Intolerable

¿Qué clase de orangutanes con dinero dirige el fútbol europeo? ¿Cómo podemos mantenernos como si nada ante la UEFA, que no permite iluminar un estadio con la bandera arcoíris? ¿Qué tomadura de pelo pretende el organismo cuando explica que para ser “neutral” prohíbe una adhesión al colectivo LGTBI en Alemania porque puede molestar en Hungría, gobernada por un sosias de Abascal? Ya dejaron una pista sobre su cavernicolismo Čeferin y compañía cuando abrieron una investigación a Neuer porque su brazalete de capitán era de los colores del Orgullo. ¿Y ahora, esto? La última palabra tiene que ser nuestra.

Inaceptable

Podría aceptar como parte del juego político que Díaz Ayuso, como hizo Martínez Almeida, pretendiesen colarnos que pueden hacer algo desde sus despachos en Madrid contra los indultos a los presos políticos catalanes. Me parece un insulto a la inteligencia de la ciudadanía, pero de su crédito gastan. Lo que me parece en todo punto inaceptable es que la presidenta de una comunidad difunda contenidos de un medio de comunicación reconocido por extender bulos sistemáticamente. La mención a OK Diario, con la cantidad de medios que recogían la noticia, no es casual, pero debería de ser delito.

Irresponsable

Caldear el ambiente señalando a unos políticos concretos y unas aspiraciones nacionales legítimas como el enemigo a batir (enchironándolo) es una irresponsabilidad. Una irresponsabilidad que comete el líder del principal partido de la oposición en España (irrelevante en Catalunya y la CAV, por otro lado) cuando “ordena ‘apretar’ con los indultos y alarga sine die la campaña de firmas” (El Independiente). Y si la tensión crece y nadie puede detener la escalada, ¿mirará para otro lado? Y si el monstruo de la extrema derecha engorda y coge fuerzas, ¿se preguntará cómo ha podido pasar?

Inexplicable

“La factura del gas afronta una subida del 4% desde el 1 de julio en pleno récord de luz y gasolina”. Ese es el titular de El Confidencial que resulta lapidario para la economía del pagador medio. ¿Cómo puede ser esto posible? ¿Cómo podemos estar abonando cada vez más por lo mismo sin que nadie pueda regularlo ni remediarlo? No es el mercado, amigo, como decía Rato (y qué bien lo aprovechó): es el mercado enemigo que enriquece a los más ricos y aprieta a la clase media, la que también sufre en mayor medida los impuestos. ¿Qué podemos hacer como consumidores? ¿Y los gobiernos?

Imbéciles, somos imbéciles

El español, el vasco y el catalán son como el toro de lidia: si no se le torea se extingue. Así nos llevan mareando, enseñando el trapo rojo y metiéndonos la pica, las banderillas, alguna vez el estoque, pero nunca el descabello, para desangrarnos sin matarnos porque alguien tiene que seguir pagando la fiesta. “Don Juan Carlos sacó 100.000 euros mensuales en efectivo durante cuatro años”. Lo desternillante es que el titular de El Economista empiece con un “Don”. El nuevo dato forma parte de la investigación al emérito y “este dinero procedería de la famosa ‘donación’ de los 100 millones de dólares de Arabia Saudí”.

Un escándalo más

Si la Audiencia Nacional acredita finalmente, como adelanta la SER y recoge El Plural, “que el PP tenía una Caja B y que la sede de la formación política, en Génova 13, se pagó con dinero negro”, estaríamos ante un escándalo mayúsculo que debería de llevar a consecuencias igual de relevantes. Y para que no queden dudas: “Los jueces considerarán en la resolución judicial que la ‘realidad’ de esa contabilidad paralela es un ‘hecho incontrovertible’ sobre el que ‘no hay discusión’”. Si se confirma la sentencia en julio, se multiplicarán los sordos y los ciegos en el PP, quienes nunca recibieron un billete y quienes ni siquiera estaban allí.

