Madrid, en tres titulares

Estos tres titulares, publicados casi en días consecutivos en El Plural, son el resumen de un desenlace anunciado: “El fin del milagro de Ayuso: Madrid vuelve a los primeros puestos de incidencia del virus”. La propia Comunidad lo ha hecho público: “Madrid reconoce que el virus se ha disparado un 20% en una semana”. Pero parece que a la presidenta le da igual, ella va a seguir con su modelo: “Ayuso rechaza medidas más duras para Navidad mientras deja fuera de control el 40% de los casos”. ¿O acaso alguien creía de verdad que tomar medidas diferentes a las del resto de Europa era lo mejor?

El “tribunal sobrao”

Ya sé que hay sentencias en Euskadi, entre otros espacios, que obligan a los gobiernos a haber provisto a los servicios sanitarios y de emergencias de EPI u otras medidas de seguridad en plena pandemia, cuando, simplemente, no había acceso a ellas. Por eso hablamos de emergencia sanitaria y situación excepcional. Ahora, el Tribunal Supremo pide investigar esa gestión a nivel español porque se ve que los jueces (como los sindicatos) sí sabían dónde encontrar las soluciones. Igual que saben manejar como nadie lo de Catalunya, el gobierno en Nafarroa si no está UPN y rectifican a Estrasburgo.

ERC se aleja del 1-O

ERC está pagando un alto precio por su participación en el 1 de octubre catalán. Eso es innegable. Como lo es que, hasta que llegó la oscuridad de la justicia española, este partido intentaba quedarse fuera del charco al que empujaba a Puigdemont y su equipo. Aquello de traicionar a Catalunya por unas monedas quedará en el haber de quien lo dijo. Hoy, ERC es un partido precavido que “se desmarca del Consell per la República” (El Nacional), que elegirá a sus futuros representantes en una sesión constitutiva. La política es posibilista o no es. De igual manera que es coherente o no es política.

De ridículo en ridículo

La historia de que entra un hombre en una frutería catalana y, al pagar, se le cae el carné de Vox y el frutero responde enseñando el suyo, es en sí misma ridícula. Pero además es falsa, porque le ha pasado a tanta gente que lo ha contado en Twitter exactamente con las mismas palabras que, claramente, es un relato inventado y enviado a esos robots creados para difundir mensajes. Vamos, que la “anécdota” lo tiene todo: la fantasía típica de Vox y las trampas on-line típicas de Vox. Por cierto, el corolario del tuit es: “No hay duda, los de Abascal arrasarán en las catalanas”. Como todo, lo hará de manera virtual.

Un calendario “dirigido”

Cuando empezó la liga española de fútbol ya nos avisaron de un calendario dirigido, pero en esta España a todos se les va la mano: no ha acabado la primera vuelta de la competición y está claro que lo que hace el calendario es adulterarla. En la jornada 19 jugaban entre sí los 4 equipos que se enfrentarán en la Supercopa, pero no el Madrid con el Barcelona. Esa misma “casualidad” también se ha evitado en el sorteo del jueves con la excusa más chorra del mundo: que no hay campeón de Copa. Por eso, en vez de un sorteo puro… Separaron las bolas de Madrid y Barça. Menuda tomadura de pelo.

La batalla del relato

Isabel Díaz Ayuso se comportará como una irresponsable, vale, pero ha ganado la batalla del relato: ella mantiene abiertos los locales de hostelería de Madrid, ella construye un hospital (para bien o para mal) pero es el coronavirus el que “deja a la Puerta de Sol sin campanadas”. El entrecomillado es de Economía Digital pero cualquier medio hubiera titulado de un modo similar. Justo lo contrario a lo que hemos visto, sin ir más lejos, en la CAV, donde la culpa de los cierres es de Urkullu (algunos de los que se la echan en Nafarroa incluso apoyan a Chivite) y si los datos mejoran parece que es un milagro ambiental.

