Telebasura política

Acercar a política a la ciudadanía, que los representantes hablen de lo que hablan los votantes y, a poder ser, de un modo que todos les entendamos, es una cosa, y hacer telebasura es otra. Risto Mejide optó por lo segundo en el primer debate televisivo de la campaña o, mejor dicho, el último de la precampaña. Mejide sabrá mucho de tele, de publicidad, y de la vida, pero el formato, el planteamiento y la ejecución del debate tenía poco de política y demasiado de telebasura. Es legítimo, es legal, pero huele mal. A partir de hoy los profesionales podemos demostrar que somos capaces de hacerlo diferente y mejor.

A Rivera todo le da igual

Ciudadanos se ha quedado sin discurso: por la derecha les gana el PP. Por el centro, el PSOE (que no dice mucho a favor del PSOE, precisamente). Y a liberal y español, los ultras de Vox. Además, tienen que defenderse de las denuncias y sospechas sobre su funcionamiento interno. Y por si todo esto fuera poco, Albert Rivera ha decidido posicionarse en mitad de ningún sitio, y lleva dos días sembrado: primero, afirmando que en Ciudadanos no son taurinos ni son antitaurinos. Y después, asegurando en el Marca que, aunque es del Barça, se alegra cuando gana el Real Madrid. Rivera es lo que toque.

Otro ultraderechista en Vox

Otra noticia para la colección de fachas, por Antonio Maestre en La Marea: “Juan Carlos Segura Just, número 1 de Vox por Barcelona al Senado, fue condenado en 1984 a un año de cárcel por desórdenes públicos cuando formaba parte del Frente Nacional de la Juventud (FNJ), un grupo de extrema derecha, escisión de Fuerza Nueva (…) Se les incautaron una llave de pugilato, una porra de madera, un spray de gas y un brazalete con la cruz gamada. Un día después, la Policía detuvo a varios miembros más, entre los que se encontraba el actual candidato de Vox al Senado Juan Carlos Segura Just. En los registros domiciliarios fueron encontradas una pistola de calibre 9 mm largo, tres pistolas calibre 9 mm corto, una pistola calibre 6,35 mm, además de porras, barras e incluso látigos”.

Y Pablo Casado va y dice…

A Pablo Casado se le está poniendo quedando la sonrisa congelada. Ya está bastante claro que las derechas no suman, así que al PSOE solo le falta conseguir socios fuertes para formar gobierno y dejar que los muchos enemigos que el del PP se ha ganado en tiempo récord se lo merienden. Entre sus últimas perlas encontramos esta que han destacado en El Confidencial: “El votante de Vox no tiene ningún motivo para no volver al Partido Popular”, asegura un Casado que ha convertido al PP en un partido aznarista, extremado, rancio (más de lo que ya era, incluso) y casposo, el único capaz de competir con el Vox de los nazis.

Assange, ¿héroe o todo lo contario?

Yo lo tengo claro: Julian Assange no es ningún héroe, ni Wikileaks es ese medio blanco y puro que hace el periodismo que los demás no nos atrevemos a hacer. Si me apuran, el líder y su marca son todo lo contrario. Y ni siquiera entro en la acusación de abuso sexual, solo me quedo con su labor como filtradores de información y, sobre todo, para cambiar el prisma hacia posiciones que no creo que convengan a nadie salvo a quienes quieren desestabilizar. No se trata de agitar al establishment, que eso siempre viene bien, sino de la seguridad de todos comprometida por quien nunca ha contado honestamente sus intereses.

Las ocurrencias socialistas

El tema de las apuestas deportivas preocupa: primero porque como ya mostramos en esta columna se trata del segundo negocio con más facturación en España después de las telecomunicaciones. Después, y lo que es más grave: por el modo en el que esta actividad está captando a los usuarios más jóvenes por medio de Internet e, incluso, los videojuegos. Así que los partidos lo empiezan a tenerlo en cuenta con más acierto que otro: la idea de los socialistas de Navarra de revertir un 1% de lo recaudado por apuestas deportivas en el patrocinio de deportistas es una bomberada (con perdón) que no ayuda a atajar el problema.

