Vamos a llevarnos bien…

Me parece bien que Pedro Sánchez no dimita. De hecho, creo que pedir dimisiones está sobrevalorado (salvo que les pillen con las manos en la pasta). Eso es lo fácil. Lo difícil es quedarse e intentar enderezar el rumbo. Hasta ahí le doy la razón a Sánchez: “No voy a tirar la toalla, soy un político limpio” (El Diario). Pero sobre la segunda parte debe ser más cauto. Y sí, he escrito “debe” y no “debería de”, porque quien tuvo un Ábalos, un Cerdán y un Koldo, tiene lo de su mujer y lo de su hermano, y lo de Leire Díez sobrevolando, tiene que medir mejor sus aseveraciones. Más que nada, para que no pensemos que se columpia mientras miramos.

Lo que le dijeron a Díaz (más que lo que dijo ella)

Me sorprendió que Yolanda Díaz acudiera al Congreso después del fallecimiento de su aita. Y más para hacer un discurso que sonaba, como casi todos, sobado y templado. Lo que dijo no pasará a la historia del parlamentarismo, como lo que dijo Núñez Feijóo, que repitió lo del fin de semana, como un chiste feliz (y fácil) que funciona. Para mí, lo más importante de la intervención de Díaz y de lo que dijeron los del PP fue la cantidad de veces que desde la bancada conservador interrumpieron a la líder de Sumar. No es una falta accidental de respeto, educación y sentido democrático: es sistémica. Y es peligrosa.

Que se quedan sin comer

Mertxe Aizpurua fue muy sincera cuando dijo: “Nosotros no venimos aquí a intentar hundir este Gobierno ni a finiquitar la legislatura” (Público). EH Bildu necesita este gobierno del PSOE con Sumar, más amable incluso que el del PSOE con Podemos (Pablo Iglesias les hacía algo de sombra). ¿Quién va a blanquearles de esa manera? ¿Quién va a acceder a negociar como si no lo hicieran lo del ayuntamiento de Iruñea y lo de “los presos” (la base y la cúspide de la legislatura) como hace Sánchez y hacía Cerdán? Nadie, por supuesto. EH Bildu han sido y son los cagapoquito, como escribió Antonio Agredano, de este PSOE. Allá a quien se la cuelen.

Vox, otro que se lo pone a Sánchez

Pero EH Bildu ha tenido un duro competidor en ponérselo fácil a Pedro Sánchez: Vox. La idea de echar a todas y todos los inmigrantes y a sus hijas e hijos, en la víspera del debate de ayer, era una perita en dulce que, por supuesto, todos mordieron. Entre la extrema derecha y cualquier demócrata, cualquier demócrata, por supuesto. Más allá del populismo de base fascista (que comparten Vox y Bildu, y esto también hay que decirlo más), Javier Ruiz daba datos en Bluesky: “La criminalidad en España cae un 2,8% el último año y está en mínimos históricos: 40,6 delitos por cada 1.000 habitantes, una de las más bajas del mundo”.

¿La más dura, Vaquero?

Maribel Vaquero, de EAJ-PNV, tiene varias cosas en contra: el momento y la alargada sombra de Aitor Esteban. Sin embargo, ayer supo pronunciar un discurso duro con tono amable, y fue la única que fijó las opciones reales de Pedro Sánchez hoy y con la que tiene encima. “Cuestión de confianza, su dimisión o elecciones” (La Vanguardia). Apartarse y armar una mayoría en torno a otro u otra socialista, como María Jesús Montero, es una alternativa compleja pero que permite sostener la legislatura y el bloque de la investidura, y dificulta al PP su plan de gobernar apoyándose en Vox, con todo lo malo que eso supone para todas y todos menos los fachas.

Uno más uno, dos

Los argumentos de Daniel Lacalle, más que económicos siempre han sido cómicos. Pero desde su liberalismo más inhumano ha sabido ganarse el pan cada día. Ya tiene mérito. O demérito porque sigue habiendo alguien capaz de contratarle, de escucharle y hasta de hacerle caso. Dice ahora Lacalle que la cuatro grandes consultoras que se enfrentan a una inspección de trabajo generan empleo juvenil. A mí la cuenta me sale de otra manera: si una o un joven trabaja sus 40 horas y, para hacer frente a la petición de los clientes, la empresa llama a otra u otro joven, habría dos contratos y menos paro juvenil. Solo con cumplir la ley.

