Y con él llegó la República Vasca

Una cosa es que Arnaldo Otegi sepa que tiene el discurso comprado antes de pronunciarlo porque los suyos se mueven más por el odio al PNV que por cualquier otro impulso político o social, y otra es que el líder de Bildu piense que toda la ciudadanía es igual de permeable. Porque, si votar “sí” a unos presupuestos españoles, con todo lo que eso conlleva, es avanzar en la República Vasca, ¿no llega 40 años tarde la izquierda abertzale? ¿O es votar “sí” a estos PGE lo que ayuda a avanzar en esa independencia? Entonces, Otegi se sumaría a la tan española tradición de pensar que la política llegó con él.

Rafa Cabeleira nos lo resume

Creo que esta sentencia de Rafa Cabeleira va a convertirse en una de mis preferidas, por lo menos, hasta que dure la pandemia: “No pasa nada por ser un poquito hijo de puta, lo imperdonable es ser profundamente subnormal”. El periodista se refería al tui de Alfonso Rojo en el que criticaba a la hija de Ernest Lluch por legitimar lo evidente: la acción política de Bildu. Otra tradición española parece ser la de los señores que explican lo que le sucede a quien vive en primera persona los hechos. Por suerte, seguimos contando con cronistas como Cabeleira que dejan claro, con un hablar llano, lo que todos pensamos de muchos.

Así va España

Lo que a Bildu más le cuesta admitir es que su entrada en el posibilismo político llega 40 años tarde sin ninguna buena razón que justifique ese retraso. De hecho, la política, por definición, es posibilista. Si se basa en el enfrentamiento solo sirve para la foto del periódico de turno y el tuit. Y es necesario ese posibilismo, hoy y siempre, incluso con esa España en la que “un cambio burocrático” (Vozpópuli) dejó sin cobrar el ERTE a miles de trabajadores. Nadie se libra de un error, pero es el mismo país, el mismo gobierno y la misma crisis en la que el ingreso mínimo vital pasó de gran anuncio social a problema crónico.

Y así, algunos españoles

Quien no parece necesitar el Ingreso Mínimo Vital ni ha pasado a formar parte de un ERTE, ni nota las restricciones de movilidad (ni las restricciones, en general), es Elena de Borbón, que ha visitad en Abu Dabi a su padre, Juan Carlos I. Según hemos visto estos meses, la hija de Elena, precisamente, también se ha desplazado por territorio español pese a las limitaciones, y la hija y hermana de reyes “no es la primera ocasión que sortea las restricciones a causa del coronavirus. Hace unos días, con la región de Andalucía cerrada perimetralmente, la infanta Elena viajó hasta Sevilla para acudir a misa” (El Plural).

Hil da jainkoa

El título de la canción de Pi LT podría ser la banda sonora de la noticia de El Clarín que el miércoles por la tarde saltaba de WhatsApp en WhatsApp: “Conmoción mundial: murió Diego Armando Maradona”. El Diego, el de la mano de Dios, el Diez, el Pelusa, fallecía a los 60 años. Yo, que cuento cuarenta otoños, solo le vi jugar en su ocaso y en los videos de sus goles que siempre han estado en YouTube. Pocos pegarán a la pelota como él y nadie tenía tantos recursos futbolísticos en aquel momento, pero el personaje se comió al jugador y la leyenda nace con demasiados relatos. Que descanse por fin en paz.

Los límites del humor sobre la Casa Real

Una broma en Twitter sobre la infanta Elena de Borbón y el centro de parálisis cerebral que lleva su nombre ha vuelto a abrir el debate sobre los límites del humor porque, al parecer, hay unos cuantos españoles sobre los que no podemos hacerse chistes. Da la casualidad de que esos españoles forman parte de la misma familia y que a mí sus vivencias (si no son indignantes) y las chanzas de las que son objeto me hacen mucha gracia. Así que, sí, me reí con el chiste que ha levantado la ira de los estrechos de mente y con este de El Mundo Today: “Elena de Borbón denuncia la desaparición de su padre”.

