¿Qué hacía cada uno?

Las conversaciones entre Cerdán, Ábalos y Koldo García me tienen pasmado. Hay crónicas (buenas) en algunos medios que son terribles para la democracia. Y también nos evitan que hablemos de otros temas relevantes, como los 40 años que han pasado desde que Hegoalde también es Europa. ¿Qué hacía cada uno entonces? Algunos, esto: “La jornada estuvo empañada por tres atentados de ETA que causaron cinco muertos” (Euronews). Pero según Pello Otxandiano, lo que hacía la banda no era terrorismo. Entonces, ¿qué era? ¿Cuál era entonces la posición de la izquierda abertzale sobre Europa? ¿Y ahora?

Esta peli ya la hemos visto

“Rajoy pide ‘perdón a los españoles’ por la corrupción y promete ‘limpieza’”. Sí, pone “Rajoy”, no es una errata. Se trata de un titular recuperado por un usuario de Menéame: el 28 de octubre de 2014 el entonces presidente del gobierno español quiso explicar lo que estaba pasando en su partido. De esta manera lo recogió El Confidencial: “El jefe del Ejecutivo ha perdido perdón por haber promovido, avalado o permitido los ascensos en el PP de los políticos hoy implicados y se ha comprometido a actuar para que no vuelva a ocurrir”. Cambiamos “PP” por “PSOE” y casi tenemos la crónica de lo que vimos el jueves en Ferraz.

Oiga, mire, no

No me creí la cara de Sánchez en Ferraz, oí con cierta incredulidad sus palabras, y tampoco sentí una pizca de emoción cuando vi las lágrimas de María Chivite. Oiga, mire, no. Conozco la política vasca lo suficiente como para saber que los partidos en Nafarroa son siempre pequeños, que se conocen todos, y muy bien. Así que cuando leo esto en El Diario: “Navarra, el ‘laboratorio’ de la presunta trama de Santos Cerdán y Koldo García desde hace una década”, me surgen preguntas. Preguntas que la gran decepción que escenificó la presidenta del gobierno foral, una mujer fuerte, claramente, no responden.

Las y los médicos

Justo antes de que estallará lo de Santos Cerdán, leí un tuit interesante sobre la necesidad de cuestionar el papel de los jueces. Sin embargo, cuando los hechos te arrollan opinar sobre quien dictará sentencia parece una mala defensa. Con todo, rescato la idea: hay sectores que tenemos que poder cuestionar. Para mí, el colectivo de médicas y médicos es uno de ellos. Esos que “se rebelan contra Mónica García y van a la huelga contra el Estatuto Marco: ‘No nos va a engañar’” (El Debate). Pero también quienes no han participado de esa huelga pero sí presionan de otras maneras, a veces, para no hacer frente a su propia responsabilidad.

¿Dónde están los latinos?

Saltamos el charco: Bernie Sanders ha vuelto a denunciar en Bluesky que Trump lleva a EE.UU. hacia el autoritarismo, esta vez, después de la retención del senador demócrata de Álex Padilla en California. Sanders es la voz más valiente de aquel país estos meses. Pero sobre el conflicto migratorio echo de menos otras: las de los latinos más mediáticos del país. Jenifer López, Salma Hayek, Alfonso Cuarón, Eva Longoria, los Estefan o Jimmy Smits, que además encarnó en El Ala Oeste al que, en la ficción, era el primer presidente latino del país. ¿Por qué no dicen nada? Me temo que por miedo. Y justo eso da la medida del problema que tienen.

Ni una brizna de responsabilidad

No hablo del pataleo en el Congreso. No hablo (lo hago más adelante) del ataque al euskera en el Senado. No hablo de Isabel Díaz Ayuso despreciando todo lo que no conoce (y es mucho). Todo eso es grave, sin duda. Pero esto, también: el vídeo de “La banda del Peugeot”, hecho con inteligencia artificial, con el que intentan denunciar las supuestas connivencias de altos cargos del PSOE (los más altos, ahí está lo grave) con lo que toda la vida han llamado “conseguidores” en el propio partido socialista, es una muestra clarísima de irresponsabilidad. El uso de esta tecnología, altamente contaminante, deja claro lo que le importa al PP todo.

