Nada claro

Como mi compañero Javi Vizcaíno, envidio a todos los que tienen las cosas tan claras sobre la información que recibieron (o no) los Mosso de la CIA (o no). Personalmente, no sé qué creerme, pero me sorprende muchísimo que haya tanta gente con cuenta en Twitter que sepa que es mentira lo que publica El Periódico, que el ya famoso Josep Lluís Trapero miente, que Enric Hernández debe dimitir y que Julian Assange dice la verdad sin más información que la publicada.

¿Y qué pinta Assange?

No seré yo quien reste mérito al trabajo de Wikileaks, aunque sí creo que, al final, su montaña de filtraciones genera poco más que un puñado de anécdotas a primera página. Más recelos me genera Julian Assange y su imagen de Gandalf contemporáneo. La valoración que hacen ambos de lo publicado por El Periódico es bastante negativa, y la hacen bien porque la supuesta nota de la CIA era una infografía y el medio no lo advirtió, cometiendo el error más grave.

El famoso Trapero

Hace tres semanas no le conocíamos, hace dos lo convertimos en un héroe y esta semana toca apedrearle. Quien se sume a las corrientes con facilidad (y son muchísimos los que lo hacen en Twitter) creo que, por lo menos, debería de conocer al protagonista de las últimas: Josep Lluís Trapero es el máximos responsable de los Mossos d’Esquadra, donde acumula 23 años de experiencia, siempre en sentido ascendente, y lleva poco más de cuatro meses en el cargo con alguna sombra.

No, no exagero

No me atrevo a señalar como montaje o mentira lo que publica El Periódico porque no sé si lo es. Menos dudas tengo sobre la campaña política y mediática contra el “procés”, básicamente porque conozco de primera mano la que se realizó contra el lehendakari Ibarretxe. Así que, si los Mossos actuaron como un cuerpo autónomo y capaz, ahora toca atizar a los Mossos. No sé si con información falsa, pero sí con enfoques intencionados como el de Vozpópuli, entre muchos otros.

Expertos en todo

No sé por qué los de Pantomima Full (una serie que está teniendo gran éxito en YouTube, Facebook y Twitter) no han dedicado aún uno de sus sketchs al típico tuitero que sabe absolutamente de todo. Esta semana muchos han sido expertos en la trama Gürtel y el mecanismo del Congreso, en cómo calcular el cambio de los bolívares y en cómo descifrar la autenticidad de las comunicaciones de la CIA (insisto en el error mayúsculo de generar esa nota).

Lo innegable

El ingreso en prisión de Leopoldo López y Antonio Ledezma después de estar en arresto domiciliario durante el período previo al sufragio del domingo no es una casualidad. Nicolás Maduro maneja a su antojo el estado, empezando como es evidente por el poder judicial, y sigue despreciando el sufrimiento de una población que mata y muere en un enfrentamiento civil ante el que se muestra indolente. Y todo eso no solo es terrible, también es injustificable.

Los que sobran en Euskadi

El tema de Venezuela lo sacó también en un tuit uno de los habituales de las justificaciones progres de manual cuando Itxaso Atutxa se solidarizó con Idoia Mendia en esta red social, después de que apareciesen pintadas contra el PSE en varias Casas del Pueblo. Las siglas de ETA, una “A” anarquista, una hoz y un martillo, unas reclamaciones por la libertad y una cínica firma “antifascista” (que hace hasta gracia) pintadas con spray negro… Es justo todo lo que sobra en Euskadi.

“Abertzalizar” Catalunya

¡Ya le gustaría a Enric Hernàndez que Catalunya fuera “abertzale”! El director de El Periódico relacionaba, no obstante, este término con el rechazo a la Guardia Civil (que sí) y el ataque a un autobús turísitico en Barcelona (que no). A veces pienso que algunos catalanes no se enteran de lo que ha pasa en Euskadi (y tampoco les importa): abertzale no es sinónimo de violento, de hecho, los abertzales han traído a Euskadi un Concierto y un nivel una autonomía que para sí los quiere Catalunya.

Scaramucci ha durado 10 días

Donald Trump (parece que en realidad ha sido su nuevo jefe de gabinete, John Kelly) ha cesado a Anthony Scaramucci, el director de comunicación que nombró hace menos de dos semanas. El motivo lo señala muy bien la periodista María Ramírez: la vergonzante conversación publicada por el New Yorker en la que “The Mooch” (que se puede traducir por “el que deambula” pero también por “gorrón”) ha sido fulminante. El periodismo siempre es necesario.

Cifuentes, Espinar y Twitter

¿Está mal que Ramón Espinar llamara “guapi” a la presidenta de la Comunidad de Madrid? Sí, sin duda. ¿Se imaginan que uno del PP se lo llama a Irene Montero? ¿Está mal que Cristina Cifuentes relacione porque sí la falta de libertad en Venezuela con Podemos? Sí, sin duda. ¿No se quejan siempre de que señalen a todos los del PP como corruptos sistemáticamente? Pero en Twitter es lo que tenemos cada día: dobles raseros y políticos haciéndose los graciosos sin serlo.