Pueden ponerse como quieran

Pueden ponerse como quieran, pero el papel de los artesanos de la paz en el desame de ETA no ha quedado claro. Pueden ponerse como quieran, pero tampoco sabemos todavía a quién ni a qué respondían. Pueden ponerse como quieran, pero cuando ayer busqué “artesanos de la paz” en Google Noticias solo había dos links de las últimas 48 horas: uno a EITB, el que ilustra este párrafo, y otro a Naiz. Pueden ponerse como quieran, pero las acusaciones al Gobierno Vasco de este par de días son extemporáneas e innecesarias, y solo aportan al relato lo que buscan algunos: confusión para que no parezca lo que sucedió, que ETA se rindió.

Un mundo de mierda

Vivimos en un mundo de mierda en el que estamos viendo un genocidio (lo define así Amnistía Internacional) casi en directo y parece que no pasa nada: “Al menos una veintena de muertos en un nuevo bombardeo de Israel contra una escuela de la UNRWA” (Infolibre). El gobierno genocida de Netanyahu y su socio político ultra acusa a Hamás de usar escudos humanos. ¡Ni que eso fuera una excusa para matar a otras veinte personas a misilazos! Por lo visto, no podemos hacer mucho salvo esto: recordar cada día el horror, el genocidio televisado y premeditado. Porque a estas alturas en Gaza ya nada responde al ataque de octubre de 2023.

La responsabilidad del PSOE

“Hasta para ser corrupto, hace falta ser creíble. Sobre todo, cuando se está ante un tribunal”, sentencia Casimiro García Abadillo en El Independiente. Su texto sobre cómo “Aldama se desinfla” es muy interesante porque viene a confirmar, desde la trinchera de enfrente, lo que muchos estamos viendo y que, en cualquier caso, afecta negativamente a la confianza de la ciudadanía en la democracia porque personajes como Aldama o Koldo García siguen pululando en torno a un ministro, José Luis Ábalos, que, al mismo tiempo, era el número dos de Pedro Sánchez. Y en eso el PSOE sí que tiene responsabilidad directa.

¿Quién dejará sin presupuestos al gobierno español?

¿Lo hará Podemos porque el gobierno español no es lo suficiente de izquierdas o lo hará Junts porque el gobierno es muy español? Parece que ambos partidos van a pugnar por ponerse la medalla de cargarse los presupuestos del Estado. Lo de que la política es el arte de poner de acuerdo a gente que piensa diferente para mejorar la vida de la ciudadanía parece que no va ni con un partido ni con el otro. Las cuerdas, tensas; los corazones, en vilo; la legislatura, pendiente de un hilo; la atención de los medios, para mí toda. ¿Ese es su leitmotiv? Si no lo es, que lo demuestren. Si sí lo es, que carguen con ello.

¿Qué puede salir mal?

Leo en El Diario que “Milei fomenta la tenencia de armas entre los jóvenes”, “en sintonía con Trump y Bolsonaro, busca flexibilizar la portación de armas de fuego”. ¿Qué puede salir mal en un país polarizado, armado y en el que sus dirigentes fomentan la ley de la selva? Luego nos preguntaremos de dónde viene tanta violencia, si de los videojuegos, los juegos de rol o el porno en Internet, como si el populismo y la irresponsabilidad de quien lo promueve (también de quien vota, pero antes de que la ciudadanía elija lo hacen las élites) no tuvieran nada que ver. Así llegan al poder los ogros que parecen ogros… y los lobos con piel de cordero.

Cuidado

Cuando algunos partidos de izquierda han pedido que baje la edad para ejercer el derecho al voto, no lo hacen pensando en la chavalada, sino en su propio beneficio: cuentan con más votos impulsivos. Están tan en lo cierto estos partidos, pero no tienen en cuenta que ahora el voto de la juventud puede irse mayoritariamente al populismo de base fascista: “Votar a los 16 años, una reivindicación de la izquierda envenenada: cada vez más jóvenes europeos giran hacia la derecha” (Vozpópuli). Soy de los que cree que la juventud vota de un modo más heterogéneo de lo que nos hacen creer, pero algunas tendencias con innegables.

