El PP, ¿ilegalizable?

Informar de que en las listas de Bildu hay 44 personas condenadas por haber pertenecido o colaborado con ETA es una obligación. Tenemos que conozcamos a quien va a representarnos y a los partidos que son capaces de incluir en sus listas a terroristas por el hecho de serlo. Dicho esto, proponer la ilegalización de Bildu solo es hacerle la campaña. ¡Qué más quieren los de Otegi que polarizar! Pero si nos ponemos a ello, cuidado, porque otro partido puede ser el siguiente: “El PP incluye en sus listas en Bizkaia a un exportavoz de Bildu denunciado por amenazar de muerte al alcalde” (El Pural), en concreto, en Güeñes.

La campaña más cara

Pedro Sánchez necesitaba aprobar una ley de Vivienda de cualquier manera (y ahí encontró a una ERC necesitada y a un Bildu fácil) para empezar a lanzar sus anuncios inmobiliarios. Y no ha parado: lleva 19.000 millones comprometidos, la mayoría en esa materia. También pretende promocionar el uso de Interrail, pero eso es el chocolate del loro, el guiño a la juventud mochilera pija. Con todo, entre lo poco y lo mucho, y lo que se han dejado ERC y Bildu, estamos financiando la campaña electoral del PSOE. Personalmente, me parece una desvergüenza hacer anuncios del gobierno en un mitin de partido.

Va de esto

Me parece bien que en El Diario se hayan hecho eco de una noticia tan local: “Una fuga de agua potable en Badalona lleva 18 años perdiendo 180.000 litros diarios: ‘Es un despropósito brutal’”. Me parece bien porque se trata de un bien común, el agua, y porque en todos los municipios hay fugas (no tan exageradas) o esa puñetera fuente que no cierra, y esta campaña va de esa fuente, de aquella fuga, de la acera por la que pasamos cada mañana de camino a la ikastola y también de la vivienda, pero cómo interviene mi municipio si la ley impulsada por el electoralismo de PSOE y Bildu se lo permite.

Silencio oficial

Hace tiempo que no hablamos de Cuba. Por desgracia, eso significa que la dictadura sigue haciendo cosas de la dictadura y que poco tienen que vendernos quienes la defienden con el argumentario básico: de la alegría de vivir al éxito artístico, educativo o sanitario. De hecho, uno de los últimos logros bien publicitados fue el de su vacuna contra la covid, de la que no supimos más. Ahora sí sabemos, gracias a EPE que “la depresión y los suicidios se ceban en una Cuba azotada por la crisis y el desencanto”. Una noticia triste, pésima, sin ambages, de la que los portavoces oficiosos del régimen no nos habían dicho nada.

No empiezan bien

Hemos escrito y leído mucho, y han hablado en Twitch, sobre los sueldos de la King’s League, la liga de fútbol alternativa con normas cambiantes que ha organizado la empresa de Gerad Piqué. Pero hay otro dato importante, además del de los 75 € por partido que cobran los jugadores: el de la audiencia. El estreno en Cuatro del torneo ha ofrecido resultados por debajo de la media de la cadena mientras, según aseguran sus organizadores, se mantienen las cifras vía on-line. Es posible hacer varias lecturas de esto, pero la más importante es el salto: la tele ya no es capaz de hacer suyos contenidos creados para otros soportes.

Apadrinados por España

El recordatorio de Lucía Méndez en Twitter es previo a que COVITE sacase a la luz a las y los condenados por pertenecer o colaborar con ETA que integran las listas de Bildu en la próxima campaña: “Política y periodismo sin memoria. Quien le dijo a ETA que el Estado sería generoso si dejaba las armas y elegía la política, y no las pistolas, no fue solo el ex presidente Zapatero. Fueron todos los partidos españoles, incluido el PP. El presidente de Vox estaba en el PP”. Es Bildu el partido vasco apadrinado por España. Y eso es innegable porque quien no le hace la campaña le pone en bandeja el objetivo histórico de la izquierda abertzale de sustituir al PNV.

