Mateu,… ¡¡¡jubílate, por favor!!!

Cada vez que escucho que un partido del Athletic va a ser arbitrado por Mateu Lahoz, como diría el gran Forges, se me abren las carnes.

Mateu, protagonista (Foto: Pere Punti)

Las estadísticas que tenemos con este colegiado son aterradoras. En 30 partidos de Liga 20 derrotas, más del 66%, y sólo 6 victorias, el 20%. Un desastre se mire por donde se mire. Y cada año que pasa, aunque parezca imposible, las estadísticas se van empeorando.

Contra el Getafe el sábado, como es normal y era previsible, nos volvió a perjudicar. Son tantos los detalles que es descarado.

Nada más comenzar el partido le sacó una tarjeta amarilla a Capa, que si bien es tarjeta porque es un agarrón, la jugada viene precedida de un agarrón inicial de Cucurella, que por supuesto no pitó. En un par de jugadas dudosas sobre si eran córner o saque de puerta, él no dudó en ningún momento. Como era en el área del Athletic, por supuesto decretó córner. Y la jugada que fue en el área del Getafe, por supuesto designó saque de puerta. Sin dudarlo. Claro, luego ves las repeticiones y, casualidad, son al revés.

Al final del primer tiempo los jugadores del Athletic pidieron penalti por mano. Lahoz, no dudó. Ni siquiera consultó con el VAR. Mateu nunca duda con nosotros. De nuevo, las repeticiones demuestraron que el remate de cabeza de Unai Núñez que va hacia puerta es cortado por el brazo del defensor que está totalmente separado del cuerpo. Si hubiese sido en el área contraria, sin duda, hubiese consultado con la sala de máquinas , y hubiese sido penalti, pero en el área del Getafe no, ¿para qué va a consultar?… déjate… no vaya a tener que pitar penalti a nuestro favor y le salga un sarpullido…

En el segundo tiempo tras un salto Williams queda doliéndose en el suelo, Mateo pasa por al lado de él, le mira, pero no detiene el partido porque el que estaba atacando era el equipo contrario. Cuando se detiene el juego no pasa absolutamente nada. La repetición nos muestra como el jugador azulón, después de saltar, en el aire, mete una coz en las costillas a Iñaki. El VAR no lo revisa, o si lo revisa, le da igual. Os recuerdo que el año pasado en un partido nuestro el VAR revisó una jugada que el árbitro no había visto y sacaron una tarjeta amarilla a Unai Núñez. El sábado tuvo que ser roja, pero, ¡qué va!… no se quiso sacar.

Seguro que se me está olvidando alguna jugada, pero lo dejo ya. Esto es para demostrar que lo de este árbitro con el Athletic no es casualidad. NO. NO ES CASUALIDAD. IMPOSIBLE

Así que, si el año pasado una de las mayores alegrías de toda la liga y para TODOS los aficionados rojiblancos fue la jubilación de Undiano Mallenco (otro árbitro absolutamente nefasto para nuestros intereses), ahora rogamos, todos juntos… por favor, Mateu,… POR FAVOR ¡¡JUBÍLATE YA!!