Y las que vendrán

Antes del coronavirus había tantas batallas del relato, casi, como debates. Y cuando esto pase (y pasará) volveremos a asistir a los combates. “Lo que vendrá tras los PGE: el Gobierno prioriza Eutanasia, Memoria y Vivienda”, leo en La Información, y pienso que los partidos señalados como conservadores por las bancadas que se consideran “la izquierda” (hayan hecho lo que hayan hecho antes) tendrán que meterse en el fregado. Porque en esos debates hay posiciones innovadoras e interesantes en todos los grupos y algunos tendrán que hacer más esfuerzo en exponerlas y exhibirlas.

Y Vox llama a tomar las calles

Lo normal cuando un partido llama a tomar las calles es que no pase nada. “La izquierda” lo ha intentado muchas veces pero todas las manifestaciones sindicales acaban con el mismo soniquete y, al final, la indiferencia de la sociedad. Pero cuando la extrema derecha es la que hace el llamamiento, como acaba de hacer Vox, el tema se pone peliagudo: porque la fascistada sabe a quién llama y qué es lo que hace. Aquí lo conocemos bien porque fascistas que mataban al que pensaba diferente llamaron durante años a tomar las calles y todo acababa oliendo a gasolina y llamando a cristaleros.

La excepción. Sí, claro

Si no fuera un tema grave me reiría sin disimulo ante quienes defienden que el franquismo en el ejército es casi un hecho aislado. Ellos sabrán por qué se engañan e intentan engañarnos. Pero por desgracia no parece que haya nada excepcional en esas camarillas de nostálgicos de la dictadura que vamos descubriendo: “Juan Chicharro, presidente de la Fundación Francisco Franco, es el principal impulsor del manifiesto de más de 270 exmilitares retirados”, en el que se alerta de “contra el deterioro de la democracia, la imposición de un pensamiento único y en el que se afirma que la unidad de España está en peligro” (Público).

200 millones

Cierro esta columna que, sobre todo, han protagonizado fascistillas de toda gradación, con el que puede mostrarles el camino de salida: Donald Trump. El presidente de EE.UU. saliente “en el mes desde su derrota electoral, ha conseguido recoger unos 200 millones de euros en ayudas políticas. Desde donaciones para pagar los gastos legales cuando trata de impugnar los resultados, hasta ayudas para los candidatos republicanos que todavía están luchando, o incluso para liquidar los pagos de su campaña electoral”. Trump y sus herederos ya no son peligrosos, quienes le dan 200 millones sí lo son.

Juan Carlos I se ríe de la Constitución

No puede ser una casualidad que un 6 de diciembre conozcamos que Juan Carlos I y su abogado han decidido presentar una declaración ante Hacienda para intentar regular el uso de tarjetas opacas (un eufemismo para hablar de la tenencia de cuentas con millones en el extranjero, ajenas a su asignación y control fiscal) y, de paso, eludir la cárcel como ya hicieron los Botín. Un español que sienta su país, y más un monárquico, debería de indignarse y cabrearse un montón con el hecho y la fecha, porque el nacionalismo de verdad se demuestra con la declaración de Hacienda, y no con golpes en el pecho.

Un buen día

Todos sabemos que Isabel Díaz Ayuso va por libre y que Pablo Casado siempre acaba preso de sus declaraciones y decisiones, pero el titular de Público precisamente en el día que conocimos esa declaración de Juan Carlos I para regularizar unas ganancias millonarias que ocultó tanto como usó, es para enmarcarlo: “Ayuso dice que ‘es un buen día para reivindicar la figura’ de Juan Carlos I y Casado se queda ‘con su legado’”. Para quienes vemos en ese rey y en esa constitución un impedimento para nuestro desarrollo nacional y personal, en efecto, es el mejor día. Para hablar de su “legado” todos los son.