Vale, hablemos de Madrid

Hoy empieza una campaña electoral que terminará en una doble votación para elegir la composición de nuestros ayuntamientos y nuestras juntas generales. Lo explico con todas las letras porque me temo que es necesario. Pese a todo, seguiremos hablando de Madrid. Y ya que lo hacemos, tendremos que señalar que anuncios preelectorales como el de la ley de vivienda Pedro Sánchez los está convirtiendo en la campaña publicitaria más cara, e incluso con críticas desde la izquierda (pero no de Bildu): “El aval para jóvenes del Gobierno: una propuesta de bancos y el PP que encareció la vivienda en Reino Unido” (InfoLibre).

No hagáis la campaña a la fascistada

A un fascista se le para con todos los medios. Y victimizar a un fascista no sirve para detenerle, precisamente. Me jode como al que más (he escrito “me jode”, sí) que Vox sea un partido legal y que podamos verles en nuestras calles con impunidad. Pero en este país convivimos con fascistas, un partido les mete en sus listas y no pocos intentan que actuemos como si aquí no hubiera pasado nada. Así que también puedo soportar al espabilado de turno de Vox que viene a provocar y a buscar que le victimicemos. Un antifascista lo es en todo momento y todo lugar, lo es cuando se enfrenta y también cuando deja morir por falta de atención a un fascista.

Azotar a la izquierda hasta que sangre

Cuando era una estrella del rock (ahora no pasa de cantautor folk que hace que todas sus canciones suenen igual), Pablo Iglesias fue pillado diciendo de Mariló Montero que “la azotaría hasta que sangrase”. No pasó casi nada porque entonces Iglesias era intocable. Hoy roza la irrelevancia, qué cosas, pero él es fiel a sus tradiciones: sigue dispuesto a azotar hasta que sangre, esta vez, a la izquierda española, y por eso “intenta abrir una brecha en IU Madrid para restar apoyos a Yolanda Díaz”, según The Objective. El problema de “la izquierda” no es que siempre haya habido más de una, es que siempre ha tenido más de un dueño.

Qué cutre

Gerard Piqué siempre me ha caído mal pero por una cuestión muy sencilla: es el típico pijo al que le iba a ir bien en la vida. Daba igual qué le interesaba y, realmente, daba igual que le interesara algo: iba a irle bien. Lo cierto es que como futbolista le ha ido muy bien y como empresario ha tenido algunas cosas de cara y ha sabido aprovecharlas, y con otras ha empezado bien y ha acabado mal. Con la King’s League está muy lejos de terminar pero el nivel de cutrerío que demuestra es significativo: 75 € por partido es lo que sigue ofreciendo a los jugadores pese a la entrada de nuevos patrocinadores y de Mediaset.

El gran serial

De los creadores de “Orgullosos de paralizar un país” y de “La OPE en Osakidetza está bien pero que no nos la pongan en verano” llega ahora: “No nos sentamos a negociar por si acaso acabamos llegando a un acuerdo”. Y vendrán más títulos, porque los sindicatos vascos están, sobre todo, para evitar que parezca que las cosas van bien, y lo han demostrado sobradamente. Ese es su objetivo, hacer del conflicto y la confrontación un modo de vida, en vez de la negociación, el posibilismo y, lo que es más importante, la sostenibilidad del sistema. Insisto: dicen estar cerca de las y los trabajadores pero viven lejos de la sociedad.

Cinco años de tupido velo

Para la izquierda abertzale es tan importante sustituir a EAJ-PNV que es capaz de renunciar a su esencia. No a su origen, pues la izquierda abertzale, por medio de una organización político-militar, nació en la clandestinidad con ese mismo objetivo: sustituir al primer partido del País. Hoy aquel proyecto presume de haber abandonado la violencia y trabaja para omitir sus consecuencias. Las que sufren las y los suyos y las que sufrimos todas y todos. No siempre estoy de acuerdo con Mikel Segovia, y esta vez tampoco estoy de acuerdo en todo, pero su pieza en El Independiente sobre el “lustro de mentiras y olvidos de ETA” hay que leerla.

“Baja el paro, sube el pero”

Hace tiempo lo leí en Twitter y soy incapaz de recordar el autor del tuit: “Baja el paro, sube el pero”. Los datos del empleo en Euskadi y en España son buenos. Estacionales, con una ley que ayuda a maquillarlos, mejorables, pero buenos. Y desde esa base es desde la que hay que construir. Esa es la política que yo reclamo, y más las puertas de unas elecciones: la que no destruye, la que retoma lo que se ha hecho y sigue poniendo ladrillos, la que nos lleva de un punto a otro sin prometernos atajos que no existen. Es decir: sin populismos, aunque sea un populismo que sustituye el grito por el susurro, como hace Yolanda Díaz.

