Hecha la ley, hecha la campaña

“El precio del alquiler en España subió casi un 12% en enero, según Idealista”, leo en The Objective. Y en El Economista, esto otro: “El alquiler comienza el año marcando un nuevo récord y con las grandes ciudades subiendo a doble dígito”. Es decir: la ley española de vivienda que aprobaron PSOE, Sumar, Bildu, ERC y Podemos no funciona. Es decir: la aprobaron para unas elecciones, para hacer campaña, para llenarse de razones y argumentos. Y luego, la nada. Y lo más importante es lo que menos les importa. Ahora el mantra es “declarar zonas tensionadas”. Pero la manta les deja, una y otra vez, con los pies desnudos.

Consiste en cumplir lo prometido

Se quejan en España de que ya es casi una tradición que los políticos nacionalistas vascos y catalanes consigan cosas del estado español a cambio de sus votos. Lo que es una tradición es el adanismo español: todo empieza y acaba en España. Y por desgracia, a lo que estamos acostumbrados quienes votamos a esos partidos es a que ningún gobierno cumpla lo prometido, lo acordado, lo pactado y lo firmado: “Junts no negociará las 37,5 horas sin que el PSOE entregue antes el control de fronteras a Cataluña” (El Debate). No, no es una extorsión, no es un chantaje, no es una coacción, es un plante hasta que España cumpla.

Ingobernable

El populismo de base fascista es la enfermedad, y uno de sus síntomas más graves es la inestabilidad política: la ciudadanía francesa puede asistir a otra moción de censura, esta vez promovida por la izquierda y apoyada por la extrema derecha. Como si fuera lo más normal bloquear el presupuesto (por eso Bayrou lo ha aprobado por decreto) y que los extremos puedan agudizar una inestabilidad. Pero esto es lo que ha votado la ciudadanía, que es evidente que quiere aventuras porque siente que esa inestabilidad, que esos presupuestos prorrogados y que esos extremos que se abrazan no ponen en riesgo su bienestar.

¿De qué se queja el Real Madrid?

Hemos naturalizado lo extraordinario, el populismo, la queja constante y el riesgo real de poner en el filo de la navaja los derechos y libertades, y la seguridad conseguidas durante décadas. Y si lo hacemos con lo que importa, con las cosas del comer y de los cuidados, ¿cómo no vamos a tolerar lo estrambótico en lo más importante de lo menos importante? “El Real Madrid estalla contra los arbitrajes y envía esta durísima carta a la RFEF y el CSD” (El Imparcial). Pero, ¿de qué se queja el Real Madrid que, como equipo grande que es, siempre ha tenido los arbitrajes a favor? Igual, precisamente, de no tenerlo siempre como les gusta.

Una guerra virtual… pero real

Los jugadores de Foxhole, un “juego multijugador masivo on-line” (Xataka) de guerra, han estado combatiendo durante 71 días seguidos. Se trata de “entre 4.000 y 5.000 jugadores diarios” “trabajando cual reloj suizo” en un escenario de guerra total (abastecimiento y combates). Virtualmente, han llegado a nueve millones de bajas, batiendo su propio récord, y los programadores habían decidido acelerar el final. Cuando lo anunciaron, uno de los bandos lanzó una ofensiva y ganó. Todo esto ha pasado en un juego, sí, pero que, sin ser el más popular, mueve a miles de personas cada día y ha establecido un nuevo límite.

Seguidismo y «sortismo»

Me han sorprendido tres cosas del anuncio que hizo Bildu el domingo sobre la propuesta para su “mesa política”. La primera, el seguidismo: esperaron al anuncio de Andoni Ortuzar el sábado para confirmar que Arnaldo Otegi iba a seguir liderando el proyecto de Bildu. La segunda es que las diferencias entre Bildu y Sortu es ya solo la presencia de exjefes de ETA. La presencia de Eba Blanco y Oskar Matute es, literalmente, un pie de página. Su aportación, a todas luces, es legitimar a la izquierda abertzale más tradicional que les aplasta. Y la tercera, que son las y los mismos de siempre un poco más viejas y viejos, se pongan como se pongan.

