2020 y así estamos

Estamos viendo una pandemia mundial y la que va camino de ser la mayor revuelta contra el racismo de la historia de EE.UU. en pleno 2020. Lo que viene a ratificarnos que no nos retiraron el carné de gilipollas cuando nos dieron acceso a Internet. Al contrario, nos lo renovaron. Porque hay que ser muy gilipollas para despreciar a alguien por el color de su piel, y hay que tener muy grandes las tragaderas para colaborar con quienes lo hacen (y pueden abandonar los del PP el Senado todas las veces que quieran, que ahí están, pactando con Vox). ¡A la mierda los racistas y quienes les amparan!

Está pasando lo lógico

José Andrés, el cocinero asturiano afincado en EE.UU., es uno de esos personajes a los que no hacemos el caso que deberíamos: según la periodista Elizabeth Landers, el chef participa en las propuestas pacíficas de Washington y lleva comida a los manifestantes. Andrés conoce muy bien la realidad estadounidense. Una realidad que pasa por una consecuencia lógica: que alguien que simpatiza con la extrema derecha llegue a la Casa Blanca ampara y genera comportamientos que han acabado siendo una olla con demasiada presión. Lo que está pasando es tristemente lógico. Y lógica tiene que ser nuestra respuesta.

300.000 lereles

Es una noticia del año pasado pero ha vuelto a Twitter esta semana con cierta intensidad. ¿Por qué? Pues porque estamos hasta las gónadas de las desigualdades. Por eso hay policías de balcón, vigilantes de las playas y guardianes de las mascarillas (entre los que me incluyo) que se desahogan en las redes sociales, porque la mayoría hemos sido de los que cumplen las normas y vamos tirando mientras la minoría se piensa que el mundo está puesto para ellos y nosotros somos figurantes. Así que, sí, comparto de nuevo aquí el sueldo de la infanta Elena en la Fundación Mapfre: 300.000 lereles al año. Y seguro que sin ERTE.

Y eligen dónde pasan la cuarentena

Desconozco si lo ha pagado su madre con ese sueldo o ha salido de algún otro fondo, como el mantenimiento de los palacios y vehículos reales, pero Froilán se ha pasado la cuarentena en un hotel de Marbella y su hermana, Victoria, en un cortijo de Jaén. Anabel Alonso se quejaba en Twitter ante la información: “¿¡Eligieron!?”. Sí, lo hicieron, porque en España hay dos tipos de españoles: los de la casa real y el resto, queramos o no. Es otro rollo, es su rollo, el de la superioridad, el de los buenos sueldos y los buenos alojamientos, el de la libertad para elegir. Para ellos, no poder elegir dónde pasar la cuarentena es de pobres.

Empieza el lavado de cara

Termino este bloque (de vez en cuando hay que dejar espacio a sus majestades, para que no olvidemos qué hacen y cómo se ríen de nosotros) con el príncipe Joaquín de Bélgica, ese que se saltó las reglas del confinamiento, viajó hasta Córdoba y mantuvo un encuentro con una treintena de personas antes de saber que tenía el coronavirus. Pues bien, empieza la operación para lavarle la cara, lo que ha pasado con todos los reyes desde que hay historia: según el abogado de Joaquín en Córdoba (de donde es su novia, hija de terrateniente), hubo dos fiestas con 15 personas y no se saltó todas las normas.

¿Quién mantiene viva a ETA?

Muchos de los que formaron parte de ETA hoy están integrados en la vida política vasca. Eso es tan cierto como que si esperamos a que todos ellos abandonen esa vida civil viviríamos en un bloqueo y en una injusticia (porque los jueces han ido retirando y restituyendo derechos ya). Pero tengo la sensación de que eso es lo que quieren algunos y de que no soy el único que lo cree: María Jáuregui, hija de Juan María Jáuregui, discutía en Twitter, en público, a Consuelo Ordóñez la legitimidad de una víctima a mantener viva a ETA con el apoyo (o el provecho) de colaboradores del pensamiento único como Fernando Savater.

Los extremos… Se abrazan

Un buen conocedor del Parlamento Europeo como Miquel Roig apuntaba la coincidencia en el voto de Vox y Podemos en contra de la nueva comisión europea presidida por Ursula von der Leyen. Por cierto, Bildu voto también con ellos, con la ultraderecha española y la superizquierda superespañola. Los argumentos eran totalmente encontrados: para la izquierda es una comisión ultraliberal y para la extrema derecha, una comisión rendida a la izquierda y sus políticas. Y Bildu argumentará con otra “hipérbole” (como calificaba Roig estas razones o sinrazones) distinta su mismo voto contrario.

