Vuelve la publicidad política a «Twitter»

Ya no es “Twitter”, es “X”, lo sé, no me quedo anclado en el pasado. De hecho, la que desanda los pasos es la red social, que “vuelve a aceptar la publicidad política en Estados Unidos” (EPE). El cambio no es menor: es importante para su cuenta de resultados y es importante para los partidos de todo el mundo, que volverán a meter esta red social en su presupuesto de campaña. La pregunta que yo me hago es: ¿es rentable? Ya sé que es imposible saber qué parte de tu inversión es efectiva, pero en “Twitter” (llámalo “X”) las y los usuarios suelen ser “heavy users” y normalmente tienen su voto decidido.

Liberales españoles aprendiendo catalán

Los liberales españoles que se habían mudado a Andorra porque el estado les obligaba a pagar impuestos tendrán que aprender ahora catalán por imposición del gobierno andorrano si quieren mantener su permiso de residencia. También vale que asistan a un curso de 30 horas. Pagaría (poco: uno euro, como mucho) por ver a Wall Street Wolverine, El Rubius, Auronplay o Lolito Fernández aprendiendo nociones básicas de catalán en un edificio público andorrano. La noticia también sirve para que recordemos lo importante que es para un idioma que un estado, por pequeño que sea, lo tenga por oficial y de obligado conocimiento.

¿Le extraña a alguien?

A nadie le sorprenderá la noticia en Palco 23: “Arabia Saudí estudia dar el salto a Europa y disputar la Champions League”. Y a nadie va a sorprender, tampoco, que lo logren. La conocida como “Champions de Oriente” se les queda corta a los jeques que han invertido, solo este verano, 604 millones de euros en fichajes, sueldos, aparte. Y esta orgía de dinero solo acaba de empezar. La pelota está en el tejado de la UEFA, una organización que, como todas las del fútbol en el mundo, piensa con la cartera en la mano. Así que la duda es solo cuándo veremos a un equipo árabe en los famosos bombos de la fase de grupos.

Mientras tanto…

Mientras los jeques se van apropiando del fútbol, en España el caso Rubiales está dejando al descubierto que este deporte sigue, en algunos casos, en manos de señores que llevan un traje caro a la moda y el iPhone de última generación, pero no entienden el machismo que expresa el beso de Rubiales a Hermoso. Otro ejemplo: la foto que muestra Diego E. Barros de una de las múltiples reuniones de federaciones y clubes, en una sala con madera oscura llena de señores con pelo cano y camisas de cuadros. “El fútbol español vive en 1981. Solo faltan las gafas oscuras y el humo de tabaco”, tuitea el profesor afincado en Chicago.

¿Por qué lo hacemos?

Me quedan pocos carretes y he decidido no comprar más mientras sigan a precios desorbitados porque no pienso formar parte de un entretenimiento de niñas y niños pijos. Aunque ellas y ellos son los responsables de su encarecimiento, no son las y los únicos que disparan con película: en Photolari han grabado un reportaje de 15 minutos estupendo en el que hablan con profesionales que explican cómo la fotografía y la vida se hace de otra manera. Hay una frase que lo ilustra muy bien: si hace bueno sales a hacer fotos, si hace malo te quedas en casa y las revelas. Esa sencillez analógica es un bien escaso y valioso.

No se entera

“Rubiales envía a la FIFA un nuevo vídeo en el autobús de la Selección como prueba exculpatoria. En la grabación se puede observar a Jenni Hermoso comentando el beso con sus compañeras en actitud jocosa y entre bromas”. Este titular en República hace que me acuerde de Ignatius Farray, que dio en el centro de la diana con su reflexión de que Rubiales (y una parte de la prensa deportiva) no saben lo que está pasando realmente. Ese vídeo no evita que Hermoso sea la víctima y Rubiales, el agresor. “Pasar al contraataque” es solo otro error de un Rubiales que podía haberse ahorrado mucho de lo que estamos viendo.