Valdearenas, presidente

Sigo con el humor, porque David Valdearenas está “quedándose” con mucha gente gracias a su personaje de culé entregado que llora la marcha de Leo Messi. Si han visto en Internet e incluso en televisión imágenes de un aficionado del FC Barcelona lamentando de un modo exagerado la salida del futbolista seguramente hayan visto a Valdearenas, que está caricaturizando la situación como nadie. Ahora, en su cuenta en Twitter, con más de 11.200 seguidores, ha anunciado que está pensando en presentarse a la presidencia del FC Barcelona. Necesitamos más gente que relativice los “dramas” con tan buen humor.

A Iglesias le va más el drama

Me hago viejo y cada vez soporto menos los dramas televisivos. Prefiero un chiste rápido en Twitter sobre la familia real o sobre la falsa tragedia de la marcha de Leo Messi. Soy así de simple. Pero respeto, por supuesto, a quien disfrute con la ficción “intensita”, como hace Pablo Iglesias, que ayer mismo nos recomendó la última serie que ha visto: “Hippocrate”. Va sobre un hospital, porque toca demostrar sensibilidad hacia el personal sanitario, por supuesto. Yo sigo sin tener claro qué aporta (o qué resta) que el vicepresidente del gobierno nos cuente qué series disfruta. Lo de ser “moderno como tú” ya está amortizado.

Mucho más serio

La crisis económica a la que nos enfrentamos va en serio. Empresas que resistieron los peor de la anterior ven el futuro muy negro porque la pandemia afecta económicamente a un montón de sectores, a cualquiera que tenga que ver las personas. Valga como muestra Cantera Deportiva que, en su 25 aniversario, no puede salir a los kioscos, como ellos mismos han anunciado en Twitter, y que va a tener más difícil hasta ir generando contenidos. Como parte de la sociedad tenemos que tener sensibilidad, sobre todo quien no tenga problemas laborales o de salud. Necesitamos mirar alrededor más que nunca.

Un calendario… Curioso

Fueron varias las voces que lo avisaron antes del propio sorteo: el calendario de la liga española más rara de la historia (porque esta empieza ya sin público y con la final de la Copa del año anterior pendiente) iba a deparar alguna curiosidad. Y así fue: entre otras cosas, Lartaun de Azumendi señalaba que las dos fechas que se han barajado para la final de esa copa más vasca que nunca coinciden con los dos partidos entre Athletic y Real Sociedad. ¿Una competición adulterada? No lo sé, pero la percepción de que se trata de una competición dirigida va generalizándose, y eso erosiona más que el coronavirus.

2020 y así estamos

Estamos viendo una pandemia mundial y la que va camino de ser la mayor revuelta contra el racismo de la historia de EE.UU. en pleno 2020. Lo que viene a ratificarnos que no nos retiraron el carné de gilipollas cuando nos dieron acceso a Internet. Al contrario, nos lo renovaron. Porque hay que ser muy gilipollas para despreciar a alguien por el color de su piel, y hay que tener muy grandes las tragaderas para colaborar con quienes lo hacen (y pueden abandonar los del PP el Senado todas las veces que quieran, que ahí están, pactando con Vox). ¡A la mierda los racistas y quienes les amparan!

Está pasando lo lógico

José Andrés, el cocinero asturiano afincado en EE.UU., es uno de esos personajes a los que no hacemos el caso que deberíamos: según la periodista Elizabeth Landers, el chef participa en las propuestas pacíficas de Washington y lleva comida a los manifestantes. Andrés conoce muy bien la realidad estadounidense. Una realidad que pasa por una consecuencia lógica: que alguien que simpatiza con la extrema derecha llegue a la Casa Blanca ampara y genera comportamientos que han acabado siendo una olla con demasiada presión. Lo que está pasando es tristemente lógico. Y lógica tiene que ser nuestra respuesta.

