridcéntrica y paternalista. Basta ver su vídeo burlándose del PNV”.