Pero…

Los datos del paro son buenos. Sin duda. Pero los de las y los nuevos autónomos no lo son. Tampoco hay duda de esto. Lo denuncia Lorenzo Amor: “Con 11 Comunidades Autónomas perdiendo autónomos en último año y pérdida de afiliados en 5 principales sectores de actividad, no hay motivos para celebrar”. Un país (España, pero también Euskadi) que fomenta el empleo por cuenta ajena y, sobre todo, el funcionariado, no va. Es así de claro. No hablo de “emprendedores” y “emprendedoras”, hablo de abrir una tienda o un restaurante (que no sea una franquicia), hablo de negocios de fontanería, carpintería o informática.

Mira, un emprendedor

Gerard Piqué es un tipo muchísimo más listo (y guapo) que yo. Dijo que creía que el modelo de fútbol tradicional estaba obsoleto e hizo: creó la King’s League, que en su primera edición ha pasado de ser “una liga de futbito” a un espectáculo con el que llenó el Camp Nou. Ahora, Mediaset ha comprado los derechos para emitir la próxima temporada en Cuatro y puede triunfar porque es fútbol en abierto. Bueno, algo parecido al fútbol. El pasado Mundial fue un éxito rotundo, pero no es menos cierto que la emisión de los partidos de Messi en el PSG (Piqué compró los derechos de la liga francesa y la emitió Cuatro) pasaron desapercibidos.

La feria según le va

No seré yo el que diga a Ana Iris Simón lo que debe escribir ni a Víctor Lenore lo que tiene que opinar. Tengo bastante respeto profesional por ambos, especialmente, por el segundo. Pero no me gusta que nadie me trate como si fuese tonto. Y menos me gusta que desde una tribuna pública, ya sea un atril, ya sea una columna en un periódico, alguien infantilice a la ciudadanía. Quien sugiere que Vox no es un partido de fascistas para fascistas y señala a los nacionalistas vascos o catalanes por empeñarse en negociar en el Congreso lo que les corresponde se hace un selfie, igual que se lo hizo Tamames, por voluntad propia.

No necesitamos más de esto

No necesitamos que nadie nos trate como si tuviéramos cara de tontos (aunque yo estoy cada día más seguro de que la tengo), no necesitamos que a los periodistas nadie nos diga cómo hacer nuestro trabajo (si algún futbolista quiere tuitear como Piqué, por lo menos, que juegue como Piqué), y no necesitamos que nadie ponga en duda que obligar a las personas a trabajar más días y horas que las que corresponden por ley, por muy contentas que estén, es explotación laboral. Sacar a quien cree que “si tienes un jefe que te trata bien y estás a gusto en tu trabajo, no te va a importar trabajar 16 horas” (LaSexta) no es libertad de expresión, es legitimarlo.

No es país para pobres

El pasado fin de semana vimos un acto del PP dirigido a la comunidad latinoamericana en España. Evidentemente, buscaban captar su voto, pero con un sesgo que se intuía y que Marcelino Madrigal ha expuesto con su habitual tino: “No les interesa el voto latino. Les interesa el voto de la disidencia venezolana y del capital colombiano y mejicano del barrio de Salamanca. Y ya”. La aparición de una pastora evangélica, corriente religiosa muy vinculada a la derecha, como en Brasil, ya daba alguna pista. Pero ningún quilombo de los de Núñez Feijóo será comparable a aquella cumbia: “Mariano Rajoy, contigo estoy”.

Justifícame esto

Creo que nos hemos cansado de ver cómo se justifica el horror y, por eso, apenas se oye ya hablar a las y los propagandistas rusos (a sueldo o no, lo que es aún peor). Alguien lo hará, como alguien es capaz de justificar a Tamames, pero no seré yo quien busque y difunda ese argumentario. Prefiero exponer tuits como este de Alberto Fierro: “Uno de los motivos que Rusia dio para justificar la invasión de Ucrania fue que la OTAN estaba planeando desplegar armas nucleares en países fronterizos con Rusia como Polonia y Ucrania, lo que era completamente falso. Ahora son ellos los que van a acercar cabezas nucleares”.