Lo grave

Lo que está pasando en el PSOE (no esquivo el charco) es grave. Lo es porque estamos hablando, otra vez, del secretario de organización: de Ábalos a Cerdán. Malo. Igual que cuando hablábamos de los tesoreros del PP, que todos acabaron imputados, uno detrás de otro. Malo, también. Malo porque hablamos de altísimos cargos, de puestos de confianza máxima, de personas que no actúan sin que los principales líderes de sus partidos lo sepan, lo toleren y den la bendición a los supuestos delitos. Malo, sobre todo, porque extiende la mancha de la corrupción a toda la política, al sistema democrático de modo global.

El ataque

Por supuesto, si Alfonso Serrano no se sonroja con su propio discurso, no voy a tener yo reparos para señalar sus barbaridades. El senador del PP se aferró a la literalidad: ¡claro que los presidentes autonómicos podían comunicarse en castellano en su reunión igual que en el consejo de gobierno en Gasteiz pueden hacerlo! Entender que también es posible hablar en euskera, catalán y gallego (que Alfonso Rueda lo haga no incomoda a nadie en el PP) es una cuestión de voluntad, de reconocimiento al otro, de generosidad, incluso. Serrano, como Díaz Ayuso, como Núñez Feijóo (quiera o no), han optado por no entenderlo. Por la barbaridad.

No son ellos, somos todos

No son ellas y ellos, las políticas y los políticos, somos nosotras y nosotros: las ciudadanas y los ciudadanos los que creamos sociedades cada vez peores. Hemos empoderado a ambiciosos, dejamos pasar a populistas de base fascista, algunos defienden a sus corruptos porque los otros son peores, tomamos como modelo a Musk, Milei o Trump. Pero también a otros que son, incluso, más peligrosos: “El 64% de los israelíes consultados en este sondeo abogan por el exterminio de toda la población de Gaza. ‘No hay inocentes’. El problema no es Netanyahu”, denuncia Javier Espinosa en Bluesky citando una información de Haaretz.

Te matan y, además, lo haces mal

Hace muchos años, tuve la enorme suerte de vivir una temporada en el norte de México. Allí estuve con periodistas de Chihuahua. Compañeras y compañeros amenazados pero valientes que informaban sobre el narcotráfico y la corrupción. Cuando regresé a Euskadi, mantuve el contacto y pude recibir noticias: les asesinaban, el narco les baleaba. Ahora llega a México Pablo Iglesias para explicarles cómo tienen que hacer su trabajo: “La Base América Latina despega desde México con una radiografía crítica de los medios hegemónicos” (Diario Red). Ojalá tuviese yo una décima parte de la autoestima de Pablo Iglesias.

El emoticono que se encoge de hombros

No se me ocurre mejor manera de titular este párrafo que ese emoticono que se encoge de hombros después de leer que “el Gobierno sigue sin publicar los resultados de la consulta sobre la OPA del BBVA al Sabadell dos semanas después” (Newtral). ¿Cuál era el objetivo de esa consulta? ¿Decir que la haces? ¿Cuál ha sido el resultado? ¿Se han organizado los accionistas que se frotan las manos para votar a favor y esto contradice la idea del gobierno español? ¿Solo hacemos caso a las encuestas que expresan lo que queremos oír? No haré yo el caldo gordo a Núñez Feijóo y Abascal, pero el gobierno de Sánchez da señales de agotamiento.

Puñetazo en la mesa

Mucho más gráfico que un emoticono es un puñetazo en la mesa en el momento adecuado. Eso sí que llama la atención y es expresivo. Y si pudiesen, seguro que lo darían las personas enfermas de ELA que ven cómo el gobierno español (tan chachi, tan de izquierdas, tan multicolor) “se escuda en plazos burocráticos para justificar la falta de fondos para la ELA. La norma sigue sin financiación siete meses después de su aprobación. Desde entonces han fallecido 600 personas” (The Objective). Puedo entender muchas cosas en política pero, lo siento, me cuesta entender la indolencia ante seres humanos que sufren.