Otra estrategia fallida

Del mismo modo que Luis Rubiales está agravando él solito su crisis, Alberto Núñez-Feijóo está depreciando su valor con su colección de ideas que en su cabeza parecían mejores que lo que son en realidad: ofrecer a Sánchez ser presidente por dos años es una bomberada sin pies ni cabeza. Es tan difícil explicar los porqués y los cómos que nadie lo entiende. Y su ronda de presidentes autonómicos, que va a acabar en una serie de fotos para Instagram de él con los suyos, ofrecerá un resultado tan pobre que su pretendida institucionalización acabará en probable devaluación. A veces toca rearmarse en silencio.

Al 30%

No han pasado ni diez años de aquel magnífico resultado de Pablo Iglesias en las elecciones europeas de 2014, con el que comenzó su “asalto a los cielos”, y hoy “Podemos despide al 70% de la plantilla en un ERE que afecta al doble de mujeres que de hombres” (EPE). El partido morado ha sido absorbido por un Sumar que no ha obtenido unos resultados extraordinarios, y el partido de Yolanda Díaz acabará subsumido en el gobierno español. El viaje ha estado bien pero el destino parece poco atractivo. El problema de Podemos, lo he escrito decenas de veces, fue siempre la gestión de la expectativa.

Tomarse en serio a uno mismo

Estoy convencido desde hace décadas las sociedades que se respetan a sí mismas y estan bien vertebradas son las que respetan a sus cuerpos y fuerzas de seguridad que, a su vez, están bien organizadas. Con esto claro leo que en España, “las agresiones a los agentes” ofrecen “la cifra más alta en 15 años” (Vozpópuli). Una pésima noticia de una enfermedad que se ha contagiado a Euskadi, ya lo hemos visto. Una noticia que solo es posible porque las diferentes policía, vía Jusapol y similares, en todos los niveles, se han perdido el respeto, y se lo han perdido también a los gobiernos de los que dependen y la ciudadanía que les paga.

¿Es una privatización?

No me parece que el FC Barcelona esté convirtiéndose en una SAD con la partición de su negocio audiovisual y el traslado de este a Países Bajos, desde donde cotizará en la bolsa de EE.UU., pero sí resulta evidente que este tipo de ingeniería financiera desnaturaliza al club porque las y los socios, vía Asamblea y Junta Directiva, gestionan cada vez menos. A eso hay que añadir que las arquitecturas contables para sacar capitales y valores nunca deberían de ser un modelo a seguir. Y por supuesto, lo de siempre: quien permite que esto suceda permite a algunos equipos competir en mejor posición de partida.

El pactazo

Lo que hicieron EH Bildu y PP en el último día de campaña no es un pacto, es un pactazo, porque el golpe sobre la mesa para mandar a la porra el tablero y las piezas, fue duro. Unos, con el “que te vote Txapote”, otros, con que PNV, PP y Vox tenían un pacto… Y al final los de Otegi y los de Núñez Feijóo se reparten todas las comisiones, todas, en el Ayuntamiento de Gasteiz: esta para ti, esta para mí, ojo, con el plácet de Podemos. Fotaza, pactazo y zascazo. Más bien, autozasca de unos y de otros. Y ahora, ¿qué? Pues el PP se ha apresurado a rectificar, pero Bildu ni se ha molestado en negar lo que toda Euskadi ha visto.

Los salvadores de Sánchez

Bildu empezó la legislatura en Congreso y Senado disolviéndose en la izquierda española. Apenas se diferenciaba su discurso del de Podemos. Pasó a abrazar al PSOE mientras daba una patada de espuela a las competencias. Y ha acabado pactando con el PP en Gasteiz con luz y taquígrafos. Su deriva hacia el “Espainaren morroi” es pasmosa. Pero no está solo en su periplo por tierras españolas: “Junts arremete contra ERC porque ‘salvando’ a Pedro Sánchez acabará ‘no salvando a Catalunya’”, leemos en El Nacional. La rendición del “independentismo”, como se autodenominaron y su camino hacia la nada es indiscutible.

En manos de las y los indecisos

No creo que estemos ya en manos de las y los indecisos, sinceramente. La victoria del bloque del PP con Vox o la repetición electoral están ya escritas, pero esa crónica la conoceremos mañana por la noche. No obstante, sobre el primer colectivo, esto es, las y los indecisos, en Economía Digital han publicado una columna interesantísima. La firma César Calderón, quien explica que quienes no tienen decidido su voto no están haciendo comparativas de los programas y los discursos, precisamente, sino que se mueven por impulsos muchísimo más mundanos y primarios y que, realmente, no tienen capacidad para volcar un resultado.

