Cabalgando contradicciones. Primera parte

Decía Pablo Iglesias que en política es necesario cabalgar contradicciones y, al paso que va, le va a doler el culo de hacerlo. Primera contradicción que nos encontramos un día cualquiera: una importante, de las que hacen que se escuchen crujidos en el barco del gobierno, es este tuit de Ione Belarra, hoy secretaria de Estado, a la ministra Robles, de su mismo ejecutivo (por si alguien lo dudaba al leerlo): “Cuando eres la ministra favorita de los poderes que quieren que gobierne el PP con VOX, quizá estés haciendo daño a tu gobierno. Ser humilde es no dejarse adular por la derecha mediática”. ¡Toma castaña!

Cabalgando contradicciones. Segunda parte

Una contradicción muy habitual del gobierno español, por lo que hemos visto hasta ahora, es la de un fondo pretendidamente bonista y unas formas un tanto grotescas. Miguel Ángel Heredia, senador del PSOE por Málaga, tuiteaba sobre la educación concertada: “Ni hay que educar a pijos con dinero público. Ni hay que mantener los privilegios educativos de unos pocos con el dinero de todos. Quien quiera el elitismo de una educación privada que se lo pague con su dinero. Y el dinero público para una buena educación pública y de calidad”. Espero que sepa que está mintiendo burdamente.

Cabalgando contradicciones. Tercera parte

Cómo cabalgan esta contradicción en Podemos nos lo van a tener que explicar muy despacio y con mucho esmero, porque todos podríamos imaginarnos qué estarían diciendo desde la oposición si, como parece, la expulsión de inmigrantes previa agrupación en campos, como en Lesbos, es la solución que plantea el gobierno español para los inmigrantes que llegan a Canarias. El desastre es evidente, ya que el ejecutivo no ha intervenido hasta que el problema ha alcanzado unas dimensiones indecentes. Y la solución será aún peor, de cualquiera de las maneras. Así que es deber de todos atender a las explicaciones.

Cabalgando contradicciones. Cuarta parte

No puedo culpar al gobierno español ni a ningún otro de la Unión que haya tomado o apoyado esto: “La supresión de patentes que permitiría a los países pobres acceder a las vacunas contra la covid” (Púbico). Desde marzo en esta columna llevo alertando de las decisiones que habría que tomar en altas instancias. Decisiones desagradables que iban a implicar ponernos por delante a nosotros antes que a otros. Pero cuando los partidos del gobierno, especialmente Podemos, han hecho de la pureza del alma y el apoyo a los pueblos oprimidos su bandera, esta decisión chirría. Y, no, mirar para otro lado no es una opción.

Cabalgando contradicciones. Quinta parte

“Las cosas claras” es una castaña de programa. También es verdad que nunca encontré la gracia a “Al rojo vivo”, así que su copia tiene todas las papeletas para no gustarme. Pero el programa de Jesús Cintora cumple con dos circunstancias muy concretas: lleva a la La1 la agenda que le interesa al ala más izquierdista del gobierno y pone una pica en Flandes para que las productoras privadas hagan contenido informativo para el ente público. Vaya, vaya. Según El Independiente, los sindicatos están bastante mosqueados. Según mi experiencia, esta contradicción es de las gordas. Ya ni ladramos cuando cabalgan.

Sánchez, culpable

Estas elecciones son una faena que me roba horas de sueño y de estar con mis hijos. Estamos aquí, hablando de ellas solo porque a Pedro Sánchez le dio la gana convocarlas. Un presidente en funciones que ayer sumaba 100.000 parados más y que en el debate restó más que otra cosa. Solo le honra decir que se opondrá a la ilegalización del PNV que propone Vox. El resto de su tiempo fue un desperdicio porque no aclaró nada, salvo que para Catalunya planea más mano dura. En Twitter, resumieron su intervención: “A Pedro Sánchez le das a elegir entre graparse los huevos y pactar con Podemos y te pregunta a qué pierna”.