Al otro lado, los liberales

A un lado tenemos un gobierno español que es sostenido para taponar la entrada del PP con Vox. Al otro lado tenemos, precisamente, al PP, que espera que el único partido dispuesto a sumar con él no le deje plantado en el altar, y que, además, tiene una bonita movida interna: “Los liberales del PP quieren marcar el rumbo del congreso de julio” (El Independiente). Isabel Díaz Ayuso es la heredera de José María Aznar y Esperanza Aguirre, y al mismo tiempo, la oposición interna e ideológica a Alberto Núñez Feijóo, en lo económico, pero también en lo ideológico para “enmendar el vacío sobre el aborto, la eutanasia o la gestación subrogada”.

A ver si así…

Pese a las barbaridades que vemos y leemos sobre lo que está pasando en Gaza, me contengo y soy muy cuidadoso señalando al gobierno y al ejército israelíes como los responsables. Aunque sé que, por mucha maldad que haya en su seno y mucho poder que tengan sus arsenales, solo un gobierno y un ejército no pueden hacer tantísimo daño. Quiero pensar que una parte de Israel no está de acuerdo con los 55.000 asesinatos, pero también acumulamos pruebas de que esa sociedad está radicalizándose y no solo contra las y los palestinos: “Casi la mitad de los cristianos menores de 30 años quiere dejar el país” (FSSPX).

Es su cultura

Parece que así es la cultura estadounidense y que no les importa: “Criptomonedas, subastas y cenas privadas: Trump allana el camino de la corrupción en la Casa Blanca. El presidente y sus aliados se lucran con el lanzamiento de una memecoin que permite a los mayores compradores cenar con él, una maniobra potencialmente corrupta con la que podría poner su influencia en venta” (El Periódico). La criptomoneda, para que nadie pueda equivocarse, se llama “$TRUMP” y que sea una “memecoin” supone que tenga “poca o ninguna utilidad más allá de la especulación”. Por si acaso, “Trump ha desarticulado la normativa cripto”.

¿Por qué?

Importa que cesen los ataques contra la población de Gaza cuanto antes, por supuesto, y que millones de personas no sientan cada día, cada hora, cada minuto, que pueden ver morir, con suerte, de un bombazo, sin suerte, quemadas vivos o de hambre, a las personas que más quieren. Pero también importa el porqué: ¿por qué el gobierno y el ejército israelíes está siendo tan cruel? ¿Por qué le importa tan poco que veamos los “disparos de Israel cuando multitudes abarrotaban un centro de ayuda humanitaria” (BBC)? ¿Por qué tantas personas se dejan liderar por Netanyahu y llegan al punto de radicalidad que estamos observando?

¿Qué cambio?

Si Pedro Sánchez es el presidente del gobierno solo porque no es Núñez Feijóo y porque prefiere aliarse con cualquiera antes que con Vox, literalmente. Pero Pedro Sánchez y este gobierno, que tiene que contentar a partidos tan diferentes, no está haciéndolo bien. Esta es la realidad por mucho que en medios afines al PSOE, como El Plural, vistan a la mona de seda: “Un año del reconocimiento de Palestina: cuando Sánchez inició el cambio de rumbo de Gaza en Bruselas”. ¿Qué cambio? ¿Qué rumbo? ¿Cómo está la población de Gaza un año después? Y sobre todo, la gran pregunta: ¿cómo puede alguien instrumentalizar el dolor ajeno así?

Un error tras otro

Se equivocaba Podemos con su recurso constante a “las cloacas” para tapar sus errores. Se equivocan el PP y su ejército mediático aireando audios que dicen más de las personas que los protagonizan que lo que dice su propio contenido. Y se equivoca el entorno del PSOE enfangando todo porque, ya, da igual: “RTVE difunde whatsapps de un capitán de la UCO y un confidente buscando trapos sucios del PSOE y Podemos” (El Nacional). No, no da igual. El ruido mediático de un lado y de otro solo genera hartazgo en la sociedad, cansancio, sensación de que la política es barro. Pero no lo es. ¿Por qué algunos quieren que lo parezca?

El enviado de Dios

Otro que se cree El Elegido es Donald Trump. Después de conocer que la justicia estadounidense ha dejado sin efecto los aranceles aleatorios que anunció, el presidente de EE.UU. ha publicado una imagen en su red social, Truth (“verdad”), en la que aparece caminando en la noche junto a la frase: “Está en misión de Dios y nada podrá parar lo que viene”. Pues muy bien. Lo que me sorprende es que haya alguien comprando esta mandanga, que crea que Trump sabe lo que hace o que tiene una misión diferente que la de enriquecerse aún más (ahí tenemos su gira por oriente medio, también para sus negocios particulares).

