No hagáis lo que os salga de las gónadas

Es muy sencillo: paseos de una hora, en solitario, con otro adulto que viva en tu casa o con un máximo de tres niños, a un kilómetro de tu casa como mucho, respetando la distancia de seguridad con otros paseantes y sin formar corrillos. Así que quien se salta estas sencillísimas recomendaciones lo hace porque quiere, porque piensa que las normas siempre son para los demás o porque no sabe que el coronavirus se ha llevado ya a más de 1.400 vascos. Intentaré ser claro: dejad de hacer lo que os salga de las gónadas. O en palabras de Fernando Simón: “No podemos permitir que unos pocos tiren por tierra todo el esfuerzo”.

Ya sé que no somos Japón

En Magnet le dedican un buen rato a reflexionar sobre cómo en Japón han logrado controlar la expansión de la pandemia sin confinamiento ni test masivos. La respuesta pasa, necesariamente, por el tipo de sociedad que es la japonesa, cuya ciudadanía ya llevaba el distanciamiento y la disciplina muy trabajados. Así han logrado reducir las aglomeraciones, teletrabajar (supongo que con esa intensidad que se les atribuye… Y que casi será como la que nos hemos gastado por aquí pero por desmedidos) y evitar los contagios. No quiero que la vasca sea una sociedad como la japonesa, pero hoy sus valores salvan vidas.

Te lo firma Otegi

Este es el tuit de Pablo Casado: “He visitado con Ana Pastor y la asociación de biotecnología uno de los laboratorios que investiga el Covid19, y fabrica parte del millón y medio de test semanales en España. ¿Por qué el Gobierno no compra aquí los test suficientes evitando los timos y comisiones de otros países?”. Si en vez de “Ana Pastor” pongo “Maddalen Iriarte”, en vez de la asociación menciono a la UPV/EHU y en vez de “España”, “Euskadi”, el tuit me lo firma Arnaldo Otegi. ¿La realidad de cómo pueden procesarse los tests? Para las duplas Casado-Pastor y Otegi-Iriarte lo importante es desgastar a sus gobiernos.

Sí, nos toca

El codillo del Gure Etxea que se comió Egoitz Moreno en su casa, en Getxo, es tan bueno como la cola de rape que mi amigo Asier prepara en el Batzoki de Santutxu y te lleva a casa si vives en Bilbao. El mensaje de Moreno es lo que importa: “Para mis colegas, que buenas juergas se han corrido allí… Hay que echar un cable, chavales”. La hostelería de nuestro entorno nos necesita, igual que nosotros a ella para las celebraciones, para poner un punto y aparte con una cerveza a un mal día y para comer en el bar de siempre aunque nos hayamos dejado la cartera en la chaqueta que nos pusimos ayer.

Conciencia… Sin pandemias

Soy bastante pesimista: de lo que nos está pasando no vamos a sacar nada bueno. Los miles de muertos solo serán millones de penas. Pero no formarán, ni en su conjunto, una sola lección. Solo hay que ver cómo nos tomamos la desescalada. Y a medio plazo, en cuanto haya vacuna, comprobaremos cómo somos: ¿a alguien le queda alguna duda de a quién le llegará en último lugar esa vacuna? Y después, ¿qué? Seguiremos actuando como si el planeta y el espacio en nuestras ciudades fuera de cada uno de nosotros y no de todos. Y eso que no dejamos de recibir mensajes, como la recuperación de la capa de Ozono.

«Las reglas de juego democráticas»

El mismo día que se cumplía el vigésimo aniversario del asesinato del periodista José Luis López de Lacalle, Arnaldo Otegi, que entonces explicaba el atentado con que ETA ponía encima de la mesa el papel de los medios de comunicación, decía: “Los problemas se resuelven aceptando las reglas de juego democráticas”, según la cuenta en Twitter de la coalición que lidera, Bildu. Los cambios ideológicos son aceptables, sobre todo cuando avanzan hacia la paz, pero el recochineo político de quien, en el pasado, aceptaba y encajaba lógicas militares, no es permisible. Y a quien mira para otro lado también se le ve.