Y las del PP…

Si la precampaña y la campaña incluyesen un torneo a la mayor barbaridad, Pablo Casado sería el único con capacidad para disputárselo a Santiago Abascal. Esta competición podría ser hasta divertida si no fuese porque Pablo Casado puede gobernar o condicionar a Pedro Sánchez si este no cuenta con alternativas de colaboración fuertes (lo que nos toca construir especialmente desde Euskadi y Catalunya), porque las ideas bárbaras de Casado no son anécdotas, precisamente: rebajar el SMI pasa directamente a la categoría de cabronada mayúscula y motivo por el que no votarle jamás.

Lo que decía

En Vox no solo Santiago Abascal es capaz de abrumarnos con verdaderas sandeces: Rocío Monasterio, que representó a este partido en un debate entre mujeres organizado por El Confidencial, aseguró que “en España un mileurista es un dosmileurista atracado por el Estado”. ¿Nunca ha necesitado Monasterio una receta aunque sea de paracetamol? ¿Sus padres perciben pensiones únicamente privadas? ¿El puesto de diputada al que podría acceder con qué dinero cree que se paga? El discurso ultra también en lo neoliberal destapa el mismo modo peligroso de entender la vida.

¿También para esto?

No obstante, la del malgasto de los recursos públicos en España es una vieja historia con algunos episodios muy graves como la guerra sucia o las mordidas organizadas y repartidas por Bárcenas, supuestamente, pero también trufada de notas al pie chuscas: “El personal del Ministerio de Defensa vota miles de veces en una encuesta del diario británico The Telegraph sobre la soberanía de Gibraltar. El análisis de los resultados revela que más de cinco mil votos a favor de España provinieron de IP del ministerio”, cuenta en Twitter un tal “Atónito” que hace honor a su nombre con el link a la noticia del medio británico.

El enfrentamiento, como modo de campaña

Lo siento, pero no me parece en absoluto casual el enfrentamiento televisivo entre Pablo Iglesias y Antonio García Ferreras. Y aunque el enfrentamiento fuese genuino por la cobertura a las noticias y opiniones de Eduardo Inda, señalado como colaborador en la intoxicación contra Podemos que mezcla a aparatos del Estado, Iglesias no puede alzar la voz. Cuanto más mayor me hago menos me gustan los conversos: los de Podemos siempre tuvieron en LaSexta un espacio de privilegio incluso en la época en la que Inda desplegaba sus censurables artes. Todos formaron parte del show porque a todos les convenía. Justo como ahora.

Necesitamos más valientes

No siempre he estado de acuerdo con la opinión de Antonio Maestre ni con su estilo, aunque ambos coincidimos en aquel Twitter incipiente en el que nos conocíamos todos y mucho antes de que Maestre acudiera a tertulias televisivas de audiencias millonarias. Pero reconozco que hoy Antonio Maestre es un periodista valiente que en un digital, La Marea, está señalando a los miembros de la ultraderecha que forman parte de Vox, poniendo negro sobre blanco nombres y apellidos de nazis (algunos incluso con sentencias por palizas) que han encontrado en Vox el partido que les representa y por el que trabajar.

Y más micrófonos para Abascal

La clave para que Vox tenga un buen resultado es tapar a su principal cabeza visible: Santiago Abascal. Aunque las declaraciones de Ortega Smith tampoco pasan desapercibidos, las del alavés suelen ser especialmente desacertadas: “En el norte de Europa los ancianos salen del hospital corriendo por miedo”, dice sobre el debate de la eutanasia que, por supuesto, su partido no contempla. Pero más allá del titular que ha elegido Europa Press para un tuit estupendo, las declaraciones en contra del aborto, cuya ley consideran “un coladero”, o de la “invasión islamista”, son aterradoras y merecen volver al ostracismo.