300.000 lereles

Es una noticia del año pasado pero ha vuelto a Twitter esta semana con cierta intensidad. ¿Por qué? Pues porque estamos hasta las gónadas de las desigualdades. Por eso hay policías de balcón, vigilantes de las playas y guardianes de las mascarillas (entre los que me incluyo) que se desahogan en las redes sociales, porque la mayoría hemos sido de los que cumplen las normas y vamos tirando mientras la minoría se piensa que el mundo está puesto para ellos y nosotros somos figurantes. Así que, sí, comparto de nuevo aquí el sueldo de la infanta Elena en la Fundación Mapfre: 300.000 lereles al año. Y seguro que sin ERTE.

Y eligen dónde pasan la cuarentena

Desconozco si lo ha pagado su madre con ese sueldo o ha salido de algún otro fondo, como el mantenimiento de los palacios y vehículos reales, pero Froilán se ha pasado la cuarentena en un hotel de Marbella y su hermana, Victoria, en un cortijo de Jaén. Anabel Alonso se quejaba en Twitter ante la información: “¿¡Eligieron!?”. Sí, lo hicieron, porque en España hay dos tipos de españoles: los de la casa real y el resto, queramos o no. Es otro rollo, es su rollo, el de la superioridad, el de los buenos sueldos y los buenos alojamientos, el de la libertad para elegir. Para ellos, no poder elegir dónde pasar la cuarentena es de pobres.

Empieza el lavado de cara

Termino este bloque (de vez en cuando hay que dejar espacio a sus majestades, para que no olvidemos qué hacen y cómo se ríen de nosotros) con el príncipe Joaquín de Bélgica, ese que se saltó las reglas del confinamiento, viajó hasta Córdoba y mantuvo un encuentro con una treintena de personas antes de saber que tenía el coronavirus. Pues bien, empieza la operación para lavarle la cara, lo que ha pasado con todos los reyes desde que hay historia: según el abogado de Joaquín en Córdoba (de donde es su novia, hija de terrateniente), hubo dos fiestas con 15 personas y no se saltó todas las normas.

La desinformación como síntoma

Van del tirón un ramillete de noticias de Eldiario.es, a cada cual más sintomática de la mierda de tiempos que vivimos: “La Policía alerta de la creación de 1,5 millones de cuentas en redes sociales para ‘manipular’ sobre el coronavirus”. La que acabo de escribir casa especialmente mal con la siguiente: “La Policía evita abrir expediente al agente que difundió el bulo del material sanitario y comprueba si cabría una sanción”. Y para terminar: “El PP paga en Facebook para difundir que ‘mueren por coronavirus muchas más personas de las que dice el Gobierno’”. En Euskadi, por supuesto y por desgracia, también lo padecemos.

¿Quién se la merece?

Adriana Lastra ha puesto la cara en Twitter para que se la partan cuando ha publicado un vídeo con datos para desmentir parte de esos bulos que ha hecho correr la oposición al gobierno español. Dice la socialista que España no se merece esta oposición. Estoy de acuerdo. Pero es la que representa a la ciudadanía de un país. Exactamente igual que la oposición vasca, que se ha dedicado a extender bulos y a negar las cifras oficiales, por supuesto, para generar más alarma. Es la oposición que representa a una parte de Euskadi que nunca ha comprendido el dolor y por eso, precisamente, siempre ha pretendido apropiarse de él.

La realidad es compleja

Todos esos bulos, toda esa mierda lanzada a Twitter para que actúe a modo de aspersor se basa en ideas sencillas: que garanticen material a todos los sanitarios, que regalen mascarillas a la ciudadanía, que paren la producción de todo y los sueldos sigan pagándose. Lo jodido es dar respuesta con datos reales: los gobiernos de todo el planeta están buscando material sanitario y mascarillas, y son menos los países que paran la producción que los que la mantienen, por eso lo que vendrá después será una crisis económica, porque los clientes y los proveedores siguen compitiendo en el mundo. Lo fácil es el tuit.

