Pasará a la historia

Pedro Sánchez tiene claro que pasará a la historia y que lo hará “por haber exhumado al dictador y por reivindicar el pasado luminoso del republicanismo” (Vozpópuli), entre otros motivos. Lo de pasar a la historia lo ha dicho él, literalmente. Lo que yo recuerdo de la exhumación de Franco es que estuvo tan mal hecha que en la televisión pública española emitieron un “viva Franco” entre honores, y la luz del republicanismo me parece que durará lo que ilumina una cerilla porque este PSOE, este Sánchez histórico wannabe, ha cebado y ceba a la extrema derecha en beneficio propio cortoplacista. Mala historia parece esta para hacerla.

Ojo, que nos las cuela todas

El ministro José Luis Escrivá ha hecho anuncios aparentemente escandalosos pero ha acabado colando todas sus mierdas para perjuicio a largo plazo de las personas trabajadoras. Este gobierno español, el más progresista de la historia según quienes lo integran, solo trabaja a corto plazo: lo hace Sánchez pero también lo hace Escrivá, que ahora quiere fastidiarnos a 30 años, que es lo que usaremos para calcular nuestras pensiones. De momento, solo es un anuncio, como lo eran todos los que han acabado convirtiéndose en medidas perjudiciales. Pero ya vendrán otros a arreglar los desaguisados.

“Ser el PNV madrileño”

Esto es lo que pretende ser Más Madrid, según Más Madrid (y recoge El Periódico de España). Y eso, ¿qué significa? “Desarrollar una política industrial para sectores clave”, explican desde el partido de Errejón y Mónica García, donde “tienen claro que hay que mirar hacia este partido vasco porque su modelo en los últimos años ‘ha evitado el declive industrial que sí se ha vivido en otras regiones’”. Con esta “inspiración” lo que buscan es diferenciarse de Podemos y superar a un PP que ha dejado que la industria se desangre en beneficio de modelos económicos más conocidos por todos en forma de pelotazo, ya que estamos de Mundial.

Regalos de 100.000 €

Es una buena noticia que la Hacienda española siga reclamando y peleando por lo que Juan Carlos I debe a todas y todos los contribuyentes. Ahora, son “los regalos de unas cacerías que aceptó tras su abdicación”. Y con cada reclamación y pago nos enteramos de las prebendas que El Campechano recibía: “96.696 euros enviados a una cuenta de su ayudante de campo y 95.365 euros en operaciones en tratamientos de estética y rejuvenecimiento” (Nius). ¿Quién y por qué le ingresa casi 100.000 € en una cuenta o le regala un estiramiento de la papada, o lo que sea que se haya hecho? Eso es lo que necesitamos saber.

Ni con más dinero que nadie

Ni con más dinero que nadie Elon Musk parece listo. Su foto de lo que tiene en la mesilla le delata como un zumbado un poco guarrindongo (acumula cuatro latas de Coca-Cola terminadas y una botella de agua casi vacía) al que le gustan las armas: tiene una que parece una réplica de la de un videojuego y otra que parece histórica, no sé si también una réplica o una original. Un bodegón contemporáneo que no pasa desapercibido, como no lo hace que él mismo lo haya difundido en Twitter. ¿Cuál es el mensaje? Ni me voy a molestar en interpretarlo: es rico porque es excéntrico, si no lo fuera sería un imbécil.

¿Qué puede salir mal?

Cuando el anterior equipo de Twitter baneó miles de cuentas no lo hizo arbitrariamente. Trump era y es un tipo peligroso, y lo son quienes acosan, insultan, suplantan identidades… Pues bien, todas ellas y todos ellos volverán a Twitter (salvo que hayan cometido delito o hayan difundido spam) porque Elon Musk, en su particular manera de entender la democracia, ha vuelto a hacer caso a la turba. A Musk no parece importarle bajar la calidad de Twitter: él quiere cantidad. El hombre que tan preocupado se mostraba por los “bots” y las cuentas falsas ahora readmite a orcos con la cabeza bien alta, como Sauron.

