¿Quién está de campaña?

¿Quién está de campaña en la foto que tuitea Mosturotz, el lehendakari que comprueba la vuelta a la normalidad de un hospital después de meses o la representante de los trabajadores y un sindicato que le acusa de “asesinato”? “Asesinato”, sí, porque según la protesta que organizaron a Urkullu, “sin protección no son muertes, es asesinato”, en referencia a la falta, según la manifestante, de material sanitario. Cuando la OMS habla de “crisis sanitaria mundial”, ¿a qué cree que se refiere si no es a la incapacidad planetaria para hacer falta a una enfermedad desconocida? Insisto: ¿quién estaba de campaña?

Y ahora, ¿qué?

La realidad de muchos sanitarios, más allá de protestas políticas con fines electorales, es la vuelta a una normalidad poco agradable: en La Información recogen el testimonio de una médica de urgencias en Andalucía que ve cómo la ciudadanía ha perdido rápidamente el miedo a la pandemia, acudiendo a su especialidad con dolencias nada graves. Estos días también hemos visto en las redes sociales llamadas de sanitarios pidiendo que los aplausos se conviertan en respeto a quien te atienda en un hospital o ambulatorio. Quien lea esta columna con regularidad sabe que soy pesimista: no hemos aprendido nada.

Tardaremos en encontrar la vacuna

Sigo con mi pesimismo: me parece poco tiempo un año para que uno solo de los 120 laboratorios en todo el mundo que están buscando la vacuna contra el coronavirus. Sobre todo, si tenemos en cuenta los antecedentes: “Hasta ahora el récord en el desarrollo de una vacuna contra un virus lo tiene la vacuna de las paperas, que requirió ‘tan solo’ cuatro años”, leemos en Eldiario.es. Y continúa: “Nunca en la historia de la humanidad se había invertido tanto dinero en tan poco tiempo para una vacuna en particular, ni tampoco nunca tantos científicos habían trabajado conjuntamente para afrontar un reto biomédico”.

No faltan expertos sanitarios

He tardado cinco segundos en confirmar que COVID-19 es un acrónicmo que corresponde a “coronavirus disease”, que puede traducirse como “enfermedad del coronavirus”. El 19, obviamente, se refiere al año de su detección. Pues bien, Isasías Lafuente rescata unas declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid: “Dice Isabel Diaz Ayuso en Onda Cero que el COVID-19 surgió en diciembre, de ahí la D del acrónimo. Aún no se ha enterado de que esa D corresponde a ‘disease’. También ha dicho que los pacientes de IFEMA sanaron por los techos altos de la instalación. En fin…”.

Nos hemos olvidado de los otros problemas

Estas crisis sanitaria y económica derivadas del coronavirus han derivado también en un silencio muy significativo. Hay asuntos que han desaparecido de la agenda. Asuntos importantes como la ayuda al desarrollo o el ecologismo. ¿Quién se preocupa del acopio de mascarillas en los países que no son del primer mundo? ¿Y alguien nos ha indicado cómo reciclar las mascarillas o los guantes? No solo eso: generamos más papel y plástico por el embalaje de lo que pedimos en casa y el mundo se va a llenar de botes vacíos de gel hidroalcohólico. Son temas que hoy hemos “olvidado”.

La culpa siempre es de los vascos

No niego que durante décadas un grupo de vascos que decía actuar en nombre de todos llenó nuestra mochila de culpa. Pero hoy, y tratándose de temas que nada tienen que ver con el asesinato selectivo (a quien no daba la razón a ese grupo), echar la culpa a los vascos solo es el recurso fácil del político malo. Así que hizo bien Aitor Esteban en afear al presidente andaluz su queja porque la CAV sí pasaba de fase de confinamiento y Andalucía, solo por partes. Juan Manuel Moreno bastante tiene con ocuparse de lo suyo, que es garantizar camas UCI y bajar el índice de contagio, que también son requisitos para avanzar.