Elon Musk se va

No tengo pruebas pero tampoco dudas de que la relación entre Donald Trump y Elon Musk se basaba en que ambos creían que estaban aprovechándose del otro. Ahora su simbiosis, por lo menos la política (Musk tiene muchísimos intereses con sus diferentes empresas que facturan millones de dólares al gobierno estadounidense), se ha acabado: “Elon Musk anuncia su salida del Gobierno de EEUU tras admitir su ‘decepción’ con la política fiscal de Trump” (El Independiente). ¿Qué esperaría Musk de Trump para que este, que está beneficiando a los millonarios sin taparse, le haya decepcionado? ¿Qué estará diciendo Trump de Musk?

El fondo

Las y los políticos hablan de migración en los medios, y las y los periodistas y contertulios amplifican los argumentos porque el tema importa a la ciudadanía y a las instituciones. Así de sencillo. Sin ir más lejos, en El Blog Salmón hablan de “el récord de inmigración recibida” en España y, por extensión, en Euskadi (y Europa, claro). También hablan de “la necesidad de una política migratoria estratégica”. Es decir, ante un récord migratorio necesitamos respuestas: cómo acogemos a todos esos seres humanos y cómo gestionamos a las personas que no quieren integrarse en la sociedad para seguir recibiendo a las que sí.

O hablamos nosotros o lo hacen ellos

O hablamos de modelos de acogida con naturalidad y honestidad o lo harán los mismos que suelen llenar las redes sociales y los grupos de WhatsApp de ruido y bulos: “La red de desinformación Pravda disparó un 150% sus publicaciones en español el día del apagón” (Newtral). Si eso pasó durante en un evento imprevisible, ¿qué pueden hacer los intoxicadores  con la seguridad de las personas migrantes que vienen a Euskadi a trabajar e integrarse? Deberemos debatir sin desviar la atención cuando toca hablar del macrocentro de Gasteiz ni juegos de palabras para escurrir olvidar que ya has dicho que puede venir cualquiera.

¿Otra?

Hace no tanto tiempo, los representantes del BNG que venían a Euskadi lo hacían a Sabino Arana Fundazioa. Esa era la época en la que, según el relato en El Debate, despachos vinculados a esa opción política, querían poner en marcha proyectos de energías renovables en Galiza. Pero el BNG ha virado, hoy se presenta a las elecciones con Bildu y aquellos “ecologistas gallegos vinculados al BNG” que “fueron promotores de los eólicos” son ahora “los encargados de impulsar la ofensiva judicial contra la Xunta y los parques actuales”. Porque entre la coherencia y el ecologismo lo más fácil es elegir el populismo. Pero no lo mejor.

A Sánchez se le acaba el flow

Se acumulan las señales que invitan a pensar que esta será la última legislatura de Pedro Sánchez. Esa certeza tiene que generar un vértigo especial en el seno del PSOE, donde saben que la ausencia de alternativas puede lastrar al partido durante muchísimo tiempo. El propio Sánchez se ha ocupado de laminar cualquier alternativa, enviando a sus ministras y ministros, los otros socialistas medianamente visibles, a las autonómicas de sus respectivas comunidades autónomas. Pero la jugada no está saliendo como esperaban: “Los ministros candidatos del PSOE no logran comer terreno al PP pese a volcarse en sus territorios” (El Periódico).

A Musk, también

Donald Trump sigue defendiendo los intereses de Elon Musk, al menos, los que comparten, como sus inversiones en Sudáfrica (cuestión de fondo en la encerrona del presidente estadounidense a Cyril Ramaphosa), pero el dueño de X, SpaceX y Tesla ya no tiene sitio en la Casa Blanca ni en el corazón de Trump (me pongo moñas, sí, y sarcástico), ni siquiera virtualmente: “Trump borra a Elon Musk de Truth Social mientras en el Partido Republicano lo consideran ‘fuera del juego’” (Independent). El republicano ha pasado de mencionar a Musk “unas cuatro veces por semana” durante febrero y marzo a ignorarlo por completo.