El país es suyo

No me parece justo para el conjunto del funcionariado que una parte del mismo (importante, no lo discuto) justifique y colabore activamente en huelgas ya no políticas, sino con fines electorales. No me parece justo para el conjunto del funcionariado que una parte proyecte la imagen de un colectivo acomodado y quejicoso que no reconoce unas condiciones laborales mejores (que se han ganado con méritos y pruebas, tampoco lo discuto). No me parece justo para el conjunto del funcionariado que quien les pone la bandera de un sindicato en la mano les enfrente a autónomas y autónomos que esta misma semana han abonado el IVA trimestral.

La mentira como recurso

La huelga de la función pública en la sede de Bildu se vivió de manera diferente que en otras sedes. Eso es una evidencia. Como lo es que en ese partido la mentira es un recurso. Mintieron cuando aseguraron que la ley de vivienda no suponía una invasión competencial (aunque Oskar Matute no mintió cuando dijo que a la ciudadanía, en realidad, eso no le importaba), y mienten en sus discursos bonistas sobre el medio ambiente. Sin medir cuánto plástico utilizan para las pancartas en su entorno, sus argumentos son fácilmente desmontables: su rechazo a la alta velocidad y a las plantas de energía renovable les señalan con total claridad.

Las consultas telemáticas están sobrevaloradas

La participación solo es posible en pequeños grupos, bien trabajada y con conclusiones elaboradas. Todo lo demás es simple apariencia: las consultas telemáticas son maquillaje en muchas ocasiones, y quienes las convocan (el ejemplo más claro es Pablo Iglesias) lo hacen con un resultado esperado. Igual que lo espera quien no la promueve: la consulta al Consell de la República no la lanza Carles Puigdemont, y el resultado, aunque llamativo para los medios (el 75% de quienes han votado promueven un bloqueo a la investidura de Sánchez), no es relevante (solo votaron 1.000 personas, claramente movilizadas, de 90.000 inscritas).

Correcto

He llegado a una edad en la que puedo llamar a un chaval por lo que pone en su camiseta: “Eh, tú, Iron Maiden”, del mismo modo, he llegado a una edad en la que me gusta llamara a las cosas por su nombre e, igualmente, he llegado a una edad en la que puedo contradecirme sin que me importe mucho. Me centro: me ha gustado que António Guterres haya hablado con claridad sobre Israel y cómo “el pueblo palestino ha estado sometido a 56 años de ocupación asfixiante”. “Nada puede justificar la matanza deliberada, las heridas y el secuestro de civiles o el lanzamiento de cohetes contra objetivos civiles” (Euronews).

Un milagro

Permítanme que haga una oda, casi una elegía, desde estas humildes líneas, a esas personas tan capaces, tan generosas en su esfuerzo, tan bien entrenadas y reconocidas, que han obrado el milagro económico: “El Santander bate otro récord de beneficios de 8.143 millones por la subida de los tipos” (EPE). Ni la invasión rusa sobre Ucrania ni la inflación ha hecho tambalear a esa empresa familiar, entrañable, que pasó de padre a hija, y antes de abuelo a padre, y que ha sido levantada con dedicación y cercanía a cada cliente y clienta, que por supuesto aportará su grano de arena en este beneficio colectivo que celebran las y los accionistas.

Crímenes de guerra

Esto no lo digo yo, ni sale publicado en un blog de esos que llaman a la rebelión poniendo al mismo nivel a víctimas y fascistas, esto lo dice la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard: “En su intención declarada de usar todos los medios a su alcance para destruir a Hamás, las fuerzas israelíes muestran un desprecio escalofriante por la vida de la población civil. Han pulverizado edificios residenciales calle tras calle, matando a civiles masivamente y destruyendo infraestructuras esenciales, mientras Gaza, debido a las nuevas restricciones, se queda rápidamente sin agua, medicamentos, combustible y electricidad”.

Y encima, Twitter

Por si la tragedia en Gaza no fuera suficiente, tenemos que aguantar a quienes nos quieren convencer on-line de que Israel y Hamás actúan, con sus ataques sobre la población civil, en legítima defensa: “Los verificados de X (Twitter) generan el 75% de las noticias falsas sobre Israel y Palestina” (Hipertextual). Esto es posible porque Elon Musk, gracias a una idea con la que solo buscaba hacer más dinero, quitó los check azules que llevaban las cuentas verificadas por Twitter y los puso a la venta. Así, cualquiera con ocho dólares al mes puede proyectar imagen de autentificación y escribir las mierdas que le den la gana.