Casado, verde

Pablo Casado mejora pero sigue sin llegar: nadie se lo cree como presidente del Gobierno. Lo cierto es que nadie se lo cree, en general. ¿Qué Pablo Casado es el de verdad, este, más moderado, o el que se destapó como un rival de Abascal por el espacio que queda entre la derecha y la pared? Debatiendo no estuvo mal pero como está verde cayó en el error de hablar de corrupción, que siempre le perjudicará porque preside el partido más corrupto, y se equivocó también hablando de meter dinero en un sobre para hablar de la deuda pública. Eso, sí, supo arrinconar al PSOE, pero dejó claro que su futuro es con Vox.

Rivera, hundido

Juan Soto Ivars resumió mucho mejor de lo que yo podré hacerlo la intervención de Rivera en el debate: “Le han puesto un alzador a Rivera para que pareciera más alto. Fernando de Páramo le lleva una maleta llena de objetos para que saque. A última hora, como había cachondeo con el alzador, lo han quitado. La historia del partido, entera, está contada en estas tres frases”. Rivera está en las últimas: el próximo lunes, a más tardar, tendrá que dimitir. Y Fernando de Páramo, irse con él. ¿A dónde? Siempre le he ubicado en Vox pero él sabrá. Yo solo sé que me alegro de que desaparezcan.

Iglesias, fuera de sitio

Más que fuera de sitio, Pablo Iglesias está fuera de tiempo con su discurso maniqueo, pretendidamente social y ampliamente incoherente con sus actos (¿de qué cuna vienen? ¿A qué chalés van cuando termina todo? ¿Cómo vamos a creernos que pretenden preocuparse de lo de todos si empiezan ocupándose siempre cada uno de los suyo dentro de su partido, su familia política y sus propias obsesiones?). Está tan fuera de foco que dejó unos segundos que en Twitter cazaron al vuelo para hacer un GIF: mira a un lado, al otro, alza una mano y arquea las cejas. Nunca entendieron nada y siguen sin hacerlo.

Abascal, facha

Lo grave no es que la noche del lunes Abascal mintiese mirando a cámara e hiciese un discurso xenófobo cuando lograba no trastabillarse consigo mismo. Lo grave es que Abascal estaba allí, que nadie puso un cordón sanitario a la extrema derecha. Lo grave es que Espinosa de los Monteros, Ortega Smith y Abascal han podido decir lo que les ha dado la gana, amenazar y soltar datos falsos a porrillo en la tele sin que ningún periodista y moderador de esos debates le pare los pies, sin que ningún político salvo Aitor Esteban les haga frente y les diga que mienten y merecen nuestro desprecio.

¿De qué es esta foto?

Me han hinchado las narices todos esos que andan sacando la cara al PSOE e intentando convencernos de que la exhumación de Franco no fue un acto de exaltación franquista porque EFE publicó la tarde del jueves una foto aérea en la que se veía a la familia portar el féretro en soledad y porque a las puertas de El Valle de los Caídos había un puñado de frikis. Miren: lo que vimos en La1 (no en LaSexta o Trece TV) fue un “¡viva Franco!” como la copa de un pino, y las fotos que han publicado los medios internacionales son las de un dictador que sale a hombros con solemnidad y en presencia de una ministra.

Son frikis, sí. Pero también millonarios

Y que no me vengan con que los Franco están solos, porque no lo están. Esa banda de herederos de palacios robados y fortunas acrecentadas en democracia, en el entierro de El Pardo (que no fue televisado pero su mantenimiento sí será pagado por todos), acabó gritando: “¡Esto es una dictadura!” cuando un agente quiso requisar los móviles para que nadie lo grabara. Que sí, que todos esos franquistas que estaban allí, incluido Tejero, al que el cordón policial dejó pasar, tenían pinta de frikis. Pero los franquistas peligrosos son los que mantienen la memoria y el poder, y a esos nadie les para los pies.

