¿Quién lo iba a decir?

“Los nacimientos caen un 40% en 10 años”. Ese es el titular, la noticia la sufrimos cada día quienes hemos decidido tener descendencia: mantener una familia es hoy en nuestro entorno la actividad más estresante del mundo, no solo por los bajos sueldos, como sugería Yeyo del Bote en Twitter, sobre todo por la quimera (por no hablar del “engaño” masivo) de la conciliación. Lo que más hacen las amas y las aitas en Euskadi es correr. Lo segundo, llamar a aitite o a amama pidiendo ayuda. A eso sumen el precio de los pisos y el tamaño de los mismos. ¿Cómo vamos a tener familia numerosa o, simplemente, familia?

A Rivera se le acaba la gracia

Albert Rivera, como a Pablo Iglesias, ha llegado al final de su estado de gracia. Ya todos le señalan como el responsable de una serie de decisiones políticas que han llevado a Ciudadanos a parecer la muleta del PP y a ceder el protagonismo como la nueva derecha a Vox. El surgimiento de Valls ya ha sido definitivo porque le coloca frente al espejo de lo que se esperaba de él pero acabó llegando desde Francia. Francesc-Marc Álvaro lo resumen muy bien en Twitter: “Le ha faltado distancia sobre su personaje, el síndrome show de Truman. Su permanente enfado es por el juguete que no llega”.

Vox se los está merendando

Ceder el protagonismo al PP estaba recogido en el guion de Ciudadanos. Pero Rivera no supo reescribirlo cuando apareció Vox y también ha cedido su protagonismo a los de Abascal, que se están merendando las naranjas. Sonia Lalanda muestra en Twitter los dos acuerdos que alcanzó el PP en Palencia: con Vox que la extrema derecha tendrá presencia en el gobierno local, y con Cuidadanos que este partido acataría el primer documento. Así que Ciudadanos tiene firmado que respetará cederá “representación”. Palencia, además, es uno de esos municipios del cambalache de las derechas.

Y quiere más

Si el par de documentos que muestra Lalanda es similar a los pares de documentos que han firmado representantes de Vox, PP y Ciudadanos en España, es justo que los de Abascal reclamen esa presencia en los gobiernos municipales. PP y Ciudadanos lo niegan (o reniegan), pero es evidente que tienen un problema. Un problema que, como bien sugiere Arezno en Twitter, en Vox resuelven abriendo “chiringuitos” de esos que pidieron cerrar: ampliando el número de concejalías para que los de Vox tengan cabida. Lo importante para ellos es eso, estar en el gobierno y atizar desde ahí hasta a sus socios.

“Semanas pensando”

En el otro extremo, en la izquierda intelectual, se sitúa Íñigo Errejón que cada día se parece más a su propia caricatura: “Me preguntó Pepa Bueno por la persistencia histórica de la mayoría de las derechas en Madrid, pese a la precariedad, desigualdad o incertidumbre para la mayoría. Me ha tenido semanas pensando y leyendo, porque sin entender la naturalización del neoliberalismo no se le da la vuelta”. Yo no creo que haga falta tanta reflexión: es la ausencia histórica de una izquierda creíble que piense más en la ciudadanía que en sí misma la que impide que se pueda dar esa vuelta ideológica.

¿Debe dimitir Carmena?

Si no me gusta que los políticos dimitan cuando las cosas van mal o no salen las consultas como ellos quieren, es lógico que tampoco me guste que Manuela Carmena haya dimitido como concejala después de haber certificado que no seguirá como alcaldesa. Su decisión me genera ciertas dudas: si una “simple” concejalía y la oposición no son para ella, ¿para quién son? ¿Qué tiene de indigno ese desempeño? ¿Por qué no quiere ejercerlo? ¿Ser “solo alcaldesa” no sería más propio de “la casta” que de “la gente”? Los políticos que si no ganan no siguen, ¿deberían explicitarlo en campaña? ¿Por qué no lo hacen?

¿Se contradirá Ciudadanos… Otra vez?

