Buenos propósitos para 2018

El tuit de Juanan Salmerón: “Como propósito para 2018 podríamos plantearnos dar menos relevancia a lo que puedan decir políticos de la talla de Monedero, Rufián o Talegón. Nos irá mejor a todos”, me dio una idea. Podría traerles unas cuantas ideas para que 2018 fuera un año mejor haciendo caso a unos propósitos tan buenos como sencillos. El primero, obviar a los políticos que son hábiles en esto de amaestrar masas en Twitter pero no valen para mucho más, como los citados.

Tonterías, tampoco

Junto a políticos cutres que se manejan mejor en redes sociales que en política, podemos citar a los periodistas cutres que hacen exactamente lo mismo. Son unos cuantos, y esta semana los que cumplen con el requisito de mediocridad en España están pasándoselo muy bien con la chorrada de Tabarnia, repitiendo que han tenido una magnífica idea para ver si, de tanto decirlo, se convierte en verdad. Yo me quedo con la llamada a la cordura de Lucía Méndez y la hago extensiva a todo el año.

Igual en 2018…

A Julian Assange le han bloqueado su cuenta en Twitter esta semana, pero ya ha abierto otra y sigue con sus mensajes latosos y recuperando poco a poco su masa de seguidores. No le pido a 2018 que se la bloqueen definitivamente, lo que le pido es que deje de importarnos ese canal de comunicación que un portavoz de la realidad sesgada (Assange o cualquier otro) usa como luz y guía. Ya saben que a mis ojos su actitud hacia Catalunya, favorable al procés, no le indulta de su soberbia anterior.

El año de la Identidad Digital aseada

Ojalá 2018 sea el año en el que todos, sin excepción, tomemos conciencia de lo importante que es nuestra identidad digital y nuestro rastro en Internet. Sobre todo, aquellos autónomos o propietarios de pequeñas empresas que salen de un cursillo de marketing digital con el Twitter de su marca y empiezan a cometer errores que se pueden ahorrar si siguen recomendaciones básicas. En Trecebits han recopilado cinco consejos que para este sector son imprescindibles.

Ni una foto sin su autor

¿Saben qué mejoraría sustancialmente Internet si todos los que usamos redes sociales cumpliéramos con el mismo propósito? Citar a los autores de las fotos. Podríamos empezar por dejar de seguir esas cuentas de imágenes fascinantes y que, literalmente, roban el trabajo a otros. Recientemente, ha aparecido una en Euskadi. Estoy seguro de que si empezamos por citar a los autores de fotos que nos gustan acabaríamos el año entendiendo muchas otras cosas que hacemos mal en Internet.

Para liquidar el independentismo

Que no se nos olvide: el modo en el que hemos llegado a las elecciones catalanas que se celebran hoy no es casual. Soraya Sáenz de Santamaría lo reconocía esta semana y lo recogía Europa Press, que ha logrado que su tuit sea viral: “Santamaría dice que ERC y JuntsxCat ‘están descabezados’ gracias a Rajoy: ‘Por tanto, ¿quién se merece los votos para seguir liquidando el independentismo? Mariano Rajoy y el PP’”. Para quien se pregunte por la separación de poderes.

Y ni así

Lo ha dicho la vicepresidenta del Gobierno español: Rajoy cuenta con la complicidad de la judicatura y el PP se arroga sin rubor la “liquidación” del independentismo. Pero ni con ese apoyo ni esa bandera les va bien. Todo lo contrario: Albiol se ha hundido reivindicando el perfil más duro del españolismo, como era previsible. Y Rajoy, el liquidador (¡lo que nos faltaba!), ha tenido que acudir al rescate. ¡Fíjense el mal resultado que el PP espera hoy en beneficio, claro está, de Ciudadanos!

Los “comunes”

Podemos también termina la campaña catalana de la peor manera: las predicciones han sido malas durante toda la campaña (en su caso, el PSC podría capitalizar hoy el voto moderado) y el final ha venido agitado por culpa del de casi siempre, Juan Carlos Monedero. El fundador de Podemos se ha descolgado con unas declaraciones desafortunadas… O no: ha reconocido que el 155 era inevitable porque los nacionalistas se estaban volviendo “locos”. Tan rancio como los del PP.