¿Quién mantuvo a Tertsch?

Pocas dudas tengo, por ejemplo, de que Hermann Tertsch tiene más de personaje de freak show que de cualquier otra cosa. El hoy eurodiputado de Vox gritó “¡profanadores!” mientras el socialista Javier Moreno intentaba colocar su claim de campaña en el parlamento de Bruselas. Así está el patio. Pero, ¿quién ha puesto a Tertsch en ese escaño? ¿Cuántos están dispuestos a aupar a Vox hasta la cuarta fuerza? Y lo que más me preocupa: ¿quién ha mantenido a Tertsch todo este tiempo? ¿Quién le ha publicado su bazofia y quién la ha leído? ¿Por qué ese pensamiento se ha mantenido e impulsado?

Peor me lo pone, ministra

Y si todo lo que acabo de contarles sigue sin callar a los de la campaña socialista que defienden que no hubo esos honores a Franco que todos vimos, por favor, que me expliquen la frase de la ministra que fue testigo: “La exhumación de Franco no fue un funeral sino un acto de todos”. ¿Qué tiene mío ese “¡viva Franco! ¡Viva España!”? ¿Qué tiene de mi aita ese poroso cordón policial que dejó pasar a Tejero? ¿Qué tiene de mis antepasados represaliados esa salida a hombros del cadáver? ¿Qué tiene de los históricos socialistas la segunda oportunidad que los actuales están dando a la extrema derecha?

Sí, le fue útil para la campaña

En cualquier caso, no creo que la exhumación de Franco saliera como quienes mandan en el PSOE soñaron. Últimamente todas sus fantasías salen mal: seguro que imaginaron que después de la sentencia del procés su apropiación del discurso del PP supondría el desplazamiento de los de Casado, y no fue así. Al contrario. Y hace solo unos días fantaseaban con descubrirse como la verdadera izquierda a un montón de jóvenes, y tampoco. Por lo menos, la última exaltación franquista ha servido a Pedro Sánchez para tapar unos malos datos de empleo. Con eso se queda. Los parados se quedan con menos.

Primero, Sánchez

Pedro Sánchez se ha equivocado rechazando ir al debate de La1 en el que estarán representados los principales partidos con representación en el Congreso y el Senado españoles. Pero no le importa: prefiere acudir a uno con Santiago Abascal porque así la audiencia podrá verle domando a tres derechas se devoran. Pedro Sánchez juega sus cartas electorales, pero también deja un mensaje claro: la televisión pública española no le importa, de hecho, para él, es un instrumento más para sus objetivos. Cuando le interese, irá. Cuando no, no. ¿Servicio público? Mejor el privado y sus beneficios.

Los vascos, para la foto

Seguimos hablando del utilitarismo e instrumentalización, en este caso, de la derecha y la extrema derecha españolas: los representantes de esta horquilla ideológica coincidirán este fin de semana en Euskadi para desplegar su argumentario pensando… En España, claro. Las encuestas sitúan claramente fuera del escenario electoral a Ciudadanos y Vox, y el PP puede lograr entre uno y ningún representante en la CAV para el Congreso. Entonces, ¿a qué vienen si en campaña no se derrocha ningún esfuerzo? A sacarse la foto, porque sus actos están pensados para España. A ellos sí que les mueve solo España.

Pero, ¿cuál es su programa?

Albert Rivera va de liberal pero, a la hora de verdad, ya sabemos que es, a la vez, taurino y antitaurino, del Barça y del Real Madrid (lo dice él, ojo). Casado es un rancio en un cuerpo de un treintañero. ¿Y Abascal? Ultra, sí, pero, ¿qué planes tiene para su Españaza? Pues casi da tanto miedo en lo económico como en lo ideológico: su plan pasa por bajar el despido, por privatizar las pensiones, por que la administración deje de contratar y por bajar los impuestos de modo general (lo que siempre beneficia a los más ricos). Un país en el que las desigualdades vayan a más, en el que, en resumen, nos pisen con sus botas militares.