La siguiente Copa… para el Athletic

Y si no dará igual, estaremos como ayer un poco o un muy tristes pero… iremos a buscar otra, a por la siguiente. Digo esto como si fuese fácil llegar a las finales pero… teniendo en cuenta que en los 6 últimos años nuestro Club ha llegado a 4 finales hasta parece sencillo. ¡Qué va! Por supuesto que sé que no es cosa baladí. Tal la filosofía que tenemos y que hemos elegido, es precisamente todo lo contrario. El que el Athletic se haya colado en 4, es de un mérito descomunal. Quizá ella es una de las razones por la que a pesar de perder en el fondo tenemos un sentimiento de orgullo enorme. Por mucho que en los días previos en los periódicos plasmaran el deseo de los entrevistados de que el Athletic ganese, por lo que daban un pronóstico de victoria… ¿quién se creía lo que estaba leyendo? Ni siquiera el que lo decía. La diferencia de calidad entre los dos equipos es de tal tamaño que ni todos los santos, ángeles, milagreros y demás hubiesen posibilitado una derrota del Barcelona. Imposible. Impensable. Línea por línea y jugador por jugador son diez o mil veces (Messi) mejores que nosotros. Así lo hemos elegido y así será. Ahora con el Barcelona y el Madrid. En breve, con la nueva ley, hasta es probable que el Almería y todos los demás nos superen en calidad. Es elección nuestra y yo la doy por buena. La quiero y la apoyo. Por eso tendremos que trabajar más que el resto, mucho más y mejor, y además tener otras cosas.
El sábado Messi casi se bastó él sólo para dinamitar todas nuestras ilusiones, con una jugada de ensueño, de dibujos animados, dejando a toda nuestra defensa sentada, buscándole, intentando pararle. Imposible. Aplaudirle, no queda otra. Aplaudirle y maldecir la suerte de que las finales hayan sido 3 de ellas contra Messi, seguramente el mejor jugador de la historia, y contra un Barcelona sideral, cargado de internacionales. Imposible. Nosotros les ponemos en frente a Balenziaga, que me parece que hizo un buen partido, a Bustinza (tres partidos en Primera), a Williams, a Etxeita, a Rico, a Iraola,… los nuestros y los mejores para nosotros pero de una calidad muy inferior a la de ellos… es lo que hay. Eso sí, quiero destacar el partido de Herrerín y el de Williams. El presente futuro del Athletic, lo que hay que cuidar e intentar que haya más o que salgan más.
Sobre el planteamiento del partido me da igual que Valverde ponga tres centrales, dos, o cinco,… el resultado hubiese sido el mismo. Los jugadores lo intentaron y parar el mar ya se sabe que es imposible. Como sobre el tema deportivo poco más creo que se puede decir, voy a hablar de lo de siempre, la gran afición que tiene este equipo.

¡La hinchada otra vez espectacular! (Foto: Reuters)
¡Hinchada, otra vez espectacular! (Foto: Reuters)
Un amigo dice que está harto del tema de la maravillosa afición y cuánto nos queremos todos. Igual tiene razón y es un rollo, pero es una verdad como un templo y lo único que nos faltaba es no poder decirlo, gritarlo a los cuatro vientos y estar súper orgulloso de formar parte de ella. No sé vosotros pero a mí me parece un orgullo. Os conté que llevé a mis hijos a Barcelona con la idea de que conociesen el ambiente de una final y de que así fueran un poco más del Athletic (aunque era difícil). Estoy segura de que ambos objetivos están conseguidos y más que de sobra. Alucinaron por todo lo que vieron, en las calles, en el campo, en el pre partido y en el post partido. La forma incombustible de animar, en la que ellos tomaron parte. El ver el Camp Nou con muchos más athleticzales que aficionados del Barça y ¡en su propio campo! El escuchar un grito unánime en todas las calles, Athletic, Athletic. Han sido protagonistas de lo que han llamado en algunos medios de comunicación: la conquista pacífica de Barcelona por parte de los hinchas del Athletic. ¡CHAPEAU! Y ellos han tenido la suerte de vivirla en vivo y en directo, siendo partícipes de esa invasión. No creo que se vuelva a repetir algo así, el que una afición juegue en el campo del rival y le supere en número de una forma tan exagerada. ¡Que vaya tanta gente sin entrada! (dicen que el Celtic hizo algo similar en Sevilla). Si nos viese Obelix diría: «Están locos estos athleticzales» No le faltaría razón, sobre todo, porque muchísimos fuimos sabiendo que perdíamos seguro, no. Segurísimo. Da igual. Yo fui a acompañar al equipo, a animar, a arropar,… a vivirlo, a compartirlo con mi familia y con el resto de aficionados zurigorris. Y como dice Forges: «Anda que si llegamos a ganar…»
Forges, un crack como siempre
Forges, un crack como siempre

Si llegamos a ganar… no sé… no me lo puedo ni imaginar. Al final del partido se me pusieron los pelos como escarpias cuando los jugadores, dando la triste vuelta de honor, nos estaban aplaudiendo y todos, mientras, gritábamos como locos: «Athletic, Athletic», con las bufandas hacia adelante y hacia atrás. Eso perdiendo… Ganando, ni idea. Impensable.
Y no me olvido del ambiente en otras localidades. En Bilbao debió ser de locura, San Mamés, Pozas, García Rivero, la Plaza Nueva, en Recalde, en el frontón de Gorliz (creo que me han dicho),… en definitiva, en cualquiera de los lugares en los que pusieron pantallas gigantes, o una televisión pequeñita. El Athletic es pasión y es unión, unidos todos en una misma locura, pero como he dicho otras veces, bendita locura.
La próxima será nuestra, y si no… dará igual, ahí estaremos, de la misma forma, acompañando a nuestros jugadores, que lo han sentido tanto o más que nosotros porque ellos son parte de esta misma pasión. Pasión rojiblanca.
¡Aúpa Athletic!