Sí, claro que es grave

No discuto ni por un segundo la gravedad de lo que ha pasado con Podemos: que los mecanismos del Estado, empezando por la Policía Nacional, se pusieran a disposición del gobierno de turno contra un partido concreto es terrorífico. No obstante, la historia nos invita a dudar de que Podemos sea el único partido espiado y atacado por el Estado en democracia. No es menos cierto que Podemos no ha necesitado de ninguna “ayuda” del Estado para deshacerse y que ahora está de campaña. Pero lo que es definitivo es que Victoria Prego considere que Iglesias no tiene motivo de queja. Entonces, por supuesto, la tiene.

Así de fácil

Ayer mismo traje a esta columna el modo en el que Juan Ignacio Pérez enunciaba con una sencillez envidiable el debate de la eutanasia. Hoy quien es capaz de reducir un asunto complejo a un tuit con brillantez es Iñaki García Arrizabalaga: “No reconocer a las víctimas de abusos policiales es un error político y humano grave. Reconocerlas no significa blanquear, equiparar, ni legitimar nada. Solo implica reconocer que esas víctimas también tienen derecho a la verdad, la justicia, la reparación y la memoria”. Quienes quieren enredarnos hacen mucho ruido, por eso tenemos que ayudar a que la claridad también se abra camino.

Agur, Héctor del Mar

Los que están a las puertas de la crisis de los 40 o en plena tormenta tienen hoy otro motivo para la tristeza y, sobre todo, para darse cuenta de lo mayores que son: Héctor del Mar ha fallecido. Aquel mítico narrador de la lucha libre americana (y solo de un modo excepcional de “Humor Amarillo”, pese a los muchos comentarios confusos en Twitter), en los inicios de la Telecinco de las Mamachicho se ha ido. Y con él una de las voces de nuestra infancia de tele los sábados por la mañana, una infancia que incluía patadas voladoras, el baile de San Vito de El Último Guerrero y a los Hermanos Sacamantecas.

Cargar con Puigdemont

Para muchos yo soy un mal abertzale porque critico a Carles Puigdemont y su estrategia. No sé qué pensarán esos de Marta Pascal, expresidenta del PDeCat, muy próxima a Artur Mas y muy crítica con las decisiones del president y la actual dirección, que no le planta cara. La entrevista a Pascal en La Vanguardia es para no perdérsela porque presenta a una política posibilista y pragmática, que sabe muy bien lo que se juega (ella misma ha sido investigada) y, precisamente por eso, cree que hay que empezar a dar pasos en otro camino, hacia la negociación, hacia los puntos comunes y hacia lo que es posible.

Pedro J. y el nuevo periodismo

Cuando Pedro J. Ramírez puso en marcha su digital, El Español, y comenzó con la campaña de captación de suscriptores, nos vendía su medio como una oportunidad, una cabecera libre de presiones empresariales, libre del peso del papel, libre de créditos y servilismos. El nuevo periodismo, por supuesto digital, llegaba a España de la mano del exdirector de El Mundo. Hoy, en su medio, además de las mismas conspiraciones que alentó en el papel, podemos leer noticias falsas como esta que publican en su división navarra: “Desvelan que Moncloa ya diseña la unión fiscal entre Navarra y País Vasco de cara a una futura anexión”.

Siniestra… Y facha

Rosa Puig, que se define en Twitter como historiadora, lanza en esta red social una pregunta sobre lo siniestra y reconocible que resulta la escenografía que utilizó Vox en su mitin de Barcelona: un fondo negro, dos cintas rojigualdas y un atril central en el que Ortega Smith gesticuló sin ningún tipo de reparo para regalar poses y fotos como la que rescata la propia Puig. La imagen es reconocible, es siniestra y es, básicamente, facha (no sabemos si buscado o no, claro). Pero no de ese “facha” que ha sobado la izquierda usándolo contra todo lo que no le gustaba, sino facha de verdad, fascista, para que nos entendamos.

La Junta de Andalucía ya comunica de otra manera

Todo servicio de community management necesita un rodaje, pero del mismo modo que antes podíamos ser permisivos con ciertos errores porque todos estábamos empezando, ahora ya conocemos los mecanismos y sabemos que, por muy nuevos que sean todos en el área de comunicación digital de la Junta de Andalucía, eso de sugerir que una birrita no es mala con un enlace a una noticia en un periódico desde una cuenta institucional, es un error. Un error que los responsables de esta comunicación no han mandado eliminar. Se ve que el estilo tuitero de los tres partidos que soportan el gobierno andaluz también se ha impuesto.