Comunicar importa

No discuto el logro de Katie Bouman, al contrario: aunque soy incapaz de entender la dimensión del logro y cómo se ha gestado, solo puedo ponerlo en valor partiendo de que el conocimiento, en sí mismo, siempre es positivo. Pero voy más allá: la científica que ha capitaneado al equipo que nos ha mostrado por primera vez un agujero negro ha podido revolucionar otro sector, el de la comunicación científica. Porque que la conozcamos, que la hayamos visto contarlo y emocionarse es, también, un hito. Un hito que muestra lo que importa y lo que aporta una buena comunicación.

Nunca lo valoraremos suficiente

El nombre de Katie Bouman puede que se convierta en recurrente por lo que nos ha enseñado. Por desgracia, hay miles de nombres que se nos escapan cada día y que hacen algo parecido: mostrarnos el universo como es. En este caso, como es de cabrón. Los ganadores del World Press Photo, esos héroes anónimos que ponen en peligro sus vidas, que sacrifican su tiempo con sus familias por perseguir una foto, nos muestran este año un planeta lleno de injusticias, del que las personas quieren huir y son maltratadas por ello. Nunca valoraremos justamente su papel de testigos y transmisores de lo que somos.

Esto tiene mucha gracia

Parece un chiste pero no lo es: Donald Trump, el mismo que no deja de señalar a los medios porque, según él, publican noticias falsas (“FAKE NEWS” tuitea el presidente hasta en mayúsculas), tiene colgado en sus campos de golf una portada del Time en la que aparece que sería falsa. Lo ha publicado el Whasington Post, se ha hecho eco The Hill y hasta el Time ha negado la existencia de esa portada que estaría enmarcada en las propiedades de Trump para mayor gloria suya.

Los horarios razonables en la televisión pública

Hacen bien en La Gulateca cuando critican el horario de emisión de la final de Master Chef. El programa de La1 terminó a las 2:00 de la noche del miércoles al juves, fuera de cualquier lógica. No se trata ya de la audiencia, tampoco es posible justificar esta “emisión imposible” porque se trate de una pieza de autor, y resulta difícilmente explicable que la televisión pública española en vez de apostar por unos horarios razonables estire así un chicle televisivo.

Hablando de televisión…

El tuit anterior hizo que me acordara otro de José Miguel Mulet, el químico que se ha hecho más famoso porque Mercedes Milá le llamo gordo en televisión que por su labor previa como divulgador. “Cuando dicen que no hay ciencia por la tele porque no hay demanda me pregunto ¿Acaso había demanda de telefilms alemanes a mediodía?”, se preguntaba con bastante acierto ya que el coste tampoco explica la ausencia de este tipo de espacios más beneficiosos que la ficción fácil.

Una más

Imprescindible para quienes no lo recordábamos e interesante para quienes sí presenciaron aquel escándalo: en El Confidencial recuerdan que el timo de “la rueda” que habría generado hasta 100 millones de beneficios con la participación necesaria de la SGAE ya se repitió en 1977. Entonces fue con la música militar y la misma mecánica, y generó 200 millones de pesetas a una SGAE “heredera de los privilegios intocables concedidos por el franquismo, muchos de los que hoy sigue disfrutando”.

2.000 millones de usuarios

Si cada perfil fuera de una persona estaríamos hablando de casi un tercio de la población mundial. Pero pese a las trampas que sabemos que existen (personas con varios perfiles, sobre todo profesionales del marketing on-line y activistas políticos) la cifra es absolutamente mareante: Facebook cuenta ya con 2.000 millones de cuentas creadas que son utilizadas una vez al mes. Y destaca aún más porque, según Market2day, que da la noticia, hay 3.600 millones de usuarios de Internet en todo el mundo.