El atolladero

Una pieza en EPE de esta semana contenía dos grandes verdades: “El atolladero” en el que podemos meternos a partir del lunes, con un PP en manos de Vox, o con un bloqueo parlamentario que impida formar gobierno. Qué lince, Pedro Sánchez con su 23-J. Pero más importante me parece el subtítulo: “Darle todo el protagonismo a Vox es, ha sido y será una irresponsabilidad, lo haga el PP o lo haga el PSOE”. Y lo han hecho los dos. Primero, el PSOE jugando en corto, como siempre, intentando ningunear la oposición del PP haciendo más caso a Abascal. Y después, claramente, los de Casado y Feijóo dándoles las llaves de los gobiernos.

La reflexión de las y los profesionales

En esta misma columna ya ha aparecido un profesional de la comunicación política: César Calderón. Y cierro la misma mencionando a otro del que ya hablamos al principio de la campaña: Pedro Ruiz es el fotógrafo que fichó el equipo de Sumar cuando se deshizo el de Ciudadanos. Este artista (porque hace arte, no es un modo de hablar de barra de bar) ha cambiado de partido sin problemas. Eso en España y en Euskadi es bastante extraño porque las siglas tienden a contar con gente de confianza. No es nada malo: es así. De hecho, creo que es bueno porque les obliga a detectar o atraer talentos a sus filas.

La gran victoria de Errejón

Sabemos que Yolanda Díaz encabezará la lista por Madrid. Sabemos que un alta cuna como Agustín Santos será el número dos. Sabemos que días antes de que Podemos se doblegara a la voluntad de Sumar, Íñigo Errejón aceptó ir en un discreto cuarto puesto en esa lista. Sabemos que Ione Belarra no se atreve a encabezar la lista por Nafarroa. Y sabemos que la líder de Podemos irá quinta por Madrid. Con todo lo que sabemos podemos afirmar que la victoria política y estratégica de Íñigo Errejón es absoluta: la líder de Podemos va detrás de él, muerde el polvo porque Podemos es hoy más irrelevante que Más País.

La torta a Iglesias en la cara de Montero

Es injusto el veto a Irene Montero. Creo que todas y todos estamos de acuerdo en eso: amigas y amigos, enemigas y enemigos, y enemigas íntimas y enemigos íntimos. También tenemos claro que su exclusión, difícil ya de revertir, es un símbolo. Es la derrota de Podemos, es la torta a Pablo Iglesias en la cara de la propia Montero. La pieza en Contexto del ex vicepresidente muestra un proteccionismo peligroso: mezclar la olla y lo otro no fue nunca una buena idea, empeñarse en hacerlo lo parece aún menos. Echar la culpa a las cloacas y los medios muestra, además, un infantilismo que asusta.

¿Y por qué?

El veto a Irene Montero se explica en clave partidista (y eso que Díaz, como Iglesias al principio, aseguraba que la dinámica de partidos estaba superada), pero también supone un veto al ministerio de Igualdad, íntimamente ligado a la ministra. ¿Qué pasa? “¿Ha dejado el feminismo de ser un reclamo electoral?”, se pregunta Violeta Molina en EPE. Lo cierto es que el feminismo ha sido retorcido en público y su bandera ha sido tan movida, y no siempre para bien, que es dificilísimo vincular el voto feminista práctico con un partido, incluso pese a los intentos del ministerio de Igualdad. Y de eso, como de casi todo, hay responsables.

“Sánchez prometió”

Este no me parece un tema menor: cuando el 29 de mayo Pedro Sánchez convocó elecciones para el 23 de julio sabía perfectamente que todos sus anuncios en campaña, especialmente en materia de vivienda, quedaban en suspenso, en el mejor de los casos. Ahora intenta salvar algunos muebles con los fondos europeos, según The Objective, pero lo cierto es que los miles de pisos prometidos quedan, más bien, comprometidos. Y ahora, ¿qué? ¿Hará más promesas en campaña? No lo dudo. ¿Vinculará sus anteriores compromisos con los futuros resultados? No espero menos. Pero la pregunta importante es: ¿genera confianza suficiente?