El atraco cotidiano

Después de la subida de la factura de la luz viene, sin ninguna duda ya, la de los carburantes. Pero esta vez, vía Estado: “El plan es subir los impuestos tanto al diésel como a la gasolina para equiparar los precios al de los países del entorno” (El Economista). Y la subida constante del precio del petróleo solo lo “mejora”: Cuanto más caro sea el litro, más recaudación. El plan es que para 2050 los coches sean eléctricos y compartidos. Para lograrlos, durante 30 años pero empezando ya mismo van a gravar el uso de vehículos cuya compra incentivan los propios gobiernos. Un negocio muy caro, como siempre, para el ciudadano medio.

La tragedia recurrente

Pagamos más por la luz, pagamos más por los combustibles, nuestro futuro es negro, negrísimo, y el presente en España, una puta mierda. Así, sin paños calientes: “La crisis se ceba con los españoles de 35 a 44 años: 210.528 empleos destruidos. Las afiliaciones a la Seguridad Social se desploman en ese tramo de edad, entre otras razones, por el menor coste de la rescisión de los contratos” (Vozpópuli). El problema es que se trata de la franja de edad que tiene que asegurar el futuro con sus hijos y que tiene que incentivar el consumo. Mala señal la que emite un país en el que solo funcionariado y pensionistas viven tranquilos.

La crisis permanente

Fernando González Urbaneja plantea en República.com que la crisis de gobierno y su supuesta remodelación, que generaron titulares al final de la pasada semana, no va a resolverse rápidamente: “La ventaja de abrir una crisis de gobierno sin plazo de materialización es que entretiene mucho. A los periodistas, y a sus fuentes, les encanta la especulación sobre los ministros que salen y los ministrables que suben. Y los enredadores habituales gozan de oportunidades para darse de enterados y tratar de nominar o descartar candidatos. Toda una feria de vanidades y conspiraciones”. Su definición encaja perfectamente en la realidad.

La factura, los de siempre

Cuando vi este tuit de Agustín Almodóvar: “Este gesto de S.M. el Rey comiendo con el Presidente de Portugal en una terraza de Madrid me parece fabuloso, siempre al lado de nuestro turismo, siempre con nuestra hostelería. ¡Bravo Majestad!”, lo primero que pensé es: ¿y quién pagó? La respuesta es obvia: nosotros, los mismos que hubiéramos pagado el piscolabis posterior a la reunión en una sala de Palacio igualmente, lo sé. Pero también sé que el verdadero gesto de Felipe VI sería salir, consumir y abonar las cuentas, dejándose ver con naturalidad. Todo lo demás solo es una puesta en escena.

La puta vergüenza nacional

No hay manera de explicar dignamente el margen de beneficio de Endesa en 2020, el año de la pandemia, el año en el que tuvimos que estar en nuestras casas. Los 1.394 millones que ingresó la eléctrica, ocho veces más que en 2019, un año “normal”, son un escándalo: porque suponen que la eléctrica gana más de los hogares que de las empresas, que lo hace con un margen abultadísimo y que se lo permiten con total impunidad. Ya sabemos que la ganancia de las eléctricas es lo más parecido a una estafa legalizada, pero esta manera de restregárnoslo resulta insoportable. Que alguien haga algo. Ya.

Mayor imposición… A los de siempre

Según El Economista, la nueva manera de aportar de los autónomos supondrá pagar más: “De 289 a 433” euros de media. Lo que para las arcas públicas supone un incremento de 1.500 millones de euros. No estoy en contra de cotizar (porque me toca) sobre los ingresos reales, pero el punto de partida no puede ser el actual: somos de los autónomos que más pagamos en Europa y pasaremos a estar en la parte altísima de ese ranking. Sin tener en cuenta lo que aportamos en otros impuestos y lo poco que gastamos (en bajas, por ejemplo) comparado con otros colectivos. Pero este es el gobierno progre, eh.