Constitucionalistas como ellos

A los que el 6 de diciembre también les parece un día estupendo para reivindicarse como españoles y nada menos que en Catalunya es a los simpatizantes neonazis de Vox. Qué sorpresa, ¿eh? Pues en Barcelona estaban estos mozalbetes, escuchando cómo Santiago Abascal hablaba del golpismo de otros, a modo de guardia pretoriana con su parafernalia de esvásticas, cabezas rapadas y brazos en alto. Y la información, aunque aparezca en El Plural, no es un intento de manipulación de ningún medio rojeras o nacionalista periférico: en las redes sociales se han mostrado orgullosos de dónde estaban.

Sí, hay buenas noticias

Los cenizos y los del cuanto peor, mejor, pueden ir desfilando en el camino hacia el guano porque yo, personalmente, cada vez los soporto peor. Y como respuesta a su tozudez negativa pongo mi tozudez en airear las buenas noticias que encuentre: “La vacuna dará la estocada de muerte al coronavirus, pero quedan meses muy duros”, decía Salvador Illa y recogía Vozpópuli. No niego ese “pero” ni la certeza de que hasta que llegue la inmunidad que nos proporcione la vacuna vamos a pasarlo mal como sociedad y personalmente, pero tampoco voy a negar la puerta que abren esa vacuna, la ciencia y la inversión.

“Inaudito”

Aritz Aduriz se lo tomó con humor en Twitter, pero a mí me pareció una gilipollez como San Mamés de grande que en el Diario As calificasen como “inaudito” y remarcasen que “hasta el entrevistador se sorprendió” de que Ter Stegen hablase del delantero del Athletic como el rival más difícil de su carrera. Y eso que “el portero alemán ha jugado frente a todos los grandes delanteros de Europa”. Claro, porque el Athletic es un equipo de la periferia futbolística, y el guardián del arco del Barcelona solo puede nombrar a Cristiano Ronaldo. El fútbol necesita más a Ter Stegen que a quienes se sorprenden de sus respuestas.

La altura de un político

Llevo años bastante seguro de que el político en ejercicio más sobrevalorado es Pablo Echenique, que no retira uno de sus últimos tuits aunque con él se haga un autorretrato muy poco favorecedor: reírse de que Ciudadanos pueda apoyar los primeros PGE en los que participa activamente Podemos muestra la talla política del número dos de Pablo Iglesias. Por mucha pugna política que mantengan, por mucho que él considere que son dos partidos antagónicos, un político que se tenga por tal no puede permitirse excesos innecesarios. Menos, en los tiempos que corren y en franca minoría.

¿En manos de quién estamos?

Lo de Pablo Echenique es una irresponsabilidad política, pero lo de Isabel Díaz Ayuso es mucho más grave porque su irresponsabilidad es social: afecta a la ciudadanía que le ha elegido para gestionar y que, por cierto, le paga. Los pulsos de Ayuso al gobierno central, haciendo la guerra por su cuenta y manejando a las y los madrileños como si fueran lemmings, y su ignorancia, resultado de su desprecio por todo y todos salvo Miguel Ángel Rodríguez, que le asesora o manipula, según el cronista, deberían de rozar lo delictivo. Espero que, por lo menos, todo esto les pase una factura política y electoral muy alta.

En la esquina contraria

No vamos ahora a ensalzar la figura política de Emmanuel Macron: es necesario tener memoria política y recordar su apuesta por medidas neoliberales o su empeño en mantener un estado centralista y una Europa elitista. Pero es cierto que ha dado en la misma semana dos señales positivas: primero, con su manera de hacer frente al fundamentalismo islámico. Y después, con su manera de hacer frente a la pandemia: tomando decisiones difíciles y explicándolas mirando a cámara, sin rodeos, incluso asumiendo que puede erosionar aún más su popularidad. Ayer en el Congreso, Sánchez abandonó el debate.

Sí, hay dignidad política

Junto a Macron y en la esquina contraria a Echenique y Díaz Ayuso, podemos encontrar también a David Sassoli. El presidente del Parlamento Europeo ha parado los pies a Hermann Tertsch, al que ha advertido de que “no permitirá que, bajo el amparo de la libertad de expresión, se pretenda ninguna glorificación de ninguna dictadura” (El Nacional). Sassoli también dejó clara la postura histórica: el golpe de estado franquista derrocó a un gobierno legítimo. Las bazofias que Tertsch pretende difundir desde su escaño no tendrán recorrido en Europa. Ahora solo falta que alguien lo impida en España.