La diferencia está en los detalles

Nunca me ha gustado eso de que “Dios está en los detalles” aunque entiendo perfectamente qué quiere decir y esté de acuerdo: la diferencia, lo que distingue algo cuidado de algo que no lo es, está en los detalles. Por eso no he querido dejar pasar este tuit de un aficionado del Amorebieta: “¿Qué os parece que el presidente de la Federación Española de Fútbol no sea quien entregue el trofeo de campeón de la máxima competición masculina de fútbol que organiza?”. Rubiales no estaba para entregar la copa al equipo vasco, para reconocer su enorme mérito, no cuidó ese detalle, no demostró que ese torneo, ese fútbol, le importa.

Podemos se deshace

Más allá de la negociación, o lo que haya sido, entre Podemos y Sumar, esto que tuitea Ícaro Moyano sobre los 52.000 inscritas e inscritos que votaron por ella es bastante interesante: “Por ponerlo en perspectiva: más de 180.000 votaron sobre el chalet de Galapagar. Más de 130.000 votaron sobre el gobierno de coalición. No les interesa ni a ellos”. Es cierto que la votación ha sido exprés, pero no lo es menos que todos el mundo estaba pendiente de la negociación que se estaba dando mientras “la gente” votaba. ¿Qué buscaba Podemos? ¿Qué legitimidad ganó? ¿Alguien se acordó de los “círculos” a última hora y pensó en el qué dirán?

¿Quién justifica esto?

Hace tiempo que me caí del guindo: no creo en los ataques de falsa bandera cuando sirven para justificar a Rusia (lo del Nord Stream 2 es un ataque estadounidense que tiene que ser juzgado y castigado. Punto). Y más cuando las excusas de “falsa bandera”, además de coincidir con la contraofensiva de Ucrania (demasiado anunciada) van acompañadas de esto: “Los rusos nos bombardeaban mientras intentábamos ponernos a salvo del agua en Jersón” (El Independiente). Y esto, ¿cómo se justifica? ¿Quién lo hace? ¿Quién compra la mercancía averiada de Rusia porque quiere? Creo que me hago demasiadas preguntas últimamente.

Cuestión de herencias

Ellas y ellos lo heredaron y nosotras y nosotros, también: sus privilegios, sus propiedades son las que no tenemos porque trincaron, nos lo trincaron, en algunos casos, y nadie, absolutamente nadie, ha hecho casi nada por restituir lo robado: “Los bisnietos de Franco impresionan al sector como promotores de viviendas de lujo” (Vozpópuli). Y no solo le dan a los pisos (de 7,5 a 12 millones), también a los hoteles de alta gama. Lo suyo siempre fue eso: vivir a lo grande. Y lo nuestro, por supuesto, lo pequeño, lo que nos dejaron. Lo siento, pero ante esto no tengo dudas y soy agresivo: al pijo, ni agua. Y menos, al pijo fascista.

Correcto

Me hago viejo y gruñón, y empiezo a creer que viajamos por encima de nuestras posibilidades: ni económica, ni medioambiental, ni personalmente compensa ver sitios masificados que, cada vez más, se parecen unos a otros. Y algunos servicios como Airbnb, lejos de democratizar el turismo, han servido para enriquecer a quienes más tienen y para descontrolar la presencia de turistas en las ciudades. Así que noticias como esta me parecen bien: “Florencia pone coto a Airbnb en su zona histórica al prohibir los alquileres turísticos” (El Economista). Sé que esto va en mi contra porque al final viajarán solo quienes puedan. Pero da igual: ya lo hacen.

Qué malos son

En El Periódico de España lo tienen claro: “La Liga del descrédito de los árbitros: Negreira, Vinicius, fallos garrafales y un órdago de Tebas y Florentino”. Yo, también: el VAR solo ha servido para que siete árbitros constaten que son peor que cuatro. Esto es una evidencia a cámara lenta y con líneas de colores. Y lo de Negreira solo ha servido para poner cifras a lo que todas y todos sospechábamos. Y que no me vengan con excusas, que todos hemos visto hasta agresiones de jugadores del FC Barcelona a los del Athletic en San Mamés. Son malos, muy malos. Y son corporativistas. Lo peor es que el año que viene serán los mismos.