Y por supuesto, del gobierno

Poder echar la culpa al gobierno de lo que no encuentras otro culpable va con el derecho a voto. Pero da la casualidad de que muchos de los que se han quejado por no poder moverse entre municipios de la CAV hace solo tres semanas se quejaban de que se volviera a la actividad económica. Prefiero pensar que muchos de los que ayer volvieron a subir la persiana sintieron cierto alivio, que la economía de un país no es solo industria y funcionariado, y que el alta en autónomos y los IVA trimestrales que abonamos también suma al presupuesto de Osakidetza y a las ayudas sociales que vamos a necesitar.

En esta pandemia nos hemos sacado cuatro carreras

Acierta Ignacio Varela cuando tuitea que “hasta ahora, todos hemos sido epidemiólogos. En un par de meses, todos seremos economistas. Vayamos preparándonos”. En medio, también hemos sido expertos en confinamientos y desescaladas, que es lo que toca ahora. Además de esas cuatro carreras, los que tenemos hijos en edad escolar también hemos podido sacarnos la de maisu o andereño. También la de fotógrafos de multitudes, la de espía del vecino que iba tres veces al día a por el pan, y la de community manager con especialización en mensajes de queja y protesta a todos los grupos de WhatsApp.

No es cuestión de “merecerse nada”

Mi admirada Sugarsagar resolvía la queja por triplicado (Twitter, Facebook y WhatsApp ) de muchos: “Te mereces salir a la calle porque llevas 50 días confinado lo mismo que te mereces comer nueces porque llevas 30 años sin comer nueces por ser alérgico. Que te lo has ganado, joder, esfuerzo, entrega, coño”. En efecto, salir a la calle hoy no es un derecho aunque ahora algunos lo reivindiquen así, ni nadie se lo ha ganado cumpliendo los protocolos del confinamiento… Salvo alguna cosa, como diría Mariano Rajoy. Las autoridades competentes saben más que los cuñados y si salimos será como ellas digan.

Díaz Ayuso, insuperable

La carrera política de Isabel Díaz Ayuso promete momentos hilarantes. Si alguien, después de más de 50 días de confinamiento y miles de muertos, se presta a hacer la sesión de fotos que ejecuta Carlos García Pozo, lo que se hace es un buen autorretrato. Nadie duda de su pena y aflicción, pero sí del acierto de hacerla pública junto a una entrevista sobre las acciones de su gobierno durante la pandemia. Emilio Olabarria me dijo en una ocasión que gobernar es muy fácil, y gobernar bien, tremendamente difícil. Y años después solo puedo darle la razón: Díaz Ayuso gobierno a golpe de mensaje y foto, a lo fácil.

40 + 2 años de infamia

No, ETA no nació del pueblo, como tuitea Arkaitz Rodríguez: ETA nació para corromper a la juventud nacionalista vasca e intentar desplazar al PNV. Y ETA tampoco escuchó al pueblo: se hizo la sorda durante 40 años. Así que no hay nada que celebrar el aniversario del día que dejó las armas: el fin de la infamia no es una fiesta. Lo más grave es que en esa posición se pone el líder de Sortu, el partido que corta el bacalao en Bildu (y para muestra, el liderazgo indiscutido de Otegi). Los que comparten coalición son los que deberían de explicar si mantener el escaño compensa soportar esto… Y lo que no tuitearán.

Por guapo

La pandemia es una estupenda cortina de humo para quienes ven su nombre en los papeles y pretenden que nadie se dé cuenta de lo que hicieron. Me refiero a esto: en el Telegraph han publicado ahora que Juan Carlos I recibió 1,9 millones de dólares de Bahréin a modo de regalo. ¿Fue a su persona o a la institución? Si fue un “regalo” a la jefatura de estado de España, ¿no debería de ser de todos los españoles? Si lo fue a título personal, ¿cómo se justifica semejante generosidad? Son preguntas que quedan en el aire y que nos dejan esperando una respuesta un poco estupefactos y nada esperanzados.

