Seis meses

“Hoy se cumplen seis meses de la detención de Pablo González. Y la situación apenas ha cambiado: sigue sin poder hablar con su familia y Polonia no respeta sus derechos básicos”. Que alguien haya tenido que escribir este tuit es, sencillamente, incomprensible. El periodista, retenido desde que intentó acceder a Ucrania para cubrir la invasión rusa sobre este territorio, sigue retenido y, de momento, no sabemos ni de qué se le acusa salvo una referencia general, nada concreta, al espionaje. Tampoco sabemos por qué o por quién ha quedado neutralizada la diplomacia. Solo sabemos que una situación injusta se prolonga.

140 escaños

Núñez Feijóo tiene clara su estrategia y le está saliendo bien: quiere presentarse como voto refugio de los desencantados con Vox (y le está achicando el espacio con facilidad, sorprendentemente) pero también de los votantes moderados en España (y lo está haciendo compatible con lo anterior sin dificultad). Frente la imagen del gobierno español, echado en brazos de dos elementos desestabilizadores como son Bildu y ERC, que se proyecta además contra un futuro preocupante, quiere ubicarse el del PP. De momento, las encuestas el respaldan con 140 o 142 escaños, según República.

“Una auténtica tomadura de pelo”

Veo que el consenso es generalizado: o estás en el ajo, te llevas cacho y el evento Mundo Crypto te ha parecido poco menos que una revolución, o eres una persona normal y ves y describes la charlatanería, como ha hecho Analía Plaza para El Periódico de España. Básicamente, el evento fue una venta de producto, en este caso, cursos de formación para invertir en bitcoins y similares. Todo ello disfrazado con tecnología que no funcionaba y charlas que buscan la algarabía en nombre de la libertad y lo descentralizado, pero que aportaban, según el relato, pocos datos y menos casos de éxito concretos.

Habrán aprendido de España

No me sorprende nada que en Marruecos no hayan visto las imágenes de su rey en París como si acabase de salir de Gogorregi el último sábado de Aste Nagusia a las cinco de la mañana después de haberse bajado una botella de “Plata o Plomo”. No esperaba otra cosa en una monarquía absolutista que ha dado varias muestras de despreciar a su población. Pero, vamos, que Mohamed VI, no ha hecho nada que no estuviera inventado: en una democracia se supone que plena Juan Carlos I ha sido bien tapado por la prensa de su país hasta fechas muy recientes. Y lo que nos quedará por ver y no veremos, como en Marruecos.

“Escritos panfletarios”

Precisamente del extranjero tienen que venir estas calificaciones al historiador revisionista Pío Moa. Su reciente entrevista en Le Figaro ha provocado que “100 catedráticos franceses especializados en la historia de España” hayan expresado “su consternación” por lo publicado en el periódico. “Nunca imaginamos que un discurso así pudiera ser retransmitido de esta manera por el diario más importante”. “Pío Moa es poco más que un polemista obsceno”. Y sus tesis (con las que vende muy bien sus libros o “escritos panfletarios”) “no son nuevas y no hacen más que repetir la propaganda oficial de la dictadura franquista” (Nueva Tribuna).

La foto del «no»

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La foto del “no” la sacó la agencia ‘France-Presse’, y la vimos en el ‘The Guardian’, el ‘Financial Times’, el estadounidense ‘The New York Times’, los franceses ‘Le Figaro’ y ‘Sud Ouest’, y el catalán ‘Ara’. No fue la única que se repitió, pero sí la más significativa porque expresaba una explosión de júbilo contenido y, lo que es más relevante, mostraba por fin alegría en las filas del “no”. Medios en papel y on-line han tenido que esperar a la madrugada siguiente a la gran jornada del 18 de septiembre de 2014 para mostrar la negación como algo positivo.

Con esa imagen o con otras, la mayoría de medios internacionales recogieron en sus portadas digitales el resultado del referéndum. El sistema de recuento escocés, sometido gustosamente a la burocracia y las formas, como explicaba Oier Llinás en ‘Onda Vasca’, impidió que viéramos cómo grafistas y diseñadores intentaban sorprendernos con las primeras en papel. Un ejercicio que, previendo esta circunstancia, abordaron en el Reino Unido el mismo jueves. La recopilación de portadas que difundió Juan Antonio Giner esa misma mañana por medio de Twitter fue, sencillamente, espectacular.