Los premios, en vida

No pongo en duda que Michael Robinson se merecía un Premio Ondas ni entro a juzgar la decisión de quienes han querido homenajear a una voz tan entrañable con un galardón póstumo, pero en este tiempo en el que vivimos tan pegados a la muerte creo que dar un premio a una persona que ya no puede recogerlo, agradecerlo y emocionarse, no sirve para mucho. Los premios, en vida. Y si quienes los otorgan llegan tarde que propongan un brindis por quien se ha ido antes de tiempo. No, no apuesto por un frío “el vivo, al bollo”, sino por hacer el esfuerzo de reconocernos a tiempo el bien que nos hacemos.

Lo que no necesitamos

Ya sé que Isabel Díaz Ayuso es la presidenta de la Comunidad de Madrid y que, por ese motivo, sus declaraciones y acciones poco afectan a los lectores vascos de este periódico. Pero también es un ejemplo muy conocido, gracias a la omnipresencia de la política regional madrileña, de los políticos y las políticas (en genérico y en género) que no necesitamos: las de la soberbia (llega a decir a Silvia Intxaurrondo que lo que le pregunta no es cuestión para presidentes autonómicos), las ignorantes (no quiere o no quiere saber) y las que lo hacen todo para la puta foto (insiste en que es una buena noticia y punto).

Esto, tampoco

Casi cada lunes me propongo escribir esta columna de otra manera: disfrutando de la oportunidad de escribirla o acercándome más a “lo bonito” que al copia y pega del tuit y la reflexión sucinta. Pero reconozco que hay muy buenos tuiteros, como Sillonbowl, que me obligan a insistir en este estilo apresurado: “Me pregunto si todos los países están tan llenos de gilipollas como este, que cuando se prohíbe porque se prohíbe, cuando no se prohíbe porque no se prohíbe, cuando abren los bares que vaya foco de contagios, cuando se cierran pobres hosteleros y yo quiero mis cañitas, cuando…”.

Lo que sí necesitamos

Vuelve el estado de alarma. Eso no significa que vuelva también el confinamiento, pero sí que limitaremos nuestros movimientos. Un buen momento para recurrir al comercio de proximidad, no solo alimentario: “Son lugares donde no hay aglomeraciones y contribuiremos a la sostenibilidad”, argumentan en Pymes y Autónomos donde califican de “asignatura pendiente” que descubramos o redescubramos las tiendas de nuestros barrios o mercados más cercanos. Rompo las lanzas que sea necesario para que abandonemos Amazon y para que los grandes almacenes sean solo un recurso más.

Lo que nos hemos obligado a necesitar

China ha superado la pandemia y su economía se dispara. Pero, ¿qué hay detrás de estos dos milagros que parece que nadie más será capaz de imitar? Primero, una dictadura que mantiene su capacidad coercitiva sobre la población y que no entiende los derechos laborales como en Europa: “Ese crecimiento empieza dar síntomas de ser relativamente sano, al menos en la línea de lo que ha venido siendo considerado ‘sano’ en su modelo económico” (El Blog Salmón). Y detrás de ese abaratamiento vital y laboral han ido empresas y países que nos hacen depender de China como gran proveedor.

Una buena noticia

Que el sistema democrático funcione sin fricciones es una buena noticia. Aquí y en Sebastopol. Bueno, en Rusia funcionará como diga Putin… Lo que no es una buena noticia, claro. Pero mientras los vascos estemos insertados en los sistemas español y francés, y nuestros representantes tengan que acudir a Madrid y a París, lo mejor que nos puede pasar es que estos funcionen. Así que, sí, es una buena noticia esta de El Confidencial: “El juez archiva la causa sobre la supuesta ‘caja B’ de Podemos pero ve delito electoral”. Un titular capcioso porque el juez quiere seguir investigando, no hay condena.