Sin justificación

Con la que está cayendo en lo económico y con la que cayó, que acabó con una banca rescatada con dinero público, los datos que ofrece Javier Ruiz en Twitter son injustificables: “El número de banqueros que cobra más de un millón de euros al año se dispara en España un 70%. España pasa de tener 128 a 221 banqueros con sueldos de más de un millón de euros. España tiene al banquero mejor pagado de toda la UE, con entre 14 y 15 millones de euros. El 16% de los mejor pagados están en España”. Si la banca tiene beneficios que permiten (porque insisto en la falta de justificación) esos sueldos urge una distribución más justa del dinero.

Defiéndeme esto

Si lo del incremento del número banqueros millonarios es injustificable, lo que denuncia José Andrés en su cuenta en Twitter es intolerable: Rusia sigue saboteando la distribución de alimentos desde Ucrania al mundo, lo que provocará, además de hambrunas, más movimientos de personas que intentarán refugiarse. “La crisis alimentaria es inhumana”, clama el cocinero y filántropo en su tuit. Lo peor es que casi un año después todavía seguimos leyendo argumentos para justificar a Putin y sus decisiones. Cada día que pasa estoy más convencido de que el mundo necesita una nueva regulación global.

No pueden faltar

La invasión rusa sobre Ucrania nos ha dejado imágenes terribles: de muertos por las bombas, de masacrados con las manos atadas, de hospitales infantiles arrasados, de familias que se separaban, de desplazados, de desplazados que eran tiroteados, de batallas, de sangre, de imbéciles justificando a Putin, de Irán sintiéndose intocable en el panorama internacional y, por supuesto, de jetas que usan la guerra para estafar. En Maldita avisan de las cuentas de supuestas mujeres ucranianas que piden dinero en TikTok y lo cobran en OnlyFans e incluso “páginas porno”, en el mejor de los casos. En el peor, las de siempre, las ciberestafas.

La política es dura

De Jacinda Ardern solo diré que me parece muy valiente: fue valiente cuando se presentó a las elecciones y encaró una campaña. Fue valiente cuando se puso al frente del poder ejecutivo en Nueva Zelanda. Y lo ha sido ahora para dar un paso atrás y anunciar su retirada por falta de energía para terminar el mandato. Hay que ser muy valiente para hacer todo esto, y anuncios y decisiones como la suya tienen que servir para poner en valor a quienes acceden a la dureza de una campaña y la dureza, aún mayor, del día a día tomando decisiones muy importantes. La política es un desempeño muy poco valorado pero es imprescindible que alguien la haga.

Clase media

Lo mejor de las redes sociales es que te permite conocer a gente muy interesante como Leo, un fotógrafo que dispara de maravilla con cámaras analógicas en Canarias, y con el que he coincidido plenamente en su respuesta ante la pregunta: “¿Una pareja con dos hijos que ingresa 143.652 euros al año necesita una beca?”. Leo y yo pensamos que, claramente, no. Pero el consejero de Educación y Universidades en la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, cree que sí, y lo justifica con que esa familia es de “clase media”. Cuando votaron “libertad” también lo hicieron para que los ricos se rieran. Y en eso están.

Me temo que no

ETA destrozó la vida de Marimar Blanco y su familia. Y quien sugiera que a la hermana de Miguel Ángel le regalaron una carrera política es una o un ruin. Pero eso no significa que tenga razón en lo que dice o lee: la independencia de Euskadi es un objetivo legítimo aunque ETA y la izquierda abertzale se hayan confundido por completo en los medios para lograrla, y que haya víctimas y victimarios es la mayor prueba de que existe un conflicto. Un conflicto que nunca debió llevarse la vida de su hermano, ni de ninguna otra víctima. ETA regaló al nacionalismo español su mejor argumento contra el nacionalismo vasco. Esa es su herencia política.