Anabel Alonso suele dar buenos golpes de mano en Twitter, sobre todo (pero no solo), a la derecha española. Hace un par de días, con cierta sorna, compartía un titular en el que Ciudadanos negaba que fuera a compartir gobierno con Vox. Esa es la última línea roja que le queda por pasar a Albert Rivera después de la foto de Colón y los documentos con los tres logos (PP, Ciudadanos y Vox) en la parte superior y las firmas en cada página. Es a lo que se aferrará cuando dé explicaciones a Verhofstadt y Macron, que de momento parece que no transigen, como sí hace Ciudadanos, con la extrema derecha.

No es el único

Algo le echan al agua en Catalunya para que Ciudadanos se haya convertido en el partido que protagoniza todos los chistes sobre contradicciones y ahora Ada Colau haya protagonizado su momento de gloria del “donde dije ‘digo’”. Manuel García ha hecho un montaje con varios tuits de Barcelona en Comú, el partido de Colau, anunciando que no pactarían con Manuel Valls de ninguna manera… Hasta que han necesitado los votos. Como siempre, no pasa nada por llegar a acuerdos en política, lo que lo convierte en un problema es que antes hayas dicho todo lo contrario y hoy seas un partido flagrantemente incoherente.

Sobre los mitos futbolísticos

Empiezo a creer que la única forma de que un exfutbolista mantenga cierto halo sobre el mito que creó es que se convierta en entrenador o comentarista deportivo. Y a veces, ni eso, como bien conocemos en Bilbao. José Manuel Monje lo escribió mejor que nadie: “Cuco era el jugador”. Pero muchos más “mitos” se nos caen cuando los futbolistas entran a ser gestores: Urrutia dilapidó como presidente parte de su crédito como jugador por culpa de una mala comunicación, y otros gestores, de aquí y de allí, nos sorprenden (o no tanto) con amiguismos, despotismo y nepotismo. Lo de Platini, ya, es otro nivel.

En Twitter solo quedarán las víboras

Hace años que dejé de seguir al tuitero De Clase Baja. “Solo” era uno de esos con muchos seguidores que te sacaba una sonrisa de vez en cuando, y mantener esta columna necesita más nervio político. Hace un par de días volví a ver un tuit suyo relanzado por otro usuario: abandona la red social pese a su éxito, y lo explicaba, como hacíamos antes, en un blog. Está cansado de linchamientos y acusaciones gratuitas, está cansado de la turba, en definitiva, que se está imponiendo en Twitter, que está acabando con la red social y que, en nombre de la izquierda y la libertad, impone el pensamiento único.

La justicia es injusta en España

No nos hacían falta más pruebas para saber que los presos políticos catalanes están siendo víctimas de una justicia española profundamente injusta. Pero la última, de momento, debe ser la constatación definitiva de que, sí, están en la cárcel por sus ideas y de que, sí, quien debería de actuar imparcialmente hace todo lo contrario. Joaquín Urías tuiteaba sobre la prohibición a Junqueras unas líneas muy representativas: “Lo autoriza a tomar posesión como diputado español pero no como europeo. La razón no es jurídica, sino de conveniencia y denota un prejuicio. Terrible”.

Y la democracia, retorcida

El pacto del PP con Ciudadanos y Vox por el que los de Albert Rivera tocarán poder en capitales de provincia menores incluso siendo la tercera o cuarta fuerza evidencia la derrota política de los de Albert Rivera, que no han conseguido ni disputar como segunda fuerza una alcaldía, y que para el PP, Ciudadanos y Vox la democracia es una herramienta para repartirse el poder, no para mejorar la vida de la gente. Isaías Lafuente tuiteaba esto sobre lo sucedido en Palencia: “Siento profunda vergüenza e inmenso desprecio por quienes han urdido la operación y consideran un simple cromo a mi ciudad”.

Ciudadanos ha perdido

César Calderón da una acertada vuelta de tuerca en Público a la derrota de Ciudadanos: no ha sido solo electoral, en las negociaciones con PP y Vox ha sido el “julay” o pardillo al que los de Casado (que se ha involucrado en las negociaciones) han manipulado parece que hasta con sencillez. Así, esa ola de la nueva política que abanderaba Albert Rivera ha llegado a la playa sin fuerza: su partido, reducido a muleta; y él, en entredicho por su falta de habilidad y capacidad para la negociación. Y ahora le viene otra prueba: la que tendrá en Bruselas para explicar que se ha involucrado con Vox en ser el derrotado oficial.