Una buena noticia

Evidentemente, espero que el corresponsal en Palestina (sabemos que a Gaza no van a dejarle entrar, veremos desde dónde emite) del medio que ha lanzado Pablo Iglesias, Canal Red, narre lo que ve con su sesgo. Y cuando lo vea decidiré si me gusta o no. Pero me parece una noticia magnífica que un medio envíe otro par de ojos, con una cámara y un ordenador, a una zona en la que se están produciendo crímenes de guerra (y lo dice Amnistía Internacional). Y me parece igualmente una grandísima noticia, para el oficio y la sociedad, que un crowdfunding haya generado los 52.600 € necesarios para el trabajo en solo un par de días.

Pero que empiece por casa

Sin ir a Palestina, en Canal Red también podrían investigar esto que hemos visto en Vozpópuli: “El Gobierno de PSOE y Podemos ha vendido armas a Israel por valor de 40 millones de euros. Desde el año 2020 se han autorizado 147 licencias para la venta de armas a Israel”. Y de esto Pablo Iglesias o Ione Belarra no pueden echar la culpa a Yolanda Díaz ni a Sumar. De hecho, tanto él como ellas tienen responsabilidad directa sobre lo sucedido porque estaban en el mismo consejo de ministros, junto a Garzón, por cierto, que iba aprobando esas ventas de armamento. Señalar atrocidades está bien, hacer algo cuando se puede está aún mejor.

El Estatuto Vasco

Resulta tan interesante como necesaria la pieza en El Independiente sobre cómo se gestó el Estatuto de Gernika cuyo cumplimiento íntegro ha puesto encima de la mesa EAJ-PNV para dar luz verde a la investidura y la legislatura en España. Recuerda Mikel Segovia que el partido abertzale fletó un avión que permitió a sus diputados registrar el texto en Madrid tras negociarlo con UCD, que en el referéndum Alianza Popular pidió el “no” y la izquierda abertzale (que renunció entonces y durante 40 años a negociar) promovió la abstención, y que desde la aprobación su cumplimiento ha sido esquivado por todos los gobiernos españoles.

Otegi se reafirma

Arnaldo Otegi se reafirma, vía X, en lo dicho junto a Arkaitz Rodríguez en Aiete tal día como ayer hace dos años. Eso fue por la mañana. Por la tarde, en Eibar, el mismo Otegi se reunió con la afiliación de Sortu y explicó que por los 200 presos de ETA aprobarían los PGE y seguirían facilitando la vida al gobierno español. Los hechos desde aquel día de su doble intervención hasta hoy reafirman, como dice, lo que dijo: Bildu (manejado por Sortu) ha seguido siendo amable y posibilista con España, y la afiliación ha seguido tragando por el interés de “los presos” y el de los políticos para superar al PNV, con un discurso bonista como crujiente.

La puta guerra

Hamás acusa al ejército de Israel y el gobierno israelí señala a un misil de Hamás que se ha desviado. De momento, no sabemos quién dice la verdad, pero sí sabemos que más de quinientas personas han fallecido en un hospital de Gaza sobre el que ha caído una bomba. Más de quinientas personas que ya habían sido heridas por ataques indiscriminados de Israel, motivados por un ataque previo de Hamás que buscaba agitar el tablero árabe por medio del dolor. Este es el resultado de la guerra: seres humanos y la verdad son las primeras víctimas. Ante los hechos, por mí, pueden irse a la mierda quienes buscan hoy un único culpable.

A un estado debemos exigirle más

Se lo leí a Paul Ríos en X: a Israel, como estado que es, debemos exigirle que sea pulcro en el cumplimiento de la legalidad internacional y los derechos humanos. Y lo que estamos viendo, claramente, es que ese país se está pasando por el forro todo eso, en esta operación de aplastamiento militar sobre Gaza y en los últimos 70 años. ¿Cómo no vamos a pensar que el ataque sobre el hospital puede venir del ejército israelí con lo que llevamos visto y leído? Un país que “prepara una ley que permita detener a periodistas y civiles que ‘dañen la moral nacional’” (EPE). Escrito esto, me pregunto: ¿cómo actúa Hamás contra sus críticos en Gaza?