La realidad

Me quedé clavado ante este titular en El Independiente: “Los extranjeros menores de 55 años suponen tres cuartas partes de los nuevos empleos”. Lo que deja claro “el último informe trimestral de Fedea, BBVA Research y Sagardoy Abogados sobre el mercado de trabajo” es que necesitamos personas que vengan a trabajar, y cada vez, más. Por lo que los discursos antiinmigración, además de humanamente rechazables, son irresponsables y muy, muy poco realistas. En nuestra sociedad envejecida (especialmente, la vasca), ¿quién hace los trabajos invisibles en las cocinas, los almacenes o los repartos? Pues eso.

La política es otra cosa

Durante el fin de semana me he puesto al día con las columnas de Bernat Dedéu en El Nacional. Siempre hay que leer a quien escribe bien en la otra trinchera. En una de ellas, es especialmente lacerante con Puigdemont, pero en la otra hace reflexiones muy interesantes debajo de esta pregunta: “¿Quién hace de oposición a Salvador Illa?”. Después de asegurar que no haría presidente a Sánchez y que él mismo renunciaría si no volvía a ser President (Dedéu recordaba ambas promesas), Puigdemont ha descubierto que vive mejor con el foco puesto en Madrid, curiosamente. Pero la política es algo diferente a lo que él hace.

Pero tú separa la basura

Yo también separo la basura, priorizo planes que no supongan coger el coche y en vacaciones me preocupa la huella ecológica que, como familia, dejamos. Hago todo eso y me siento un pardillo cuando oigo hablar de turismo espacial o de los caprichos ultracontaminantes de los ultrarricos. Y ya, cuando llego a noticias como esta en Público, mi cara de tonto es perfecta: “Ninguno de los 70 países más ricos cumple con sus objetivos para frenar el calentamiento global”. Al final, yo, que también tengo claro que “la catástrofe climática es la principal de las amenazas globales que asolan a la humanidad”, soy el que se siente idiota. Algo falla.

No más audios de WhatsApp

Solo escucho los audios de mis amigos (los de verdad) y los que, ocasionalmente, me manda mi compañera de vida. El resto los dejo pasar salvo alguna excepción o alguna duda que pueda surgirme (¿y si no ha podido escribirme?). Por suerte, quienes ofrecieron esa herramienta del diablo, ofrecen ahora también un antídoto: “He probado la transcripción automática de los audios de WhatsApp y lo tengo claro: no vuelvo a escuchar un audio”, leo en Xataka. Y lo celebro, vaya que sí. Por desgracia, ha tenido que ser la mecánica la que corrija la filosofía de quien cree que su tiempo (no lo tiene para escribir) vale más que el tuyo.

Así funciona esto

Esto es más viejo que yo, no lo inventaron con Internet ni con los digitales: cuando los medios eran la prensa y la radio, el apoyo económico de las empresas (las familias, los partidos) hacía de selección natural. Hoy nada es diferente: “Ayuso regala publicidad institucional a webs que fomentan la desinformación, sin audiencia y afines al PP” (El Nacional). Hablamos de páginas desconocidas y que navegan entre el PP más ultra y el mar tempestuoso de Vox, pero que generan enlaces que alguien sin escrúpulos puede lanzar con facilidad a grupos de WhatsApp, a X o a Facebook, porque la barbaridad la dice un un digital y puede ser verdad.

Cuidado con la copa de Navidad

La copa de Navidad es un momento peligroso, puede pillarte con el estómago vacío, o saliendo o entrando en un resfriado, y caerte fatal. No sé si es lo que pasó en el Parlamento Europeo, pero la foto con un árbol de Navidad de fondo invita a imaginarlo. La cosa es que “los eurodiputados de Vox, Jorge Buxadé y Hermann Tertsch, han intentado este jueves boicotear la intervención de José Luis Rodríguez Zapatero en un foro en el Parlamento Europeo” (The Objective). Se le ve algo alterado al portavoz de Vox, seguramente ante lo que él considera una injusticia (que nadie piense mal), con un cartel en alto, como su ánimo y el ridículo que hacía.

¡Ajá!

