Reinserción, sí. Memoria, también

Me parece bien que el Gobierno Vasco cuente con el programa “Aukerak” para facilitar la reinserción de las personas presas desde que recibió la competencia de prisiones. También de las que cumplen condena por pertenecer a ETA, en las que se fijan en El Independiente: “Son 37 los etarras que están dados de alta y cotizan por su trabajo en empresas acordadas con las prisiones o en talleres internos, dentro de las cárceles”. Sus pasos para integrarse en la sociedad a la que golpearon con bombas y disparos son bienvenidos, pero eso no puede hacernos olvidar lo que hicieron ni debemos pasar por alto la vergüenza que deben sentir.

Junts y el PP

Vamos a escribirlo con claridad aquí porque en otros medios comprarán, como es habitual, el marco a Bildu como si fuera lo normal: es Junts el que ha pactado con el PP suspender un impuesto a las eléctricas que, todo hay que decirlo, las empresas acabarían sufragando con subidas en las tarifas, como han hecho siempre. Esto lo sé yo y lo saben en ERC y el PNV que, según explican en La Vanguardia, pueden apoyar la supresión. También saben esos partidos que el electoralismo es una cosa, y otra es gobernar ajustando los impuestos a la realidad para recaudar sin apretar… a las personas consumidoras.

Que no nos engañen

De la misma manera que las personas adultas somos capaces de entender que los impuestos hay que ajustarlos, fuimos capaces de entender que el rescate a la banca lo era también a las personas que tenían su dinero en las entidades quebradas. A partir de ahí, el gobierno de Rajoy ni actuó ni habló con la claridad necesaria: nadie rindió cuentas públicas y nos aseguraron (el propio Rajoy, Sáenz de Santamaría, Luis de Guindos), que las entidades abonarían ese rescate. Pues bien: “España paga este miércoles 4.575 millones del rescate europeo de la banca de 2012 y deberá aún 11.860 millones hasta 2027” (EPE).

¿Y la Casa Real?

Ernest Urtasun está llevándose todas las tortas por no asistir a la reinauguración de Notre Dame. No me cae bien el ministro español de Cultura, que no dudó en hacer campaña por Sumar (su partido) desde su cargo durante las elecciones a lehendakari. Pero hay que ser justos, e igual que Urtasun, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz recibieron sus invitaciones indelegables para el solemne acto, sin embargo, una parte de la prensa sigue señalando solo al que ha sido elegido democráticamente. ¿Por qué? Pues por la mierda partidista de siempre. Solo huele peor el proteccionismo español a la corona.

Milei, un año después

Un año después, este es el saldo de Javier Milei en Argentina: “Ha destruido las pensiones, los salarios y las pequeñas y medianas empresas” (El Diario). Para que el estado ahorre, además de los despidos masivos de empleadas y empleados públicos, Milei “recortó la cobertura de medicamentos”. Hoy, “un 52,9% de argentinos están por debajo de la línea de pobreza”, 12, 8 puntos más que hace un año. Lo público, mal, pero lo privado va así: “La industria y el comercio tuvieron un desempeño peor incluso que durante la pandemia”. Eso, sí: “Grandes grupos económicos vieron multiplicadas sus rentabilidades”.

¿De qué va esto?

Lo siento pero no entiendo qué hace el PP utilizando el desastre de la DANA para atacar a una Teresa Ribera que tiene más asegurado el puesto en Bruselas de lo que nos cuentan muchos medios españoles. Tampoco lo entendía cuando el PP instrumentalizaba el dolor que le causaba ETA para obtener un rédito político, ni lo entendí cuando Aznar quiso convencer a toda España de que el 11-M había sido cosa de esa misma ETA y no de su deseo de salir en una foto. ¿Estoy siendo duro? Puede. Pero el PP está siendo el PP y eso parece mucho más grave.

¿Cuál es el objetivo?