Doble o nada

A Albert Rivera todavía le quedan fichas para hacer una apuesta y jugarse la última mano: en Europa puede triunfar o puede llevar a su partido a la nada política. Macron, de momento, le aprieta las tuercas: tendrá que explicar (y hacerlo claramente, aquí no valen subterfugios ni mentiras vestidas de medias verdades) su pacto con Vox. Según el líder francés, no hay cabida en los partidos europeístas para quienes acuerdan con la extrema derecha. Si a Rivera le excluyen, su problema se agigantaría, pero si le permiten mantenerse podría recolocarse y coger aire como el líder debilitado que hoy es.

¿Y en Tabarnia?

En Catalunya, lo que queda de CiU ha conseguido gobernar en 370 ayuntamientos, ERC lo hará en 359: el PSC, en 89; la CUP, en 19 (que no les pase nada a sus habitantes); los Comúns, en 12; y el PP, en 1. Ciudadanos no gobernará en ningún municipio. No les queda ni Tabarnia, el país ese que se inventaron Boadella, Espada y demás vividores poco recomendables en la jungla, y que estaba formado por los municipios en los que Ciudadanos ganó una vez, en las últimas autonómicas catalanas. Pero a la hora de elegir alcalde… Los de Rivera no han sido opciones preferidas y Tabarnia es hoy la última ridiculez de algunos.

Rivera, explícaselo a Verhofstadt y Macron, anda

Con los ayuntamientos ya en marcha desde ayer, las elecciones del 26 de mayo nos siguen dejando deberes pendientes, como la constitución del Parlamento Europeo, donde más de uno va a tener que dar explicaciones, porque en Bruselas la connivencia con la extrema derecha es una cuestión que no se discute o, por lo menos, no se discutía hasta ahora: Rivera puede marcar un hito si convence a Verhofstadt y a Macron de que su pacto con Vox es compatible con mantenerse en un grupo en el que estas ideas y estos pactos no tienen cabida. De momento, la prensa internacional machaca a PP y Ciudadanos.

Sí, es de agradecer

El hilo de Hodor en Twitter empieza explicando lo que supone para Ciudadanos su pacto con PP y Vox (sin la derivada europea, que tiene su tela, también), y acaba concluyendo que la nueva política no va, precisamente, de hacer las cosas mejor: nadie dijo que esa “novedad” no radicara en elevar las miserias particulares a cuestiones colectivas. “Así que agradeced a Ciudadanos su último servicio: os ha ayudado a terminar de perder la inocencia con la que nació la ola de ‘nuevos partidos’. Ya no esperéis ‘regeneración’. Son sólo unos contendientes más en la lucha por el poder: sólo han aclarado en qué bando juegan”.

Más “nueva política”

Los sindicalistas son paladines de la democracia: está mal meterse con ellos porque, claro, representan a los trabajadores, luchan por lo de todos y les debemos muchos avances. No niego todo esto, como tampoco deberían de negarnos que es difícil explicar que Mercedes Pérez Merino, delegada sindical en Coca-Cola durante 35 años y fichada por Podemos para el Congreso, gane cerca de 90.000 € al año en la multinacional y declare un plan de pensiones de con 177.000 eurazos, casi 100.000 más en su cuenta, y una casa en El Escorial por la que pidió una hipoteca de 400.000. Por el mismo precio te dice si eres “clase obrera”.

Moragas, quién te ha visto

Jorge Moragas es uno de esos personajes que es una pena que sean reales porque como protagonistas de una novela son perfectos: un hombre que resistió con Rajoy, le ayudó a llegar a lo más alto, a zafarse de la prensa y de los enemigos de fuera y los de dentro, y que lo dejó todo para irse de embajador en New York… Pero al que la moción de censura de Sánchez envía a Filipinas como diplomático, donde termina participando como jurado para elegir a la Miss de ese país, según leemos en El Confidencial, vestido con un esmoquin blanco y una pajarita negra, junto a cantantes, actrices y un jugador de baloncesto.