Sí, la ha reventado

Podemos buscar explicaciones como el precio de las entradas (mucho más baratas que cualquier partido en el Camp Nou), o que se trata de un único evento que, además, no era solo un partido, sino una fase final con actuaciones musicales (un espectáculo, en cualquier caso), pero es innegable que Gerard Piqué ha “reventado” el Camp Nou y el show del fútbol con su Kings League. Lo que empezó siendo una “liga de futbito” (como la llamó con acierto Jota, de Los Planetas) es hoy una competición deportiva con millones de seguidores organizada de una manera diferente, con sus propias normas. Y no, tampoco es un hecho aislado.

¿Quién tiene que sobrevivir?

He leído en varios digitales titulares similares a este de República: “La Superliga se reinventa para sobrevivir”, y ninguno me ha animado realmente a leer el resto de la noticia. Lo que me preocupa es el modelo de negocio que pone de manifiesto esta alternativa de ricachones: ¿quién necesita sobrevivir? ¿El fútbol? Ese está muy vivo. ¿Los clubes que no tienen estados o a ultrarricos detrás? Solo necesitamos observar cómo están Barça y Juve, dos de los principales impulsores por necesidad de esta competición. ¿Los equipos que sufrirán si por fin alguien se pone en serio con el cumplimiento de las normas financieras? Eso sí que me gustaría verlo.

Pagan en criptomonedas

Lo malo de las empresas de criptomonedas es que pagan en criptomonedas, y después del megacrash del sector es posible que esa sea precisamente su mayor debilidad cuando las firmas se propongan conseguir patrocinios que les den visibilidad y cierta credibilidad. ¿Qué club deportivo, como hicieron los Miami Heat, va a cambiar el nombre de su estadio a cambio de una inversión volátil? La crisis de confianza es enorme en el mundo cripto, y pese a que algunos veníamos advirtiendo de la probable estafa piramidal, realmente la prensa ha tenido más que ver en el alza de un valor virtual que en la caída de esta industria de la especulación.

Lo nuevo es el liberalismo

Con su habitual claridad, Ibai Llanos ha explicado el funcionamiento económico de la Kings League, la liga de futbito (como la bautizó Jota, el cantante de Los Planetas) que ha creado Gerard Piqué. Pues bien, lo nuevo es el viejo liberalismo: los “presidentes” como el propio Llanos tienen que conseguir sponsors para sus equipos (él, que es el más conocido, ha conseguido a Cola-Cao) y pagar a entrenadores, campos de entrenamiento y a jugadores extra: “Puede haber gente que gane 100 euros por partido y gente que gane 1.500” (Huffington Post). En un espectáculo en el que, además, las chicas no pasan de floreros. Todo nuevísimo.

Los sueños de la chavalada

Por supuesto que pongo en duda la cultura del esfuerzo, sobre todo, cuando veo que algunas y algunos a igual esfuerzo consiguen unos beneficios injustificables. Pero de lo que estoy seguro es de que ni el dinero ni las satisfacciones vienen sin que te lo curres, hablando claro. Lo que me sorprende es que la chavalada, o al menos una parte, pique y que “ingresos pasivos” o “millonario” sean hashtags con millones de entradas en TikTok, como nos cuentan en Magnet, o que los tiktokers que explican cómo ganar dinero “mientras duermes” tengan legiones de seguidores con generalidades cuando no falsedades sobre lo que es ganarse la vida.

Más claro, agua

Una industria joven en la que sobra gente y tecnología es la de las criptomonedas. Supongo que algunas y algunos de los que se dedicaron a la minería de bitcoins serán los que consumen ahora esos vídeos en TikTok para enriquecerse cómodamente. Lo que está claro es que la moda pasó y que los equipos necesarios para conseguir esas criptomonedas (del gasto energético tendremos que hablar algún día) ahora se venden por partes, para sacar más rentabilidad: El Chapuzas Informático explica en su blog cómo los criptomineros limpian y hasta repintan componentes quemadísimos para que tengan mejor venta.