Sí, hay que tenerlo

El parlamentario de Vox en Valencia, David García, mostró una bandera en la cámara contra los totalitarismos, según él, pero en la que la esvástica se veía claramente y el símbolo comunista y el de la prohibición mucho más desdibujados, desatando el enfado en la cámara de representación. Anabel Alonso, a la que hay que reconocer el mérito que tiene por enfrentarse a cara descubierta a este fascismo, tuiteaba: “Hay que tener mucho estómago para ser cómplices de estos”. O mucho estómago, o mucha dependencia del poder. Por cierto, García se hace llamar “el parlamentario obrero”. Encima, recochineo.

Una España “preciosa”

Y en este contexto de extrema derecha desatada, izquierda española y vasca abrazada a ella en Europa, y las víctimas de ETA divididas entre quienes quieren mantener la presencia de ETA y quienes quieren pasar página, llega Telecinco y se cisca en todos con un comunicado que David Fernández, del equipo de Maldito Bulo, califica como “vergüenza”: los de Mediaset aseguran que ellos han hecho todo lo posible en el caso del posible abuso sexual dentro de la casa de Gran Hermano, y creen que hay un acoso mediático de la competencia ante un programa muy querido por la audiencia española (y vasca).

Dadnos más Merkeles…

Estoy seguro de que Merkel, como von der Leyen, reunirá a Vox, Bildu y Podemos en su contra. Ese es un buen motivo para estar a favor de ella. Pero hay más, como su empeño en hacer una Europa más fuerte (con una Alemania cada vez más fuerte, es tan evidente como lógico) o la intervención que destacan Sergio Mydeu-Olivares y Juan Ignacio Pérez en Twitter: Merkel ha clamado por la libertad de expresión pero ha puesto unos límites al mismo tiempo como la divulgación de odio y herir la dignidad de las personas. ¿Cómo estar en desacuerdo? Fácil: siendo un fascista, un irracional o estando lleno de miserias propias.

¿Debe dimitir Carmena?

Si no me gusta que los políticos dimitan cuando las cosas van mal o no salen las consultas como ellos quieren, es lógico que tampoco me guste que Manuela Carmena haya dimitido como concejala después de haber certificado que no seguirá como alcaldesa. Su decisión me genera ciertas dudas: si una “simple” concejalía y la oposición no son para ella, ¿para quién son? ¿Qué tiene de indigno ese desempeño? ¿Por qué no quiere ejercerlo? ¿Ser “solo alcaldesa” no sería más propio de “la casta” que de “la gente”? Los políticos que si no ganan no siguen, ¿deberían explicitarlo en campaña? ¿Por qué no lo hacen?

¿Se contradirá Ciudadanos… Otra vez?

Anabel Alonso suele dar buenos golpes de mano en Twitter, sobre todo (pero no solo), a la derecha española. Hace un par de días, con cierta sorna, compartía un titular en el que Ciudadanos negaba que fuera a compartir gobierno con Vox. Esa es la última línea roja que le queda por pasar a Albert Rivera después de la foto de Colón y los documentos con los tres logos (PP, Ciudadanos y Vox) en la parte superior y las firmas en cada página. Es a lo que se aferrará cuando dé explicaciones a Verhofstadt y Macron, que de momento parece que no transigen, como sí hace Ciudadanos, con la extrema derecha.

No es el único

Algo le echan al agua en Catalunya para que Ciudadanos se haya convertido en el partido que protagoniza todos los chistes sobre contradicciones y ahora Ada Colau haya protagonizado su momento de gloria del “donde dije ‘digo’”. Manuel García ha hecho un montaje con varios tuits de Barcelona en Comú, el partido de Colau, anunciando que no pactarían con Manuel Valls de ninguna manera… Hasta que han necesitado los votos. Como siempre, no pasa nada por llegar a acuerdos en política, lo que lo convierte en un problema es que antes hayas dicho todo lo contrario y hoy seas un partido flagrantemente incoherente.