Facha nivel Ussía

Paso del fascismo de aquí al fascismo de allí, el que representaba Billy El Niño, al que se ha llevado al infierno el coronavirus. Alfonso Ussía, que hace tiempo que ha pasado de ser un ultra que escribía bien a ser, simplemente, un ultra exacerbado, le despedía en Twitter de esta manera: “Cumplió en momentos difíciles con su deber. Los otros no eran hermanos de la caridad”. Todos estos ancianos, como Antonio González Pacheco, sus secuaces (hubo muchos más policías torturadores) y Alfonso Ussía, serán viejos, pero siguen siendo fascistas. Y, si hay que tratarlos de alguna manera, que sea como lo segundo.

Manifestaciones contra el confinamiento

Sí, los responsables de este requiebro son los de Vox. Solo a ultraderechistas que se autojustificas se les podía ocurrir semejante jaimitada. La noticia, no obstante, la comentaba un usuario de Twitter mucho mejor de lo que yo sería capaz: “Sigo maravillado por ver cómo manejan la disonancia cognitiva entre criticar que no se cancelase el 8-M cuando había 520 contagios y organizar manifestaciones cuando hay 220.000”. Insisto: solo los ultraderechistas que se autojustifican serán capaces de encontrar lógica a la contradicción e incluso de explicarla en público (haciendo el ridículo, como siempre).

Ni periodismo a la contra, ni clickbait

Lo que hizo El Mundo con las declaraciones de Pedro Simón, que quiso explicar con un ejemplo que científicamente se descartan motivos para los fallecimientos, no es periodismo a la contra (que me parece bien cuando es coherente) ni tampoco clickbait, porque cualquiera que viese el vídeo del propio tuit se daba cuenta de que el titular del mismo no tenía que ver con el contenido, así que nada invitaba a seguir el enlace. Lo que hizo El Mundo, insisto, y teniendo en cuenta los meses precedentes, no tiene nombre. Los directores eligen los caminos de los medios libremente, pero nadie les aparta si los llevan al precipicio.

Schuster, el perfecto gilipollas

Hacía mucho tiempo que no leía una noticia sobre Bernd Schuster. Como jugador no tengo recuerdo de él. Como entrenador ha pasado desapercibido. Como gilipollas, esta semana, se ha coronado. A Schuster, como a muchos que no lo dicen pero lo piensan, les parece mal que Athletic y Real Sociedad hayan llegado a la final de la Copa. Sus declaraciones han provocando una serie de reacciones lógicas, como estas líneas. Ibai Gómez tiraba de sarcasmo en Twitter: “A partir de ahora se contratará un ‘experto’ alemán para decidir quién juega la final de Copa. ¿No hay mascarillas con cerrojo labial?”.

Ministerios 1 – 0 Contradicciones

“Iglesias bendice el pacto con Arrimadas si no amenaza su presencia en el Gobierno” titulan en Vozpópuli dejando todo claro: cuando Pablo Iglesias dijo aquello de “cabalgar contradicciones” que se refería a situaciones como esta. Nunca con Ciudadanos… Hasta que con Ciudadanos se asegura su vicepresidencia y los cuatro ministerios de su formación. Entonces, sí, hombre. Y es que “es un nuevo Ciudadanos”, según fuentes moradas. Es un nuevo Ciudadanos y un nuevo Podemos, sobre todo, desde que juraron todos sus cargos y recogieron sus carteras ministeriales. La nueva normalidad política era esto.

Lo que dijo Abascal

El Pleno del miércoles dio para mucho. Hemos escrito y leído largamente sobre la relevancia y la irrelevancia, sobre movimientos tácticos y sobre contradicciones. Apenas ha quedado tiempo y espacio para las tonterías. Pero también las hubo, como este argumento insostenible de Abascal que rescatan en El Plural: “Han muerto diez veces más españoles que los que asesinaron en Paracuellos”. Paracuellos, al parecer, es una unidad de medida útil y suficientemente actual para Vox. Pues vale. Más me preocupa que a alguien le resulte un argumento interesante porque estaría perdido.