Todo está mal

Los fans de Elon Musk creen que está abriendo un debate al adelgazar la estructura de Twitter y lograr, al mismo tiempo, que siga funcionando. ¿A qué precio? Ya avisó el hijo del propietario de una mina de esmeraldas en Zambia (y no, esto no es casualidad) de que quienes se quedasen iban a hacer largas y extenuantes jornadas, como Esther Crawford, directiva de Twitter, que “compartió con orgullo esta foto durmiendo en su trabajo”. “La romantización de la explotación laboral es una tara más de este capitalismo de ricos caprichosos y aduladores aborregados”, tuitea Pepo Jiménez, y yo solo puedo estar de acuerdo.

Los medios, los bancos

Musk no distingue entre la turba que habita en Twitter y “el pueblo”, es un latiguero reconocido que abandera la libertad de expresión y despide a quien le cuestiona, y desde este punto de partida, acompañado de su fortuna indecente, quiere sustituir a los medios. Reconozco (desde este grupo, con todos sus defectos y virtudes) que a veces estoy tentado a rendirme y darle la razón: “El Banco Santander puede volver a hacerse fuerte en el consejo de administración de Prisa aprovechando la necesidad de financiación que tiene el grupo” (The Objective). Por supuesto, “a cambio pide una mayor participación en la gobernanza”.

A Vox le da todo igual. O casi

Vox ha conseguido, con su ataque vía Carla Toscano, que se prestó a ser la mujer más machista del Congreso ahora que Macarena Olona no está, conseguir lo contrario de lo que, aparentemente, pretendía: Irene Montero está reforzada después de las consecuencias negativas que su última ley iba acumulando. Pero eso a Vox también le da igual: ellos lo que quieren es presentarse como la oposición sin pelos en la lengua (también sin decencia), recuperar el foco, a cualquier precio, y socavar la confianza en las instituciones democráticas (de eso va la ultraderecha, justamente). Y lo han conseguido.

Los más tontos

El vídeo en el que “fanáticos de Bolsonaro claman auxilio extraterrestre con la luz de sus móviles por la victoria de Lula” (El Plural) es para verlo. Un grupo de simpatizantes del expresidente ultra de Brasil con las linternas encendidas sobre su cabeza apuntando al cielo y la otra mano tapándola y mostrándola, todo ello, en medio de una contaminación lumínica que solo es otra muestra de que la idiocia en aquella plaza estaba repartida con generosidad. Son las y los más tontos porque solo desde ese punto de partida uno puede entregarse a la extrema derecha y estar dispuesto a hacer el ridículo por ella.

La turba decide

No tiene nada de democrático que Twitter haya devuelto su cuenta a Donald Trump después de que el propietario de la red, Elon Musk, publicara una encuesta preguntando por ello a las y los usuarios. Porque en esta red social nada es neutral y la turba en la que se apoyó Trump y a la que recurre Musk para no perder usuarias ni usuarios, está bien organizada. A Musk se le llena la boca con la libertad de expresión pero da altavoz y poder a extremistas con sospechosamente demasiado tiempo libre para pasarlo en Twitter y que actúan como un ejército, y pone alfombra roja a quién, por medio de mentiras, promovió el asalto al Capitolio.

Y Trump pasa… De momento

Pese a que Musk se lo ha puesto en bandeja, Trump ha decidido no volver a usar su cuenta en Twitter y seguir informando a sus seguidoras y seguidores por medio de sus propias herramientas on-line. No me lo creo, estoy seguro de que Trump recogerá el guante lanzado y aprovechará la oportunidad más adelante, cuando a Musk también le venga bien, proyectando sobre Twitter una imagen de futuro que conviene a los dos magnates. Este es el juego: los dos pijos del colegio han cogido la máquina de moda en la sala y no la sueltan, cinco duros a cinco duros, y el resto solo podemos lanzar una miradita desde atrás a la pantalla.

Qué asco

La FIFA ha sido desde su creación una organización de vendidos, de usureros, de egoístas ambicioso, de tramposos y de derechas (incluso cuando Havelange abrió los brazos a China o la RDA lo hizo por su propio interés), y lo sigue siendo: “La FIFA veta el brazalete LGTBI en el Mundial: tarjeta amarilla para quien lo lleve” (EPE). Es el titular de la vergüenza, es la imagen de la felación sin disimulo a los emires, jeques y quien tenga el fajo de billetes. Es, en definitiva, lo que más nos desagrada del fútbol: ver a quienes lo poseen manosearlo para su propio beneficio sin respetar a nada ni a nadie. Qué asco. Qué puto asco.