Ahora, ¡pónganse a trabajar!

“Ya se ha finiquitado del todo el Fondo de Reserva” de la Seguridad Social. Esa frase, colocada casi como una más en un ilustrativo post de Magnet, es la que debería de hacer saltar todas las alarmas y mover a los políticos españoles a encerrarse en torno a mesas de trabajo hasta que den con la solución al atolladero al que PSOE y PP, a relevos, nos han llevado. Pero después de que nos robaran el mes de abril a punta de campaña, Pedro Sánchez parece no tener prisa: primero, los ayuntamientos y las autonomías. Mientras tanto, los problemas siguen agravándose y la ciudadanía, ¿indolente?

Sí, se trata de Igualdad

Me gusta el fútbol entre otros motivos porque sirve para explicarnos como sociedad. No estoy siendo banal: la situación de algunos estadios o la formación de algunos clubes son muy ilustrativas. Hoy el fútbol, y en especial el Mundial Femenino, también nos pone delante de lo que somos con noticias como la que Dori Toribio enlaza en Twitter desde el Washington Post: “La selección femenina de EEUU demandó a la federación de fútbol por discriminación. ‘Pese a tener un éxito mucho mayor que la selección masculina, las mujeres han tenido que ir a juicio para intentar conseguir igualdad salarial’”.

También ante la Ley

No creo que en Vox haya grandes estrategas: la conexión que logran con una parte importante de la sociedad española es porque existe esa tipología de votante. Es decir, su éxito se basa en hacer lo que les sale porque hay muchos, demasiados (tratándose de lo que se trata), que estaban esperando que alguien hiciera eso mismo. Por ejemplo, cambiar un cuadro en el que se puede leer que “todos somos iguales ante la ley” por uno con el retrato de Felipe VI, que puede representar todo lo contrario. Es lo que ha hecho José Ignacio Arias, de Vox y vicepresidente tercero de la Asamblea de Madrid gracias al PP y Ciudadanos.

Albert Rivera enseña el Hola como respuesta a todo

No me lo creo: no puede ser una casualidad que la semana que Ciudadanos empieza a reunirse y pactar con Vox, justo sean portada del Hola las fotos de Albert Rivera y Malú, y que además estas hayan sido casi regaladas para que no haya lucro por parte de nadie. Igual soy muy mal pensado, pero me parece que el de Ciudadanos quiere dárnosla con queso y que hablemos de su relación de pareja y no de sus relaciones con la derecha más a la derecha en España. Una pena que a periodistas tan experimentadas como Ana Rosa Quintana se la hayan colado, si las cosas son como creo. Porque, se la han colado, ¿no?

“Un error que les acompañará”

Estoy seguro de que uno vive más tranquilo cuando puede echar la culpa de todo lo malo siempre a los demás. Estoy seguro, también, de que en la izquierda de Madrid, pese al desastre electoral, están todos muy tranquilos precisamente porque echan la culpa de todo lo malo a los demás para vivir mejor. Solo hay que leer las declaraciones de Carmena o los tuits de Pablo Iglesias e Iñigo Errejón: “Han cometido un error que les acompañará” decía el ex de Podemos, ¿sobre la izquierda de Madrid? No, sobre la derecha y la extrema derecha, que se han unido. Recuerden: la culpa siempre es de otros.

No es una broma aunque lo parezca

César Calderón se hace eco en Twitter, no con poca retranca, de la última de Donald Trump que, aunque lo parezca, no es ninguna broma o una parodia: el presidente de EE.UU. mantuvo entre sus manos durante 40 minutos de intervención un documento que se supone que contenía un acuerdo secreto entre su país y México. Un documento que iba girando y que iba siendo fotografiado y filmado por los periodistas para intentar captar algo en los contraluces. Así, a la ligera, se toma Trump la vida y la presidencia y, pese a ello, ha llegado a tener una torre con su nombre y vivir en la Casa Blanca.