Canadá

Trump nos va a dejar una Europa autosuficiente y con conciencia propia. Bienvenida sea. No solo eso: también vamos a redescubrir a antiguos aliados del viejo continente: Canadá siempre estuvo allí, ajena a la locura estadounidense, pero ahora la vemos: “No hay ningún argumento, no hay conversación al respecto, no hay necesidad de hablar de ello. Estás aquí, nos respetas, respetas nuestra soberanía, estás en nuestro país, respetas a nuestra gente. Punto final” (RCI). La cita es de Mélanie Joly, ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, y ese que debe guardar respeto es Marco Rubio, su homólogo trumpista. Así.

Marruecos

No tengo ninguna duda de que Europa va a encontrarse, en el momento menos pensado, con un nuevo frente al Sur: Donald Trump planea “reconocer la soberanía marroquí sobre” Ceuta y Melilla, según El Independiente. Ojo, porque a principios de año, Mohamed VI ya se aproximó a Putin, con lo que tiene el apoyo asegurado de los dos imperialistas que pretenden repartirse el mundo y apretar a Europa por el Este (Ucrania), Oeste (Groenlandia) y el Sur (Marruecos). En El Independiente señalan a Abascal, que va a tener que hacer un equilibrio cada vez más complejo para justificar sus alianzas y, a la vez, sus posiciones.

Valencia

Sigo pensando que al que hay que insistir es a Alberto Núñez Feijóo. ¿Por qué permite esto que leemos en EPE? “Mazón asume el discurso de Vox para aprobar los presupuestos de la Comunidad Valenciana”. Si tan claro tienen en el PP que con Trump, no, tendrán que romper con Vox. Porque son Feijóo, Mazón y todos los representantes del PP que cuentan con los votos de Vox los que están engordando al monstruo trumpista que habla española. Y esto solo acaba de empezar: la pinza Trump-Putin cada vez va a apretar más, y Núñez Feijóo va a comprobar de la peor manera lo que dolerá quedarse atrapado por ella.

Catalunya

Seguimos nuestro periplo: llegamos a Catalunya. Bueno, si llegamos, porque si vamos en tren nos la jugamos. Entre las huelgas y los problemas técnicos (por supuesto, puedo pensar que una cosa puede estar vinculada a la otra), las y los usuarios están sufriendo un conflicto más político que laboral. Un conflicto que, sorprendentemente, va a resolverse a favor de España: la transferencia va a quedarse a medias por la presión de las y los trabajadores de RENFE, que exigen no dejar de serlo. “Una huelga, un chantaje y un traspaso lleno de parches”. Así lo resume José Antich en el editorial de El Nacional.

La Estación Espacial Internacional

Como ya soy viejo hablo con la tele. Y me he pasado el fin de semana corrigiendo a todos los informativos: Wilmore y Williams no estaban varados en la Estación Espacial Internacional y lo que ha sucedido el fin de semana no es ningún rescate. En Microsiervos, como siempre, lo explican muy bien: “La campaña de desinformación que han montado Elon Musk y Donald Trump sobre el asunto, básicamente para criticar a la administración Biden, ha dado sus frutos”. “En todo caso” el regreso “se ha retrasado por culpa de la empresa de Musk porque SpaceX no ha podido tener lista a tiempo la cápsula”.

Los negocios no se hacen solos, hay que hacerlos

“Trump y Musk acuerdan que SpaceX rescate a dos astronautas estadounidenses ‘abandonados en el espacio’ por la Administración Biden”, leo en Voz.us, la web del trumpismo en castellano. Ya sabíamos que Butch Wilmore y Suni Williams estaban alargando su estancia en la estación espacial internacional por que la nave de Boeing (competencia de Elon Musk) había tenido problemas para llegar a ellos, pero no parece que estén abandonados cuando hemos leído sin problemas sobre su situación. Una situación que es una oportunidad de negocio y reputación para SpaceX, propiedad de Elon Musk. Los negocios no se hacen solos.

Un libro de instrucciones para volver a desarrollar a humanos

Parece esta una columna de ciencia ficción más que de Internet, pero no podía dejar de escribir sobre esto que he encontrado en Microsiervos (dónde si no): en la Universidad de Southampton hay “una especie de copia de seguridad de la humanidad” para “que alguna futura inteligencia biológica, robótica o IA pueda interpretar los datos”. En concreto es un cristal de silicio que ahora “se ha guardado en una cápsula del tiempo” en Austria con “las aproximadamente 3.000 millones de bases del genoma humano, cada una secuenciada 150 veces para garantizar su exactitud”.

Es normal

Ya que me he metido en Honduras acabo en Tegucigalpa, como el viejo dicho: “Star Wars pasa por el peor momento de su historia”. Vaya, es normal: como consumidor de ciencia ficción desde que tengo uso de razón reconozco que lo último que he visto (durante los últimos 15 años) del universo Star Wars es una castaña. El arranque de “Tripulación Perdida”, de consumo familiar ya, me ha parecido esperanzador, pero es evidente que la franquicia está fatigada y la audiencia, más, según Espinof, porque su éxito “estaba en su escasez” y los nuevos productos no han sabido “mantener su condición de evento”.

Las modas

Esta columna tiene poco sentido, lo sé, pero a veces salen así. Voy ahora con las modas que dictan los reels de Instagram o TikTok: la misma persona que se compró una Cocotte, la Thermomix, la air-fryer, la cafetera con la que pesar, moler y hacer un café, tiene ahora en su casa sartenes de acero inoxidable. Y como dice David de Jorge, está “jodiendo los lomos de merluza y las tortillas” (Huffington Post). El cocinero (que nunca ha sido uno de mis favoritos pero al que doy la razón) lo tiene muy claro: “Vuelve a las antiadherentes”. Más allá de los consejos de cocina, lo de las modas consumistas merece, como poco, un Pantomima Full.

Neymar era la novela

Desde que hago este repaso diario en Internet he encontrado a varias personas sobre las que he pensado: “¡Qué pena que no se me haya ocurrido como personaje de una novela!”. El Pequeño Nicolás, Sandro Gozi o Neymar con mis favoritos, sin duda. Ahora el futbolista “rescinde con el club saudí Al Hilal y regresa al Santos doce años después” (Iusport). Un final casi poético para una carrera deportiva muy llamativa pero que deja insatisfechos a todos menos a él. Y en ese requiebro es donde me quisiera perder. Sin embargo, sé que esto acaba de empezar, que Neymar va a seguir siendo un personaje de novela irresistible.