¿Una pandemia que no entiende de clases sociales?

Pase lo que pase, la extensa familia real española vivirá mejor que cualquier otra familia. Quien siga defendiendo que esto sea así o pilla cacho o no se tiene ningún respeto a sí mismo. Esto han publicado en El Plural: “Los escoltas de la Casa Real han decidido alzar la voz (…). No sólo claman por la falta de material de protección frente a la pandemia, que les ha llegado en cuentagotas hasta este mismo martes, sino por los caprichos de las infantas Cristina y Elena, que les mantienen trabajado al mismo nivel y cumpliendo encargos como ir a por comida a restaurantes o a por zapatos en Zarzuela”.

Operación: salvar al soldado Felipe

Con la opinión extendida de que la Casa Real española no aporta nada en el siglo XXI salvo gasto y escándalos, llega este coronvirus para certificar la inutilidad de algunos elementos. Por desgracia para Felipe VI y su cohorte, solo los que chupan del tarro defienden ya una jefatura de Estado por herencia genética. Así que unos cuantos se pusieron a inventar una serie de noticias favorables al monarca. Pero nada da resultado. Su última comparecencia, vestido de militar y con mascarilla y guantes podría formar parte del museo de lo prescindible. “Flipao”, como le llamaba Llimoo en Twitter, es lo menos que podemos decir.

Llarena, déjalo

Xavier Sardà, que ha dejado claro varias veces que independentista no es, escribió una columna en El Periódico (accesible en su web) que firmaría no ya cualquier nacionalista, sino cualquier persona con un poco de sensibilidad y los ojos abiertos. Sardà viene a pedir a Pablo Llanera que pare, a la justicia que sea justa y a los medios que nos fijemos en que el mismo gobierno que disputa si hubo o no malversación el 1 de octubre está “hasta las cejas de casos de corrupción”.

El amarillo no agrede

Salta a la vista, pero la pieza de Magnet sobre cómo no tiene ninguna justificación retirar camisetas o bufandas amarillas a los aficionados del FC Barcelona, hay que leerla: los jueces han dicho que un abucheo o un silbido son formas pacíficas de protesta, UEFA y FIFA solo regulan los mensajes que emiten los jugadores en el terreno de juego (levantándose la camiseta, por ejemplo), no el público en la grada y, por supuesto, no había motivo justificado para requisar prendas de ese color.

Faltaba Fariña

La cuenta en Twitter de la editorial, Libros del KO, también lo recordaba, pero los más expresivos fueron los de Jot Down Magazine: “Falta ‘Fariña’ en Sant Jordi. Que no se nos olvide”. Así es: con la serie en un momento estupendo de trama y audiencia, Fariña habría sido este 23 de abril uno de los libros más demandados y regalados, pero la censura funciona, ¡vaya que sí lo hace!, y la editorial y el autor están perdiendo muchísimo dinero que les permitiría seguir investigando.

¡Que no se nos pase!

Ni el gran problema catalán ni sus expresiones más sonrojantes (o así deberían de ser) para España como la prohibición de camisetas o bufandas amarillas, ni el desastre judicial de Fariña, ni otros casos que seguimos como el de Altsasu o “la manda” deben hacer que perdamos de vista que “la policía nacional descubre que el Gobierno murciano del PP colaboró para que ACS consiguiera rendimientos del 60.000% desplazando todos los costes y riesgos a las arcas públicas” (El Confidencial).

La Infanta lista

Cristina de Borbón siempre había sido considerada más inteligente que su hermana hasta que ella misma prefirió quedar ante el juez y la sociedad española como una mujer incapaz de leer lo que firmaba y que hacía caso a su marido sumisamente. Ahora sabemos, además, que Elena de Borbón cobra casi el doble que su hermana (300.000 contra 170.000) por un trabajo equiparable, cada una en una Fundación, y lleva una vida mucho más tranquila (siempre que Froilán se lo permita).