Barbijputas, en general

Sobre los argumentos de la extrema derecha, Juan Soto Ivars ha anticipado una posibilidad: que el estilo de Barbijaputa se les pegue. Para quien no conozca a esta tuitera anónima el propio periodista hace una buena semblanza. En resumen, es una feminista que radicalizó su discurso, lo redujo a buenas (las que ella señala) y malas (las que ella señala) y consiguió imponer su dogma en la izquierda. La derecha corre ahora el mismo riesgo, el de encontrarse con líderes a los que respalda que acaban radicalizando aún más sus posiciones y haciendo purgas por pureza ideológica. Líbrame, señor, de los guardianes de las esencias.

Sí, es necesario

El coronavirus nos va a salir muy caro. Lo primero, en vidas. Pero va a generar también una factura económica impresionante como la que genere la Sanidad, y después, las de las ayudas sociales y para la dinamización de la economía. Entre tantos millones, los 76 que van a dedicarse a la Cultura me parecen necesarios. Nadie está quitando de otro sitio (todo va a ser deuda) y hablamos de un sector que también es una industria de la que viven muchas familias. Además, la Cultura se ha mostrado muy importante durante el confinamiento como entretenimiento, ventana a la que asomarnos y formador de conciencia.

Que nadie hable de privacidad…

En el Congreso, pero también en muchos digitales, hemos oído y leído expresiones de preocupación por la limitación de derechos o privacidad que va a conllevar este coronavirus. Es evidente que han restringido nuestros movimientos, pero también que es una cuestión sanitaria y no de libertad individual. Y es evidente que un control de los mismos ayudaría a tomar decisiones, pero algunos siguen oponiéndose. ¿A qué? En Xataka cuentan que “de los 4.500 millones de usuarios en internet, 3.000 millones han utilizado un producto de Facebook en el último mes”. ¿Y luego ponen pegas a un control público?

Un tuit bien colocado

Observar la comunicación política on-line, por lo general, es una tarea aburrida. Incluso cuando los partidos se ponen creativos son bastante previsibles y solo a veces, asistes a golpes de efecto que verdaderamente pueden llamarse así. Por ejemplo, ayer, el PNV logró copar la mañana informativa anunciando a primera hora su apoyo a la prórroga del estado de alarma a cambio de la codecisión en las comunidades autónomas. Los tuits son un ejemplo estupendo para las clases de comunicación política: ponen énfasis en la negociación y en lo logrado, y se publican en el minuto exacto sin emoticonos ni artificios.

Y otro, caducado

Podemos está intentando pescar votos en el caladero de Bildu. El histórico de resultados electorales recientes deja ver, claramente, que hay un grupo de votantes que ha fluctuado entre ambas papeletas. Todos están en su derecho: los que votan y los que piden el voto. Además, jugar al juego de la suplantación parece fácil… Pero no lo es. Bien lo saben en Bildu, que ayer tuvo que sufrir la irrelevancia. La nueva líder de Podemos Euskadi intentó jugar a las derechas e izquierdas… Y salió trasquilada en unas horas: el PNV apoyaba al gobierno de los suyos y Podemos en Madrid reconocía el valor de su socio.

Cabalgando contradicciones

En este momento preelectoral en Euskadi del que menos me fío es de Pablo Iglesias. Bildu está haciendo campaña claramente desde hace meses, y esa transparencia se agradece. El PSE trastabilla en su juego de gobierno y oposición. El PNV lo tiene fácil gobernando Euskadi y dejando gobernar España. El PP solo busca foco. Y Podemos juega al juego más perverso: Iglesias y los de Madrid ensalzan a los nacionalistas vascos… Pero todo apunta a que el mismo Iglesias es el que azuza a los suyos en Euskadi para dar caña al PNV, al estilo Bildu. Ya se lo advirtió Ortuzar: si allí, sí; aquí, también. Y, si no, nada

Y si…

Cuando todos apuntaban al descalabro del PP después del giro de Ciudadanos, César Calderón apuntó algo en Twitter que me resultó especialmente interesante, precisamente, por ir contra la corriente pero ser bastante lógico: ¿y si al PP la maniobra de Arrimadas le ha venido bien? La tesis de Calderón es sencilla: Ciudadanos le ha dejado el espacio de supuesto centro. La mañana, además, dio otro regalo al PP, con un Abascal echado al monte más a la derecha. Si Ciudadanos no consigue tensar el sedal después de aflojar la pesca se la va a llevar Casado, al que sus rivales en la derecha se empeñan en dar aire.