Y más subvención… También a los de siempre

Para que se note lo progre que es, el gobierno español ha decidido aumentar “un 56 % la partida para subvencionar a los sindicatos en 2021” (El Independiente). Unos sindicatos, por cierto, que rara vez hacen nada por los autónomos. Lo suyo son el funcionariado, las grandes empresas y la política. Sobre todo, la política. Por eso ahora les toca poner las manos haciendo cuenquito y esperar el maná. La aprobación de los 13,88 millones con la que “casi reestablece la cantidad recortada a estos fines por Mariano Rajoy” ha sido vía Consejo de Ministros, no con nocturnidad pero sí con evidente discreción. Ellos sabrán por qué.

Igual hay que poner bote

Yo creo que Ana Botín va a empatizar con lo que escribo de los autónomos y los sindicatos porque a ella también le pasa: ha visto rebajado su poder adquisitivo sin que nadie le defienda. “La banquera obtuvo 3,17 millones de salario fijo (misma cifra que en 2019) y 1,6 millones de bonus (frente a los 6,5 millones de 2019). En total, suman 4,84 millones de euros que se sitúan un 50% por debajo de los 9,65 millones de 2019. Botín cuenta con un fondo de pensiones de 49,44 millones de euros” (Cinco Días). Lo que supone que “el CEO de Santander Brasil supera en sueldo a Ana Botín al ganar 8,25 millones”. Pobre.

100 millones menos. O más

Lo de poner bote para Ana Botín no es una exageración. De hecho, no descarto que a alguien se le haya ocurrido del mismo modo que a alguien le ha parecido correcto en Invertia este titular: “Contratar a los ‘riders’ le costaría a Glovo y Deliveroo 100 millones de euros al año solo en cotizaciones”. Titular que el tuitero XI corregía gratis: “Glovo y Deliveroo se ahorran 100 millones de euros al año incumpliendo los derechos laborales”. En una España que permite el escándalo de las eléctricas y tima a sus autónomos no podían faltar los que querían saltarse la ley para ganar más dinero a la vista de todos.

Sí hay diferencias

La política exterior de Trump es un drama y la interior, una tragedia. Y a los sigan diciendo que Clinton no era mejor podremos considerarles defensores de este multimillonario con actitud de adolescente gilipollas. Nada es defendible en él, ni siquiera aunque algunas imágenes de menores entre verjas usadas esta semana correspondan a la administración Obama, porque los casos no son parecidos: hace dos años publicaron un reportaje sobre un centro de menores inmigrantes no acompañados, pero nadie arrancó a los hijos de sus padres como sucede hoy para vergüenza mundial.

Fascistas de aquí

Empiezo a estar harto de los “cagapoquito”, como los llama Antonio Agredano: hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre, precisamente, para que no aparezca un Trump o un Salvini vasco que gane el relato apoyado en indignados de postal y quienes no saben diferenciar el fascismo de verdad del simulado. Y en Euskadi hay fascistas: los que nos quieren escribir la historia y hacer pasar a terroristas como luchadores, tipos que sensibilizan con causas justas, y demás falsedades. El que participa en el asesinato a quien piensa diferente ya deja claro lo que es.

Rivera simplifica la ecuación

En España no se quedan cortos en lobos con piel de cordero. Lo que nunca podremos reprochar a Rivera, sin embargo, es la salvajada que han cometido algunos vascos matando o justificando al que mataba. Aún así, creo que Jaume Asens está acertado en Twitter: “Rivera no quiere ver nacionalismos que no sean españoles en el Congreso. Igual luego solo quiere ver gente de derechas… Y así hasta quedarse ellos solos allí. Eso ya nos suena”. Eso parece: que el de Ciudadanos quiere cambiar la ley electoral para invisibilizar otras sensibilidades primero y aplastarlas después.

