Lo que opina un andaluz

Si siempre es interesante leer a Antonio Agredano, esta vez su condición de andaluz y socialista militante solo suman. No se lo pierdan: “No tengo miedo a Vox, pero sí una profunda tristeza. Si Vox es una alternativa, es que las opciones eran realmente pobres. (…) Vox es más consecuencia que causa. Algo esperable. Un síntoma más de estos tiempos líquidos. Informarse a través del WhatsApp. Individualismos insostenibles. Vileza en los partidos políticos. Medios de comunicación privados al servicio del espectáculo y las audiencias”, escribe casi como si nada.

Por esto

Si Vox ha alcanzado un resultado tan tremendamente bueno, como bien apunta Agredano, es porque algunos medios que alardean de situarse en su contra les han dado espacio (y han provocado saltos mortales ideológicos de miles de votantes). También porque medios serios hablan de lo que a Vox le interesa (inmigración, discriminación positiva, Europa). Y porque, vaya, hay muchos españoles que consumen esa ideología: en Libertad Digital anuncian con orgullo que el programa de Federico Jiménez-Losantos es uno de los podcast más descargados del año en iTunes.

Pan y circo

No, no soy uno de esos que van de listos y aseguran que tanto fútbol y tanta tele atonta. Al contrario, creo que si algo nos vuelve más tontos es el terreno de juego de los que van de listos: Internet. Pero sí me parece sintomático que entre los vídeos de YouTube más vistos del año en España abunden los de actuaciones de OT o Factor X. Al final, la televisión para adolescentes ocupa tiempo por partida doble: en la propia tele y en los millones de revisionados en Internet. Por cierto, el que más tiene (20 millones de reproducciones) es el famoso “Cómeme el Donut”.

Google nos posee

El paso de gigante de Google fue integrar nuestro correo electrónico con su navegador: hoy abrimos sesión cuando nos conectamos a Internet, directamente, y Google va recolectando información sobre nosotros, casi, uva a uva. Pero le damos tanta sin darnos cuenta que, según ADSL Zone, Google ya es capaz de reconocernos cuando nos sentamos delante de un ordenador y, sin abrir sesión, empezamos a operar: lo que buscamos, lo que hacemos, cómo lo hacemos, permite a Google establecer un patrón. Pero la mayoría no hacemos nada malo, así que, ¿de qué preocuparse?

El trumpismo en una noticia

Espero que Donald Trump no revalide su mandato y pierda su reelección precisamente: una salida dolorosa es lo mejor que podría pasarnos a todos para evitar también a futuros Trumps. Un tipo insensible, encerrado en sí mismo, y que ha dado alas y dinero a los Bannon de turno que recorren Europa vertebrando y dando aliento a la extrema derecha. Un tipo que no se da cuenta de que una inmigrante ilegal como Victorina Morales es la que le hace la cama, limpia su baño y quita el polvo a sus trofeos de golf en el club para millonarios en el que practica este deporte.

¿Y si Emilio Botín está muerto?

Es lo que defiende Josele Sánchez, director de La Tribuna de Cartagena, un medio digital en el que César Vidal tiene un espacio de honor, para que se hagan una idea. Es más: Sánchez ha grabado un vídeo en primera persona en el que hace público un intento de soborno de 400.000 euros y que teme por su vida después de informar desde hace un par de meses que Emilio Botín, el expresidente del Santander, ha sido asesinado y su muerte, ocultada por el resto de medios.

Lo que quiere “la gente”

La nueva política necesita parecerse a la nueva política desesperadamente. Mala señal. En la cuenta oficial en Twitter de Podemos colocaron ayer una foto (de móvil, vertical y sacada en algún barrio castizo) que lo tenía todo para que le guste a “la gente”: el parabrisas de un coche nevado con el mensaje de “Amaia ganadora” y un corazón. Un postureo de libro al que se sumó Errejón, y que solo convencerá al que ya está convencido de que la nueva política tuvo alguna vez algo de nueva.