Pero, ¿Girauta seguía en Ciudadanos?

La caída de Ciudadanos se produjo cuando todos vimos que no cumplía sus propios propósitos fundacionales: el partido que iba a servir de bisagra, que iba a ayudar a los gobiernos española a no depender de los nacionalistas, se empeñó en hacer lo contrario a lo que había dicho hasta entonces y ser muleta del PP. Ayer, por fin, sustituyó a ERC e hizo lo que prometió desde el primer día. Este destello de coherencia ha podido, sin embargo, con el que fue su portavoz parlamentario: Juan Carlos Girauta, un personaje siniestro, cizañero y poco recomendable, anunciaba su baja del partido. Todos apostamos a que lo veremos en Vox.

Cada día menos esperanzado…

No vamos a aprender nada de la pandemia ni el confinamiento, la sociedad mostró cómo es (cómo somos) el sábado, cuando comenzó el desconfinamiento, el Periodismo ha perdido su gran oportunidad para presentarse útil contra los bulos, los políticos en el gobierno son falibles y los que no lo están han actuado con intereses electoralistas salvo honrosas y escasas excepciones. Sí, soy bastante pesimista. Por eso creo que Colette en Twitter resume todo muy bien: “Hay quien no entiende 4 franjas horarias pero sabe más que Simón, La OMS y todos los expertos del mundo en pandemias juntos”.

Así que preveo grandes problemas de convivencia

He vivido en una zona “con ambiente” y he aprendido de la peor manera que en la hostelería, si no estás muy concentrado, puedes convertirte en una persona muy egoísta. Así que del anuncio de que las terrazas podrán ampliarse en un 50% solo deduzco problemas de convivencia. Creo que todos estamos comprometidos con el consumo, con nuestros vecinos, con salir adelante juntos. Pero, visto lo del sábado pasado, insisto, y previendo un verano de terraceo y relajación que lleve al egoísmo por todas las partes… Temo por quien viva en esas zonas “animadas” con bares junto a su portal.

Lo fácil, mal. Lo difícil…

Si no hemos sido capaces de cumplir con lo fácil: salir sin avasallar, no veo cómo vamos a cumplir con lo difícil, la vuelta a la normalidad… Con un montón de normas diferentes. Las tiendas de ropa tendrán que dejar en cuarentena durante 10 días la ropa que los clientes se prueban. ¿Quién tiene tanto stock y tanto espacio para apartar 10 montones sin que se toquen entre ellos? Y esas grandes cadenas que envían y recogen un montón de ropa en los domicilios, ¿van a cumplir con las devoluciones en esos almacenes sin público? ¿Podemos confiar en nosotros mismos? ¿Con qué argumentos?

Sí, nos hemos olvidado de manufacturar

China ha exportado el coronavirus… Y cualquier fungible necesario para detenerlo que necesite ser fabricado a gran escala. ¿Por qué? Según la revista del MIT, porque en Occidente hemos dado demasiada importancia al software. En el texto, que no tiene desperdició y que me pasó el autor de la histórica bitácora La Caverna Cibernética, Gaizka Manero, destaca este resumen perfecto de la situación a la que nos hemos abocado: “Las grandes tecnológicas no construyen nada. No es probable que nos den vacunas ni pruebas de diagnóstico. Parece que ni siquiera saben cómo fabricar un hisopo de algodón”.

¡Uy, casi!

Con casi toda la actividad futbolística parada por culpa del coronavirus, los diarios deportivos incluso han dejado hueco al fútbol femenino. Hace unos días, el diario Sport hizo algo casi inédito: llevó a portada la noticia de un fichaje. Marta Unzue, cedida del Barça en el Athletic, se desvinculaba del club barcelonés para fichar definitivamente por el bilbaino. Pero no fue gol: la propia jugadora desmentía en Twitter que ella fuera la de la foto que el diario había elegido para ilustrar la noticia en su portada. Se trataba de Marta Torrejón, también del Barcelona. ¿Un error justificable? Pues miren, no.