Cuanto más tiempo pasa más veces recurro a esta frase que de Emilio Olabarria: “Gobernar es fácil, pero gobernar bien es muy difícil”. Gobernar a golpe de tuit, de titular, para quedar bien, es fácil: echas mano de “que pague más quien más tiene” y subes los impuestos. Pero, claro, ¿qué pasa con las consecuencias? “Las energéticas cargan por la nueva ‘chapuza’ del ‘impuestazo’: ‘Mantenemos nuestra intención de no invertir’” (Vozpópuli). ¿Y cuál es el objetivo, exprimir a quien ya está pagando o fomentar la inversión y tener más base para recaudar?

Esta es la realidad

Claro que me gustaría que fuese otra, pero esta es la realidad: “España pierde 10.000 millones de recaudación de impuestos por la fuga de empresas y ricos a guaridas fiscales” (El Diario). Y lo difícil es gobernar mirando esa realidad de frente, sabiendo que tienes que calcular lo que puedes exprimir fiscalmente a las grandes empresas (que son las que dejan las grandes recaudaciones) sin que estas sientan tentación de marcharse, de fugarse, usando artimañas contables y fiscales. Ahí está el reto. Anunciar un acuerdo en X es lo más fácil.

“Los Reyes” visitan a quienes lo han perdido todo

No voy a aprovecharme de ningún tuitero con dolor de espalda por las genuflexiones, así que no señalaré a quienes se empeñan en mostrarnos la bondad de “los reyes” (lo del lenguaje no inclusivo en la web de la Casa Real, que pagamos todos, es alucinante) por haber visitado a personas que en Valencia y Albacete lo han perdido todo. Por supuesto, los medios españoles han hecho su trabajo, también, y han emitido los aplausos y el contacto humano de Felipe y Letizia con pobres, sí, pero sin barro en las manos ya. Por si acaso.

Señora, suélteme el brazo

Esperanza Aguirre, la primera liberal de España (eso hay que reconocérselo, para mal, por supuesto), está encantada con la victoria de Trump y con la rabia que nos ha dado (voy a incluirme, sí, que me fijo en el lenguaje no inclusivo en la web de la Casa Real española) a “los inquisidores de la corrección política en todos los países de Occidente”. Lo deja clarísimo en The Objective: “Trump ha acertado al identificar a su enemigo” ante “los ciudadanos, hartos de ese wokismo, de sus exageraciones y de sus dogmas, empobrecedores”.

«Los empresarios»

Aseguran en Vozpópuli que hay “hartazgo máximo de los empresarios” porque “la política va por un lado y nosotros, por otro”. Es cierto que el gobierno español sigue haciendo anuncios legales que pagarán otros, y que las y los empresarios bastante tienen con ponerse al día en sus obligaciones, con la burocracia y con el aumento de las cuotas, pero, ¿quiénes son “los empresarios”? La imagen del señor de traje gris que enciente puros con billetes se corresponde más con la de los consejeros delegados de grandes firmas. En Euskadi, las y los empresarios son los de la panadería, el bar, el taller o la pequeña empresa de logística que generan empleo.

“El novio de Ayuso”

Leí el tuit, lo dejé pasar y ahora soy incapaz de encontrarlo para citar al autor, pero acertó quien escribió en X que lo que el novio de Isabel Díaz Ayuso estaba intentando colocar como gastos de empresa era su primera cita: “Un Rolex, un saxofón, desodorante y pelotas de pádel”. No es mi plan ideal, la verdad, pero entiendo que entre ricos y privilegiados de Madrid las tendencias pueden ser otras. En cualquier caso y bromas aparte, hay quien puede pensar ante estos hechos y los delitos de fraude fiscal que se le imputan, que Alberto González Amador tiene cuajo y cara dura. Y que con esos rasgos y esos gustos, encaja con Díaz Ayuso.

“El regalo”

Desconozco la ley estadounidense, así que no tengo ni idea de si Elon Musk está cometiendo un delito al premiar con un millón de dólares diario por sorteo a quien apoye su plataforma a favor de Donald Trump como presidente. Pero de lo que estoy seguro es de que el hecho retrata perfectamente a todos los actores: a Musk, a Trump, a quien busca ese millón apoyando acríticamente a estos dos personajes, y al sistema que lo permite. EE.UU. resumido en una noticia que en Europa resulta incomprensible, una vez más, y que golpea todos los valores de la democracia y de la política. Los ultrarricos son el enemigo.