En el contenido, sin embargo, no hubo muchas diferencias. La mayor parte de la prensa mundial, no podía ser de otra manera, estaba con el imperio y la metrópoli londinense. Algunos no han cambiado demasiado desde que, en 1707, Escocia accediera a unirse al Reino Unido agobiada por sus problemas económicos. Ayer, en la “home” de ‘The Guardian’ no hicieron diferencias entre las ediciones escocesa y “no escocesa”. Con algunos mensajes sibilinos hacia Cameron, el módulo principal mostraba el éxito unionista. Para ‘The Scotsman’, lo importante era que los propios escoceses habían apostado por el “no”. ‘The Times’ ponía el foco en lo mismo: que el resultado de la votación lo habían decidido los propios escoceses, y que esa era su voluntad frente al “sueño” de Salmond. ‘Financial Times’ era el único que llevaba a portada las reacciones de las redes sociales digitales, pero su preocupación central eran los cambios que afrontará el Prime Minister en cumplimiento de su promesa, y sus consecuencias. Finalmente, entre los grandes medios británicos, la portada de la ‘BBC’, muy criticada por su clara posición unionista, reflejaba fielmente el alivio que generaba el resultado: la foto de una mujer entre el llanto y la alegría incontenibles, junto a otras personas con los brazos en alto, resultaba de una honestidad atronadora. Al mismo tiempo, la web de la radiotelevisión pública británica parecía deseosa de pasar esta angustiosa página: noticias ajenas al referéndum iban ocupando los espacios de privilegio.

Por su parte, el ‘Herald Scotland’, uno de los pocos que se mostraron abiertamente favorables al “sí”, anuncio que ha generado un incremento en sus ventas, recogía en primer lugar el dato de participación (un 84%), y después el resultado del referéndum. En este medio, los dardos apuntaban al ministro principal de Escocia: “¿Hemos visto lo último de Salmond?”, se preguntaban con evidente intención.

El principal medio de los vecinos de Irlanda del Norte, el unionista ‘Belfast Telegraph’, daba carpetazo al asunto, y la única noticia destacada añadida al “no” escocés era la promesa de Cameron. Las cuestiones de transferencias y reformas, en el norte de Irlanda, siempre generan cierto interés por la parte que les puede tocar. Si atravesamos el “peace line” vemos que el ‘Irish News’, que no destaca por su capacidad de reacción, seguía centrado en la controvertida figura de Ian Paesley junto a sucesos locales.

Pese a la diferencia horaria, al otro lado del charco, sobre todo en EE.UU., el asunto no pasó de largo. La ‘CNN’ hacía un juego de palabras con “un reino unido”, ‘The New York Times’ hablaba de “jornada histórica”, y ‘USA Today’ era, posiblemente, el que más jugaba con la emoción. En concreto, con la de Cameron y su “corazón roto” si Escocia se hubiera independizado. Sin embargo, en el ‘Washington Post’ hablaban del corazón roto del nacionalismo escocés. En una ciudad habitada por descendientes de emigrantes irlandeses y escoceses, ‘The Boston Globe’ también celebraba el unionismo. En estos medios, por un lado, era posible leer con naturalidad la palabra “rechazo” para referirse a la independencia, y por otro lado, en todos ellos el análisis y la contextualización estaban presentes: el nacionalismo como palanca de la independencia es un fenómeno que, por incomprendido, les fascina.

La noticia también llegó al primer puesto del principal agregador de noticias en inglés, ‘Reddit’, y a la portada de la versión inglesa de ‘Al Jazeera’, que incluía dos despieces: uno sobre el voto joven (independentista), y otro sobre lo que ellos llamaban el “efecto Québec”. Precisamente en ‘Le Journal de Québec’ eran muy escuetos: “Victoria del ‘no’ en Escocia”. Junto a esta información, otra que versaba sobre la presencia de Pierre Karl Péladeau, hombre del negocio informativo y miembro del partido “québécois” que afirmaba que se había trasladado hasta Escocia para aprender.

En la América castellanoparlante, ‘Clarín’ ubicaba la noticia por detrás del déficit fiscal y la victoria de Boca Juniors, con un tono muy aséptico, y destacaban más las ausencias (como la de ‘Venezolana de Televisión’) que las presencias. Y en el resto de Europa, ‘Le Figaro’ conjugaba el rechazo escocés con la mano tendida de Cameron, cuestión que ‘Libération’ llevaba como tema principal. Para ‘Le Monde’ la noticia era que Escocia “no será un país independiente”, con un enfoque similar al del ‘Sud Ouest’. También, el catalán ‘Ara’ y el italiano ‘Corriere della Sera’ llevaban ese “no” en portada, pero en el diario romano el tema quedaba relegado después de uno más local. En cualquier caso, ninguno de estos medios hacía mención a una posible salida de los escoceses de la Unión Europea.