Están como para hacer animaciones graciosas…

No creo que la dictadura china esté en situación de hacer chanzas y bromas sobre la expansión del coronavirus por el mundo. Vale que Donald Trump, el foco de sus gracietas, lo pone fácil, pero ni siquiera las muestras de falta de criterio del presidente estadounidense sirven de excusa. Si algo no necesita el mundo es más tensión, más problemas y más consecuencias financieras y bursátiles negativas. Así que el vídeo de animación en el que ridiculizan a Trump (que ya se ridiculiza solo) y en el que recuerdan sus advertencias (haber dicho la cifra real de muertos hubiera sido la más efectiva) sobra.

Respetémonos a nosotros mismos

Cualquiera que tenga una ventana que dé a una peatonal habrá visto durante el fin de semana aglomeraciones, distancias de seguridad vulneradas y corrillos que van mucho más allá de un saludo cortés. Xabi Álvarez resume en Twitter muy bien la opinión de muchos: “Hay quien no entiende que el cumplimiento de las normas no va de que te gusten más o menos o de que consideres más o menos inocuo su incumplimiento. Las normas son un marco para garantizar la convivencia. Luego, que si tendría que confiarse más en el ciudadano…”. Nunca he soportado a quienes piensan que las normas son para los demás. Y lo llevo peor cuando lo piensan los de mi entorno más próximo.

Que no se nos olvide…

Quien no nos respeta y no se respeta demasiado como líder es Isabel Díaz Ayuso. Las aglomeraciones en las calles de Euskadi y de España vienen después de que veamos a la presidenta de la Comunidad de Madrid junto al alcalde de la capital, y a sus equipos de gobierno, cerrando el hospital de IFEMA como si estuvieran sirviendo bocadillos de calamares en la feria de San Isidro. Literalmente. Lo alucinante es que han echado la culpa de la aglomeración a que Podemos invitó a un grupo de médicos (para que protestasen, claro, cosa que tampoco tenía sentido). Y no se sonrojan…

Los proveedores de China

China exportó el coronavirus al mundo y, a continuación, todos los gobiernos empezaron a buscar proveedores chinos de material sanitario porque este país, pese a su dictadura, o precisamente por ella, es el gran productor de cualquier cosa que se necesite en grandes cantidades o, mejor dicho, de cualquier cosa. Pero el gran volumen de negocio les está llevando a subcontratar: Myanmar (que también es consumidor), Vietnam, Indonesia e incluso México son países en los que se han instalado plantas chinas que manufacturan parte de la producción, según Magnet. Este mundo va a la velocidad del rayo.

Y la competencia mundial

China es una dictadura, aunque en nombre del comercio mundial haya sido blanqueada hasta en sus momentos más delicados, como este. Y los proveedores chinos son los propios de una dictadura, no de una democracia. Es triste pero explica lo que le sucedió a Díaz Ayuso, según su propia versión: el material sanitario para la Comunidad de Madrid que anunció pero no llegó al principio de la crisis sanitaria, simplemente, se lo quedó otro gobierno que pago más por él. Por esto, precisamente, hablamos de crisis sanitaria. Y ya que hablamos: ¿a qué estamos abocando a los países en vía de desarrollo?

Que no se escape este tema

Durante el confinamiento no se nos pueden pasar noticias que invitan a la reflexión como esta de Vozpópuli: “Hallan 50 inmuebles de Villarejo, incluidos palacetes en Uruguay y casas en el Caribe”. El valor de esas viviendas ascendería a más de 16 millones de euros, pero sigue siendo una parte de lo que podría haber capitalizado este ex agente de la policía nacional. Él mismo se jactaba en una grabación, ante Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de que los investigadores no habían encontrado ni el 10% de su patrimonio. Entonces hablábamos de 12 sociedades. Hoy sabemos que solo entre Estepona y Benalmádena es propietario de 14 viviendas.

Si el fútbol alemán está así…

Estos días hemos leído sobre cómo en Alemania alertan de posibles repuntes de la pandemia con la relajación de un confinamiento ya de por sí relajado. Si ellos están así… Nosotros nos veremos igual o peor. Y las derivadas sanitarias del coronavirus no son las únicas comparables: si, como avisa Hans-Joachim Watzke, director ejecutivo del Borussia Dortmund, la Bundesliga está en peligro de hundimiento, ¿cómo estarán los equipos de la liga española? En este caso, además, los equilibrios financieros alemanes no son iguales que los riesgos que asumen los clubes más cercanos. Y del fútbol vive mucha gente, no solo los jugadores.

