¡Vaya con Assange!

Estoy deseando ver los argumentos de quienes siguen creyendo que se puede defender a Julian Assange, después de saber que, de algún modo, Wikileaks filtró primero a Donald Trump la información que perjudicaría a Hillary Clinton durante la campaña presidencial. No es una anécdota cuando parece acreditado que Trump, con su acción directa o con su aceptación manifiesta, apuntaló su campaña gracias a las noticias de medios digitales que mezclaban verdad y mentira mientras corrían por Internet para perjuicio de la demócrata. Ahora, que se explique Assange… Y quienes le defienden.

Sus enemigos le definen

Sobre el fallecimiento de Xabier Arzalluz que, sin duda, ha marcado el final de la semana en lo político y mediático, no nos extraña lo que hemos encontrado en El Plural: “Vox no lamenta la muerte del ‘malvado’ Arzalluz. Califican al exlíder del PNV como un ‘horror de la historia reciente’”. Creo que estas palabras podrían aparecer en el obituario del nacionalista vasco pero como reconocimiento: que en Vox estén radicalmente en contra de lo que dijo e hizo solo agranda la figura. Igual que, en vida, los que se midieron a Arzalluz y perdieron, sobre todo en la época de la escisión, dieron la talla del político.

La campaña del couché

Me cuesta creer que la vida sentimental de Albert Rivera no forme parte de su campaña. El modo en el que aprovechan los de Ciudadanos la relación de su líder con la cantante Malú es bastante llamativa. De hecho, de eso se trata: de llamar la atención y ser un habitual del papel couché y los programas de televisión amarillos, para que esa audiencia reconozca por fin a un político como uno de los suyos. No quiero decir con mi sospecha que cantante y político se hayan inventado que están juntos, pero sí tengo la impresión de que quieren usarlo como material electoral… Tomando por tonta a mucha gente.

Lo principal es la marca

“Unidas representa el alma feminista de ambas organizaciones (Podemos e IU) con el que nos sentimos más cómodas”, dicen en Podemos y recogen en Público. Curiosamente, en un medio tan amable con este partido (Juan Carlos Monedero tiene hasta su blog), para ilustrar la noticia de que la marca será feminista, han utilizado una foto en la que aparecen cuatro hombres y una mujer, Irene Montero, con la que el número uno de la formación tiene una relación, dos hijos y una hipoteca. Su novia, en una palabra. Vamos, que el feminismo se lo dejan a la marca porque en Unidas Podemos, ni se unen, ni pueden, ni son mujeres.

Hoy sabremos si gana Kepa

Hoy por la tarde sabremos si el castigo de Maurizio Sarri a Kepa Arrizabalaga es real o es solo para la galería, dejándole fuera del once titular solo una jornada. El desprecio fue máximo, y el entrenador italiano sabe que se marchará en verano (no así el portero, ya que el Chelsea no podrá fichar a ningún jugador por sanción), así que puede sentarle para lo que resta de temporada o mandarle ya bajo palos. En cualquier caso, Kepa no ha lesionado a nadie de gravedad, ni siquiera ha protagonizado un forcejeo, y solo es un chaval empoderado por el dinero y sus agentes. Además, este no ha sido su mayor error.

¿De quién aprendió Urdangarín?

Es la pregunta que nos hacemos casi todos, es la maldad con la que se nos dibuja una sonrisa, es la esperanza que guardamos para que caiga, de una vez, un sistema hereditario de jefatura de Estado: ¿de quién aprendió Urdangarín a hacer lo que hacía hasta que le pillaron, juzgaron y sentenciaron? En Público leemos un titular, cuando menos, sugerente: “El juez Castro, sobre el rey Juan Carlos: ‘Habría tenido que declarar más como imputado que como testigo’”. ¿Salta la sorpresa? ¿Nadie se lo esperaba? ¿La esperanza se va convirtiendo en una posibilidad real? Les adelanto que soy pesimista.

No es carnaza, es nuestro sistema

Celebro que Roger Senserrich haya puesto un poco de sentido común al último “escándalo” que se ha propagado por Internet: la cámara de los eurodiputados vacía durante un debate sobre el Aquarius. El politólogo recuerda que ese debate no conllevaba la promulgación de ninguna directiva, con lo que era puramente para las cámaras, mientras un montón de europarlamentarios llevan años trabajando en cuestiones migratorias y a favor de los refugiados. Pero algunos medios y, sobre todo, muchos tuiteros, han proyectado una imagen injusta y capciosa por el clic y el retuit.

No es su sistema, es el nuestro

Hay un tuit de Dori Toribio desapercibido que contiene una cuestión importante: “Un argumento muy extendido aquí entre los que aplauden la actuación de Trump: solo está poniendo América Primero, y eso desconcierta a medios y progresistas”. Es el modo que tienen de explicar la política internacional de quien parece un ignorante en cuestiones históricas y diplomáticas, y pone en juego mucho más de lo que cree. En realidad, si EE.UU. no se ha metido ya una guerra nuclear es porque entre todos limitan el poder de Trump. Su escudo: “América, First” no debe parecer un mensaje real.