La “brillante” oposición

Los integrantes de los partidos de “la nueva política” española creen que la democracia empezó con su compromiso. Así, a veces se la inventan sobre la marcha y acaban haciendo saltar las costuras del traje político que, se pongan como se pongan, es y tiene que ser elegante: la portavoz de Podemos en Madrid, Lorena Ruiz-Huerta, tuiteó desde el avión que le llevaba a Colombia como observadora del proceso electoral. En el tuit se mostraba claramente favorable a Gustavo Petro, así que, tan pronto como llegó, tuvo que coger un vuelo de vuelta a la clase de primero de democracia.

En Twitter cabe todo el odio

Yo lo he vivido, igual que cualquiera que lleve un par de años en esta red social y sea un poco constante. Pero lo que tienen que sufrir las personas conocidas (las que salen en la tele) en esta red social no es ni justo ni justificable. El último que lo denuncia es Quique Peinado: un odio inexplicable, un insulto gratuito, una cuenta anónima, y una inacción por parte del soporte, Twitter, imperdonable. No me extrañaría que este presentador anuncie dentro de poco que, como cada vez más “celebrities”, abandona esta red social. La culpa será de quien permite que quepa tanto odio.

Cobardes

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No puede calificarse de otra manera a los agresores, cobardes, de un matrimonio en Bilbao, después de que la pareja les recriminara que hicieran pintadas y ensuciaran la ciudad. La agresión, cobarde, fue en grupo y en presencia de la hija del matrimonio. ¿A favor de quién eran, además, esas pintadas que hicieron estos cobardes? ¿Acaso creen que con su actitud mafiosa benefician en algo a alguna causa? No son más que unos cobardes y no nos intimidan.

Lagarder, tronista

Lagarder Danciu va por la vida de activista y sin techo, y con la ayuda de un cámara y su cuenta en Twitter, busca la fama, como este fin de semana, que se fue a llamar asesino a Franco a una manifestación a favor del caudillo en el 20-N para grabar cómo le pegaron. No nos hace falta ningún Lagarder que desvirtúe el activismo para saber que en 2016 en España hay homenajes a Franco por parte de personas que se lanzan a patadas en cuanto les recuerdan que el dictador, además de un golpista, era un asesino.

De Franco al PP

Senén Pousa se declara franquista, hasta el punto de cerrar el ayuntamiento de su pueblo, Beade, del que es alcalde, con un llavero hecho a mano con el escudo del aguilucho en un lado y la imagen de Franco en el otro, y milita en el PP. Un tipo como él, capaz de alabar la figura de un dictador, está seguro también de que con Manuel Fraga no habría corrupción. El relato en El Confidencial sobre Pousa, al que califican como “el último alcalde franquista” da para varios chistes, pero sigue encadenando mayorías absolutas en su pueblo, de 500 habitantes.

Deuda, ¿con quién?

Reconozco que hay un antes y un después para mí del asunto de la empresa de Juan Carlos Monedero que, de hecho, le obligó a abandonar Podemos. El fundador del partido morado abrió una sociedad unipersonal para facturar el trabajo hecho para el gobierno de Venezuela en los meses precedentes y ahorrarse una pasta de autónomos e impuestos que los demás sí pagamos. Después, se vio obligado a admitirlo y abonar lo que le correspondía. Hoy sabemos, gracias a El Economista, que ha declarado números rojos para no pagar impuestos y tiene más de 400.000 € de deudas… ¿Con quién? Porque eso, en la empresa de cualquier político es relevante.

Partidos amañados por apuestas

“Partidos que en España no merecen apenas atención mueven millones de euros a 9.000 kilómetros de distancia”. Esta es la frase más significativa del reportaje en El Español sobre el amaño de partidos en Segunda B y Tercera de fútbol, y de otros deportes. Las casas de apuestas son las culpables de que apostadores reciban ofertas vía WhatsApp y Telegram de información sobre equipos ganadores y hasta el número de córners en un encuentro. Es decir, de partidos amañados. Termino con otra frase: “No hay vestuario en que no se hable todo el rato de apuestas”.