No más lecciones, por favor

El periodismo es una profesión muy poco corporativista: abandonar a los pies de los caballos a compañeras y compañeros es una costumbre cada vez más arraigada. Y esto se lo cuenta alguien que se indigestó con carne de perro siendo aún un cachorro en este oficio. Tal vez porque todavía me duele la tripa de vez en cuando, recelo tanto de despedidas con la cabeza alta, o eso pretenden, como la de Javier Ruiz en Cuatro: “Les garantizo; hay una guerra ahí fuera. Hay una guerra entre los hechos y las consignas, entre la información y la propaganda, entre los datos y las mentiras”. El trabajo de un periodista es justo librar esas batallas.

Musk se ríe porque puede

Que la persona más rica del mundo se ría de mí, como de todas y todos, no me molesta. Sí lo hace el modo en el que ha amasado una fortuna tan indecente. Pero que se dedique a hacer chistes y memes en Twitter en los que, abiertamente, se parte de la risa ante lo que pueda decir cualquiera sobre su compra o no de la red social, no me indigna. Pero me parece significativo: la persona que más dinero ha ganado, ocultando parte de su modelo de negocio al gran público, al que encandilaba con una sostenibilidad falaz, es un troll del sistema, un tipo de derechas (así se ha declarado) al que las consecuencias de sus actos le dan igual.

A mí me costó 15

No tengo nada contra los conductores de Uber o similares. Sí en contra de empresas como estas, Airbnb o Glovo, que han precarizado la economía y han basado su modelo de negocio en evitar tasas que pagaban sistemas ya establecidos (taxis, hoteles o restaurantes con repartidores propios de comida a domicilio). Así que, lo siento, pero, sí, defiendo al sector del taxi: “Hasta 138€ por un Uber en el Mad Cool. Y lo peor está por llegar con el Primavera Sound en Arganda”, leo en Magnet mientras recuerdo que un taxi desde el BBK Live hasta mi casa, también en Bilbao, me costó poco más de 15 euros. Pues eso.

El efecto Iglesias

A Podemos se le dan bien las campañas, pero el punto de partida de Pablo Iglesias como candidato en la de Madrid es muy negativo: una precampaña intensa le ha colocado como quinta opción de la ciudadanía en la primera encuesta de la campaña, solo por delante de Ciudadanos que, por supuesto, desaparece. Pero el “efecto Iglesias” no solo confirma el mal resultado de Podemos en su principal feudo, también sirve para explicar que Ayuso esté tan lanzada gracias a la polarización que el líder de los morados le ha ofrecido. Confrontar con Gabilondo era fácil, pero hacerlo con Iglesias ha sido un regalo para el PP.

Hay más

La actualidad política no empieza en Madrid ni acaba en Iglesias, lo sé. Pero es inevitable que hablemos del mayor esperpento electoral cuando lo tenemos tan cerca. Javi Gómez hace en Twitter este estupendo resumen de los primeros sondeos: “Ayuso va en cohete. Si Pablo Iglesias baja del 7% o el PSOE de 30 diputados, consecuencias de órdago. Y ambos van camino. Más Madrid, ante su gran oportunidad. Ciudadanos no existe. Su argumento: ‘O Monasterio o Bal’ es un sofisma. Vox parece haber encontrado su suelo”. Este es el escenario en el que se desarrollará la campaña, que será bronca sin remedio ni pudor.

La pandemia avanza

Comentamos los datos electorales porque la vida sigue pero la que avanza sin piedad es la pandemia, y especialmente en Madrid. Javier Ruiz hace este otro resumen, también en Twitter: “Madrid paga la factura del covid en vidas: la incidencia del virus es 5 puntos superior a su población. Madrid tiene el 14,9% de población y un 19,2% de casos. El 36,6% de nuevos contagios. La mayor saturación de UCI de España (42,5%). Los bares resisten”. Así que, no, no es cierto que Madrid esté logrando resultados parecidos a otras comunidades con todo abierto. Al contrario: las trampas, al solitario, no al mus.

Y la Superliga, claro

El fútbol ha sobrevivido a todo y sobrevivirá a la Superliga. Lo tengo claro. Si los clubes más ricos del mundo han cogido el balón porque es suyo y se largan, allá ellos. Los demás jugaremos con balones más humildes pero seguiremos haciéndolo. No me importa, sinceramente. De hecho, me parece una consecuencia lógica del sistema de mentiras en el que todos hemos participado: clubes, profesionales, periodistas y aficionados. Jon Larrauri resumía el domingo futbolístico así de bien: “Empatas con el Getafe y una hora después ya estás en la Superliga”. La industria es suya, pero el deporte es de todos.