Algo está cambiando

La respuesta del departamento vasco de Educación ante las huelgas en la enseñanza pública, y la del Athletic ante el chantaje de los que dicen que son la grada popular, tienen algo en común además de casi el mismo tiempo de emisión: sabemos por fin lo que tienen quienes reclaman más, y vemos a las instituciones ponerse de frente a los sindicatos o el grupo de presión de turno para explicar a la ciudadanía el esfuerzo que ya estamos haciendo las y los contribuyentes y las y los socios, en cada caso. Solo espero que esto empiece a normalizarse y que dejemos de atender las reclamaciones como si nadie hubiese actuado antes.

Si le viene bien a Trump…

Trump ha arrasado en las elecciones y el partido republicano ha ganado gracias a su tracción. Está en su mejor momento de popularidad. Es el señalado para acabar con el movimiento woke y lo políticamente correcto, y su política insolidaria es el modelo a seguir para los populistas del mundo. Pero nada de lo anterior tiene por qué ser positivo. Así que si el bitcoin se dispara gracias a él es porque las criptomonedas necesitan a irresponsables a los mandos. De la misma manera, TikTok vuelve a funcionar en EE.UU. porque a Trump le viene bien que exista. Y lo que le viene bien al político del color de los risketos es malo para las y los demás.

Nos devoramos

El mito romano de Saturno, que devoró a varios de a sus hijos para seguir reinando, se ha quedado viejo: ahora nos devoramos a nosotros mismos. Me refiero a las y los periodistas pero también a las y los lectores (o quienes oyen podcasts, me da igual). Voy a poner un ejemplo muy poco relevante pero muy significativo: hace solo unos días el Real Madrid era un equipo en crisis y, hace unas semanas, Mbappé, un jugador que no rendía: hoy hablamos del equipo líder de la liga y de su jugador más en forma. Y en política hacemos lo mismo: devoramos los temas y a los personajes, y los malos celebran que no tengamos memoria.

Solo es una campaña

Este Blue Monday ha pasado bastante desapercibido, por suerte. Seguramente, los rayos de sol que nos han bañado han ayudado a que hagamos menos caso a esta operación de marketing. Así lo definen en Microsiervos: “Una invención de Porter Novelli, la empresa de relaciones públicas”. Así que Cliff Arnal, el investigador de la Universidad de Cardiff al que se atribuye el “hallazgo” (las comillas son mías, no vienen en el texto), “se limitó a firmar la tontería que le propusieron desde la agencia”, según el blog. Lo que no dicen en la histórica bitácora (que fue la más leída en castellano durante años) es qué querían vender.

A la mierda

“Puigdemont avisa a Sánchez de que si no tramita la cuestión de confianza le retirará el apoyo” (El Nacional). Ante esta manera de afrontar la política yo me revelo, la ejecute Puigdemont, Núñez Feijóo, Sánchez o quien sea. La política, lo escribiré las veces que sea necesario, consiste en que personas que piensan de manera diferente se pongan de acuerdo para que la sociedad avance, dejando en la negociación lo que tengan que dejar. Pero si no avanzamos, no hay política. Si no hay acuerdo, no hay política. Si no hay cesiones, demonios, rayos, centellas, cáspita y cojones ya, no hay política.

¿Así, sí?

¿Es legítimo que Junts negocie con el PP? Por supuesto. De hecho, encaja en lo que para mí es la política: ese diálogo entre diferentes, ese acuerdo entre posiciones enfrentadas, esa mejora de la sociedad, a su manera, pero mejora: “PP y Junts vuelven a aliarse: modificarán en el Congreso la reforma fiscal del Gobierno para bajar impuestos” (Vozpópuli). Y si Puigdemont quiere sacarse esa foto, la de apretar al PSOE y aflojar con el PP, también me parece bien. Pero si todo salta por los aires, que nadie se equivoque, empezando por él, las consecuencias políticas y sociales caerán en su “debe”, no en su “haber”.