“Huele a 15-M”

En el digital de Pablo Iglesias recogen estas declaraciones de Pablo Iglesias en La1: “Yo creo que huele a 15-M y que hay mucha gente que está harta del PSOE y del PP”. Yo lo que creo es que hay un error de cálculo: quienes fuimos apelados en aquel 15-M de 2011 hemos empezado ya a hacer cálculos para la jubilación y disfrutamos más de una buena cena que de unas copas. Por supuesto, seguimos denunciando las injusticias, seguimos activos y seguimos pensando por nosotros mismos, por eso llego a la conclusión de que Iglesias ha atravesado la línea: Podemos huele a Euskadiko Ezkerra, y él, a Abuelo Cebolleta y a jarrón chino.

“Ya basta”

Ya sabíamos que Felipe VI y Letizia Ortiz, ahora que sus hijas estudian fuera de casa, no viven solos, precisamente: Sofía de Grecia, una tía del rey, los hijos de Cristina e Iñaki Urdangarín y, ahora, siguiendo un camino lógico, “de facto, la hermana de Felipe VI vive en el palacio de la Zarzuela”. Supongo que vivirán en palacetes separados y que no tendrán que cenar juntos pero, ¿quién paga la compra? ¿Se turnan en abonar la factura del pedido a Eroski? ¿Hacen vidas, cuentas y salidas al supermercado de El Corte Inglés por separado? ¿O toda la movida la estamos pagando nosotras y nosotros? ¿Y por qué?

Todos y todas lo sabían todo

Estoy viejo ya para las falsas sorpresas, prefiero el pragmatismo de Miquel Roig en X: “Itziar Ituño tiene todo el derecho del mundo a ir a las manifestaciones que quiera. Una empresa tiene todo el derecho del mundo a contratar o prescindir de Itziar Ituño para sus campañas publicitarias en función de si cree que eso beneficia o perjudica su imagen”. Yo sumaría otro par de evidencias: Ituño sabía que vendía su imagen a marcas sensibles a ciertas corrientes (que hablamos de Iberia y BMW, por favor), y estas empresas sabían qué pensaba Itziar Ituño. Pero ni a una ni a otros les importaba que circulara el dinero si nadie ponía el grito en el cielo.

La fiesta de la hipocresía

Dicho lo anterior y contrastadas las contradicciones de todos los agentes que participan en un conflicto moral que a nadie importó hasta que alguien alzo la voz (el linchamiento a Ituño no tiene justificación en ningún caso), tiene razón Gorka Mostajo en que hay tuits y opiniones que han envejecido mal: quienes critican ferozmente y condicionan a artistas para que no muestren en público que sus opiniones políticas no son las mismas que las de Arnaldo Otegi, como hizo Hasier Arraiz, son hoy las y los máximos defensores de la libertad de expresión y manifestación. A menudo jolgorio de la hipocresía estamos asistiendo.

Es su cultura y hay que respetarla

Si el partido republicano de EE.UU. quiere que su candidato a presidente del país sea un septuagenario al que las y los votantes ya sacaron de la Casa Blanca, que muestra sin rubor sus lazos con la extrema derecha, que es un neoliberal extremista, que ha sido condenado por abuso sexual y por fraude fiscal, que ha puesto en duda el sistema democrático y ha acusado a su rival de manipular un resultado electoral sin pruebas, y que está siendo investigado por instigar un asalto al capitolio estadounidense en el que murieron cinco personas, tendremos que respetarlo. Y actuar en consecuencia sobre la cultura de aquel país, por supuesto.

Vox cita a Unamuno

Sigo hablando de la extrema derecha porque esto en The Objective hay que leerlo: “El sector crítico dentro de Vox ha vuelto a emitir un manifiesto –la declaración de Fuenteovejuna– con motivo de la nueva cúpula confeccionada por Santiago Abascal para su candidatura a la Asamblea General Extraordinaria del próximo 27 de enero, en la que blinda aún más su núcleo duro”. Los críticos “hacen suyas las palabras de Miguel de Unamuno –‘venceréis pero no convenceréis’”. A mí, que Unamuno acabe citado por Vox, sinceramente, me parece hasta justicia poética con retraso. “Nuestro momento llegará”, culminan.

