Que vayan a buscarlas

Esta pandemia está afectando a mi tolerancia: como un viejo, cada día hablo más con la televisión y reprocho a los protagonistas de las noticias en el Teleberri su actitud si me lo parece. Y cada día aguanto menos las mentiras y la búsqueda de notoriedad. Así que, sí, cuando aparece un sindicalista o representante de un colectivo que reclama la vacuna para los suyos, suelo preguntar a mi televisor: ¿y a quién se la quitamos? Porque la realidad, la puta realidad, es esta: “Sanidad notificó a las comunidades que el tercer envío de vacuna de Moderna iba a ser inferior a lo anunciado” (Vozpópuli).

La foto vs. el derecho

Hablamos mucho de las vacunas, de las curvas, las restricciones y el desempleo, pero apenas hablamos del drama de quienes podrían recibir el Ingreso Mínimo Vital si los procesos lo permitiesen: “Directoras de Servicios Sociales denuncian la ‘desesperación’ de los solicitantes”, leemos en InfoLibre. Un millón de personas habrían solicitado la ayuda en junio, cuando se consumó la foto sin que al gobierno español le importase la invasión competencial, y solo el 20% habría conseguido recibirlo. ¿Cómo se genera este caos? Con “cuatro decretos en ocho meses para modificar situaciones que ya habían sido advertidas”.

Todo se arregla con un tuit

Y en esta situación de mierda aparece Pablo Echenique en Twitter para decir: “Escucho en la radio que el ingreso mínimo vital funciona mal. Es correcto. En contra de la opinión de Unidas Podemos, se primó la burocracia sobre los derechos de la gente más vulnerable. Es inaceptable. Por eso registramos esto hace ya un mes”. Y adjunta un PDF con la propuesta de “mejoras al IMV” que ha hecho su partido en el Congreso… Como si el máximo mandatario de Podemos no fuera vicepresidente de un gobierno en el que, además, tiene cuatro ministras y ministros. Cuatro. Qué vergüencita da Echenique…

El milagro madrileño. Ya

Otro tema que me baja la tolerancia es el del famoso “milagro madrileño”: Ayuso mantiene la hostelería abierta y la gente no se muere de coronavirus en las aceras. Es cierto. Tan cierto como esto otro que apuntaba Héctor Tejero (de Más Madrid) en Twitter el martes, después de conocer los datos del desempleo: “En Madrid el paro ha aumentado más que en el resto de España (+1.69% vs. +1.12%) y la Incidencia Acumulada es superior a la media nacional (281 vs. 175). Este es el Madrid de Ayuso: ni salud, ni economía. Solo desastre”. Una descripción sucinta pero suficiente para que dejemos de alabar chorradas.

No me sorprende

No me esperaba la noticia, pero no me sorprende que las infantas Elena y Cristina, las hermanas del actual jefe de Estado español, se hayan vacunado en los Emiratos Árabes, aprovechando una visita a su padre, el anterior jefe de Estado que abandonó España cuando empezó a plantearse regulaciones que Hacienda no ha perseguido. Esa es la España que manda: picaresca, poder, impunidad, dinero y, por supuesto, ninguna responsabilidad. Porque Felipe VI se lava las manos y los medios destacan la anécdota y añaden sin que les pregunten que las hijas y hermanas del rey no forman parte de la Casa Real.

23-F

La calidad del sistema democrático español la estamos comprobando en el Congreso, el Gobierno (y los partidos que lo sustentan) y la Justicia españolas por separado… Y en la relación entre los tres poderes. La pandemia solo ha agudizado unos problemas que vienen de muy lejos, que no se cerraron ni mucho menos aquel 23-F ni con la Transición y que en 1985 vivieron uno de sus momentos más repugnantes: Público ha difundido “unas grabaciones a altos mandos de la Guardia Civil” que “demuestran que Mikel Zabalza murió tras ser torturado en Intxaurrondo”. ¿De verdad nadie ve motivo para reabrir la investigación?

