Sí, beneficios

No es porque me esté acercando a la edad: desde que empecé a trabajar he intentado mantenerme cerca de las compañeras y compañeros con más experiencia para aprender. Supongo que mucho tendrá que ver con cómo recuerdo la prejubilación de aita: en el momento en el que tenía más conocimiento y seguridad en lo que hacía. En cualquier caso, el texto en Pymes y Autónomos sobre “los beneficios para las empresas que contraten a desempleados mayores de 45 años” me parece altamente recomendable. No se trata de taponar a la chavalada, con su energía y sus ideas, sino de aprovechar el expertise.

Parece que sí

Evidentemente, es pronto para afirmarlo, pero las recientes victorias electorales de la derecha más a la derecha en Italia, después de las que impulsaron a Giorgia Meloni a la presidencia del consejo de ministros, han llevado a afirmar a Steven Forti que “tenemos Meloni para rato” (Ctxt). Lo cierto es que me parece plausible y sintomático. El momento en el que nuestros deberes ciudadanos parecen estorbos (simplemente, votar y responsabilizarse de lo votado), el populismo ha encontrado en Internet el aliado perfecto y una parte muy importante de la ciudadanía ya no se esconde para ser facha, Meloni ha sabido moverse mejor que nadie.

Claro que es lo normal

No me parece mal que el alcalde de Valencia utilice el vehículo oficial para moverse por la ciudad. Me parece mal que el candidato Joan Ribó criticase su uso obviando el realismo y la practicidad, y cayendo en el populismo, y ahora no pierda ni medio minuto en reconocerlo. El que iba a ser el líder municipal de la bici es, como cualquiera con mucha carga de trabajo y responsabilidad, un alcalde que aprovecha los trayectos para avanzar, repasar o preparar mientras, por cierto, genera puestos de trabajo. El problema no es el coche oficial, ni debería de serlo. El problema es el abuso, tanto en el poder como en la oposición.

Admitámoslo

Admitámoslo: perdemos el tiempo con tonterías. Cuanto antes lo aceptemos y lo digamos, antes dejaremos de hacerlo. La mayoría de vídeos que nos saltan en Instagram por la copia que hace de TikTok son una porquería y no enseñan nada (aunque lo pretendan). Lo de TikTok, directamente, es exagerado: una basura casi absoluta. El ejemplo de Xosé Castro, de una tía que congela huevos en una hielera de cubitos, desperdiciando la mitad, y luego los fríe cuando los necesita, con una pinta horrorosa, es un ejemplo perfecto para que seamos conscientes de que verlo y reconocerlo será el principio de nuestra liberación.

El problema no será la máquina

Yo también creo que “una IA aterradora podría llegar pronto”, como admite “el creador de ChatGPT”, Sam Altman, y recoge El Chapuzas Informático. Pero no creo que una inteligencia artificial sea la creadora de otra más terrible y terrorífica, como hizo Skynet, estoy bastante convencido de que será un humano el que cree una tecnología perversa y preocupante (es más: estoy seguro de que la idea de un idiota nos va a costar millones y millones). No soy un pesimista antropológico, pero sí he visto ya bastantes ejemplos de que la democratización del acceso a la tecnología y el conocimiento no es positivo en todos los casos.

Su lucha y la de todas las personas

El domingo pasado celebrábamos el Día contra la LGTBIfobia en el Deporte. Una jornada que pasó casi desapercibida. Pero gracias a Líbero, durante la semana el tema ha revivido con su duro pero necesario texto sobre Justin Fashanu, “el primer futbolista en confesar públicamente su homosexualidad”. “El delantero inglés de los años 80” “vivió tal tormento durante su carrera deportiva que decidió acabar con su vida en 1998, con 37 años”. “‘Ser negro ya era difícil y si a ello le sumas ser gay era aún más’, confesó en un reportaje televisivo su hermano John”. Hoy su lucha “sirve como ejemplo”, pero para todas y todos.

La gran noticia

En este domingo lluvioso que aprovecho para hacer un repaso semanal no podía dejar de comentar la noticia de “el tercer caso del mundo que se cura de VIH” (República). Ya sé que se trata de personas concretas con una casuística específica, pero si se confirma que hay una manera de curar del SIDA podemos estar ante procesos y medicamentos que, poco a poco, vayan lográndolo con más facilidad. La mayoría de los que tenemos más de cuarenta tenemos grabadas imágenes y momentos relacionados con esta enfermedad, y nos acordamos de la marginación que sufrían quienes la padecían. Hoy el escenario es otro y es el mejor.

¡Venga ya!

Hay quien cifra en 20 millones lo que ha cobrado el príncipe Harry por sus memorias. En Informalia hablan de que Iñaki Urdangarín podría haber sido tentado con 10 veces menos por hacer lo propio. Poco dinero para lo que puede destapar (si cuenta la verdad) pero suficiente para rehacer su vida: eso es lo que han debido de pensar en la Casa Real, que ya se ha puesto manos a la obra para neutralizarlo, y para ello, van a “pagar una pensión a Iñaki Urdangarin si quiere que guarde silencio y renuncie a escribir un libro por el que le han ofrecido dos millones de euros”. Pero, ¿con el dinero de quién comprarán ese mutismo?

Otro

Elon Musk tuvo la idea y la puso en marcha y, por lo que parece, Mark Zuckerberg va a copiarla y ganar aún más dinero (me sorprendería que no fuese así): pagar por las cuentas verificadas es una fuente de ingresos novedosa que las redes sociales ya están poniendo en marcha, y realmente cambia el juego. Las y los usuarios no pagábamos por los servicios porque nosotros éramos el producto que las empresas vendían: targets autosegmentados a los que colocar publicidad aceptada a cambio de mantener unas conexiones personales virtuales. Ahora, además, vamos a pagar por hacerlo. O lo harán las marcas, en primera instancia.

Una estupenda paradoja

Ya había leído algo sobre los libros que se venden en Amazon escritos gracias a (o “por”, directamente) ChatGPT cuando di con este post en Microsiervos: “La paradoja de la revista de relatos de ciencia ficción que ha decidido no recibir más abrumada por los generados mediante IA”. ¡Qué gran dilema! Una revista en la que los autores habrán reflexionado tanto sobre la inteligencia artificial se ve obligada a gestionar textos que pueden haber sido creados por esa tecnología. ¿Por qué? ¿No se trata, precisamente, de eso, de suspender la realidad por un rato y dejarse llevar por relatos en los que la tecnología también es protagonista?