Pijo como los de Ciudadanos

Esperen, que la ronda no ha terminado: Ramón Espinar se suma a la ola de “favores” a Podemos en Catalunya desde Madrid acusando a Inés Arrimadas de ser una pija. Después, los de Podemos borraron el tuit y Espinar se apresuró a matizarlo: que pijo es el partido, Ciudadanos, no Arrimadas. Oigan, ¡pijo es él, que su padre es de los de las tarjetas “black” y le consiguió una VPO sin sorteo que vendió más cara! Pero, ¡vaya nivel el de Espinar, con todo lo criticable que hace Ciudadanos!

En Madrid también falla la suma

Parece que Podemos va a acabar mal 2017, con unos resultados nada favorables en Catalunya y un lío en Madrid bastante gordo. Después de cesar a su concejal de Hacienda, Carmena ha soltado lastre con Eduardo Garzón, el hermano de Alberto Garzón (pero los enchufados siempre son otros), que ha cometido errores de bulto como asesor financiero del ayuntamiento. Hasta parece que Montoro ha hecho un favor a la alcaldesa interviniendo las cuentas del Ayuntamiento.

Son dos problemas

Podemos está recibiendo muchas críticas desde el nacionalismo y la izquierda (también desde Euskadi) por echar la culpa al independentismo catalán, que habría despertado las posiciones más retrógadas en España. Quienes critican a Iglesias o Monedero lo hacen porque considera que el procés catalán ha servido para poner en evidencia ese movimiento rancio por la unidad de España. Pero también lo ha avivado. Y que se haya reforzado y por eso lo veamos son dos problemas, no uno u otro.

Lo que es irremediable

El nacionalismo y la izquierda (también en Euskadi) intentan vendernos a Gabriel Rufián como un político contemporáneo que utiliza un lenguaje que se entiende mucho mejor. Pero si en su día el pinchazo de Patxi López con el principio de Arquímedes nos hizo gracia, la confusión sobre por qué quemaron a Galileo de Rufián también merece su momento para la chanza. La equivocación de una persona no tiene nada de malo, que nos intenten colocar material defectuoso, sí.

Lo que no es un error

No miente el community manager de la Guardia Civil que admite “un terrible error” del compañero que hizo un chiste sobre la profesionalidad de los Mossos d’Esquadra (intervenidos ahora por España). Pero el error no es el chiste, sino poner negro sobre blanco una forma de pensar que se ha filtrado por la necesidad de la gracia y la broma, un estilo que Carlos Fernández Guerra clavó en la Policía Nacional pero que se convierte en una debilidad en el resto de cuerpos que lo copian.

No podemos permitírnoslo

La profesión periodística estaba en crisis antes de que apareciera Internet, pero este herramienta no nos ha ayudado a levantarnos, precisamente. Los propios redactores hemos ahondado en nuestra situación con la lucha por el titular más llamativo, eso que antes conocíamos como “amarillismo”, y el “clic”. Esta situación nos coloca en el disparadero con errores como dar una noticia falsa: la UE no se planeta prohibir los kebab, sino garantizar su consumo seguro.

Lío en el PP de Bizkaia

Nacho Toca es un tipo incómodo para los suyos. Cuando un portavoz joven combina un pensamiento “viejuno” y básico (creo que ambas características van unidas sin remedio) se convierte en el exponente de unas ideas que nadie quiere asociar a su marca. Y al final el PP de Bizkaia ha reaccionado vetándole en su despedida, según denuncia él mismo en Twitter. El problema, seguramente, fue darle el altavoz. Pero ojo a la solución si es librarse de Toca con una patada hacia arriba.

¿Change? ¿En serio?

El procés tenemos que tomárnoslo en serio porque la situación se ha vuelto grave: la prisión preventiva que ha aplicado la justicia española, a instancias del fiscal y con cálculo previo de la rotación en la Audiencia Nacional, nos ha obligado a convertir las legítimas críticas en necesarias reivindicaciones. Pero no todo vale: Ramón Cotarelo nos invita en Twitter a firmar en Change.org para pedir la inhabilitación de Carmen Lamela. La banalización daña a todo el independentismo.