Así, sí

De las muchas noticias que ha generado Indigo, el último proyecto materializado de Bill Gates, me quedo con el tuit de Pepo Jiménez por su conclusión: “Ningún millonario ha entendido mejor la filantropía como este hombre”. Todos señalamos a Gates por montar casi un monopolio informático con Windows y sus licencias. Hoy todos manejamos su software y él se dedica, a cambio, a hacer un mundo mejor invirtiendo en desarrollos que benefician a quien menos tiene: su última aportación es un sistema para trasladar vacunas en África manteniendo la temperatura adecuada casi sin energía.

Esas empresas que nos traen el futuro

Amazon no nos trae un libro o los pañales de nuestro hijo: nos trae el futuro. Un coche de Uber no nos lleva de un lado a otro: nos lleva del pasado del taxi al futuro de la desregulación. Glovo no nos sirve una hamburguesa: nos sirve un bocado de lo que viene. AirBnb no nos muestra pisos sino ventanas a un futuro colaborativo. Mandangas. Se trata de empresas que, como denuncia James Bloodworth, hacen negocio basándose en la explotación de sus trabajadores y de los productores. Así que denuncias como las de este escritor británico son llamadas de la realidad.

Intolerable

Carlos Franganillo tuiteaba la respuesta que Trump daba a un periodista que le comentó que su nuevo amigo en la política internacional, Kim Jong-un, ejecutaba a sus adversarios: “Es un tipo duro. Cuando tienes que controlar un país -un país duro, con gente dura- y relevas a tu padre… Si puedes hacer eso con 27 años, sólo uno entre 10.000 puede hacerlo. Así que es un tipo muy listo”. Que la sorpresa no pueda con el rechazo absoluto que este tipo de declaraciones tienen que provocarnos. Es intolerable que el presidente de un país democrático defienda así los modos de una dictadura.

La gran oportunidad de los corresponsales

Trump genera noticias como cualquier otro presidente de EE.UU., pero su obsesión por colarnos su visión de los hechos hace que la labor de mediación de los corresponsales sea mucho más importante que nunca. Franganillo es uno de mis favoritos desde que emitía las mejores crónicas sobre Rusia de la televisión en España. Otra de las buenas es Dori Toribio que a su labor para medios “tradicionales” añade un trabajo extra muy, muy valioso en Twitter, donde ya son famosos sus “hilos” con breves mensajes encadenados sobre cómo van los eventos o de resumen de la semana.

En el otro extremo

En el extremo contrario al de los periodistas que se lo curran para contarnos realidades complejas bajo mucha presión para que emitan el discurso oficial, encontramos a Beatriz Talegón, que sigue haciendo un flaquísimo favor al nacionalismo catalán con su labor de propagadora de bulos, como le acusa uno de los fundadores de la web de referencia para cazarlos, Maldito Bulo, y haciendo de caja de resonancia de los mensajes independentistas menos moderados y, por extensión, menos realistas. Lo malo es que le aplauden los más desorientados en Catalunya.

Esperando el tuit de Rivera

Por cierto, la audiencia de Lleida ha considerado que los profesores acusados de “incitar al odio” después del 1 de Octubre catalán no cometieron ningún delito y, por lo tanto, ha archivado el caso. Ahora lo que toca es que los políticos que los señalaron, por cierto, incitando al odio, con enlaces a noticias en las que se veían sus caras y se leían sus nombres, den marcha atrás también y les pidan perdón por el “atrevimiento”, usando un eufemismo. Por supuesto, el primero tendría que ser Albert Rivera, que no dudó en sacar a pasear su dedo índice contra inocentes.

El Mundial que nos saca lo mejor

Sí, voy a ser un pesado de esos que durante el Mundial les habla de fútbol como si no hubiera otras cosas importantes. Las hay, pero estos días conviven con el mayor evento del deporte con más seguidores del planeta. Un deporte que, además, saca lo mejor de mucha gente buena, como Antonio Agredano, que está empeñado, como yo, en escribir una píldora diaria en su blog, Rotura de Menisco, sobre fútbol y vida. Vida y fútbol. Su modo de escribir me fascina, ya lo saben, porque creo que forma parte de ese grupo de personas poco valoradas: las que crean cosas bonitas.

Fuera fascistas

No solo tenemos que aguantar que la extrema derecha haya llegado a un gobierno europeo (de la mano de esa nueva izquierda que nos da lecciones contantemente), también tenemos que soportar sus asquerosas formas: el vicepresidente Matteo Salvini, de la Liga Norte lanzaba un tuit con una foto de él, con traje azul oscuro, los brazos cruzados y semblante serio, ante un fondo negro, y solo un mensaje: “Cerramos los puertos”. De ese modo hacía público que Italia había impedido atracar a un barco humanitario con 600 personas a bordo, pese a que le corresponde hacerlo.