Tropecemos

Pueden ponerse en Podemos tan estupendos como quieran y hacer bandera de un impuesto energético que es un gravamen, que como tal puede ser recurrible, y que resulta, una vez más, centralista (porque si algo es podemos es un partido profundamente recentralizador y español). Pero ojo a esto: “Hay riesgo de que la UE tumbe el impuesto a la banca. La clave es un informe del BCE que no se pidió a tiempo”. En Pymes y Autónomos hablan de “un fallo clave en el procedimiento” que consiste en “no consultar al Banco Central Europeo antes de dar los primeros pasos, sino después”. Hostia, qué listas y listos son.

Hablemos de la ley de vivienda

La ley española de vivienda, también profundamente recentralizadora, tanto que ERC después de la campaña para la que la aprobaron la recurrió, no está cumpliendo su función. Más bien, al contrario: la urgencia electoralista impidió que se regulasen primero los alquileres vacacionales (yo los prohibiría, directamente), retrajo la oferta y, además, seguía dejando huecos que, por supuesto, las y los propietarios con menos escrúpulos aprovechan: “Un tercio de las mudanzas ya son forzosas” en Barcelona y Madrid, en un contexto en el que, “en España los alquileres han subido. Bastante” (Xataka).

La foto

Vinicius no ganó el Balón de Oro. Por eso no podemos cantarle lo de “balón de playa” sin que La Liga investigue los hechos (es que tiene tela el asunto). Y por eso la FIFA ha organizado una ceremonia a medida para darle el The Best (con un sistema de votación “complejo”, según la crónica menos amable). El año pasado, ninguno de los tres finalistas acudió a la gala, este año, la organización ha ido a donde estaba Florentino Pérez para regalarle la foto que quería, no sea que enrede a algún jeque allá en Doha para su superliga sin tele de pago pero con millones a espuertas para los clubes participantes. Deben pensar que somos tontos.

¿Quién vota qué?

PP, Vox, Bildu, ERC, Junts, Sumar, Podemos y Alvise Pérez han votado en contra de la nueva comisión europea. Lo hacen porque creen que es gratis y piensan en sus parroquias. Pero lo cierto es que sí tiene coste: Núñez Feijóo sigue despreciando al PP europeo, y esto le va a costar cada vez más caro. Y el resto, simplemente, son vistos como outsiders, como partidos que, lejos de sumar en el proyecto europeo, hacen lo suyo, cobran y se piran. Ni mejoran Europa ni mejoran su propio país vía Europa. Puedes tomarte el Parlamento Europeo para hacer vídeos para tus redes sociales o en serio. Y hacer esos clips siempre es más fácil, claro.

¿Nadie va a actuar de oficio?

Cuando “Abascal anuncia que indultaría a los que insultaron e intentaron agredir a Sánchez en Paiporta si fuese presidente” lo que hace es una llamada a la violencia y a la impunidad. Algo muy facha. Lo hizo en el Congreso de los Diputados, además. Yo leo la noticia en Vozpópuli y pienso: ¿nadie va a actuar de oficio? Santiago Abascal es un peligro. No sé si lo es porque no piensa lo que dice, porque sí piensa lo que dice o porque dice lo que otros piensan y necesitan que un monigote se coma el marrón de parecer un peligro público. Pero en cualquier caso, llueve sobre mojado. Y también valía más prevenir que curar, ¿no?

Trabajamos más

Según Pymes y Autónomos, “un estudio demuestra que trabajamos tantas horas como hace 50 años. Excepto los funcionarios y los indefinidos”. Yo creo que trabajamos más si tenemos en cuenta el ratito de las noches delante del portátil, la cosa inesperada de las tardes que puedes resolver rápidamente con el móvil… Y eso también afecta, estoy seguro, al funcionariado y a las y los trabajadores indefinidos. Para eso no hay niveles. Lo que salta a la vista de todas las personas es la aspiración de trabajar como una o un funcionario. Y no sé si esa es una buena noticia, la verdad.

Hablemos de fútbol. O casi

El fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid fue un serial aburridísimo. Al final, el jugador francés fichó el pasado verano por el equipo de Florentino Pérez y la temporada no le está saliendo como esperaba. Pero, ¿qué ficharon? ¿A un jugador con hambre de fútbol? ¿O a un empresario que vendía su marca basada en una habilidad con el balón mayor que la media? No tendrá tanto dinero ni habrá llenado tantas portadas, pero yo me quedo con Iker Muniain, que cuando cambia de equipo busca satisfacer sus emociones y las de sus seguidores. Por personas como él nos gusta el fútbol, no por los que son como Mbappé.