Qué pena lo de Bosé

Soy de los que creen que Jordi Évole hizo lo correcto entrevistando a Miguel Bosé y mostrando que los negacionistas son una banda de locos. El de LaSexta lo llevó a cabo con su habitual metodología: una entrevista editada (nunca ha hecho una en directo) con la que confirma su hipótesis de partida. Pero esta vez el resultado beneficia a la mayoría que cumplimos porque no ponemos en duda lo que está pasando. Y no lo ponemos en duda no porque nos lo digan, sino porque lo vemos, lo vivimos, lo sufrimos y se nos mueren, joder. Qué pena da Miguel Bosé. Pero así lo quiere él.

Él sí tiene un macho empotrador

Bertrand Ndongo es el tonto de su pueblo. Y el tonto del pueblo, en estos tiempos de Twitter, en vez de dar la brasa con sus ideas a los cuatro incautos que pilla en el bar o la plaza, nos da la turra a todos. Así que, sí, he visto y oído al negro de Vox explicar que las mujeres de izquierdas necesitan machos empotadrores porque así estarían más satisfechas sexualmente, y que esos machos empotadrores son todos de derechas. Digo yo que si lo afirma con esa rotundidad es porque él tiene a su macho empotrador en Vox. Me alegro por ambos. Ojalá se casen si lo desean. Pero que deje de decirnos gilipolleces.

O somos o no somos

Contra los nazis tenemos que estar todos. Y el que no esté contra ellos está con ellos. Punto. Así que celebro desde aquí que en Alemania casi todos lo tengan tan claro y hasta Angela Merkel haya presionado para que en Turingia el presidente liberal de la región renuncie a su cargo después de haber sido elegido con los votos de su partido, el de la propia Merkel, y el de la extrema derecha. Para Merkel el cordón sanitario es innegociable: finalmente Kemmerich ha dimitido y en el partido de la canciller la ruptura interna es inminente en la región. Todo merecerá la pena para todos si se mantiene el bloqueo a los nazis.

Resbalón de Otegi

Voy a resistir la tentación de empezar el párrafo con un: “Hablando de fascistas…”, ya que lo que quiero, realmente, es hablarles de comunicación política más allá de que el error en este área lo hayan cometido Arnaldo Otegi y los de su equipo. Entiendo su alegría por el pase de la Real a semifinales de la Copa y la excepcionalidad de esta situación, pero posar con la camiseta con un “gora gu ta gutarrak” es una equivocación. Luego puso un escueto “zorionak” al Athletic, pero llegaba tarde y mal. Del líder de un partido nacional podemos esperar algo menos banderizo o, cuando menos, una foto mejor.

Una Copa muy poco española

En Madrid entienden España como un Madrid más grande con sus áreas de esparcimiento, sus pintorescos provincianos y sus costas para vacacionar. En política, en Madrid entienden España como un Madrid más grande: los partidos de España son los de Madrid. El resto son peligrosos. En fútbol, en Madrid entienden España como un Madrid más grande: solo importan sus equipos y la rivalidad periférica necesaria con el Barça. Javier Ruiz lo resumía en Twitter así de bien: “Periodistas mesetarios sufriendo porque la Copa está entre dos equipos etarras, uno africano y otro de un pueblo de sabediósdónde”. Pues que sufran.

El payaso de la tele

He empezado la columna hablándoles del tonto del pueblo y termino haciéndolo sobre el payaso de la tele. Roberto Gómez tiene que tener atribuido el rol de clown, de personaje irritante, en la televisión pública española porque, si no, no es comprensible que gane dinero de todos por decir en serio que hay que depurar responsabilidades por las semifinales de Copa que se han dado. Roger Álvarez le corregía desde la Adurizpedia: los equipos son merecedores de estar a un paso de la final por sus méritos actuales y por recorrido histórico. Lo que no se merecen algunos es ser tomados en serio nunca más.