El monopolio de la violencia en Euskadi

La ausencia de altercados violentos en Euskadi, salvo algún verso suelto, después de la detención de Pablo Hasél y las manifestaciones (alguna, multitudinaria) ha sido mucho más clarificadora que la presencia de jóvenes (y no tan jóvenes, y a la edad de los detenidos me remito) violentos que se enfrentan a la Ertzaintza tras esperar a los agentes haciendo litros. En Euskadi a los violentos alguien les ata en corto… Y les suelta el sedal cuando conviene al dueño de la caña. Los últimos incidentes en Lekeitio o en el propio Bilbao, y la respuesta de la Izquierda Abertzale o sus prescriptores han sido muy elocuentes.

“Plena normalidad democrática”

El bajísimo nivel del parlamentarismo español, del primero gobierno de coalición y de la judicatura que se empeña en corregir a los dos primeros porque han entendido mal eso de “hacer justicia”, no está reñido con la capacidad de los políticos españoles para superarse a sí mismos: Echenique es un experto capaz de denostar la “plena normalidad democrática” que ha llevado a su partido a la vicepresidencia de un gobierno y a otros cuatro ministerios. Ya sé que la precariedad de la que habla en su tuit no la puede arreglar Podemos en un año, pero si en vez de tuitear trabajaran en ello avanzarían más rápido.

Pero el fascismo sí es fascismo

Claro que no tiene razón Rocío de Meer cuando dice que el antifascismo es terrorismo. Son dos cosas diferentes y los que hemos sufrido que justifiquen el terrorismo en nuestro nombre y sin pedirlo lo sabemos muy bien. De hecho, terrorismo, antifascismo y fascismo son tres formas de enfrentarse al mundo completamente diferentes que la diputada de Vox consigue que estén presentes en su brevísimo tuit. ¿Quién puede estar interesada o interesado en identificar el antifascismo con el terrorismo? Pues justo dos colectivos que se presentan como antagónicos pero tienen en común, justo, que justifican al fascismo.

Por ejemplo

Por supuesto, nada tiene de antifascista, nada tiene de luchador por la libertad de expresión y nada tiene de defensor de los derechos de la clase trabajadora quien pega un puñetazo a un fotógrafo que intenta hacer su labor en medio de los incidentes con la excusa del encarcelamiento de Pablo Hasél. José Mari Martínez, fotógrafo de este periódico, fue el agredido el pasado domingo. En 2019, Oskar Martínez, también fotógrafo en DEIA, fue agredido por un ertzaina. Eso indica que los fotógrafos de la cabecera están siempre donde tienen que estar: donde molestan al violento.

¿Quién tiene qué?

El error de Pablo Echenique en su tuit es básico: “Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles. Ayer en Barcelona, hoy en la Puerta del Sol. La violenta mutilación del ojo de una manifestante debe ser investigada y se deben depurar responsabilidades con contundencia”. ¿Quién tiene todo su apoyo, los que se manifiestan pacíficamente o los lo hacen violentamente? ¿Y quién va a depurar responsabilidades con contundencia, la justicia o el gobierno del que su partido forma parte? El error es generalizar en vez de concretar y es de parvulario político.

En Vox lo tienen más claro

En el lado contrario de la barricada se ha puesto Vox, como siempre, mucho más entrenado en esto del populismo barato: Macarena Olona tuiteaba que rezaría por la policía y por que los agentes volvieran a sus casas “sin un sólo rasguño”. E ilustraba su oración con la imagen de un antidisturbios y el mensaje: “A todo el que te pida, dale. Lucas, 6; 30”. Por supuesto, dos banderas de España ayudaban a enmarcar el despropósito. Este antagonismo basado en la banalización de la violencia, generalizaciones por torpeza y concreciones irresponsables es el selfie nítido de la política española. Una puta vergüenza.

Los de los adoquines

Pablo Hasél no merece la atención que le prestan unos y otros. Ni siquiera se merecía la atención de los jueces. Pero ya que estos nos metieron a todos en el embrollo (porque la libertad de expresión es algo que atañe a cada ciudadano), que precisamente Pablo Hasél se haya convertido en un icono de la libertad de expresión me parece hasta poético: esta batalla la libramos por el gallo wannabe del instituto porque hasta por él hay que hacerlo. Pero ni la lírica ni la épica justifican algunos actos vandálicos: muy mal entienden la batalla quienes, en nombre de la libertad de expresión, atacan la sede de un periódico.