El look de hacer que trabaja

Tampoco tiene desperdicio esto en Vanitatis: Letizia Ortiz elige un “look working” para volver al trabajo después de las vacaciones de navidad en “el que es su único acto de la semana”. El día elegido fue el martes (16 de enero), y la hora, las 10:30 de la mañana. La chaqueta, camiseta y pendientes que eligió formaban “un estilismo working” con el que cumplió con su labor: “Estar informada acerca de los principales proyectos de la Asociación Española Contra el Cáncer para el año 2024”. Menos mal que se puso una camiseta porque seguramente la sudó. Solo me queda una duda: el iPad que portaba, ¿formaba parte del look?

El candidato de las bases

Reconozco esos paseos, esas fotos, esa búsqueda del tumulto, esa necesidad de buscar quien le acompañe para que no haya duda (“sí, es él”) y hasta el juego con la cámara: cuando esta apunta, alguien mira hacia el apuntado. Pello Otxandiano está de campaña, plenamente. Su presencia en Santo Tomás, en Bilbao, junto a Iker Casanova y Maddalen Iriarte, ni fue casual, ni es recurrente. Y menos, con un equipo de foto profesional a metiéndose dentro de los puestos. Ni es habitual, tampoco, la redacción de su tuit. Otxandiano está de campaña, pues muy bien, pero que no nos venga ya Bildu con el cuento de “las bases”, por decencia.

Todo lo que está mal

La pieza en El Mundo sobre el 60 cumpleaños de Elena de Borbón, que celebró en un restaurante de Madrid con su familia, Juan Carlos I, Felipe VI y Letizia Ortiz, incluidos, es imprescindible. Y lo es porque lo que cuenta importa: importa que haya una élite que vive y gasta con horarios y calendarios demasiado fáciles, que viaja en jet privado, que pone de moda y come en restaurantes que abren los hijos de sus amigos, de la misma élite, y que celebra con menús de más de 100 € por persona, bodega, aparte. Importa porque se lo regalamos, directa o indirectamente. E importa porque no podemos permitírnoslo.

El dinero público es limitado

Importa que hayamos mantenido a una familia real española durante más de cuarenta años, y lo que nos queda, que no ha dudado en hacer negocios o colocar a todos sus miembros en trabajos muy cómodos. ¡Claro que importa! Porque el dinero público es limitado. Y si se gasta no se reemplaza dándole al botón de imprimir. “España supera a Rusia en la lista de morosos internacionales y comparte liderato con Venezuela”, leo con asombro en Vozpópuli. El top 5 lo completan Ucrania y Argentina. Y todo eso indica que no es algo circunstancial: el impago es habitual porque el dinero se agota antes de afrontar deudas que acaban en arbitrajes.

“Menor crispación”

Hace años que si veo los informativos de Telecinco es por accidente (pero veré el estreno de Carlos Franganillo con toda la atención). No veía a Piqueras porque me resultaba tan contradictoria su presencia en la cadena como me ha resultado su despedida: “Les deseo menor crispación”, dijo el periodista en la televisión que ha hecho de la crispación su modelo de negocio. No obstante, le doy la razón: necesitamos menos crispación en lo poco importante (el entretenimiento televisivo) y en lo más importante, como es la actualidad política y social. Pero porque la veo cada día lamento ser pesimista, especialmente a un día de Nochebuena.

Menos Superliga

No sé qué futuro tendrá la Superliga porque no sé si lo que he leído responde a elucubraciones, deseos o información sobre el modelo de competición (tres ligas de las que dos están blindadas) y de explotación (¿fútbol en abierto? ¿En serio? ¿Durante cuánto tiempo?). De verdad solo sabemos que Real Madrid y Barcelona siguen adelante y que los clubes de la Premier, de momento, han anunciado que no participarán en la competición. ¿Será cuestión de principios, de tiempo o de dinero? Yo sí lo tengo claro: no me gusta la élite regalada en la sociedad como no me gusta la élite regalada en el fútbol.