“La fiesta de la democracia”

Carles Puigdemont ha difundido en Twitter cuatro viñetas de Miquel Ferreres, humorista gráfico que ha anunciado que a final de mes dejará de colaborar con El Periódico por expreso deseo de la dirección. Ferreres no encaja en la línea del diario, como demuestra el president con cuatro ejemplos en los que el dibujante contraponía los modos de vida de Bárcenas o Iceta con el de los políticos catalanes detenidos, o ejemplos de cómo España entiende ridículamente la democracia.

España involuciona

Les he hablado de postureo político, les he hablado de cómo Ferreres caricaturiza a esa España trágica, y ahora les hablaré de las dos cosas a la vez. El PP con la prisión permanente revisable es oportunista, y es algo peor: está intentando engañarnos con lo que es, con que es una reclamación popular y con que es un avance social. La cadena perpetua disfrazada es un paso atrás de libro, y es claramente vengativa e innecesaria… A menos que seas el PP y necesites otra cortina de humo.

Internet da voz… al más tonto

Hablando de populismo, pocas cosas menos reales y más interesadas que todas esas frases grandilocuentes de que Internet y las redes sociales nos acercan los unos a los otros y nos dan voz. ¡Qué tontería! Altavoces como Twitter nos retratan como sociedad: durante el Espanyol-Barça, Shakira tuvo más menciones que Luis Suárez, casi todas para insultarla y vejarla como venganza ante la provocación (que también sobra) de Piqué. Y esto es solo una muestra, el día a día es absolutamente repugnante.

Jardineros gratis para la casa de Alba

Hemos normalizado que los municipios, en vez de contratar a un diseñador y en aras de la participación, la transparencia y el autobombo, organicen un concurso cada vez que necesitan un cartel para carnaval o fiestas patronales. Al final, está pagado. Pero lo del Duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, rompe los récords del jetismo: “Seis meses de jardinería para ingenieros, gratis” (El Confidencial). Es decir: ofrece sus jardines para que ingenieros agrónomos los desbrocen sin cobrar.

La izquierda y sus cosas

El texto de Daniel Bernabé sobre Operación Triunfo en La Marea es uno más. Desde hace muchos años en las tribunas de izquierdas han publicado divagaciones sobre la cultura de masas con referencias a gustos más elevados con los que el autor justifica, suave o salvajemente, su desprecio a lo que consume la mayoría y el riesgo de alienación. En eso anda la izquierda de salón, enredada esta semana en lo mismo que hace siglos, pero con Twitter: una caja de resonancia para la pedantería.

La coherencia, ese valor

La capacidad para generar mensajes de Juan Carlos Monedero, también en Twitter, como buen activista de izquierdas de su tiempo que es, le da algún problema de vez en cuando: esta semana ha vuelto a moverse un tuit suyo de mayo pasado (no me pregunten por qué) en el que se preguntaba desde Mauthausen: “¿Cómo quitarle importancia?”. Otro usuario le respondía con un artículo del propio Monedero: “El terrorismo financiero causa más dolor que el nazismo”.

Puigdemont, desactivado

Un usuario de Twitter recuperaba aquel brindis a cámara que Ana Rosa Quintana y Mariano Rajoy lanzaban cuando la primera entrevistó al segundo en una taberna de Madrid, y añadía el mensaje: “Un saludo, Puchi”. Evidentemente, se refería a la colaboración que la periodista ha prestado al asunto catalán. Una colaboración que, no nos engañemos más, viene bien a todos menos a Puigdemont, que sigue enrocado en Bruselas mientras el tiempo corre y hasta en su partido se desesperan.

Válido en los dos lados de la A8

Mi amigo y compañero del Noticias de Gipuzkoa, Jurdan Arretxe, ha tuiteado sobre el fichaje de Iñigo Martínez. Y lo ha hecho con sus acertadas reflexiones al aire que siempre suenan a pregunta: “Llegamos al cole creyéndonos de los mejores, casi todos los días nos quitan el bocata en el recreo (esto funciona así) y cuando nos lo quedamos, vamos a Europa. Creemos que ya hemos mejorado lo suficiente. Pues igual sí. Hasta el día que nos quitan el bocata”. Vale para los dos extremos de la A8.