Ya lo sabíamos

Que Gianni Infantino es tan listo como parece ya lo sabíamos. Lo que no sabemos aún es quién mueve los hilos de la marioneta, porque está claro que no le da para más que para mover las piernas y la boca cuando tiran de él. Su discurso, previo al arranque del Mundial, previo a la indecencia de sacar una tarjeta amarilla a quien porte un arcoíris en el brazalete, como bien tuiteó Álvaro Palazón, “te lo firma Michael Scott”. El jefe en la versión gringa de “The Office”, sin embargo, era un tipo que intentaba hacer bien las cosas, egoísta y mezquino, pero no malvado. Infantino, solo viendo con quién anda podemos saber cómo es.

Por lo menos, no hicimos la ola

Nada que objetar al Club: el Athletic hizo lo que debía en el partido de las leonas contra la Real Sociedad el pasado sábado. Una vez más, fuimos las y los aficionados quienes no estuvimos a la altura. Por lo menos, no hicimos la ola mientras el equipo local se afanaba en remontar el 1-3. Pero sí volvimos a cometer el error de tomar San Mamés por una guardería: el partido pasó de familiar (como debería de ser el fútbol) a convertirse en una excursión de media gela con un par de amas o aitas mientras los demás esperan fuera. Así no así no se anima, así no se avanza, así el fútbol sigue siendo “fútbol femenino”, y no solo “fútbol”.

Twitter se muere

No lo digo yo, lo tuitea Elon Musk con su particular humor: un “meme” en el que se ve una lápida sobre la que hay un logo de la red social y alguien, con ese mismo logo, posando para una foto divertida junto a la tumba. Es la forma de Musk de decir que el deceso de la red social (probable si se confirma que no quedan en plantilla suficientes ingenieros y programadores para mantenerla) es culpa de quien fue de Twitter y ha abandonado el barco. El final de la plataforma, insisto, es una posibilidad real, y la culpa es atribuible, en gran medida, a su nuevo dueño aunque en sus bromas sugiera lo contrario.

Pero, ¿qué ha pasado?

BaityBait explica muy bien, precisamente en Twitter, qué ha pasado: en esencia, que muchos más empleados de los que Musk pensaba han elegido despedirse cuando les ofreció la alternativa de trabajar hasta la extenuación o coger tres meses de indemnización y pirarse. No solo eso: Musk ha cerrado los accesos a la oficina y las plataformas de trabajo on-line por miedo a los sabotajes… O lo ha intentado porque quienes tenían que cerrar esas plataformas también se han despedido, y ahora puede que no haya ni el número mínimo de efectivos para mantener Twitter operativo. Así que su caída puede ser inminente.

Y después, ¿qué?

Reconozco que no sé lo que haré. A veces, pienso lo mismo que Antonio Ortiz: “Si este garito se viene abajo casi que prefiero quitarme el yonkismo, pasar de Mastodon y gastar si acaso algo de tiempo en Reddit”. Otras veces creo que esa conversación alocada de Twitter sí es valiosa y tenemos que encontrar una alternativa tecnológica en la que podamos mantenerla. Lo que sí tengo claro es que esto no le importa a casi nadie, que se trata de algo minoritario, para los “muy cafeteros”, para quienes vivimos de contar en Internet lo que sucede y de contar lo que sucede en Internet, que parece lo mismo, pero no lo es.

¿Mastodon es el futuro?

En Mastodon saben que van a ser el refugio, por lo menos, temporal, de quienes necesiten un sitio en el que contar lo que les pasa, y han simplificado la herramienta. En esencia, la versión social es muy parecida a Twitter, salvo por que los tuits son de 500 caracteres. Y lo complicado empieza cuando quieras porque irte a uno de los canales, o servidores, o áreas específicas, o crearla, es solo una opción. Es como si hubiera varios Twitter dentro de Mastodon. Analía Plaza, que ya anda por allí, lo definía así: “Dicen por ahí que Mastodon es como un centro de desintoxicación de yonkis de Twitter y, un poco, sí, la verdad”.