Sobre los mitos futbolísticos

Empiezo a creer que la única forma de que un exfutbolista mantenga cierto halo sobre el mito que creó es que se convierta en entrenador o comentarista deportivo. Y a veces, ni eso, como bien conocemos en Bilbao. José Manuel Monje lo escribió mejor que nadie: “Cuco era el jugador”. Pero muchos más “mitos” se nos caen cuando los futbolistas entran a ser gestores: Urrutia dilapidó como presidente parte de su crédito como jugador por culpa de una mala comunicación, y otros gestores, de aquí y de allí, nos sorprenden (o no tanto) con amiguismos, despotismo y nepotismo. Lo de Platini, ya, es otro nivel.

En Twitter solo quedarán las víboras

Hace años que dejé de seguir al tuitero De Clase Baja. “Solo” era uno de esos con muchos seguidores que te sacaba una sonrisa de vez en cuando, y mantener esta columna necesita más nervio político. Hace un par de días volví a ver un tuit suyo relanzado por otro usuario: abandona la red social pese a su éxito, y lo explicaba, como hacíamos antes, en un blog. Está cansado de linchamientos y acusaciones gratuitas, está cansado de la turba, en definitiva, que se está imponiendo en Twitter, que está acabando con la red social y que, en nombre de la izquierda y la libertad, impone el pensamiento único.

¡Y Rábago está en política!

La secretaria de comunicación del PP en Madrid, la televisiva Isabel Rábago, no entiende nada. Lo grave es que ya no es solo una celebrity: está implicada en política y conoce (o debería) lo importantes que son los gestos. No se trata del apoyo a la huelga y las manifestaciones, sino de la base: el feminismo es el movimiento que promueve la igualdad. Eso es de primero de democracia. Su ignorancia y sugerir que la búsqueda de la igualdad es una imposición, con una foto mal photoshopeada en la que es evidente que la han estilizado, solo puede generar respuestas airadas como la de Anabel Alonso, entre muchas otras.

No puede servir para el postureo

No dudo del feminismo de Irene Montero, pero es evidente que Podemos tiene severos problemas para situarse en el foco y para centrar su mensaje. Cuando la portavoz parlamentaria adelanta su convencimiento de que en el futuro una mujer será la líder de su partido solo evidencia que hoy en él mandan Pablo, Pablo, Alberto, Julio, Rafa, el otro Pablo Miguel, Juanma y, hasta hace dos días, Íñigo y Juan Carlos; y que buscan constantemente recolocarse, también en el espacio feminista, después de unas prácticas con las que han traicionado cada uno de sus principios básicos irrenunciables.

Ser feminista o ecologista es una opción

Si el feminismo va de lograr la igualdad y el ecologismo de promover actitudes sostenibles, estar en el bando contrario de ambos movimientos te convierte, irremediablemente, en un troglodita. Y no importa que seas hombre o mujer, como la presidenta de Vox en Madrid. Rocío Monasterio “piensa que el cambio climático ‘es un camelo’. Y el partido define las advertencias científicas de ‘tomadura de pelo’”, como recuerda Theo Oberhuber, que ha recuperado la noticia del mes pasado y la ha puesto a circular en Twitter al mismo tiempo que las mujeres de Vox rechazaban las acciones feministas de esta semana.

Mujeres y líderes

Como habrán comprobado a estas alturas, esta columna está protagonizada por mujeres. Y plantearla de este modo me ha servido para darme cuenta de que la mayoría de fuentes en Internet son, principalmente, hombres, y por lo tanto les estoy trasladando una visión parcial de la red. Pongo en mi “debe” tener más en cuenta a las muchas mujeres que, no solo hoy y no solo con un paro, ponen de manifiesto que su actividad es para nosotros indispensable, como la de Arantxa Tapia, la mujer fuerte del Gobierno que esta semana ha estado en Silicon Valley buscando nuevas oportunidades para la industria vasca.

Pioneras

Las mujeres que hoy se manifestarán tienen motivos de sobra para hacerlo: violencia, brecha salarial, el machismo cultural diario (que no es “micro”, precisamente), y la cosificación a la que siguen estando sometidas muchas. Pero no son las primeras: durante décadas las mujeres lo han tenido más difícil y cada paso a favor de su libertad les ha costado más caro. Por eso hay que poner también en valor a las predecesoras, como las mujeres que vivieron en la primera comunidad de lesbianas documentada, en Oregon en los años 70. El material fotográfico lo han recuperado esta semana, precisamente, en Flashbak.