Y los de la maza

La misma justicia española que condenó a Pablo Hásel es la misma que suspende una norma del gobierno vasco para frenar la pandemia, que da la razón a los sindicatos vascos, y la misma a la que pertenece el juez canario al que pillaron, supuestamente (que ya sabemos cómo es la justicia española), en “una fiesta ilegal”. El juez “señaló que consideraba ‘desproporcionada’ la actuación (…) que fue fruto de varias llamadas de vecinos. (…) La intervención policial se demoró más de lo habitual puesto que los agentes actuantes tuvieron que identificarse uno por uno por petición del propio juez” (Canarias7).

“Queremos una Ayuso”

Algunos hosteleros y algunos asiduos a la hostelería han proclamado aquí cerca: “Queremos una Ayuso” para que el sector y sus habituales convivan con el virus. Pues este es el resultado: “Tiene una incidencia de 489 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días frente a la media estatal de 349, un 20% de ocupación de camas hospitalarias frente a la media de 14%, un 48% de ocupación de camas de UCI frente a la media de 36% y una positividad de 9,50% frente a la media de 8,16%” (Público). Además “Madrid desconoce el origen de la mayoría de los brotes”. Aún así, está dispuesta a flexibilizar las medidas.

Coherencia, esa es la clave

No daré yo lecciones a expertos politólogos y científicos con amplia experiencia en política, tanta que desde diferentes partidos acaban en la casa común de Podemos, regada por la fuente del conocimiento absoluto: Twitter. Pero en estos casi 20 años que llevo observando la política hay un valor que siempre está presente en los vencedores, en los que se perpetúan o, por lo menos, se sostienen: la coherencia. Justo lo que no demuestran quienes, como Javier Salvador evidencia con dos pantallazos, reclamaron bajar el IVA de la luz y hoy argumentan en contra de la medida con la misma contundencia y seguridad.

Nada vino para quedarse

Ni del confinamiento salimos mejores ni con la pandemia vino nada para quedarse. Hasta perderemos de vista las mascarillas, pero más tarde lo que desearíamos todos. La parte buena es que también volveremos a salir o a viajar incluso sin ser conscientes de cómo podemos permitírnoslo. La mala, es que con la vacunación todos volveremos al puesto de trabajo en horarios imposibles de conciliar con la conciliación. “El teletrabajo no es bien recibido en la empresa después del confinamiento”, alertan en Pymes y Autónomos. Y me temo que aciertan: ¿qué empresa va a duplicar gastos a cambio de perder control?

Ellas siempre teletrabajaron

“Las infantas Elena y Cristina serán las más ricas de España tras heredar 1.800 millones. Las hermanas del rey Felipe VI serán las grandes beneficiarias de la herencia del rey Juan Carlos a la que renunció el monarca”. Ahí las tienen. Da igual que parezcas tonta o lista: si eres Borbón, te llevas el montón. El titular es de Vozpópuli y hace referencia a “la gran fortuna que a día de hoy tiene el padre del rey Felipe VI, según afirma la revista ‘Forbes’ y ‘The New York Times’”. Por desgracia, cada día estoy más seguro de que la grieta de la monarquía española se tapará con el ataúd de Juan Carlos I. Y los vivos, al megabollo.

Ibai, cada vez mejor

Desde que vi por primera vez a Ibai Llanos, cómo no, en Internet, tengo claro que es el vasco con el mejor sentido del espectáculo que hay y seguramente haya habido. Ahora también sé que es un tío que, en cuanto al tema fiscal, lo tiene claro, como hay que tenerlo: en una serie de vídeos explica que le parece normal tributar la mitad de lo que gana porque, simplemente, gana mucho dinero e incluso sin esa mitad vive muy bien. Y como él, son muchas las estrellas de Internet que no emigran a Andorra, lo que genera mucha controversia. “Seguramente la mejor campaña pro-impuestos que hayamos tenido”, tuiteaba Numeritos.