El Athletic comete el error

Me apena que Gorka Angulo me tenga bloqueado en Twitter (y lo digo completamente en serio), pero he podido ver el tuit del periodista (sobre los minutos de silencio que no se guardaban en San Mamés) al que se refería Maite Pagazartundua antes de escribir: “Si el Athletic hubiera dicho ‘no’ a los asesinatos, ETA no habría matado durante décadas”. Tiene razón Angulo y no la tiene la eurodiputada: los errores que han cometido los presidentes del Athletic no tienen nada que ver con que ETA matara ni dejara de matar… Pero ensucian la imagen de la institución.

La marca es sagrada

Sigo: me gusta que los deportistas hablen de política y se metan en el barro. Pero las instituciones tienen que ser exquisitas y no pueden salir ni salpicadas. Quien tomara la decisión de que el Athletic hiciese explícito su apoyo a la “giza katea” del domingo cometió un error, el de entrar en política donde no tocaba después de no haberlo hecho cuando todos sangrábamos, como recordaba Aner Gondra en Twitter. Y la consecuencia no es leve: una marca zarandeada hoy por quienes necesitan mover árboles para ser vistos, y relacionada con valores negativos.

La importancia de los fotógrafos

La reunión del último G7 nos ha dejado a un Trump que solo piensa en lo que le da votos y al resto de potencias alineadas frente a un enemigo común. Y nos ha dejado una foto extraordinaria que Dori Toribio asignaba al portavoz de Merkel porque la había tuiteado primero, pero en realidad es de Jesco Denzel (que colaboraba durante la cumbre con el departamento de comunicación de la alemana). Gracias a la foto descubrimos a un fotógrafo extraordinario y recordamos la importancia de estos profesionales sin los que la comunicación no sería nada.

Tenemos que inventarnos dramas

Cada día estoy más lejos de lo que “se cuece” en Twitter y soporto peor la levedad de muchos de los trending-topics. Uno de los temas que más me ha sorprendido recientemente es la corriente de discusiones sobre los “emojis”, esos dibujitos que ponemos en el WhatsApp para ilustrar nuestras conversaciones. Algunos piden la retirada del huevo de la ensalada por respeto a los veganos y otros que se retire el del vaso de plástico para salvar los océanos. Con el debido respeto: ¡qué ajenos a la realidad viven algunos que convierten en sus problemas verdaderas tonterías!

«No» es «no»

Reconozco que escribo esta columna con un nivel de indignación que con el paso de las horas no ha ido a menos: la sentencia que han escuchado los integrantes de “la manada” y la víctima no puede generarme más desasosiego, estupefacción y, si me lo permiten, mala hostia. La periodista Dori Toribio expresaba perfectamente en Twitter lo que yo también quiero decir: “Entonces, ¿no basta con decir ‘no’? El precedente legal que puede sentar esta sentencia es aterrador”.

Y “violación” no es “cadena perpetua”

La profesora de Filosofía Política y Filosofía del Derecho, María Eugenia Palop, también tuiteaba con mucho tino: “No queremos populismo punitivo, ni venganzas carcelarias, ni prisión permanente revisable. Gritamos que la sentencia de ‘La Manada’ es injusta e irresponsable, incentiva la cultura de la violación y nos pone en peligro a todas”. Yo también enmiendo la plana a los que nos recomiendan prudencia para que no nos cuelen la permanente revisable.

Es violencia y es machista

Que dos hombres agarren a una chica mientras otros tres tipos se bajan los pantalones me parece violencia. No se me ocurre otra manera de definirlo, pero yo no soy abogado ni juez. Así que les dejo con la opinión de alguien que sí lo es: Joaquim Bosch es magistrado, y en Twitter mostraba su desacuerdo con la sentencia y destacaba: “Los hechos muestran en los acusados un desprecio hacia la dignidad de las mujeres incompatible con principios básicos de igualdad”.

No es vuestro momento, machotes

Valtonyc por lo menos da la cara, cosa que no hace el tuitero Bansky, una referencia de la España rancia para sus casi 10.000 seguidores. Ambos, desde polos opuestos, buscaban lo mismo: utilizar la doble victimización de la violada por “la manada” para atraer la atención sobre sí. El rapero hablaba de su sentencia, y el conservador escondido de la jueza alemana que no consideró “violenta” la independencia de Catalunya. No era su momento, no es esa la guerra de ahora.

Un tipo despreciable

Hace bien Xabier Lapitz en poner en el titular el nombre del juez que, aumentando el despropósito y el atropello de la sentencia, emite un voto discrepante, pide la absolución de “la manada” y habla de “actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo”. Quiero dejarlo tan claro como Lapitz: “Lo mejor es decir quién es el tipejo que lo ha redactado. Se llama Ricardo Javier González. Para que conste en acta por si nuestras hijas se topan con él. Me parece un tipo peligroso y anda suelto por los juzgados”.