Acabamos con todo

Precisamente en Twitter, Raúl Díaz escribía esto: “La misma semana que Luis Enrique anuncia que se hace streamer, también lo hace Pedrerol. A este ritmo, en 2023 ser streamer va a ser lo más rancio del mundo”. Y casualmente, cuando Luis Enrique Martínez y Josep Pedrerol han entrado por esa puerta, Ibai Llanos ha saltado por la ventana y ha anunciado que vuelve a YouTube. Nos creemos conquistadores de espacios virtuales, early adopters, y nos hemos convertido en los parroquianos que ocupan la misma mesa del bar durante horas con comentarios supuestamente divertidos solo porque llevan haciéndolo años.

Zelenski se equivoca

Zelenski se equivoca cuando “insiste en que el misil caído en Polonia no es ucraniano pese a la versión de sus socios”. Si la OTAN ha llegado a esa conclusión, e incluso algún medio ucraniano así lo ha sugerido (desde que Rusia comenzó la invasión todos seguimos a varios medios ucranianos que publican en inglés), poco o nada aporta a la resolución del conflicto que el presidente del país agredido se enroque. Poco o nada aporta a su credibilidad. Y eso es importante, porque el crédito se gana con dificultad (aunque Putin haya ayudado, evidentemente) y se pierde con mucha facilidad.

Era el único que lo sabía

Arnaldo Otegi nos recuerda en Twitter que él hace ocho meses ya acertó con su solución para la invasión rusa sobre Ucrania: “Parar la guerra y salida diplomática negociada”. Por favor, todo el mundo el pie y aplausos para la iniciativa. ¡Cómo no se le ocurriría a nadie antes! ¡Cómo no ha llegado esta ideaza a oídos de Putin, que es el que sigue lanzando misiles por centenares sobre un estado soberano e independiente! ¡En qué piensan Ursula von der Leyen, Emmanuel Macron u Olaf Scholz, que no han llegado a la misma conclusión que Arnaldo Otegi! Como casi siempre, saber estar callado es síntoma de inteligencia.

No es la oferta, es la demanda

“El precio de la luz cae este jueves hasta los 75,51 euros/MWh, su nivel más bajo desde el 23 de octubre” (Nius). ¿Por qué baja? ¿Acaso ahora las placas solares están captando más luz y los aerogeneradores, más viento? ¿Acaso hemos encontrado un país proveedor de gas más barato y eficaz? ¿Acaso la oferta se ha multiplicado, o es que ha caído primero la demanda y, con ella, los precios? Lo que se puede expresar de otro modo: las empresas suministradoras suben los precios con la oferta. No hay agentes externos, no hay condiciones climáticas, lo que hay es mucho cemento para las caras.

Yo ya estoy en Mastodon

Ya sabemos que Elon Musk no se ha convertido en el hombre más rico del mundo por sus ideas (su inversión en Twitter parece ruinosa), sino por cómo explota a las personas: “El ultimátum de Musk a los empleados de Twitter: ‘O aceptas trabajar mucho o te vas’”, leemos en El Periódico de España mientras recordamos las muchas noticias sobre cómo en Tesla es un jefe latiguero y la presión a la que somete a sus equipos en su proyecto de cohetes para el espacio. Así se hace el dinero: exprimiendo sin vergüenza a propios y extraños para lograr tus objetivos. Con respeto a esos trabajadores, yo ya he creado una cuenta en Mastodon.

Si quieren foco, que tengan foco

La agresión a un periodista danés en Qatar tiene que ser vista por todo el mundo. ¿No quieren el foco sobre ellos los jeques y para eso se han comprado un mundial? Pues que quede claro a todo el mundo el tipo de personajes que habita el país. Yo creo que esto es mucho más útil que el boicot informativo o el apagón de teles. Que lo veamos (gracias a la prensa), que veamos todas y todos que nadie viaja y tienen que contratar a inmigrantes para animar, que sus dirigentes siguen pensando que ser homosexual es una enfermedad, el papel de la mujer en el país y la soberbia de su clase más acomodada.