El fascismo se organiza

Un rasgo característico del fascismo es que es muy organizado. Solo así logra pervivir en los momentos en los que más ha sido perseguido. La anarquía de Trump, que nadie se confunda, se equilibra con la solidez de los grupos ultra en los que se ha apoyado. En España, tienen una estrategia: “Denuncias en cascada y escuelas para futuros jueces y líderes políticos”, según Público. Y en el fascismo más próximo también hay una ruta: las ofertas públicas de empleo son el objetivo al que encaminan a las nuevas generaciones para que el sistema sufra desde dentro mientras ellos están siempre mejor remunerados.

Debe de ser la nueva política

Reírse de un partido que ofrece su mano tendida para aprobar los presupuestos de un gobierno en el que tienes una vicepresidencia y cuatro ministerios, eso debe de ser la nueva política. Se ve que no solo no lo hemos captado hasta ahora sino que, cuando por fin la apreciamos con nitidez, no somos capaces de comprenderla. Yo, por lo menos, me declaro incapaz de seguir el razonamiento que expone Pablo Echenique en uno de sus últimos tuits, en el que intenta hacer un chiste a costa de Ciudadanos y de que Arrimadas siga intentando negociar. O yo no entiendo nada o no lo hace Echenique.

Sí, la pandemia cuesta mucho dinero

Tengo la sensación de que, en cualquier momento, alguien va a destapar un caos absoluto en la Comunidad de Madrid por la gestión de la pandemia. Y no es menos cierto que Díaz Ayuso ha usado la crisis para buscar todo tipo de titulares, pero no creo que sea justo este de El Boletín: “Telefónica e Indra se embolsan otros 789.000 euros del Gobierno de Ayuso para el rastreo”, porque las citadas son dos empresas capacitadas para el trabajo y porque la pandemia está siendo carísima para todos. Sin excepción. Tanto dice de quien lo hace buscar una excusa estúpida como buscar una acusación estúpida.

Y va Aznar, y dice…

“Tiene una cara de inútil que no puede con ella”, eso es lo que José María Aznar ha dicho de Pedro Sánchez en una entrevista a Expansión y que recogen digitales como InfoLibre. Después de ese titular me dan igual el resto de respuestas porque Aznar ha dejado claro que él no ha acudido a la conversación con el periodista dispuesto a hablar de España, del gobierno ni de política, él ha ido a jugar y a hacerse con el escaparate final a base de ocurrencias de sobremesa nocturna y botella de whisky abierta sobre el mantel. De su reputación gasta Aznar, pero también de la del PP y de la de España, esta vez.

Revolucionarios, sí, pero con colchón

Fui a un colegio concertado, estudié en una universidad pública, soy trabajador autónomo y tengo una casa (con hipoteca) y una furgoneta familiar. Ni soy pobre ni soy rico: soy clase media en Bizkaia de libro. Así que no puedo ir de obrero ni a comer a restaurantes de 50 € el cubierto cada día cuando no hay pandemia. Desde mi posición y aspiraciones ajustadas tengo claro lo que no soporto: a quienes van de pobres y a quienes van de revolucionarios cuando tienen un colchón bien mullido sobre el que caer si les va mal. Por fin, 40 años después, vemos a Alaska y Bosé, y a todos los que ellos representan, como son.

Guardiola, el City y el catalán

El nacionalismo necesita a más personas como Pep Guardiola: un número uno mundial en su trabajo y con una notoriedad a la altura. Una persona y un profesional, además, comprometido con aquello en lo que cree hasta tal punto que ha provocado (o impulsado, pero me da lo mismo) que el Manchester City ponga en marcha un canal de información en catalán en Twitter. Así nos hemos enterado de su renovación en un equipo con las más altas aspiraciones: ganar la mejor liga y la mejor competición continental. ¿Que no le dan bola en España por sus ideas? A él le da igual. Y a los que le seguimos, también.