Eskerrik asko, Ainhoa

El de Ainhoa Tirapu es uno de los primeros nombres del fútbol femenino con el que me familiaricé. Era fácil para mí porque jugaba en mi puesto, el de portero, y en mi equipo, el Athletic. Esta semana, Tirapu ha anunciado que se retira después de 17 años en la élite (15 en el club de Ibaigane). Según la Adurizpdia, forma parte de los 5 porteros que han logrado defender 15 años el mismo marco junto a Iribar, Casillas, Busto (Sevilla) y la portera Alicia, del Rayo Vallecano (que esta temporada no ha debutado). Mila esker por todo lo que has hecho por el fútbol dentro y fuera del campo, Ainhoa.

El carrito del helado

Llevábamos días viendo avisos de comportamientos extraños hasta que Mariluz Congosto ha publicado un esclarecedor hilo en Twitter: una serie de perfiles de nueva creación (todos de chichas jóvenes) han abalado llamativamente la acción del Gobierno y criticado a la oposición. Pero tanto el origen como la evolución de la campaña hacen pensar a esta investigadora que se trata de elementos capciosos, “de falsa bandera”, como dice Congosto, que podrían hacerse pasar por próximos al PSOE para luego virar y arrastrar seguidores. O eso, o es una campaña tan burda del PSOE que puede volvérsele en contra.

Nos dotamos de protección contra los bulos, ¿o no?

Es significativo lo que han hecho notar en Vozpópuli, que parece que ha emprendido, como la mayoría de medios, una carrera por el amarillismo que no lleva a la profesión a ninguna meta pero sí a cualquier precipicio. En este digital destacan que el grupo parlamentario de Podemos ha registrado una iniciativa para detener los bulos en Internet… Basada en una ley que el mismo grupo hace solo un mes intentó reformar y limitar en nombre de la libertad de expresión. La pregunta que hoy se decanta es: ¿nos dotamos de protección contra los bulos con todo lo que eso conlleva? Entonces, habrá que ser remangarse.

¿Y contra el virus?

Estoy de acuerdo con Marta García Aller en que resulta hipócrita clamar por la privacidad en tiempos del coronavirus cuando ya hemos renunciado por nuestra salud a la libertad de movimientos. De hecho, en el mismo digital, El Confidencial, explican cómo Google usa nuestras búsquedas y la posición de nuestro móvil para conocer cómo nos movemos y de qué nos preocupamos. ¿Si lo hace Google parece un juego o una filigrana digital y si lo propone un gobierno, una amenaza? Tenemos que pasar la adolescencia tecnológica y hacernos adultos, admitiendo lo que ya hemos aceptado en las condiciones de uso.

Llamemos a las cosas por su nombre

El Periodismo, como oficio, está, estamos haciéndolo mal durante esta crisis: nos habían brindado la posibilidad de hacer frente a la desinformación… Y nos estamos dejando llevar para sacar el titular que todos quieran compartir en sus grupos de WhatsApp con la familia. Y la Política tampoco está a la altura, salvo honrosas excepciones, con anuncios que solo generan más alarma o tratan de vestir lo normal como extraordinario: Díaz Ayuso ha anunciado que los médicos de la Comunidad de Madrid cobrarán este jueves y viernes santos como festivos. Vamos, como lo que son.

Sí, están fuera de juego

Esta crisis está sirviendo para dejar claro qué es prescindible: por mal que lo hagamos, no somos prescindibles ni los periodistas ni los políticos. Sí es prescindible la extrema derecha, el reiki y los influencers que no aportaban valor añadido y vivían solo de la pose. Juan Soto Ivars habla del “ocaso” del sector. No iría tan lejos, pero sí es evidente que algunos se están retratando: Miranda Makaroff habla en sus stories de cómo con la mente podemos convencer a nuestras propias células para que se mantengan sanas. Cuando mostraron que lo superfluo era su modelo de negocio ya nos dejaban pistas.