Me ha costado escribir más de lo habitual pero aquí va mi comentario, tras el nuevo fiasco contra el Alavés en casa.
Empate a cero frente al colista. Ya sé que jugaron de titulares todos los suplentes, excepto Simón, pero… parece que el partido ya lo habíamos visto antes. Los suplentes tuvieron unos 30 ó 35 minutos iniciales lo suficientemente buenos como para dejar el partido sentenciado, pero nuestra falta de pegada nos volvió a penalizar. Luego el Alavés se quitó el agobio y sin hacer prácticamente nada marcó un gol, que por suerte y por el VAR, anularon.
El inicio del segundo tiempo fue similar y de nuevo nos volvieron a meter otro gol, que se volvió a anular, en este caso por mano. Los suplentes habían dejado buenas sensaciones en esos 30 minutos iniciales pero no tuvieron continuidad. Mal endémico en el equipo, sean titulares o suplentes. Morcillo quizá fue el que mejor aprovechó la oportunidad, pena de travesaño. Ibai, algunos centros buenos. Balenziaga cumpliendo de nuevo de central. Sancet, volvió a disparar solo frente al portero pero Pacheco se lució (no tiene suerte con los remates). Villalibre no recibió mucho. Lekue, en algunos momentos, estuvo muy impreciso. Y entre los que ya tienen más minutos esta temporada, Unai López, pasó muy desapercibido (le pido mucho más) y Vesga, destacable, hizo el pase perfecto a Oihan.
La falta de control del partido hizo que Marcelino recurrirse a los titulares enseguida, saliendo prácticamente los cinco, en dos ventanas, en un lapso de 6 minutos. Se mejoró y se tuvieron otras dos oportunidades claras pero ni Núñez ni Berenguer acertaron. Y otra vez, un empate insulso que nos deja fríos y preocupados para la final de Copa del próximo sábado. Me alegra saber que en Barcelona los mismos jugadores tampoco están muy confiados, por lo menos eso se deduce de las palabras de Jordi Alba en una conversación con Piqué. Bien.
Marcelino tiene una semana para insuflar ánimos a los nuestros y buscar el mejor sistema para intentar evitar todos los errores que estamos repitiendo en bucle, desde la vuelta de semifinales contra el Levante. Errores en los pases, en las entregas, errores en los acercamientos, en las terminaciones, errores de defensas, de medios, de delanteros, del portero,… Bastantes, demasiados. Los suficientes como para que estemos intranquilos. Hay que encontrar la versión de la Supercopa y olvidarse de lo demás. Son capaces, muy capaces de lograr competir, que dijo el sábado el entrenador, que es lo que se necesita para ganar la final. Que sabe que lo van a hacer. Sólo hace falta que los jugadores se lo crean y lo lleven a cabo. Los claros favoritos serán los culés, así que nuestros chicos no deberían tener esa presión que parece que les pudo la final anterior. Se puede. ¡Claro, que se puede! ¡A por el Barcelona! Y…
¡Aúpa Athletic!