Así de sencillo

Los grandes problemas tienen soluciones muy complejas. Y en el caso de la eutanasia, cuyo debate se ha abierto parece que de un modo definitivo, por fin, la solución también será compleja, con debates, acuerdos, legislación, interpretaciones y juzgados, pero su enunciación es muy sencilla y cabe en un tuit como ha demostrado Juan Ignacio Pérez: “Ni sedación ni cuidados paliativos son alternativa a la eutanasia. Mi vida es mía o, si acaso, de mi mujer y mis hijos también. Si algún día decido dejar de vivir, espero que quien me ayude, si no puedo hacerlo solo, no tenga que asumir riesgo alguno por ello”.

Sí, lo son

Linus Torvalds, creador del sistema operativo Linux, ha sido muy claro: “Detesto absolutamente las redes sociales modernas. Twitter, Facebook, Instagram. Son una plaga. Parecen fomentar el mal comportamiento” (Trecebits). Y solo puedo darle la razón. Insisto últimamente mucho en que el Internet comercial, el que conocemos vía Google o estas redes, no nos ha traído ningún beneficio como sociedad. Ninguno. Lejos de extenderse el conocimiento ha prosperado la desinformación, y no nos ha mantenido más conectados, sino de un modo diferente (porque el tiempo es limitado) y no siempre mejor.

No nos toman en serio

Ninguna marca en Internet nos toma en serio como sociedad ni como individuos. Para todas, sin excepción, somos consumidores que pueden decantarse por su oferta, así que somos objetivos con los que usar cualquier artimaña digital para atraer nuestra atención, nuestro dinero o nuestro voto. Marcelino Madrigal lo ha escrito en Twitter mucho mejor que yo: “¿Se imagina que usted va a una manifestación por la causa que quiera y se encuentra allí rodeado por maniquís? ¿Qué pensaría? Pues amigo, en la red con los bots es lo mismo: le faltan el respeto a usted y a su causa”.

¡Ni siquiera conocen el sistema!

Los políticos que aprueban el uso de artimañas digitales desprecian a los votantes, precisamente a quienes hay que tomar como el elemento más valioso de las elecciones. Pero, ¿qué podemos esperar si los líderes ni siquiera conocen los rudimentos de la democracia española? Albert Rivera asegura que, cuando sea presidente del gobierno, cambiará la ley electoral… Como si eso no fuera potestad de Congreso y Senado y con amplias mayorías que, por supuesto, requieren negociaciones con quienes querría laminar, precisamente. ¿O Rivera se toma el poder al modo “tradicional” y caudillista español?

¡Y vaya lemas!

Espero que a todos los partidos esta campaña les haya pillado con el paso cambiado y, por eso, han tenido que tirar de “plan B” después de haber elegido ya el cartel electoral de mayo. Porque si los lemas que presentan todos son sus mejores opciones… O las agencias están en crisis de creatividad o las cabezas pensantes de los partidos están agotadas. Pero el que se lleva el premio a claim peor elegido es el PSOE, que es el único que sabía cuándo iba a haber elecciones generales: “Haz que pase” (supongo que para no poner palabra por palabra el “haz que suceda” de Patxi López) es una mala idea que puede girarse fácilmente.

Barro, para la foto

Y vaya ideas, así, en general que estamos viendo esta campaña. No solo los discursos de los líderes, que sorprenden sobre todo en los partidos españoles y catalanes por su falta de solidez y medidas. Cuando uno sigue un poco a esas estrellas emergentes que marcan los partidos que han querido renovar sus listas a golpe de fichaje con efecto, se topa con chorradas como la de María Muñoz, en Ciudadanos, que se ha sacado una foto a su bota con un poco de barro en un Cercanías. ¡Ay que ver lo que se esfuerza esta chica, que se ve obligada a hacer cosas de pobres por un puñado de votos!