Cierra La Tuerka

El canal de televisión en Internet con el que saltaron a la fama Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero o, más recientemente, Facu Díaz, va a cerrar. Así lo ha decidido el propio Monedero, que es su máximo responsable actual. Confieso que solo conozco de La Tuerka algún corte recuperado en Facebook o Twitter para destacar las contradicciones de sus protagonistas, pero como en el caso de todos los medios, creo que su cierre nos empobrece.

Las Juntas Generales, por la Igualdad

Con la mesa del Parlament declarando a la hora a la que escribo esta columna, no quiero tardar más en traer a ella uno de los hitos de Bizkaia, cuyas Juntas Generales incorporaron a finales del mes pasado en su web un apartado específico para fomentar políticas de Igualdad después de convertirse, tras el de Nafarroa, en el segundo parlamento del Estado en aprobar un plan específico en esta materia. Esta política también es necesaria aunque resulte menos atractiva para los focos.

No ha gustado a todo el mundo pero…

Los nuevos tuits de 280 caracteres que comentábamos ayer en esta misma columna no ha gustado a todo el mundo. Uno de los tuiteros más célebres, Stephen King (el novelista, sí), expresó con un exabrupto su disgusto a sus más de cuatro millones de seguidores. Entre los usuarios más populares de esta red, que fuera de ella son desconocidos, también hubo sobre más críticas que loas. Pero es innegable que todos o casi todos ya hemos empezado a usar el espacio extra.

Otros conflictos, otras ideas

Si alcanzan a ver estos días una noticia originada en el Reino Unido apreciarán que una buena parte de la ciudadanía de este país, no solo sus representantes, luce una amapola en su solapa. Lo hacen porque en noviembre se recuerda a todos los caídos británicos en todos los conflictos. Y ese “todos” es precisamente lo que hace que el futbolista James McClean, un irlandés de Derry, rechace su uso y se gane las críticas hasta de la hinchada de su club, el WBA. Lo cuentan en La Media Inglesa.

No puedo estar más de acuerdo

Juan Carlos Monedero tuiteó sobre la manifestación: “Todos los que han querido sacar algún provecho del atentado de Barcelona, sean Rajoy, Cifuentes, los independentistas o el Rey han patinado”. Y solo puedo estar de acuerdo con él y aplaudir la conclusión a la que llega. No defiendo a nadie ni ninguna causa que no sea el apoyo a las víctimas y el rechazo a los victimarios sin excepción. No era día para pancartas ni para banderas. Era día para el silencio.

No era el día para hacer campaña

“Puedes confiar en las malas personas: no cambian nunca”, le atribuyen a William Faulkner. Algo parecido pasa con Monedero que, después del pedazo de tuit que acabo de mostrarles se cascó este otro: “En la manifestación de Barcelona mucha gente, desesperada, nos pedía que la escucháramos porque el PP no lo hace. Hay que sacarles del poder”. ¿Estaba acaso queriendo sacar provecho político del atentado de Barcelona? ¿No ha patinado él mismo?

La primera bandera

No pude evitarlo: cuando vi las imágenes de la manifestación en Barcelona me acordé de aquella en Gasteiz tras el asesinato de Fernando Buesa. Ya sabemos cómo funciona el poder político en España: su uniformidad se disfraza de unidad, quien no esté con él está contra él, y no le importa utilizar los peores momentos. En Barcelona la primera bandera no fue una estelada, sino la de España puesta por el ministerio de Defensa (entre otros) antes del inicio de la marcha.

¿Puede alguien explicarme lo de Arabia Saudí?

Estoy absolutamente en contra de a la monarquía española le corresponda la jefatura de mi estado, pero creo que la relación de ideas entre la venta de armas a Arabia Saudí, que estas salgan del puerto de Bilbao, y los atentados en Barcelona es una relación de ideas interesada. En Magnet lo explican bastante bien: ninguna de esas armas ha sido usada en Europa, el debate es si se deben vender a terceros y Arabia Saudí va siempre a su aire… Porque puede.

Cuidado, mucho cuidado

Una de las grandezas de Internet es que un blog puede mejorar a un medio de comunicación. Lo hace Magnet con el reportaje sobre las conexiones (o no) entre Arabia Saudí y el ISIS del que les he hablado, más completo que el de muchos medios. Y Público hace todo lo contrario: meter la pata con una información falsa sobre un chivatazo desde EE.UU. a España del atentado que las autoridades de Madrid no trasladaron a Barcelona. No te pueden colar algo tan grave.