Así que el gordito de la página 2 del DEIA tenía razón y el control del turismo que permiten los hoteles forma parte de la solución al problema de la saturación turística. A ver, que nunca he sido un lince, que es algo evidente, salvo para quien no distingue un hotel de un Airbnb, y para quien no quiere ver el daño que hacen las viviendas turísticas por egoísmo: “Más turistas que camas: la turistificación se ceba con Cádiz, Barcelona y la Costa del Sol” (Público). Qué sorpresa. Eso, sí, que nadie se haga tampoco el sorprendido cuando descubra que regular el turismo lo encarecerá y que acabarán viajando las personas ricas y el funcionariado.

Sí que había tema

Hace unos días me sorprendió un titular de una noticia en La Voz de Galicia, tanto que lo traje a la columna ayer: una mujer había convocado una manifestación en Vigo para protestar por un grupo de jóvenes (algunos, inimputables) que atacaba a otros con violencia. En la noticia explicaban que a la policía no le constaba y mezclaban fechas, pero la alerta ahí estaba. Pues bien, ayer me encontré con esto en El Independiente: “La banda de ‘el patrón de Vigo’, el grupo que atemoriza menores, actúa desde hace al menos dos años”. “Su acoso no se limita únicamente a las coerciones físicas: actúan también en redes sociales para amedrentar”.

La aspiración

Igual lo ha visto por ahí, en redes o WhatsApp a un perro sonriente, vestido con un jersey y unos vaqueros, las manos en los bolsillos y media sonrisa, con aire tranquilorro. Según Javier Lacort en Xataka, se llama Chill Guy, es “el último meme viral” simboliza “el valor de mantener la serenidad en un mundo caótico, entre el frenesí y la hiperconectividad” y es aspiracional. Pues a mí me ha dejado preocupado, la verdad: valoro lo de ser calmado e imperturbable, me da hasta envidia. Pero me preocupa, insisto, que la aspiración de nuestra chavalada (que es la que mueve los memes) sea tener más patxorra: ¿quién está interesado en desactivarlos?

Reinserción, sí. Memoria, también

Me parece bien que el Gobierno Vasco cuente con el programa “Aukerak” para facilitar la reinserción de las personas presas desde que recibió la competencia de prisiones. También de las que cumplen condena por pertenecer a ETA, en las que se fijan en El Independiente: “Son 37 los etarras que están dados de alta y cotizan por su trabajo en empresas acordadas con las prisiones o en talleres internos, dentro de las cárceles”. Sus pasos para integrarse en la sociedad a la que golpearon con bombas y disparos son bienvenidos, pero eso no puede hacernos olvidar lo que hicieron ni debemos pasar por alto la vergüenza que deben sentir.

Junts y el PP

Vamos a escribirlo con claridad aquí porque en otros medios comprarán, como es habitual, el marco a Bildu como si fuera lo normal: es Junts el que ha pactado con el PP suspender un impuesto a las eléctricas que, todo hay que decirlo, las empresas acabarían sufragando con subidas en las tarifas, como han hecho siempre. Esto lo sé yo y lo saben en ERC y el PNV que, según explican en La Vanguardia, pueden apoyar la supresión. También saben esos partidos que el electoralismo es una cosa, y otra es gobernar ajustando los impuestos a la realidad para recaudar sin apretar… a las personas consumidoras.

Que no nos engañen

De la misma manera que las personas adultas somos capaces de entender que los impuestos hay que ajustarlos, fuimos capaces de entender que el rescate a la banca lo era también a las personas que tenían su dinero en las entidades quebradas. A partir de ahí, el gobierno de Rajoy ni actuó ni habló con la claridad necesaria: nadie rindió cuentas públicas y nos aseguraron (el propio Rajoy, Sáenz de Santamaría, Luis de Guindos), que las entidades abonarían ese rescate. Pues bien: “España paga este miércoles 4.575 millones del rescate europeo de la banca de 2012 y deberá aún 11.860 millones hasta 2027” (EPE).

¿Y la Casa Real?

Ernest Urtasun está llevándose todas las tortas por no asistir a la reinauguración de Notre Dame. No me cae bien el ministro español de Cultura, que no dudó en hacer campaña por Sumar (su partido) desde su cargo durante las elecciones a lehendakari. Pero hay que ser justos, e igual que Urtasun, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz recibieron sus invitaciones indelegables para el solemne acto, sin embargo, una parte de la prensa sigue señalando solo al que ha sido elegido democráticamente. ¿Por qué? Pues por la mierda partidista de siempre. Solo huele peor el proteccionismo español a la corona.