Usar la muerte para tus mierdas

Quien saca un corte de 4 segundos del lehendakari en el que menciona la legítima defensa de Israel pero obvia los otros 41 segundos en los que el mismo Urkullu habla de la necesidad de que esa defensa sea ejercida sin vulnerar los derechos humanos, está utilizando el dolor para sus mierdas. Está utilizando la muerte allí (más de 4.000 personas) para sus votos aquí. Está usando con sorna el sufrimiento. Que lo redifunda un profesor de Derecho Constitucional en la UPV/EHU tiene que abrir un debate: ¿debe actuar la institución? ¿Puede utilizar el docente el anclaje institucional para legitimar sus fobias? Hizo bien Gorka Mostajo en denunciarlo.

Legitimando discursos

Hemos hablado de cómo Sonsoles Ónega ha ganado un premio Planeta al que la propia editorial ha restado valor. Como sugería Víctor Lenore, en una época en la que los escritores no salen por le televisión, quienes salen por la televisión ganan los premios literarios. Sin embargo, el finalista no aparece en la pantalla, es historiador y ha accedido al reconocimiento con su segunda novela. Además, Alfonso Goizueta ha escrito dos ensayos y ha publicado en su blog ideas neoliberales y su apoyo a las políticas de Isabel Díaz Ayuso. Así, y por otros medios, como vemos en Euskadi, se legitiman discursos nocivos que debemos atajar.

«La complicidad»

Me parece bien, sin matices, que la izquierda abertzale siga avanzando para integrarse plenamente en la democracia: “Lo quieran o no, la foto con Sánchez abre otra fase política, la de la complicidad”, dice Arnaldo Otegi y recogen en El Independiente. Lo que no dice es por qué él mismo y quienes le rodean han despreciado hasta ahora esa “complicidad” con los gobiernos españoles. Casi nadie airea sus debilidades por iniciativa propia, pero prensa y ciudadanía debemos presionar y exigir una explicación de por qué la izquierda abertzale ha perdido tanto tiempo, nos lo ha hecho perder y cuáles son los motivos de su rectificación.

La coherencia

Arnaldo Otegi sabe que no tiene que dar ni media explicación (aunque es evidente que podemos y debemos exigírselas) porque la sociedad vasca premia largamente en las urnas cada paso que la izquierda abertzale da alejándose de la violencia. Hubo un tiempo en el que la coherencia también era un valor que premiaban las y los votantes, no solo en Euskadi, también en España. Pero ese tiempo ya pasó: “El PP celebra que Donald Tusk forme gobierno en Polonia sin haber ganado las elecciones, pero critica que Sánchez lo haga en España”, titulan en Infobae. Para colmo del descalabro, Tusk va a arrebatar el gobierno al Vox polaco.

Hablemos de ello

José Andrés se lía, es evidente, en su largo tuit de respuesta a Ione Belarra. Pero está claro que lo que quiere denunciar es la falta de coherencia de la ministra. La de Podemos hace bien en pedir, como personaje público que es, que cesen los ataques israelíes sobre la población civil. Pero el chef le reclama que vaya más allá, que también condene a Hamás, y que alce la voz con la misma firmeza contra la agresión rusa sobre Ucrania. No olvidemos que el cocinero asturiano ha actuado con su ONG humanitaria en el país que ha decidido invadir el Kremlin, y ha visto sobre el terreno sus consecuencias. La templanza solo va bien frente a los fogones.

Fallos en los protocolos

El fallecimiento de Álvaro Prieto ha abierto varios debates. Empiezo por el que podía haber salvado su vida: con la excusa del ahorro de recursos y de la comodidad en la compra, los tickets en papel han desaparecido. Muy bien. Pero eso implica que la responsabilidad ante las incidencias tendrá que ser compartida por usuarias, usuarios y compañías: si el joven hubiera sabido que podía cargar su teléfono en el tren que le correspondía, tal vez nos habríamos ahorrado una tragedia. Sin embargo, la tendencia en las estaciones es quitar los enchufes e incluso cobrar por cargar el móvil cuando te empujan a mostrar el billete en una pantalla.