Mañana, Getxoblog

Mañana se celebrará en BiscayTIK Fundazioa una nueva edición de Getxoblog. En la bitácora del incansable Mikel Agirregabiria está el formulario de inscripción y todo el programa (ambicioso, como siempre), del que rescato estas líneas: “Renacimiento o eventual fusión de organizaciones sin ánimo de lucro tras haberse cumplido 21 años de Internet & Euskadi, 19 años de Aprendices, 16 años de Getxoblog”. No me voy a poner nostálgico, al contrario: lo que quiero es poner en valor la labor altruista de divulgación y formación en entornos on-line de muchas personas que podemos visibilizar en jornadas como la de mañana.

La asimilación funciona

La asimilación española sobre Euskadi va muy bien: nos flipa Broncano, Nico Williams mola celebrando con Lamine Yamal los goles de La Roja, dejamos a Andueza decir lo que tenga que decir para trepar en el PSOE, Permach defiende en X la gestión de Sánchez y la Ikurrina se pone al mismo nivel que la bandera de Nafarroa en las “manis” porque es importante visibilizar las dos comunidades autónomas españolas. Y así llegamos, con estos pelos: “El rechazo a la independencia se dispara en Euskadi al 43%, la cifra más alta desde 1998” (El Independiente). “El 63% de la sociedad vasca dice ser nada o poco nacionalista”.

TikTok, también

TikTok es, con diferencia, la peor red social, posiblemente, lo peor que haya habido nunca en Internet y tal vez llegue a ser de las peores cosas que nos han pasado como civilización. Pero ahí seguimos, engordando al monstruo que nos va a devorar: “El candidato antieuropeísta y antiOTAN gana la primera vuelta de las elecciones en Rumanía” (The Objective). Su campaña ha pivotado sobre TikTok, por lo que leemos en las crónicas, las mismas que le señalan como un nuevo neofascista y, atención a la casualidad, putinista. Cómo no. A ver si los mojones van a estar conectados entre sí.

¡A la mierda!

La denuncia de David Broncano, sobre cómo Antena 3 presionó a Jorge Martín para que su entrevista en La Revuelta no fuese emitida me hizo recordar a un pasaje que viví en primera persona, con un influencer de peso para un evento de este periódico que, ya con la cartelería impresa, se echó atrás porque otro grupo le presionó. Salimos adelante, sí, pero con menos brillo. Estas cosas pasan, como admiten el propio Broncano y Pablo Motos. Pero que pasen no significa que estén bien y que no podamos cambiarlas. No se trata del menú de los peces grandes, se trata de respeto al bocadillo del compañero. Así de sencillo.

No solo es fútbol

Me gusta el fútbol (mucho) también porque nos explica: el paso que quiere dar Florentino Pérez en el Real Madrid ahora que, más que nunca, está arrasando en sus asambleas y tiene controlada a toda la opinión publicada en la capital española, va más allá del fútbol. Florentino ofrece una solución que muchas y muchos querrían para los estados: controlar el club como una sociedad anónima. “Así hay menos líos”, pensarán en la masa social. Pero la realidad es que así tendrá menos líos Florentino. Son malos tiempos para la democracia hasta en los niveles más bajos: veremos lo que tarda en seguir sus pasos el Barça.

Esto, tampoco

Cuando el mismo Florentino Pérez despreciaba los votos de los periodistas de Namibia o Uganda para el balón de oro, y les señalaba como culpables por no haber votado a Vinicius Jr., no se trataba solo de desprecio futbolísitico, no estaba valorando solo lo que podían saber de fútbol estos profesionales. Por supuesto que no. Sheefeni Nicodemus, el periodista namibio que prefirió votar por Bellingham, curiosamente, lo dice mucho mejor que yo: “Siente que la gente de mi país y de los demás países mencionados no tienen un voto significativo porque somos personas inferiores” (en El Larguero, recogido por Iusport).