Milei, un año después

Un año después, este es el saldo de Javier Milei en Argentina: “Ha destruido las pensiones, los salarios y las pequeñas y medianas empresas” (El Diario). Para que el estado ahorre, además de los despidos masivos de empleadas y empleados públicos, Milei “recortó la cobertura de medicamentos”. Hoy, “un 52,9% de argentinos están por debajo de la línea de pobreza”, 12, 8 puntos más que hace un año. Lo público, mal, pero lo privado va así: “La industria y el comercio tuvieron un desempeño peor incluso que durante la pandemia”. Eso, sí: “Grandes grupos económicos vieron multiplicadas sus rentabilidades”.

Así, no

No entiendo a Carles Puigdemont. Es un enigma para mí, lo confieso. Y no lo considero un piropo: un político debe ser un libro abierto para generar confianza. Generando fascinación puedes sobrevivir al frente de un gobierno, pero la gestión suele ser un desastre, y a Pedro Sánchez me remito. Pero ni reconociendo, como reconozco, que lo que hace el del PSOE es muy mejorable, entiendo que Junts le diga al gobierno español que se someta a una cuestión de confianza. ¿Para qué? Pero la pregunta clave es: ¿ahora? Hace solo unas semanas Feijóo sugirió una moción de confianza censura y Puigdemont podía haber levantado la mano entonces.

Tonto de remate

Quien dice esto, se llame como se llame, haya hecho lo que haya hecho, deja claro que es tonto de remate: “La teoría evolucionista de Darwin está cada vez menos sostenida en la ciencia”. De su entrevista en El Independiente a Jaime Mayor Oreja le doy la razón en esto: “Déjenme expresarlo porque tengo derecho a decir lo que pienso”. Él tiene ese derecho y yo tengo el mío a expresar: “¡Ay, pobre!”. “Yo no pertenezco al PP ni a ningún partido”, asegura. Así que va por libre cuando ofrece sus ideas regresivas en torno al aborto o la homosexualidad. Para él, derechos son solo los que declararon las Naciones Unidas en 1948.

El más listo

A Elon Musk la compra de X y los milloncejos que donó a la campaña de Trump le han salido así de bien: “Elon Musk protagoniza el mayor aumento de patrimonio de 2024: dispara su riqueza en 120.000 millones. Su fortuna se dispara un 20% desde las elecciones presidenciales en EE.UU.” (El Economista). Creo que Musk, su propio periplo vital y su éxito empresarial, económico y político son el epítome de todo lo que está mal en el mundo: una economía virtual que sirve para enriquecer a los que menos escrúpulos tienen, y que además lideran públicamente a una turba de ignorantes que solo buscan las migajas del dinero.

La revolución

A mí esto me ha parecido la hostia. Lo digo así de claro: que la Diputación Foral de Bizkaia ofrezca bonos a las y los consumidores para hacer reparaciones es un paso adelante. Y no me paga la dipu ni un céntimo, que conste. Entiendo que haya que promover el consumo y bonificar las compras, pero desde que una parte de mí se volvió cubana intento reparar todo lo que puedo (con mis infinitas limitaciones), harto de que me digan en las tiendas: “Mejor, uno nuevo”. Que una institución promueva alargar la vida de lo que ya tenemos me parece un gran avance. Ahora solo falta que nos permitamos tomar un tiempo para pensar.

Si no animan, que no vayan

El victimismo de ICHH no es creíble. No lo es porque ha sido empoderada, porque se ha permitido una identificación con toda la grada de animación de San Mamés, y porque se ha promovido, alguien sabrá cómo y por qué, que los jugadores rindan pleitesía a la tribuna norte baja. Si no animan, como ante el Villarreal, que sus integrantes no acudan al campo para que quien quiera hacerlo (para eso están bonificados los abonos) sí anime. Porque si no pensaremos que están en sus asientos para vigilar, controlar e imponer un estado policial en el que ellos imponen su justicia. Ahora o nunca es el momento de los cambios.