No, los periodistas no hicieron nada mal

Los periodistas que mostraron, según lo veían, el cuerpo que podía ser del joven Álvaro Prieto no hicieron nada mal. El tiempo de reacción es perfectamente explicable y el medio, RTVE, ha eliminado las imágenes de su web. Quienes las difunden, incluso para acusar a quienes las grabaron de malos periodistas y malas personas, mueven un archivo que no puede sacarse del programa original. Mr. Insustancial explica en X muy bien lo que yo quiero decir: “El compromiso de un periodista es con la información. Cuanto antes se entienda esto menos falsos debates, menos maniqueísmo y, por supuesto, menos fariseísmo”.

La doble, o triple, vara de medir

La deriva profesional, política y discursiva de Joseba Permach es para admirarla. El hombre que, a cara de perro, se mostraba templado ante los asesinatos de ETA en la época en la que la banda más castigaba a las sociedades vasca y española, hoy es un tuitero de esos que busca el aplauso de su público en forma de retuits. Todo le vale, hasta autoenmendarse: el maestro del doble lenguaje, de las varas de medir a discreción, se escandaliza porque en la BBC (él lee prensa internacional, como buen cuñado enterado) habla de habitantes de Gaza fallecidos y de Israel, asesinados y asesinadas. Qué sagaz, qué observador, qué carrerón el del bad boy.

Nada peor que un exfutbolista

Una de las cosas malas de hacerse mayor es que los futbolistas de tu edad, esos a los que controlas bien porque has seguido sus carreras cuando mayor es tu fervor por tu equipo, también se han hecho mayores, y descubres que aquel al que admiraste o, simplemente, viste jugar con cierta elegancia, es hoy un mamarracho que dice chorradas o hace cosas peores. La respuesta de Dudu Aouate, aquel portero israelí que jugó en la liga (“eres un hijo de puta”) al tuit en el que Benzema se solidarizaba con las víctimas de Gaza (solo de Gaza, es cierto, ¿y qué?) retrata a uno y a otro, y resulta tristemente gráfico.

Ahora, sí

Bienvenida la revelación del PSOE, bienvenida la necesidad de los votos de Junts (porque los de ERC los necesitaba también en la anterior legislatura y las y los republicanos no hablaron de la amnistía), bienvenida la gira de Zapatero por los medios, de nuevo, cuando Sánchez prefiere que otros den la cara por él, bienvenidos los discursos, los argumentarios, los titulares y las noticias como esta de Público: “Zapatero defiende la amnistía para los encausados del ‘procés’: ‘Cabe en todos los ordenamientos democráticos’”. Bienvenido todo lo que ha doblegado una voluntad, la del PSOE, que nadie la olvide, que no era la de amnistiar.

¿Qué quiso decir?

“Feijóo acusa a Sánchez y al independentismo de llevar a España a ‘un horizonte similar al de los Balcanes’” (El Nacional). ¿Qué quiso decir Alberto Núñez Feijóo con su comparación? ¿Conoce lo que pasó en los Balcanes? ¿Conoce a las sociedades vasca y catalana? ¿O habla de oídas, le suena y le parece que puede quedar bien en un discurso? La irresponsabilidad que exhibe el presidente del PP es una buena señal: va a tumba abierta porque ni él cree ya que vaya a haber una repetición electoral, lo que es una gran noticia para todas y todos. Pero la hemeroteca, ¡ay, la hemeroteca!, seguirá ahí para Núñez Feijóo.

¿Qué queremos leer?

Hace tiempo que un Premio Planeta es un libro ligero que regalas con ligereza a alguien que sabes que lee cosas ligeritas, de piscina, de autobús, como mucho. Por eso hace tiempo también que paso del evento (lejos queda la época en la que conocía algunos autores, libros y años), e iba a hacerlo este año también hasta que me he topado con la pieza de Víctor Lenore, que recoge cómo en El Mundo y El País son forzadamente asépticos cuando no críticos en sus crónicas (ese noble género), explica que ya no hay escritores y escritoras en los platós, sino todo lo contrario, y sentencia: “El ganador es siempre el mismo: el grupo Planeta”.